Minería

Chubut "exporta" su modelo de lucha: "el lobby de Pan American Silver va comiéndose las instituciones democráticas"

Por Lola Sánchez

Chubut expuso su modelo de lucha ambientalista a Guatemala, dentro de un encuentro de comunidades afectadas por la empresa minera Pan American Silver. Participaron miembros de la Resistencia Pacífica de Santa Rosa, Jalapa y Jutiapa y del pueblo indígena Xinka de Guatemala, así como representantes del pueblo Mapuche Tehuelche e integrantes de la Unión de Asambleas de Comunidades de Chubut, Argentina.

Fabricio Cardelli -periodista de Radio Namunkurá y colaborador de Revista Cítrica- dialogó con El Extremo Sur desde Guatemala, donde se encuentra participando del encuentro y registrando los reclamos de las comunidades indígenas en torno a un movimiento sin fronteras que hoy se fortalece en toda América Latina. Según el periodista, "en Chubut está muy claro el esquema: toda la estructura política, judicial y mediática está orientada a torcer la Ley que prohíbe la actividad, que es el gran palo en la rueda del Proyecto Navidad".

Las comunidades se unieron para dialogar sobre los diversos modos de resistencia que ejercen desde hace varios años contra los efectos de la megaminería de plata y plomo. Luchan contra la devastación de los territorios, la imposición de proyectos extractivistas sin licencia social y la persecución de líderes ambientales.

En Chubut la lucha se mantiene vigente desde hace casi dos décadas, a partir de la masiva consulta popular realizada en Esquel en 2003, que rechazó la megaminería con más del 80% de los votos de vecinos y vecinas. El Chubutazo fue otro hito: siete días consecutivos de lucha en toda la provincia que lograron revertir la Ley de Zonificación impulsada por el Gobernador Mariano Arcioni.

En Guatemala mantienen desde 2017 un campamento pacífico en San Rafael de las Flores, territorio habitado por la comunidad indígena Xinca y actualmente amenazado por los proyectos de la mina El Escobal.

Este jueves se desarrolló la conferencia de prensa del Encuentro, conclusión de una cumbre organizada en vísperas de la reunión anual de accionistas de Pan American Silver, que se llevará a cabo el 11 de mayo en Vancouver, Canadá. En la reunión, SumOfUs, un organismo de control corporativo, entregará una petición de decenas de miles de personas pidiendo a Pan American Silver que respete la autodeterminación de las comunidades en torno a las minas Escobal y Navidad.

Dos ejemplos de resistencia

Cardelli sostiene que el movimiento de resistencia "está fortalecido, tanto en Guatemala como en Chubut. En Chubut lo vimos con el Chubutazo en diciembre. Acá se ve con la resistencia de los plantones instalados el costado de la ruta en la zona aledaña a la Minera El Escobal, que impiden desde hace cuatro años que la minera realice actividades de explotación."

Se trata de la organización de 24 comunidades guatemaltecas en resistencia a los proyectos de Pan American. Cardelli relató a este medio que durante los últimos días tanto él como los representantes de la Asamble de Vecinos de la UACH compartieron experiencias sobre la lucha ambientalista, al tiempo que llevaron adelante mesas de trabajo que tienen como resultado un documento final elaborado colectivamente.

El periodista remarca las diferencias de cada territorio, pese a estar motivadas por una demanda común: "En Argentina fue la combinación de Pueblos Originarios de la meseta y las comunidades emplazadas en el marco del Proyecto Navidad, junto a asambleas ciudadanas. En Guatemala hay una combinación de comunidades indígenas, sobre todo el pueblo Xinca, que está en la misma zona de la minera, sumado a los campesinos. A diferencia de Chubut que es un poco más ciudadano, acá la resistencia es fundamentalmente indígena y campesina", detalla.

Aunque el Chubutazo fue bandera en América Latina, Cardelli recuerda que "esta provincia resiste hace 20 años". "La lucha ha cobrado fuerza y ha crecido, a la par que creció el lobby minero", advierte.

"Chubut es un caso testigo de cómo el lobby va comiéndose las instituciones democráticas, en este caso las multinacionales mineras, pero podría ser cualquier tipo de extractivismo. Van cooptando a los gobiernos, la justicia, los medios, incluso intentan comprar a las comunidades con el discurso del desarrollo, trabajo y progreso. Criminalizan a quienes se oponen, acá en Guatemala incluso han asesinado. Queda claro que Chubut es un caso testigo del lobby y del libreto que Pan American aplica en todos los países", explica Cardelli.

Según reportan varios informes, Latinoamérica es la región más peligrosa para defensores ambientales. Guatemala está entre los países con el mayor número de asesinatos, junto a Brasil, México, Honduras, Nicaragua y Venezuela.

"Más de dos tercios de los asesinatos ocurrieron en América Latina, clasificada constantemente como la región más afectada desde 2012", señala Global Witness en su informe "Defender el mañana: crisis climática y amenazas contra las personas defensoras de la tierra". "En 2019 solo en la región amazónica ocurrieron 33 muertes. Casi el 90% de los asesinatos en Brasil fueron en la Amazonía. En Honduras, los asesinatos aumentaron de cuatro en 2018, a 14 el año pasado, convirtiéndose en el país per cápita más peligroso de 2019", agregan.

El sector más letal continúa siendo la minería, con 50 defensores asesinados en 2019. La organización argumenta que el aumento exponencial se debe a la desidia de los estados latinoamericanos y el fortalecimiento de la impunidad de las empresas extractivistas.

El rol de los medios: "Los violentos te dicen que el violento sos vos"

Cardelli asume que el rol del periodismo es fundamental, en una lucha que también se libra al nivel del discurso. "Hay dos grandes concepciones: los que entienden la información como derecho y los que entienden la información como mercancía", sintetiza. "Los primeros no han sido muchos. En Guatemala son perseguidos y encarcelados. En Chubut han intentado difundir esta lucha de los pueblos que es absolutamente invisibilizada por los medios de comunicación tradicionales, salvo algunas excepciones. El resto reproduce el discurso de las mineras: el que se opone a la minería es un violento, los grupos antimineros están financiados andá a saber por quién, no quieren progreso, no quieren trabajo."

"Del otro lado, vemos la tarea de medios comunitarios y populares, que en este tiempo han profundizado el conocimiento, documentando los avances de los extractivismos con datos muy duros que son invisibilizados. Ha quedado muy claro, sobre todo en Chubut", detalla. El periodista enfatiza que los medios tradicionales no publicaron una sola línea sobre las jornadas de lucha de diciembre de 2021 hasta el sexto día: "Los medios populares acompañaron ese proceso y el Chubutazo fue el broche de esa cobertura".

"Es un área en la que se juega mucho la disputa del discurso", subraya. "Los violentos te dicen que el violento sos vos, los que reprimen te dicen que los intransigentes son los antimineros, todo para intentar confundir a la población. Cuando hay una información confusa, aparece como sinónimo de desinformación. Ese es el rol clave de los medios hoy en Chubut, en Guatemala. Es lo que hacen los extractivismos: desinformar, manipular la información."

Consultado sobre la posibilidad de futuros avances para implementar la Ley de Zonificación en la provincia, Cardinelli es categórico: "La historia muestra que sí. Mutará el discurso hacia otra cosa. Hemos tenido varios hitos respecto a cómo se presentó el discurso las veces que se quiso modificar la ley".

Según el periodista, "en Chubut está muy claro el esquema: toda la estructura política, judicial y mediática está orientada a torcer la Ley que prohíbe la actividad, que es el gran palo en la rueda del Proyecto Navidad". Manifiesta que la ley está reconocida por la misma empresas en sus informes, información que ocultan a sus accionistas. Las leyes similares en otras siete provincias les impiden desarrollar sus proyectos, que buscan ser implementados como en Santa Cruz, Catamarca y San Juan, regiones que actualmente también alzan la bandera contra el saqueo del territorio.

"Pan American compró el Proyecto Navidad en 2009, cuando ya sabía que existía una ley prohibitiva. Acá en Guatemala compró el proyecto El Escobal en 2019, y antes hubo muertes, persecuciones, encarcelamiento de líderes y de todo un pueblo que se opuso" relata Cardelli. "Está claro que hay un patrón. La empresa compra proyectos baratos, en conflicto, intenta modificar lo que haya que modificar para explotar y luego lo vende a sus accionistas. Lo presentan así a México, Guatemala, Argentina: como proyectos a futuro que van a generar ganancias", apunta.

"Intentan ocultar que estos proyectos son absolutamente rechazados, que no tienen licencia social en sus territorios, por eso el rol de los medios es clave", concluye el periodista.