Géneros

Arzobispo denunciado por tres monjas negó cualquier tipo de violencia

En plena Semana Santa, tres religiosos de Salta fueron denunciados por un grupo de monjas, por haberlas violentado física y psicológicamente. Entre los denunciados, se encuentra el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello. Los tres tienen fuertes influencias con los poderes más altos de la Iglesia, e incluso uno de ellos mantiene vínculos fluidos con el Vaticano. El abogado del arzobispo expresó en diálogo con medios que no encontró "ningún tipo de violencia".

"De la lectura del expediente no surge la existencia de ningún tipo de violencia; se describen supuestos hechos sucedidos dentro del convento, pero no hay ninguna cuestión que pueda ser considerada violencia física ni verbal ni psicológica", expresó Eduardo Romani, abogado del arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, que fue denunciado junto a otros dos religiosos por violencia de género. Lo acusan las monjas del Convento de San Bernardo de la congregación de las carmelitas descalzas, situado en la capital provincial.

Romani afirmó que el arzobispo tiene una "profunda preocupación". "No sabemos el motivo que llevó a esta denuncia -agregó-. Claramente lo sorprendió. No sabíamos de qué se trataba y nos seguimos formulando preguntas, preguntando si hay un trasfondo de la historia. Queremos que se investigue, tiene que saberse lo que pasó".

La priora María Fátima del Espíritu Santo -máxima autoridad del grupo de 18 hermanas- es quien presentó la denuncia, representada por la abogada Claudia Zerda Lamas. La letrada explicó que ir a la Justicia no se decidió por un hecho puntual, sino por una "actitud sistemática de amedrentamiento" que sufren las religiosas.

La denuncia también alcanza al obispo emérito Martín de Elizalde (es el "visitador" del convento) y al cura colaborador de la Catedral, Lucio Ajalla. Hasta el momento, las medidas dictadas por la Justicia son preventivas e incluyen una orden de restricción perimetral contra los tres denunciados para que no se acerquen a menos de 300 metros del convento, donde viven las monjas y hay ahora una consigna policial. Además, se fijó una audiencia para el 3 de mayo.

Romani ratificó esa fecha e indicó que recién ayer tuvo acceso al expediente. Describió que el arzobispo fue notificado el miércoles 13 de abril, "un día antes de un momento trascendente para la Iglesia como es la Semana Santa. Nos damos con la noticia sin acceso al expediente. Nos presentamos este lunes pidiendo la compulsa del expediente y para ponernos a disposición de la Justicia", añadió.

Según el abogado, la relación entre Cargnello y las monjas de clausura "siempre fue buena, en los carriles normales que marcan la función de monseñor y de las monjas por el Código Canónico. No tuvo mayores inconvenientes", una versión que contrasta con la de la patrocinante legal de las carmelitas descalzas.

"Un grito desesperado"

Claudia Zerda Lamas advirtió que a pesar del temor de las hermanas "hubo una necesidad" de recurrir a la denuncia por la gravedad de los hechos. Destacó la gravedad de los hechos, así como el tiempo que transcurrió hasta que lograron radicar la denuncia. Dijo que las carmelitas decidieron denunciar en "un grito desesperado", llegando incluso a las filas del Vaticano.

En esa línea, la abogada de las denunciantes indicó que las mujeres viven situaciones de violencia desde 1999, por lo que finalmente la madre superiora resolvió hacer la denuncia.

Acerca de supuesto malestar del monseñor Cargnello, por la devoción de las monjas a la advocación de María Inmaculada del Divino Corazón de Jesús, conocida vulgarmente como la Virgen del Cerro, Zerda Lamas deslizó que la decisión particular del creyente no es contraria a ninguna indicación de la Iglesia católica, por lo tanto la fe de las hermanas es una cuestión privada, al tiempo que resaltó que nunca descuidaron el Carmelo y aseguró que rige bajo las normas canónicas establecidas.

Por otra parte, la abogada indicó que se encuentran a la espera de que la Justicia salteña se expida y de a conocer los pasos a seguir, al tiempo que instó a tomar medidas severas por tratarse de hechos de violencia física, psicológica y económica. "La violencia no se negocia", expresó.

Finalmente, la letrada aseguró que hay muchas pruebas en contra del arzobispo de Salta, imágenes inclusive, aunque descartó que las monjas tuvieran celulares en su poder.