Política

Por qué Chubut puede beneficiarse con el conflicto de Ucrania: ¿Arcioni logrará presionar a las petroleras?

La escalada de los precios del petróleo y los alimentos como consecuencia del conflicto entre Rusia y Ucrania -con el trasfondo evidente de los intereses directos de Estados Unidos y la OTAN- abre la posibilidad de un beneficio no esperado para Chubut. El crudo Brent superó los 120 dólares en marzo y el Escalante que se extrae en la provincia ya roza la barrera de los 100 dólares por barril. Frente a este panorama, la provincia podría verse ampliamente favorecida por el aumento de las regalías petroleras.

Si se produjeran 58 millones de barriles de crudo -como en 2015- pero con los actuales precios del Escalante, Chubut podría recaudar $98 mil millones en 2022 y sumaría casi 40 mil millones más de los presupuestados, aumentando 60% los ingresos por regalías. Como la extracción de crudo viene descendiendo en los últimos meses, el gobierno provincial debería intervenir con firmeza en el sector petrolero y fijar las pautas de producción con vistas a los próximos meses. Si no lo hace, desperdiciará esta nueva coyuntura.

La gestión de Mariano Arcioni se encontró con un panorama absolutamente inesperado y para nada proyectado en los números que presentó el ministro de Economía Oscar Antonena para 2022.

La irrupción de Rusia sobre territorio ucraniano hizo que se dispararan los precios internacionales de la energía a nivel mundial. En lo que va de marzo el precio internacional del crudo Brent promedió los 120,3 dólares por barril: ahí radica una de las claves que podría beneficiar considerablemente los ingresos de Chubut.

Para que esa enorme mejora no se escurra entre los dedos de las arcas de la provincia, el gobierno debería intervenir fuertemente en el sector petrolero para marcar las pautas y las metas de producción; que en los últimos cuatro meses viene en franco retroceso en los yacimientos chubutenses.

Más allá de las penalidades que tiene el crudo Escalante que se produce en Chubut -que rondaban los 10 dólares por barril y podrían estirarse hasta los 20 dólares- lo cierto es que con un Brent por encima de los 120 dólares la provincia podría estar recaudando regalías en base a barril de 100 dólares. Obviamente, de esa manera aumentarían muy considerablemente los ingresos.

Para que eso suceda debería determinar las metas de producción de las petroleras, que han desacelerado hasta los peores niveles de la pandemia e inclusive han quedado muy lejos de los mejores ritmos productivos conseguidos en los últimos diez años.

El Estado provincial podría plantarse como dueño del recurso petrolero, que está siendo concesionado a las compañías privadas para su explotación, para fijar mínimas pautas productivas. De esa manera, Chubut estaría ante la posibilidad de incrementar como mínimo 60% sus ingresos por regalías petroleras en 2022.

El barril Escalante a 100 dólares

Para este año el ministro Antonena construyó el presupuesto provincial con tres ejes fundamentales. Un tipo de cambio que promediaría 131 pesos por dólar y un barril de petróleo cotizando en 66 dólares, a lo que se le suma un nivel inflacionario proyectado conservadoramente en 33%.

En base a esas variables proyectó ingresos por regalías petroleras que en todo 2022 ascenderían a 59.500 millones de pesos.

Si bien la pauta del dólar a 131 pesos hoy parece lejana ya que la cotización oficial de referencia fue de 108,8 pesos por dólar el viernes pasado, no es menos cierto que la micro devaluación del peso podría llevar al peso a ese valor del dólar en el año y no sería nada alocado.

En tanto, la cotización promedio del barril de petróleo ya fue ampliamente superada en enero y principios de febrero; pero subió muchísimo más desde que escaló el conflicto bélico en Ucrania.

En enero el crudo Escalante cotizó a 68,2 dólares y alcanzó una penalidad frente al Brent de 17,2 dólares; es decir que su precio de venta en el mercado estuvo un 20% por debajo del precio internacional.

Cuanto más sube el precio del Brent más se sienten esas penalidades para el tipo de crudo chubutense, producto de las retenciones y los precios de referencia del mercado interno.

De mantenerse el 20% de diferencia entre el Brent y el Escalante, hoy el petróleo chubutense estaría cotizando en una cifra cercana a los 100 dólares por barril; ya que el Brent promedia en marzo los 120 dólares.

Igualmente hay que considerar que en otras etapas de la historia reciente cuando el crudo internacional subió fuertemente las penalidades crecieron y dejaron al crudo Escalante siempre por debajo de los 100 dólares.

En noviembre de 2011 el Escalante alcanzó su máximo histórico y cotizó a 89,2 dólares. En ese momento la penalización fue de 19%, alejándose de los 110,5 dólares en que había cotizado el petróleo Brent europeo.

Desde hace más de siete años la penalidad del crudo chubutense está por debajo del 20% y en muchos momentos de ese período inclusive ha cotizado por encima de los valores del Brent. Por ejemplo, en enero y febrero de 2016 el Escalante se vendió a un promedio de entre 15 y 17 dólares por encima del crudo europeo.

Producción a la baja y regalías pisadas

Como consecuencia de los constantes decrecimientos de los niveles productivos de la provincia, las regalías que se cobran han tenido un retroceso que se asemeja más a la curva del precio internacional que a la de la producción.

Desde el inicio de la pandemia las regalías cobradas por Chubut se vienen moviendo exclusivamente al ritmo del precio del crudo y sus curvas se fueron emparentando hasta casi fusionarse a lo largo de los últimos dos años.

En contrapartida, durante los cinco años anteriores -desde 2015 hasta 2019- las regalías tuvieron un comportamiento más beneficioso para las arcas de la provincia como consecuencia de que los ritmos productivos no se habían reducido como viene sucediendo desde hace un tiempo.

Ese accionar de las compañías petroleras indica claramente que retrajeron la producción durante la baja del precio del crudo, pero en la medida en que la cotización se fue recuperando no sucedió lo mismo con los niveles productivos.

De ahí surge con claridad el decrecimiento de las regalías que cobra la provincia, lo que no logra ser emparejado por la suba del precio del crudo Escalante.

Una pequeña brecha positiva se abrió en enero pasado, pero de no incrementarse fuertemente la producción Chubut perderá el beneficio extra que genera la suba del crudo internacional.

Esta realidad se observa claramente en el gráfico, donde queda expuesto el amesetamiento y el posterior bajón productivo que viene padeciendo la provincia desde 2016.

En los últimos siete años la extracción de crudo chubutense fue declinando de manera constante y jamás se volvió a alcanzar el máximo nivel logrado en junio 2015, cuando se produjeron 5 millones de barriles.

En 2015 la producción de petróleo en la provincia fue de 4,8 millones de barriles de promedio mensual. En 2016 bajó a 4,6 millones; en 2017 a 4,2 millones. Subió en 2018 a 4,5 millones; se mantuvo en esos valores durante 2019. Decreció nuevamente en 2020 a 4,3 millones con la irrupción del COVID. Finalmente, aunque ya se estaba saliendo de la pandemia, en 2021 volvió a decrecer hasta llegar a su nivel más bajo, quedando en los 4,2 millones de barriles de promedio.

En el arranque de este 2022 se produjeron apenas 4,2 millones de barriles. Allí radica una de las principales claves por las cuales Chubut no mejora sus niveles de ingresos por regalías desde hace una buena cantidad de meses a pesar de que el crudo internacional y el Escalante están en franco crecimiento.

Guerra, suba de precios y oportunidad histórica

Con la actual escalada de los precios internacionales de los commodities -entre ellos los del petróleo y la energía en general- Chubut tendría que estar cobrando casi 17.800 millones de pesos más de los que había proyectado el ministro Antonena para este 2022.

Las cotizaciones del petróleo están 34% por encima de los niveles previstos y en Chubut eso aún no se ha traducido en una mejora significativa para los ingresos por regalías de la provincia; esencialmente porque decrece la producción en un promedio de 100 mil barriles mensuales desde octubre del año pasado.

De no revertirse esta tendencia en la que el Estado provincial tiene absoluta potestad de marcar las pautas productivas, Chubut desperdiciará una oportunidad histórica de beneficiarse con la disparada de los precios del petróleo.

Nadie puede saber cuánto tiempo puede extenderse entre Rusia y Ucrania, o si la escalada bélica se trasladará a magnitudes aún mayores. Eso hace imprevisible el futuro a mediano y largo plazo, pero que en lo inmediato es muy difícil que el precio del petróleo retroceda fuertemente.

Mientras dure el conflicto en Europa el precio del crudo seguirá elevado y hasta podría subir aun más de lo que cotiza en la actualidad. Para que no se le escape el tren, la provincia debería intervenir fuertemente en el mercado petrolero.

La primera medida debe apuntar a que no siga decreciendo la producción, aunque las regalías traducidas en pesos aumenten producto de la devaluación y la suba de los precios internacionales. Para armarse de un colchón mucho más amplio de ingresos Chubut debería marcar pautas de incrementos productivos.

Precios altos del crudo y mayor producción engordarían las arcas chubutenses posibilitando encaminar esos fondos hacia soluciones imperiosas en lo que respecta a infraestructura social, habitacional, de servicios y mejoras acordes al nivel de las pérdidas salariales que han sufrido los trabajadores estatales y los jubilados provinciales.

Si se volvieran a producir los 58 millones de barriles de crudo de 2015 pero con los actuales precios del Escalante, Chubut estaría ante la oportunidad de recaudar 98 mil millones de pesos en todo el año y sumaría casi 40 mil millones más de los presupuestados para este año. Eso significaría aprovechar la coyuntura y subir los ingresos por regalías en un 60%.

Siendo esa una de las hipótesis de máxima -posible para gobiernos que no se proponen estatizar los recursos naturales provinciales, ni quedarse con la renta que se genera-, Chubut esta frente al desafío de marcar el ritmo de los recursos petroleros en un escenario completamente favorable.

Claridad para aprovechar las oportunidades que brinda la realidad y decisión política para marcar los ritmos productivos son los desafíos claves que se le presentan al gobierno chubutense en un momento histórico que le es ampliamente propicio.