Política

Arcioni y su traje de amianto: mantiene casi 50% de imagen positiva, aunque no logra perforar ese techo

El gobernador chubutense Mariano Arcioni sigue surfeando la crisis institucional con el apoyo explícito del gobierno nacional, que lo provee de fondos para obras que oxigenan una provincia que venía paralizada. Bajo el ala de Sergio Massa, quien lo sostuvo a rajatabla cuando el PJ amagaba con mandarlo a casa con un juicio político, reconstruye su imagen social tras el embate antiminero que lo hizo tambalear. En doce meses consiguió remontar 15% su imagen positiva y achicó la negativa. Sin embargo, el 50% de imagen positiva parece ser el techo de Arcioni al frente del Poder Ejecutivo. La última medición de CB Consultora muestra que retrocedió un punto en mayo, ubicándose en el 49,1%; casi lo mismo que en abril cuando midió 50,2%. La destrucción progresiva de la estructura del ChuSoTo, el Chubutazo minero de finales de 2021 y la paritaria a la baja con los estatales lo mantienen estancado en torno del 50%.

Las aspiraciones políticas de Arcioni para buscar algún cargo legislativo o ejecutivo, o para seguir como aglutinador del combo dasnevista-massista no parecen esfumarse del todo, pero tampoco desarrollarse con grandes perspectivas de largo plazo.

Lo que no deberían olvidar los grandes opositores a izquierda y derecha de Arcioni es que previamente a las elecciones de junio de 2019 el gobernador enfrentó uno de los peores procesos de conflictividad social con los trabajadores estatales y cuando todos lo daban políticamente por muerto obtuvo un triunfo completamente inesperado.

Lo concreto es que en diciembre del año pasado la imagen positiva de Arcioni era del 48,6%, Bajó a 46,1% después del intento de imponer la zonificación minera en la Meseta Central chubutense y de su posterior "arrepentimiento".

En septiembre de 2021, cuando aún golpeaba la pandemia y el pago escalonado a estatales y jubilados, la imagen positiva del gobernador era solamente de 45,3% y en octubre había subido lentamente al 46,5%.

Lo llamativo del subibaja de la imagen del gobernador es que su peor momento frente a la sociedad chubutense no se produjo en el momento culminante del conflicto minero, sino que ya estaba instalado de arrastre y con mucha anterioridad.

En mayo de 2021 Arcioni contaba solamente con 34,1% de imagen positiva y se ubicaba en el último escalón de los gobernadores. En junio de ese año ya había pasado a 40,9%.

De aquel momento en que sólo contaba con el 45,3% en septiembre, Arcioni consiguió saltar al 50,2% de abril y ahora se estancó en el 49,1%.

En el último año, el primer mandatario chubutense mejoró casi milagrosamente en 15 puntos porcentuales su imagen positiva y bajó la negativa de 62,9% en mayo de 2021 al 47,5% en el mismo mes de este año.

Con el pago mensual de la totalidad de los sueldos de los empleados públicos, la minería momentáneamente archivada y con cierto impulso de la obra pública provincial a partir de los fondos nacionales que bajan de manera constante y con prolijidad mensual, el panorama de Arcioni aparece mucho más tranquilo del que tenía en el segundo semestre de 2021 y el arranque de este 2022.

A pesar del repunte de su imagen positiva, el gobernador carga con una pesada imagen negativa que ronda entre el 45 y el 50%, y eso lo convierte en un actor político débil frente a nuevas aventuras electorales -como sería atreverse a disputar la intendencia de Comodoro- o para parapetarse como un articulador del dasnevismo y el massismo en Chubut; lo que le permitiría dar batalla por un cargo legislativo o en el exterior -su gran sueño desde los tiempos en que despuntaban sus charlas con Das Neves en el Lucania Palazzo o en su escribanía ubicada a la vuela de la esquina del mejor hotel de Comodoro-.