Petróleo

Cartas marcadas en el póker de Vaca Muerta: la lógica del Estado bobo y toda la renta para las empresas

El gasoducto que el Gobierno nacional se propone construir desde Vaca Muerta replica el razonamiento imperante desde los '90 y potencia el esquema meramente extractivista de los recursos no convencionales. A partir de una relevante cantidad de subsidios estatales, las compañías privadas aspiran a una suculenta rentabilidad a través de la explotación y exportación de los hidrocarburos. La lógica del mercado impera por sobre las comunidades y pueblos originarios, lleva al límite a los trabajadores del sector y le representa al Estado el desembolso de millones de dólares que van a parar a los bolsillos del empresariado.

Las últimas semanas estuvieron dominadas política y económicamente por los supuestos beneficios que podría generarle al país la concreción del gasoducto que posibilitará sacar en grandes cantidades el gas no convencional de Vaca Muerta. La jugada del gobierno se presenta como una "mágica" solución que le permitirá al país producir más gas natural, autoabastecerse para dejar de gastar en importaciones e inclusive venderlo al exterior para de esa manera hacerse de dólares.

Más allá de las disputas al interior del gobierno, que le terminaron costando el cargo al ministro Matías Kulfas, los grandes ganadores de este proceso son los empresarios privados. Se quejan de los impuestos y de los planes sociales, pero en paralelo acumulan subsidios y obras financiadas por el mismo Estado al que critican.

Exigen achicar el Estado y se niegan a pagar nuevos tributos como el impuesto a las grandes riquezas o a la renta inesperada, pero no rechazan las prebendas.

El gasoducto en cuestión costará cerca de 2.500 millones de dólares, que serán desembolsados por el Estado nacional a través de la compañía IEASA (ex Enarsa). La totalidad de la obra incluyendo ampliaciones terminaría costando 3.471 millones de dólares.

El riesgo inversor se asumirá desde las arcas estatales, pero no será el Estado quien lo usufructuará, sino las empresas privadas que usarán el enorme caño por el que transitará el gas de Vaca Muerta.

El enorme caño que irá desde Tratayén (Neuquén) a Salliqueló (Buenos Aires) y que terminará construyendo Techint -la empresa de Paolo Rocca- sería una de las soluciones para el "despegue" del país materia de infraestructura y abastecimiento de energía.

La apuesta del gobierno no apunta a solucionar los problemas de fondo del país y esquiva discutir la renta petrolera, conformándose con el 51% accionario de una centenaria YPF que cada vez actúa como una competidora más del mercado.

Desde 2012 -pasando por la gestión kirchnerista, la macrista y ahora la albertista- Vaca Muerta es presentada como la solución a casi todos los problemas de la Argentina.

Si bien el gasoducto solucionaría en parte los problemas para el traslado del gas producido en Vaca Muerta, quedarán inconclusos otros ítems de infraestructura que El Extremo Sur ya detalló en 2018.

Ver el artículo: https://www.elextremosur.com/nota/vaca-muerta-produce-mas-pero-corre-riesgo-de-estancarse-por-falta-de-inversion-en-produccion-e-infraestructura-social/

Empresariado rico y subsidiado

La obra del gasoducto sería en todo caso el menos cuestionable de los gastos del Estado, aunque termine siendo un enorme beneficio para las compañías privadas que lo terminarán usando. En paralelo, desde las arcas estatales siguen saliendo millones de dólares para subvencionar la explotación de los hidrocarburos de Vaca Muerta en su gran mayoría y una pequeña porción para el sostenimiento del denominado "barril criollo".

Según los datos de ASAP (Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública) solamente hasta abril de este año el Estado Nacional pagó a las petroleras privadas un total de 100 millones de dólares en concepto de subsidios por Plan Gas IV - Gas.AR (Decreto 892/2020) -3.272 millones de pesos- y el Plan Gas no Convencional Resolución MINEM N° 46/2017 -7.513 millones de pesos-.

En 2021 la suma fue muchísimo más abultada y ascendió a los 1.403 millones de dólares, repartidos entre el Apoyo a la Exploración, Desarrollo y Producción de Gas Natural (Ley 27.605) -60.190 millones de pesos- y el Plan Gas no Convencional Resolución MINEM N° 46/2017 -73.439 millones de pesos-.

En 2020 y en plena pandemia los subsidios ascendieron a 567 millones de dólares, distribuidos entre el Plan Gas no Convencional Resolución MINEM N° 46/2017 -40.044 millones de pesos- y los Incentivos a la producción de gas natural (ex "Plan Gas") -68 millones de pesos-.

En tan solo dos años y cuatro meses el empresariado petrolero privado recibió del Estado nacional subsidios por 2.068 millones de dólares o su equivalente a 184.526 millones de pesos.

La cuenta de los subsidios no termina ahí, porque a lo largo de casi una década ascendieron a los 10.029 millones de dólares o su equivalente anual en moneda nacional; que termina sumando 220.208 millones acumulados desde 2013.

Esos mismos empresarios que se benefician con los subsidios estatales son los que en el reciente encuentro de la Asociación Empresaria Argentina fueron muy críticos acerca del déficit y el gasto público.

"Más que al éxito la Argentina parece condenada al fracaso", "el país es una máquina de expulsar que no para", "a mis hijos le voy a dejar un país peor del que recibí", "la decadencia argentina", "no ofrecemos ningún tipo de futuro", "si no saben qué hacer, no hagan nada" y hasta alusiones a la necesidad de alejar fantasmas de un modelo comunista fueron textuales de las dos horas de exposiciones de los siete CEOs que tomaron la palabra a lo largo del evento.

Extractivismo al palo

La lógica extractivista de este gobierno, repetida a la de gestiones anteriores, busca avanzar como topadora sobre los recursos naturales no convencionales de Vaca Muerta aplastando a los pueblos originarios de la región, desatendiendo las múltiples denuncias por el incremento constante de los sismos en la zona de fractura y mantiene en pie los convenios colectivos flexibilizados que se firmaron en los años del macrismo.

Ver el artículo: https://www.elextremosur.com/nota/25156

La consigna de sacar todo lo que se pueda y lo más rápido posible contempla seguir desembolsando millones en subsidios a las compañías, hacerse cargo de los costos del gasoducto y para nada se propone discutir la renta del sector.

Ni siquiera se adentra en la discusión de las retenciones a las exportaciones cuando sigue subiendo precio internacional del petróleo y las ventas al exterior se acercan a los récords históricos.

Ver el artículo: https://www.elextremosur.com/nota/37831

Mientras quiere mostrarse a Vaca Muerta como la salvación del país, en la Argentina todavía existe un 30% de la población -especialmente localizada en el norte del país- que no tiene acceso al gas natural por red. Según el último relevamiento del INDEC en la Encuesta Permanente de Hogares del segundo semestre de2021, en el país hay 2,8 millones de hogares que no tienen gas y suman en total 9,8 millones de personas que no acceden a ese servicio básico y esencial.

Nuevamente el Estado juega el papel de bobo y hace lobby para el sector empresario al que supuestamente cuestiona, mientras los recursos naturales se van agotando y al país no le queda casi nada de esa enorme rentabilidad que se genera con los yacimientos que son propiedad del Estado y están concesionados a los privados.

Como escribió el gran Atahualpa Yupanqui y versionó magistralmente Divididos: "Las penas son de nosotros... las vaquitas son ajenas".