Nuevamente la inflación golpea el poder adquisitivo de los patagónicos, los precios siguen por las nubes y no hay ninguna perspectiva de que retroceder de manera significativa en este contexto. Según el INDEC, en abril la suba de precios en la región fue de 5,9%, acumula 23,6% solamente en cuatro meses del año y la inflación interanual llegó al 59%. El de abril fue el aumento de precios más elevado de los últimos cinco años y sumó el trimestre con más inflación desde 1991.
Nada parece frenar la constante suba de precios, mes a mes los salarios se hacen polvo frente a una capacidad de compra que se achica de manera constante. Si bien la inflación del IPC Patagonia bajó del 7,4% de marzo al 5,9% en abril, el acumulado del arranque del año muestra una suba de precios que llegó al 23,6% en sólo cuatro meses.
La escalada de precios de abril tuvo el siguiente ranking de subas inflacionarias: prendas de vestir 9,7%; pan y cereales 9,5%; 8,2% restaurantes y comidas fuera del hogar; 7,8% calzado; 7,7% carnes; 7,4% aceite y manteca; y un 7,2% electricidad, gas y combustibles.
Los mayores aumentos de los primeros cuatro meses de 2022 estuvieron liderados por la educación privada con 49,3%; las verduras con 37,2%; el pan y cereales 32,3%; los restaurantes y comidas fuera del hogar 31,2%; la carne 30,6%; y la indumentaria 29,9%.
En los últimos doce meses los precios que encabezaron la inflación patagónica fueron los de la venta de automóviles con 79,3%; las prendas de vestir 78,1%; los restaurantes y comidas fuera del hogar 75,9%; el calzado 70,5%; el pan 69,3%; la carne 69,3%; las bebidas alcohólicas 69%; las verduras 67,6%; y la educación privada 65,1%.
