Ambiente

Ecocidio: La virulenta respuesta del agronegocio a la Campaña #BastaDeVenenos

Por Agencia de Noticias BiodiversidadLA

No es difícil entender por qué el colectivo corporativo conformado por algunos sectores del agronegocio y los medios concentrados dependientes de sus aportes económicos han salido a descalificar la Campaña #BastaDeVenenos, ya que la misma puso el dedo en la llaga de un modelo que tiene en el uso de los agrotóxicos el corazón mismo de su existencia.

Lo que cuesta más comprender es por qué se ha recurrido a la descalificación y a las mentiras más vergonzosas para atacar a un grupo de personalidades que decidieron poner el cuerpo para cuestionar un modelo agotado, tóxico y sin ningún tipo de futuro.

Porque digámoslo de manera simple: usar sustancias tóxicas para producir alimentos es en sí mismo una contradicción y el pedir #BastaDeVenenos es una premisa básica para construir otro modelo agrícola en el futuro.

Pero como lo que pretendemos no es responder a todas la barbaridades dichas esta semana, sino fortalecer a la Campaña, lejos de los vacíos tweets de varios influencers agrarios a los que lo que menos les interesa es conocer la verdad, vamos a compartir 10 fragmentos de documentos, con sus fuentes, que responden de manera clara y contundente a la contra Campaña iniciada por los defensores del agronegocio.

Los fragmentos que compartimos surgen de documentos de distintos organismos de Naciones Unidas, de otras instituciones y de entrevistas a reconocidos científicos argentinos que dedicaron o dedican su vida a estudiar los impactos de los agrotóxicos en la naturaleza y en nuestros cuerpos.

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO): "Hemos llegado al límite del paradigma de la revolución verde", aseguró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva. "No podemos seguir produciendo alimentos de la misma forma en que lo hemos hecho", es decir, apoyados en técnicas agrícolas intensivas, insumos químicos y mecanización, y "necesitamos cambiar a un enfoque más integrado sobre la sostenibilidad", añadió en el curso de una mesa redonda en la sede de la organización internacional. La intervención del Director General se produjo en la presentación de una nueva publicación, "Agricultura y alimentación sostenibles: un enfoque integrado", que pretende presentar las evidencias más avanzadas sobre cómo la agricultura sostenible puede mejorarse continuamente, a diferentes niveles.

FAO: José Graziano da Silva expresó que la revolución verde "logró aumentar mucho la producción agrícola mundial, sobre todo en países de Asia, como China e India, que luchaban con una insuficiencia de producción y una gran hambruna. Eso se evitó, pero a un alto costo: un uso intensivo de químicos que afectó sobre todo al medio ambiente y la salud humana. Un costo que estamos pagando y que es el límite que podemos aceptar para su desarrollo. Tenemos que encontrar maneras sostenibles de aumentar la producción agropecuaria a futuro. Entre esas promesas está la agroecología".

Sociedad Argentina de Pediatría: "El crecimiento del uso de agrotóxicos es un fenómeno mundial (...) pero en Argentina adquiere una significación especial por la enorme extensión de tierras destinadas a la actividad agropecuaria, actividad que está implementada según criterios principalmente económicos y que encuentra al país con una serie de deficiencias que impiden el control del uso de los agrotóxicos y, así, la protección de la salud de la población: falta de leyes, incumplimiento de las existentes, ausencia de personal de salud capacitado en el tema, falta de concientización de la población, falta de educación comunitaria, ausencia de registros médicos adecuados y ausencia de estadísticas que permitan medir la magnitud del problema. Es de conocimiento público el efecto perjudicial de los agrotóxicos sobre la salud humana, tanto a nivel agudo como crónico".

Relator Especial de Desechos Tóxicos de Naciones Unidas, Baskut Tuncak: "Los pesticidas son una amenaza global para los derechos humanos, en especial para los derechos del niño. Los efectos sobre los derechos a la vida y a la salud de los consumidores, los trabajadores y las comunidades rurales están bien documentados, pero se desconoce el número real de víctimas que sufren impactos negativos sobre los derechos a la vida y a la salud a escala mundial. Las tasas de ciertas enfermedades y discapacidades relacionadas con los pesticidas han aumentado al tiempo que se ha incrementado dramáticamente el uso de pesticidas en las últimas décadas. Son demasiados los casos de alimentos, agua y comunidades contaminadas como para enumerarlos, pero los impactos sobre los derechos al agua, los alimentos y la vivienda están bien determinados. Los intentos de retrasar la regulación y de crear incertidumbre científica sobre sus peligros y el secreto con que se guarda cierta información atentan contra el derecho a la información y la participación significativa. En varios países, los agronegocios se han adueñado de tierras pertenecientes a comunidades indígenas y minorías y han introducido una agricultura intensiva que depende de pesticidas. Se ha determinado en los cuerpos de indígenas del Ártico la presencia de peligrosos pesticidas que nunca fueron utilizados cerca de sus comunidades; estos indígenas sufren cáncer y otras enfermedades en tasas superiores al promedio. Por último, la mayoría de las víctimas no tiene siquiera el mínimo acceso a un remedio efectivo; además, las generaciones futuras estarán expuestas al legado tóxico de las generaciones pasadas incluso antes de salir del útero de su madre".

Relatora Especial sobre el Derecho a la Alimentación de las Naciones Unidas, Hilal Elver: "La Relatora Especial ha expresado su preocupación respecto del peligro que implican los plaguicidas, en especial los basados en glifosato, y las implicancias de estas sustancias químicas para el derecho a la alimentación (A/HRC/34/48). En 2015, la OMS declaró al glifosato como una sustancia probablemente carcinógena. La Relatora Especial advierte que el uso en exceso de los plaguicidas plantea peligros importantes para los trabajadores agrícolas que están en contacto directo con los plaguicidas. También advierte sobre los peligros para las poblaciones que habitan en derredor, que pueden verse indirectamente afectadas por la exposición debido a la contaminación o porque las partículas son transportadas por el viento. Se ha vinculado el uso persistente de plaguicidas, en particular los agroquímicos utilizados en la agricultura industrial, con una serie de efectos adversos para la salud, tanto a niveles altos como bajos de exposición. La fumigación de plaguicidas con avionetas es especialmente peligrosa ya que las sustancias químicas pueden ser transportadas por el viento a lugares cercanos (A/HRC/34/48). Desafortunadamente, la Argentina no ha introducido legislación efectiva ni ha aplicado sus leyes como corresponde para reducir el uso de plaguicidas en la producción agrícola, ni para reparar el daño sufrido por las poblaciones expuestas a la contaminación".

Relator Especial de Derechos Humanos y Productos Tóxicos, Baskut Tuncak: "La capacidad de fabricar y exportar sustancias tóxicas, cuyo uso está prohibido a nivel nacional, es un elemento importante, que muestra cómo los Estados han institucionalizado las externalidades a través de leyes nacionales discriminatorias y un sistema obsoleto de gobernanza mundial para los productos químicos y los desechos", dijo el relator especial de la ONU sobre tóxicos. "En casi todos los casos no existe una justificación legítima de interés público", dijo Baskut Tuncak. "Estas lagunas son una concesión política a la industria, que permite a sus fabricantes de productos químicos beneficiarse de los trabajadores y las comunidades en el extranjero inevitablemente envenenados, al tiempo que importan productos más baratos a través de las cadenas de suministro mundiales y fomentan patrones de producción y consumo insostenibles".

Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (Rapal): El informe toma como referencia a la Red Internacional de Acción en Plaguicidas (PAN), que tiene registro de, al menos, 299 químicos peligrosos. El 42% de ellos (126 de esos productos) se utilizan en Argentina. Casi la totalidad (123) se utilizan en actividades agrarias y en "línea jardín" (uso domiciliario). Estos productos se expenden bajo diferentes nombres comerciales, en los que varían la forma de presentación y la empresa fabricante. Si se contrapone el listado de agroquímicos con alguna prohibición y los que se utilizan en Argentina, queda en evidencia la permisiva política nacional: en las provincias argentinas se usan 108 productos que cuentan con restricciones en el exterior. En la página 43 del informe de Rapal se detallan los herbicidas atrazina y paraquat, prohibidos en más de treinta países, entre ellos todos los de la Unión Europea. Syngenta (empresa de origen suizo, adquirida por ChemChina en 2017) no comercializa atrazina en Suiza, pero sí en Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay. "Hay una ‘doble vara' de las empresas. Están prohibidos en los países de origen y aquí se utilizan dado la baja información, la poca presión de los consumidores y la escasa acción de los organismos estatales que deben evaluar, registrar y categorizar a los plaguicidas en la Argentina", afirmó Javier Souza Casadinho, coordinador de Rapal y autor de la investigación.

Andrés Carrasco, médico argentino especializado en biología molecular, fue pionero en la denuncia de los efectos devastadores del glifosato en el cuerpo humano: "Concentraciones ínfimas de glifosato, respecto de las usadas en agricultura, son capaces de producir efectos negativos en la morfología del embrión (anfibio), interfiriendo mecanismos normales del desarrollo embrionario". "Los embriones más gravemente afectados carecen de ojos y fosas nasales (...) El glifosato interfiere con mecanismos esenciales del desarrollo temprano conduciendo a malformaciones congénitas". "El efecto (del glifosato) sobre embriones abre la preocupación acerca de los casos de malformaciones en humanos observados en poblaciones expuestas en zonas agrícolas". "Debido a la conservación de los mecanismos que regulan el desarrollo embrionario de los vertebrados, los resultados de ambos modelos (anfibios y pollos) son equivalentes con lo que sucedería con el desarrollo del embrión humano".

Rafael Lajmanovich, Doctor en Ciencias Naturales e investigador independiente de CONICET: "Año a año se fueron sumando certezas. Si hablamos de hace una década, uno se refería a modelos predictivos, posibles o probables efectos y sus riesgos. Pero todo lo que dijimos que podía pasar, lamentablemente sucedió, como una especie de profecía autocumplida". "El glifosato es una de las sustancias más estudiadas del planeta y justamente por eso en muchos países decidieron prohibirla o restringirla al máximo. Con el tiempo, eso pasará con la mayoría de los herbicidas de vieja generación que son tan tóxicos y dejan tanta huella ambiental. Se trata de compuestos que empezaron a aparecer en todas las cadenas y redes alimentarias y el agua y eso despeja las dudas sobre la necesidad de dejarlos de lado y avanzar hacia un cambio de modelo productivo que no depende de esa química". "Hablo de lo que conozco o publico. No hay opinión ni comentarios lanzados al azar, sino que poseen un bagaje de conocimiento científico que reafirma lo que demostramos junto al equipo de investigación conformado por otros especialistas y algunos estudiantes. Mis exposiciones tienen referencia de trabajos científicos propios y otros internacionales que demuestran todo lo que estas demandas solicitan, en general, muy relacionadas con el alejamiento de las llamadas fumigaciones o pulverizaciones, ni más ni menos, que de la gente. Ellos se defienden de la situación que les toca vivir. En otros países, a la zona de fumigaciones y cordones industriales se las denomina zonas de sacrificio ambiental, en las que supuestamente algunos deben vivir para que otros puedan alimentarse. Aunque eso también es relativo, debido a que el nuestro no es un país que se destaque por cómo se reparten los recursos".

Damián Marino, referente de los pueblos fumigados e investigador (uno de los autores del trabajo "Plaguicidas. Los condimentos no declarados"): "El agro en base a agroquímicos es una rueda infinita a expensas de la salud de los pueblos". "Según nuestras mediciones, una ensalada de varios componentes puede significar la exposición simultánea a una mezcla de plaguicidas y nada se sabe respecto a la respuesta biológica para su eliminación. La toxicidad de mezclas sigue siendo un gran capítulo de investigación y debate, poco se sabe respecto a efectos de mezclas de activos de plaguicidas y sus efectos sobre la salud, más en exposiciones crónicas como este caso".

Ya no se trata de quien quiera oír que oiga. Se trata de avanzar hacia un nuevo paradigma en la agricultura. Y los medios de comunicación, cómplices de las corporaciones del agronegocio, son responsables por la omisión y ocultamiento de información, investigaciones y datos del ecocidio y el genocidio cometido por ellas.