Política

Issa Pfister: "No se puede resolver la crisis financiera de Chubut si hay déficit todos los meses"

Entrevista de Lola Sánchez

Germán Issa Pfister -secretario de Economía de la Municipalidad de Comodoro Rivadavia- dialogó con El Extremo Sur sobre la situación financiera que se vive en Chubut, con un panorama que aparece algo más alentador luego de que la Legislatura aprobara la reestructuración de la deuda.

Issa Pfister participó activamente de la elaboración del presupuesto local, con ítems inéditos y alentadoras expectativas a futuro, y confía en que un escenario similar podría darse en la provincia a partir del próximo año.

El secretario de la cartera económica de la gestión de Juan Pablo Luque y figura clave del gabinete sumó al análisis las condiciones que agravaron la situación financiera provincial, como la estructura de pago por fideicomiso y la ausencia de controles en administraciones previas. En este sentido, enfatizó la necesidad de trabajar conjuntamente ahora que la deuda logró ser reestructurada, lo que permitirá que el Ejecutivo provincial avance en materia de ayuda social e infraestructura de cara al 2022.

"Quienes manejan los fondos provinciales tienen la responsabilidad de equilibrar estas cuentas en materia económica para que se pueda resolver en un plazo mayor; tendrán que tener mucho cuidado en no aumentar los gastos estructurales y corrientes mes a mes, ser cuidadosos a la hora de administrar los recursos propios y tratar de ser más eficientes en materia de recaudación propia", advirtió.

"La provincia tomó 650 millones de dólares y en ese momento ya era difícil el cumplimiento, no es que sucedieron hechos atípicos que hicieron que una deuda que era pagable dejó de serlo", resumió Pfister.

Tras la aprobación del proyecto de reestructuración de la deuda y la negociación con acreedores, ¿hay buenas expectativas para la provincia a largo plazo?

Hay dos cuestiones que eran necesarias para que la provincia pueda empezar a ver un horizonte más positivo. La primera era la renegociación de la deuda, que seguramente no fue la renegociación que todos hubiéramos querido pero muchas veces estas son las condiciones de este tipo de deudas, ancladas y garantizadas por fideicomiso. La segunda era el aumento de ingresos en mayor proporción que los gastos. Eran dos cuestiones necesarias para que esta situación vaya mejorando de a poco, porque la provincia tiene una estructura y un stock de deuda que no le permite salir de un día para el otro, pero claramente la situación es mejor que la de hace un tiempo.

El proyecto también implica una Comisión de Seguimiento de la Legislatura provincial. ¿Cree que este aspecto de control y seguimiento estuvo ausente en las administraciones anteriores?

Los controles tienen que ser propios de quienes ejecutan los fondos que ingresan. A quienes nos toca administrar fondos públicos tenemos responsabilidades y los mecanismos de control habituales. Hace no tanto tiempo la provincia tomó un endeudamiento de 650 millones de dólares, de los cuales la mitad iba a ser para dejar equilibrada la administración en materia de gastos y deudas de la provincia; y la otra mitad iba a ser destinada a obra pública. Cuando uno ve que por un lado no se equilibraron las cuentas de la provincia y que no hay 300 millones en obras por ese endeudamiento, claramente hay que llamar a la reflexión y que se prenda una luz de alerta en función del control sobre la utilización de estos fondos. En este caso, en la Ley donde se establecía la renegociación de la deuda, se incluyó también una Comisión de seguimiento de la Legislatura. Sin embargo, los controles ya existen, y uno los tiene que cumplir. Después cada uno tendrá que asumir las consecuencias de su accionar, en cada caso.

Chubut renegoció la deuda en línea con otras provincias y en respuesta al esquema nacional, ¿cómo evalúa este proceso?

En eso somos muy cuidadosos, no solo hablando de esta deuda, si no de cualquier deuda, ya sea de Letras, del fondo fiduciario nacional o de ANSES. Nosotros entendemos la necesidad de la provincia de tratar de refinanciar cada una de estas deudas, pero eso también tiene que tener un límite y tiene que venir acompañando de un equilibro en las cuentas y en la parte económica. Si económicamente uno sigue teniendo un déficit todos los meses difícilmente pueda resolver la cuestión financiera. Cada uno tiene sus responsabilidades, quienes manejan los fondos provinciales tienen la responsabilidad de equilibrar estas cuentas en materia económica para que se pueda resolver en un plazo mayor. Tendrán que tener mucho cuidado en no aumentar los gastos estructurales y corrientes mes a mes, ser cuidadosos a la hora de administrar los recursos propios y tratar eficientes en materia de recaudación propia. Se trata de una serie de medidas que hay que tomar donde uno trata de ser muy cuidadoso a la hora de opinar, porque a veces no se cuenta con toda la información, a veces no puede estar en el día a día, pero claramente son los pilares para que la provincia pueda al fin equilibrar sus cuentas mirando para adelante.

Considerando los efectos de la pandemia y la situación crítica de la provincia, ¿Cómo ha sido el panorama económico a nivel local?

El 2020 fue para el Municipio un año muy complejo, como lo fue para todos. Hay que tener en cuenta que la actividad económica se paró en un 100%. A nosotros nos tomó en una situación financiera muy buena, teníamos un respaldo financiero y pudimos afrontar las obligaciones normales del Municipio, así como pudimos hacer frente a gastos extraordinarios en materia de salud, de bienestar social y pymes. Pero no estábamos en condiciones de tener un 2021 como fue 2020, con gastos extraordinarios que crecieron exponencialmente, con lo cual a fines de 2020 empezamos a ver una situación de mejoría, nos acompañaron los valores del barril del petróleo, pudimos volver a valores pre-pandemia e incluso mejorar en materia de recaudación propia. Pudimos administrar nuestros recursos de una manera razonable, pudimos cerrar una paritaria acorde a lo que nos habíamos comprometido. Eso nos hizo tener un fin de año bueno, con unas expectativas mejores para 2022, con un presupuesto que es el que siempre quisimos tener, con un componente inédito en materia de obras públicas, infraestructura, con ayuda y asistencia a cada una de las instituciones de Comodoro que lo requieren y están demandando fondos.

A nivel provincial, ¿qué expectativas hay en torno al presupuesto 2022?

En función del panorama actual, en la provincia ven una mejoría para el año que viene. Lo que ellos plantean es la posibilidad de cumplir con pago de salarios y además empezar a ver una mejoría en otras cuestiones; claramente el estado provincial no está solo para pagar sueldos. Hemos escuchado de la palabra del gobernador la posibilidad de tener obra pública provincial, que tanto esperamos y anhelamos. Espero que se cumpla, uno trata de ser optimista en función de lo que plantea este presupuesto provincial, y que podamos empezar a ver una provincia que vaya saliendo de esta situación gravísima en la que todavía se encuentra. Para eso tenemos que estar todos a disposición del gobernador, de los ministros. Si a la provincia le va mejor, a todos nos va mejor; en eso hay que dejar de lado cuestiones partidarias y egoísmos.

¿Cree que existe transparencia respecto a las cuentas provinciales? ¿Hay mecanismos de acceso a la información para los ciudadanos?

Sí, muchas veces se pone en tela de juicio la transparencia respecto a los números, pero tanto en el municipio como en la provincia tenemos los organismos de control. Acá no se trata de transparencia o de exposición de las cuentas públicas. La provincia sufre y no hay que caerle totalmente a este gobierno porque hubo administraciones anteriores que no fueron cuidadosas con los fondos, o a causa del vaivén de los ingresos petroleros; tiene que ver más con eso que con la falta de transparencia.

Mencionó la deuda y las dificultades de pago como problemas estructurales de la provincia, ¿coincide con el planteo de que el escenario actual se produjo por la decisión de establecer las regalías como garantía de pago?

Lo de las garantías es relativo en el sentido de que si no hubiesen existido garantías de ese tenor y de ese calibre el endeudamiento no hubiese prosperado nunca. La cuestión de fondo es que uno tiene que tomar un endeudamiento para infraestructura, una deuda que sí avalamos. Y pensar cuál es el destino del endeudamiento. Por otra parte, hay que tener la seguridad de que se va a poder pagar. La provincia tomó 650 millones de dólares y en el momento que se tomó ya era difícil el cumplimiento, no es que sucedieron hechos atípicos que hicieron que una deuda que era pagable dejó de serlo. Me parece que ahí uno tiene que poner el foco y ver realmente cómo tomar este endeudamiento. Más allá de como haya empezado y quién haya empezado, acá lo que hay que tener en claro es que uno tiene que tomar el endeudamiento en lo posible con destino de infraestructura y la solidez de que va a ser pagable, para no acabar refinanciando en la primera de cambio.

Durante las campañas electorales, varios sectores apelaron al discurso de no pago de la deuda, tanto provincial como nacionalmente. ¿Qué opinión le merecen estos planteos? ¿Es posible pensar un escenario de rechazo total al pago de la deuda?

Son dos situaciones distintas. En el caso de la provincia, esa posibilidad no existe, no existió, por el tipo de garantías que tenía los acreedores. A nivel nacional es distinto, todos esperamos que se llegue a un acuerdo con el FMI, pero no a costa de cualquier cosa. Creo que el Gobierno Nacional está haciendo bien las cosas respecto a cómo está encarando la renegociación. Ojalá que llegue a buen puerto, pero no hipotecando el futuro de los argentinos e impidiendo el desarrollo que necesita este país para salir adelante.