Patagonia

Diego Taboada: "Las prospecciones sísmicas se superponen con un área muy relevante para las ballenas francas"

Por Florencia Sciutti.

Le preguntamos al presidente del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), Diego Taboada, acerca del impacto en cetáceos de la exploración y explotación sísmica. Nos respondió con argumentos contundentes basados en cincuenta años de investigación.

Diego Taboada es el presidente Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) y VicePresidente de Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Areas de Influencia. Ayer lo entrevistamos en el marco de la enorme movilización en todo el país en contra de la exploración offshore que aprobó el gobierno de Alberto Fernández a la altura de Mar del Plata, Río Negro y Santa Cruz.

¿Qué riesgos traen las prospecciones sísmicas sobre las especies, en particular para los cetáceos que habitan el mar argentino?

Desde el ICB llevamos adelante un programa de investigación que lleva más de cincuenta años monitoreando a la población de ballenas francas en Península Valdés. A partir del conocimiento adquirido contribuimos al manejo y a la conservación de esta especie tan emblemática en el Atlántico Sur.

Entre los diversos proyectos en los que participamos hoy, quiero destacar uno especial llamado "Siguiendo ballenas", que utiliza dispositivos satelitales y se desarrolla entre varias organizaciones e instituciones. La información aportada por las ballenas monitoreadas es de altísimo valor para su conservación porque nos permite localizar ambientes claves para su ciclo de vida, sustenta la importancia de las áreas marinas protegidas, como así también la regulación de actividades industriales.

Desde el ICB nos preocupa la superposición que existe entre los recorridos de los individuos de ballena franca marcados con rastreadores satelitales y el área donde se realizarían las prospecciones. Los mapas satelitales destacan que las ballenas hacen un uso muy intensivo del área. Es conocido el impacto que las actividades de exploración y explotación petrolera pueden generar sobre la fauna marina en general, los cetáceos en particular, y sus hábitats.

Rutas de distintas ballenas monitoreadas. Créditos: ICB

Las actividades propuestas generarán impactos que coadyuvan a la degradación del hábitat, que ya se encuentra afectado por numerosas amenazas como la sobrepesca, el calentamiento global y la contaminación, entre otras.

Estuviste participando de la audiencia pública sobre la adquisición sísmica offshore hace unos meses. Finalmente se conoció hace seis días que el Ministerio de Ambiente resolvió a favor de la exploración sísmica por la empresa Equinor. ¿Cuáles son los resultados de las investigaciones que desde el #ICB vienen desarrollando sobre el impacto en la fauna de la exploración sísmica?

Los monitoreos de las rutas de las ballenas muestran el impacto negativo que las prospecciones sísmicas pueden ocasionarles a ellas y a su hábitat. En primer lugar, los desplazamientos de miles kilómetros, como se ve en la imagen, muestran que las áreas de campaña CAN 100, 108 y 114 -y no solamente estas, sino todas las que se van a proponer con el tiempo- se superponen con áreas muy relevantes para las ballenas francas durante toda su época de alimentación, que es en primavera y en verano. Los recorridos destacan que las ballenas hacen un uso intensivo de esas áreas de interés, es conocido el impacto que puede generar en la fauna marina la exploración y explotación petrolera. En segundo lugar, los cetáceos dependen de la producción y percepción del sonido para la mayoría de sus funciones vitales, tales como obtener información de su entorno, detectar presas, predadores, orientarse, comunicarse y para su reproducción. Por lo tanto, la introducción de ruido de alta intensidad, como es el caso de las prospecciones, afecta funciones biológicas esenciales y también genera daños fisiológicos y físicos que pueden llevar a la muerte.

¿Qué argumentos a favor conocés o escuchaste sobre este tipo de prácticas? ¿Qué contradicciones les encontrás desde el punto de vista científico y de las investigaciones que hay hasta el momento?

¿Argumentos a favor? Ninguno, solo modelos basados en criterios energéticos obsoletos y que no se condicen con los compromisos ambientales asumidos por el Estado nacional. Un derrame de petróleo siempre es una catástrofe ambiental que se extiende en el tiempo y en el espacio marino. Destruye hábitats, especies y sus interrelaciones. No existe el riesgo cero para este tipo de actividad. Por lo tanto, un derrame de petróleo en cualquier lugar del Mar Argentino tendría consecuencias negativas para todo el ecosistema, incluyendo las costas de Chubut, afectando por muchos años la calidad de vida de las personas, las especies marinas y la actividad turística que ellas generan.

Síntesis de los argumentos en contra de este tipo de prácticas

La experiencia y evidencia científica de más de 50 años estudiando ballenas francas australes en el Mar Argentino y el Atlántico Sudoccidental, sustentan nuestros argumentos en rechazo. Algunos de ellos son:

Las áreas donde se realizarán las prospecciones sísmicas se superponen con un área muy relevante para las ballenas francas durante su época de alimentación en primavera. Asimismo, se solapan con hábitats que albergan una gran biodiversidad y son escenario de importantes procesos ecológicos, como el desove de especies de importancia ecológica y comercial, la migración del calamar, y la alimentación de aves, tortugas y mamíferos marinos, como la ballena franca austral.

Debido a su valor ecosistémico, estas mismas áreas fueron identificadas como potenciales Áreas Marinas Protegidas por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, por lo que esta decisión se contradice en absoluto.

Los cetáceos dependen de la producción y percepción del sonido para la mayoría de sus funciones vitales. El sonido emitido por los cañones en las prospecciones sísmicas pueden alcanzar una distancia de 4000 km. Este ruido de alta intensidad puede afectar sus funciones biológicas esenciales y generar daños fisiológicos y físicos que los pueden llevar a la muerte.

Adicionalmente, existe evidencia científica de los efectos negativos que ocasionan estas actividades sobre la fauna marina, desde cambios en el comportamiento hasta la interferencia en funciones vitales, pudiendo incluso producir la muerte.

Las actividades propuestas por Equinor Argentina degradan un ecosistema que ya se encuentra amenazado por la sobrepesca, el calentamiento global y la contaminación.

No hay forma de que la industria petrolera pueda garantizar un "riesgo" o impacto bajo en la biodiversidad y, consecuentemente, en la población. Los antecedentes destructivos hablan por sí mismos.

Para mitigar y adaptarnos a los efectos del Cambio Climático, necesitamos alcanzar la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir con el Acuerdo de París. Gran parte de ese logro consiste en transicionar hacia energías renovables y no seguir fomentando la explotación y uso de los combustibles fósiles.

Fuente: La Izquierda Diario