Política

Los riesgos del ajuste previsto en Chubut para 2022: qué sectores pueden sufrir más

El proyecto de Presupuesto 2022 que presentó el ministro de Economía, Oscar Antonena vuelve a repetir la fórmula de tomar deuda para afrontar los gastos del Estado y en paralelo aplicar un ajuste sobre los gastos, en especial a la Educación y la Salud pública, para de esa manera intentar que cierren los números de la actual gestión encabeza Mariano Arcioni pagando porcentualmente menos salarios. Los mecanismos son los mismos que ya se intentaron aplicar en los años 2018 y 2019, con el fracaso consiguiente que terminó con una casi completa paralización del Estado producto del estallido de la conflictividad de los estatales. Insistir con la misma receta presagia otro año convulsionado y evita adentrarse en la forma de encontrar estrategias para que la provincia aumente sus ingresos a partir de los grandes empresarios y sectores beneficiados por la economía.

Los datos que contiene el proyecto de Presupuesto 2022 de Chubut encienden nuevamente alarmas producto de lo que será un achicamiento del gesto público en favor de la obtención del déficit cero, pero además conlleva nuevos endeudamientos para solventar los gastos mensuales y en paralelo traspasa a la próxima gestión de gobierno buena parte de los vencimientos de la deuda tomada en los últimos años.

Los sectores de la Educación y la Salud pública se presentan como los que más sufrirán en el impacto del ajuste y su incidencia porcentual en el total de los gastos se reducirá de manera considerable; pero lo mismo sucederá con la incidencia de los sueldos de los empleados públicos y los jubilados provinciales, quienes nuevamente parecen ser el pato de la boda.

En tiempos de lo que por ahora parece seguir siendo la post pandemia, achicar los gastos de Educación y Salud nombre parece ser la mejor opción luego de casi dos años en que el Covid arrasó con una provincia que ya venía de crisis recurrentes desde por lo menos cinco años.

Profundizar la ausencia del Estado a partir de contar menor cantidad de fondos no parece ser la hipótesis más beneficiosa para una sociedad chubutense que padece serios problemas de empleo y pobreza desde hace varios años; menos aún en el terreno educativo donde la falta de mantenimiento de la infraestructura escolar y la edificación de nuevos establecimientos conlleva la profundización de problemas estructurales de larga data.

Ajuste en los sueldos

Si bien habrá una suba de los gastos en salarios y sectores esenciales del Estado provincial respecto de lo presupuestado en este año, lo cierto es que la incidencia será menor sobre el conjunto de los gastos que proyecta realizar la gestión arcionista en el 2022.

En promedio los ingresos totales de la provincia aumentarán el año que viene en un 81% y los gastos solamente en el 68%, en base a eso se proyecta conseguir un superávit primario de 6.834 millones de pesos; aunque luego de tomar nuevos endeudamientos y pagar la deuda ya existente, Antonena proyecta cerrar el 2022 con un déficit cero.

La masa salarial total de los empleados públicos volverá a descender en su incidencia sobre los gastos totales de la provincia para el año que viene y se posicionará en niveles similares a los del 2019 cuando el anterior gobierno de Arcioni intentó aplicar un brutal ajuste sobre los sueldos estatales.

En el 2019 los sueldos representaron el 52,7% de todos los gastos de la provincia y tras ser derrotado el ajuste con la lucha de los estatales pasó a significar en el 2020 el 68,2% producto de los incrementos conquistados con las cláusulas gatillos que perseguían a la inflación.

Para el 2022 la incidencia proyectada de los sueldos volvería a ser similar a la del 2019 con un 54,1% de todos los gastos de Chubut, diez puntos de incidencia menos que en este 2021 y casi catorce puntos porcentuales menos que en el 2020.

Los más afectados serán los salarios de los docentes que perderán más de cuatro puntos porcentuales respecto de este 2021; seguidos por los de Salud y Seguridad que tendrán una incidencia menor de un punto porcentual.

En tanto que los números muestran que los judiciales lograrán aumentar en un punto su participación en la totalidad de los gastos proyectados y los del Poder Legislativo se mantendrán casi iguales.

Si bien la masa salarial total para el 2022 esta prevista que aumente en un 44%, no menos cierto es que el gobierno aún adeuda a sectores estatales cláusulas gatillo desde el año pasado y algunos ámbitos del sector público no han tenido las recomposiciones salariales correspondientes.

En ese marco, el 44% en cuestión incluye el pago de lo adeudado y el crecimiento vegetativo de la planta de personal que incrementa su antigüedad. No menos cierto es que la inflación proyectada para el 2022 es de por lo menos el 34% y entonces los salarios con suerte lograrían empatar a la futura suba de precios, pero se quedarían sin poder recuperar el poder adquisitivo perdido en los años anteriores.

El propio ministro Antonena ya adelantó que la suba salarial prevista para el año que viene será de solamente el 20% y nadie podría asegurar que el 2022 vaya a ser un año de pacificación con los estatales.

El impacto en Educación y Salud

Tal como ya anticipó El Extremo Sur, la otra variable de ajuste serán los fondos que el gobierno provincial destine a sectores prioritarios como Educación y Salud.

Ver el artículo: Presupuesto: Chubut sueña con "déficit cero"; menos fondos para Educación y más para obras y pago de deuda

El presupuesto para Educación se achicará a su nivel más bajo en cinco años, pasando a representar tan sólo el 22,6% de todos los gastos proyectados para el año que viene; más allá que por Constitución Provincial no debe descender del 25% anual, aunque con algunas obras de infraestructura escolar quizás se alcance dicha meta.

La merma será mayor a los cuatro puntos porcentuales de incidencia respecto de este año y sufrirá un achicamiento en función de gastos totales que rondará los casi diez puntos en función de lo proyectado en el 2020.

La reducción de fondos destinados a la Salud pública no será tan significativa como la del sector educativo y en parte es entendible porque en tiempos en que la pandemia aún merodea lo cotidiano no sería para nada lógico aplicar un ajuste tan fuerte en la principal trinchera que enfrenta al Covid y sus variantes.

No obstante, el presupuesto de Salud perderá el año que viene poco más de un punto respecto del actual y casi dos puntos en función de lo proyectado en el 2020.

El sector de la Seguridad también sufrirá impactos similares al de la Salud según lo presupuestado por Antonena para el año que viene.

Existirán sólo dos rubros en los que habrá incrementos de la incidencia presupuestaria en el 2022. Uno es el Poder Judicial que incrementará en un punto porcentual los gastos que había tenido en el Presupuesto 2021; pero si se lo compara con lo proyectado en el 2020 el incremento será de dos puntos.

El otro beneficiado será el de la obra pública que acaparará con la Inversión Real Directa el 8,7% de todo lo proyectado gastar en el 2022; obteniendo casi cuatro puntos porcentuales más que en el 2021 y cerca de siete más que en el 2020.

Siempre la deuda

En el rubro del endeudamiento lo que viene haciendo Antonena es sacarse vencimientos de encima y pasárselos a la futura gestión que asuma el 10 de diciembre de 2023, pero en paralelo tendrá que usar más fondos públicos para afrontar los vencimientos que habrá en el 2022.

Aunque parezca contradictorio sucede que una parte de la deuda esta tomada en dólares por el propio gobierno de Arcioni y habiendo emitido en moneda extranjera por casi 222 millones.

La mitad fue endeudamiento desde octubre del año pasado y hasta julio de este año, sumando 111 millones de dólares; luego vencieron la mayoría de esos préstamos que se pagan al tipo de cambio oficial y emitió otros 111 millones que comenzarán a vencer con sus pagos del capital en febrero de 2024.

Ver el artículo: https://www.elextremosur.com/nota/34358

Como los pagos de la deuda se traducen a pesos cuando se efectivan dentro del presupuesto, más allá de que hayan sido tomados en dólares y se paguen con dólares de las regalías, todavía las proyecciones se siguen haciendo en moneda nacional.

La devaluación hormiga que se da mes a mes -cuando asumió Alberto Fernández el dólar oficial estaba a 63 pesos y hoy supera los 105- indefectiblemente impactará en los pagos en dólares traducidos a pesos que deberá afrontar Chubut en el 2022, más allá de patear deuda pesos y en dólares para la próxima gestión.

Es por eso que el año que viene los pagos de amortizaciones de la deuda demandarán más del 10% de todos los gastos de la provincia, mientras que en el 2020 y 2021 habían descendido entre dos y cuatro puntos porcentuales de lo presupuestado.

Los niveles de desembolsos se ubicarán en paralelo a los altísimos que se proyectaron en el 2018. Y apenas por debajo de los del 2019 antes de la reestructuración del bono BOCADE colocado por Mario Das Neves en dólares.

Donde sí sentirá el alivio para las cuentas públicas será en el pago de los servicios de la deuda (entiéndase intereses) que producto de esa renegociación se extendieron hasta el 2030y que para el año que representarán el 5,2% de todo lo que se piensa gastar. Vale tener en cuenta que en el 2019 habían insumido el 20,8% de todos los gastos proyectados, pero igual seguirán incidiendo más que los presupuestados en el 2018.

El otro rubro donde se producirá un achicamiento importante en la toma de nuevo endeudamiento. Después de haber alcanzado el 16% de todos ingresos proyectados para el 2020, la toma de deuda nueva descenderá al 4,2% en el 2022; lo cual tiene cierta lógica producto de fuerte incremento de los ingresos proyectados, pero para alcanzar el déficit cero ansiado por Antonena deberá volver a emitir deuda por 9.500 millones de pesos.