Minería

Un libro sobre el Chubutazo ambiental: "Hay una historia de rebeliones como la caída de Perl y la lucha estatal de 2018"

Entrevista de Lola Sánchez

En su nuevo libro "No fue No: Una Crónica del Chubutazo" el periodista comodorense Martín Ulacia incorporó alrededor de 50 entrevistas con personajes claves del proceso que logró derogar la Ley de Zonificación, una conquista histórica que recupera las tradiciones de lucha de la provincia. Fue un trabajo realizado durante los primeros meses del 2022 con el fin de reconstruir lo sucedido en los siete días consecutivos de lucha que movilizaron a las principales localidades chubutenses.

Ulacia dialogó con El Extremo Sur y adelantó los ejes centrales del libro. "Muchos colegas del Colectivo de Comunicadorxs de Chubut fuimos siguiendo los acontecimientos. Entonces decidí ponerlos en orden". Subraya el papel esencial de varios actores políticos, como los Pueblos Originarios: "No es casualidad que lo primero con lo que se topa el avance extractivista y la depredación capitalista es la comunidad originaria, en la meseta central, en la Comarca, en Jujuy y en cualquier provincia".

En las voces que recoge se desmiente la idea de un apoyo total de los habitantes de la meseta hacia el proyecto megaminero: "Es falso que haya un consenso total en relación a que esa era una alternativa frente a la postergación histórica de la meseta central de Chubut. Hay sectores en los cuales esa idea estaba instalada, por un largo trabajo en términos de legitimidad social y cooptación". Habla de un largo trabajo de cooptación por parte de las empresas, y de una población "con miedo a expresarse".

Ulacia analizó el rol del periodismo en el marco de las movilizaciones, enfatizando la necesidad de proponer una visión integral de los hechos, lejos de la "lectura policial" que se propuso de modo dominante: "Se hizo mucho hincapié -y no de manera inocente- en las manifestaciones violentas, no por el lado de la represión estatal sino de las expresiones de bronca popular", relata.

Pese a los triunfos obtenidos por un movimiento social histórico y masivo, no hay garantías de un modelo alternativo que no implique el extractivismo: "Pareciera que no hay un programa de gobierno o un modelo de provincia alternativo al extractivismo exportador, tanto a nivel nacional como a nivel provincial. No hay otro modelo que se esté intentando pensar y llevar adelante", analiza.

¿Cómo surgió la idea de sistematizar el Chubutazo en un libro?

La idea del libro surgió a mediados de enero. Quería sistematizar y ordenar cronológicamente lo que se vivió en aquellos días, que fueron muy intensos. Escribí una crónica y la complementé con entrevistas a los diferentes actores de los hechos. Entre enero y marzo hice cerca de 50 entrevistas a quienes participaron: miembros de asambleas, sectores de la política e incluso empresariales.

¿Cómo ves el panorama actual de la lucha ambiental en Chubut?

No parece haber un programa de gobierno o un modelo de provincia alternativo al extractivismo exportador, tanto a nivel nacional como a nivel provincial. No hay otro modelo que se esté intentando pensar y llevar adelante. Esto está muy relacionado a la situación económica y política de Argentina. Se busca incrementar las reservas en dólares, y la manera más rápida de hacer esto es con las exportaciones, lo cual lleva a una aceleración de procesos extractivistas como la megaminería, la expansión agroindustrial o las plataformas offshore. Se busca avanzar con este modelo. Chubut no está exento de este cuadro general, a pesar de que no se pudo avanzar con la megaminería. Ahora aparecen noticias sobre la posibilidad de extracción de uranio. Estamos hablando de exploraciones que están habilitadas por la Ley 5001, sabemos que hay miles de cateos mineros en toda la provincia.

¿Pudiste dialogar con sectores de la meseta a favor de la zonificación?

Fue una de las preguntas más difíciles de responder: ¿Qué pasó en la meseta en aquellos días? Fue difícil encontrar voces que quisieran hablar, hay mucho miedo, mucha presión, en esa zona las mineras hicieron un trabajo muy profundo, de muchos años de cooptación de los diferentes sectores y estamentos de la sociedad, moviendo recursos en todos los ámbitos. Hay muchas anécdotas en el libro sobre este tema, y aun así encontré voces a las que intento darle visibilidad, de gente que se resiste. Es falso que haya un consenso total en relación a que esa era una alternativa frente a la postergación histórica de la meseta central de Chubut. Hay sectores en los cuales esa idea estaba instalada, por un largo trabajo en términos de legitimidad social y cooptación. Pero me interesaba darle voz a aquellos sectores que se han resistido. En una de las anécdotas que recojo, un padre salesiano recuerda que la minera puso una biblioteca en la Escuela de Gastre. Y tanto los alumnos como los padres se negaron a usar los libros, no los querían. Les decían que se los lleven, que no iban a cambiar su manera de ver por unos libros. También aparecen solicitadas y comunicados de los intendentes de Gastre, Telsen y Gan Gan, comunicados de la UOCRA festejando la zonificación. Aparecen todas las voces retratadas.

¿No lograron imponer el discurso acerca del trabajo que supuestamente traerá la minería?

Está presente esta conciencia de que los yacimientos, por ejemplo, generan una mano de obra intensa en los primeros años y después ya no. Es una mano de obra sumamente calificada, no es gente que habita los territorios. La pandemia fue un claro ejemplo de eso, ya que se debatía si podían viajar o no los mineros a Santa Cruz, incluso algunos quedaron varados. El argumento de la generación de trabajo no se logró imponer, los sectores de la dirigencia sindical como los camioneros, la construcción o el comercio no lograron movilizar a sus bases para apoyar esa variante que supuestamente sería una salida frente a la crisis. Hubo rebelión en todos esos sindicatos, no compraron el discurso de las mineras que decía "te voy a saquear el territorio y a cambio te doy trabajo". Todo lo contrario, uno de los actores principales del Chubutazo fue la clase obrera, que en Chubut no está diferenciada del movimiento ambiental. Generalmente se vincula el movimiento ambiental a sectores de clase media urbana con reivindicaciones por fuera de la afectación concreta del impacto ambiental, pero en Chubut son las y los trabajadores, las diferentes asambleas, los pueblos originarios, aquellos sectores que se movilizan. Son la comunidad misma. Creo que eso es lo que se expresó con mucha fuerza.

¿Cuál fue el rol de los Pueblos Originarios en dicho proceso? Especialmente a nivel discursivo, con una cosmovisión de protección de la vida y la naturaleza.

Me parece que no es casualidad que lo primero con lo que se topa el avance extractivista y la depredación capitalista son las comunidades originarias, en la meseta central, en la Comarca, en Jujuy y en cualquier provincia. Hay una fuerte conciencia de que el supuesto desarrollo del capitalismo es para unos pocos. Tienen una cosmovisión diferente de la relación del ser humano con la naturaleza. Efectivamente están muy presentes esas voces en el libro, muchos pueblos de la meseta se movilizaron a Rawson y participaron de las movilizaciones. Ese trabajo de resistencia en la meseta fue clave a la hora de derrotar este avance. El proyecto que iba a avanzar en la meseta era la puerta de entrada para la actividad en toda la provincia. Por eso el gobierno empezó a ver como una variante la idea del plebiscito provincial, que se quería hacer como en Esquel pero por regiones. El gobierno siempre intentó encapsular discursiva y políticamente la discusión en la meseta, porque no supuestamente no implicaba el Río Chubut ni el uso de cianuro. Sin embargo, la propia Ley reconoce en el Artículo 6 que la zonificación se podía extender en cualquier momento si así lo definía la Legislatura y la autoridad de aplicación que era el Ministerio de Hidrocarburos.

¿El Chubutazo fue el clímax de una tradición de lucha o es el inicio de un nuevo movimiento más fuerte?

El Chubutazo de diciembre pasado está dentro de una historia de rebeliones en la provincia. Arranca por lo menos en los 90' con la caída del gobernador Néstor Perl, sigue con la rebelión de los estatales en 2018 por la falta de pago y explota nuevamente aquí en el Chubutazo contra la megaminería. Si nos vamos más atrás tenemos la tradición de la Patagonia Rebelde, el Trelewazo durante la época de Lanusse. Es parte de un movimiento y de expresiones masivas en la provincia que reacciona frente a un régimen profundamente expoliador y corrupto. Ya es intolerable tener un modelo en el cual la cuarta provincia exportadora del país no puede pagar sueldos a los estatales. Esa contradicción de algún modo se expresa, es lo que se vio durante aquellos días. Copiando esa gran frase de los recientes movimientos de protesta en Chile "no fueron 30 pesos, 30 años", acá no fueron 7 días, fueron más de 20 años.

¿Cuál fue el rol de los medios de comunicación durante las movilizaciones?

Yo no creo en el periodismo neutral, siempre hay un interés político y económico en la comunicación, ya sea una radio comunitaria o una tradicional. No debería ser un tema tabú. Como periodista uno intenta llevar adelante su trabajo y a la vez mantener sus convicciones. El día que no pueda hacer eso quizás me dedique a otra cosa. El libro busca ser un aporte para que no se instale históricamente una lectura policial de lo que pasó en diciembre de 2021. Instalaron que lo importante era mostrar qué hicieron con los edificios públicos, quiénes fueron los responsables. Se hizo mucho hincapié -y no de manera inocente- en las manifestaciones violentas, no por el lado de la represión estatal sino de las expresiones de bronca popular.

¿Cuál es tu análisis del escenario político durante la aprobación y la posterior derogación de la Ley? ¿A qué respondieron los argumentos a favor y en contra de los legisladores?

Hablé con casi todos los legisladores de cada bloque después de los hechos para intentar reconstruir el proceso legislativo de la aprobación y su derogación. Lo que fue sorpresivo para la mayoría -ya que se creyó que se iba a tratar el jueves 16, y no lo fue para los diferentes bloques- es que por lo menos desde el 1 de diciembre todos los bloques ya estaban enterados de la posibilidad de una sesión ordinaria el día 15, luego de la sesión extraordinaria donde expusieron los candidatos y candidatas para el Superior Tribunal de Justicia. En términos generales, las dinámicas de apoyo y de rechazo a la zonificación dentro del arco político tradicional estuvo totalmente vinculado al esquema de negocios montado alrededor de los yacimientos. Si [Adrián] Maderna posó de antiminero durante esos siete días fue porque Trelew quedó afuera del esquema de servicios y negocios. En años anteriores decía abiertamente en los medios que la ciudad podría haber sido un corredor de servicios para la actividad minera.

Luego de los logros del Chubutazo, ¿ves la posibilidad de un nuevo avance para instalar la megaminería?

El libro está titulado "No fue No" porque me interesaba relatar que durante aquellos siete días se reforzó esa consigna histórica. Que en siete días 14 legisladores que votaron a favor deroguen la misma ley da cuenta de que lo que torció el brazo del lobby fue la movilización popular. Hay otros elementos muy importantes, como lo que pasó en el sector de la pesca, reclamos que desencadenaron un proceso por debajo que inquietó a muchos, porque es una actividad estratégica. También hay que resaltar el hecho de que justo estábamos a 20 años del 2001 y ya se empezaba a escuchar "que se vayan todos". El descrédito de la clase dirigente era tan grande que la ecuación no cerraba. Es probable que no se avance por algún tiempo con la minería a gran escala. Muy temprano se cayó la variante que vieron estos sectores de llamar a plebiscito. Va a ser importante lo que pase con la tercera Iniciativa Popular; es probable que las firmas se presenten en octubre y se espera que sean 100 mil. Lo importante es ver si se salda o no esta discusión histórica. No avanzó la megaminería, pero el modelo económico-político que impera en Chubut hace décadas sigue intacto.

*Para reservar un ejemplar del libro que publicará Remitente Patagonia, se puede escribir al correo nofueno.libro@gmail.com