El país

Negocian transferir los planes a los intendentes

Martín Insaurralde explora un acuerdo con la oposición para transferirle los planes sociales a los intendentes, una jugada que se activó tras las críticas de Cristina Kirchner contra las organizaciones ligadas a Alberto Fernández, como el Movimiento Evita.

El jefe de gabinete bonaerense salió a respaldar los dichos de la vicepresidenta, que el lunes reclamó que el Estado recupere "el control y la auditoría de los planes". "No pueden seguir tercerizados", dijo en relación a las organizaciones sociales.

Pero más allá de los dichos hay una jugada estratégica de Cristina para que el Estado nacional y las organizaciones sociales dejen de tener el control de los planes, que se descentralizarían en cada municipio. El plan ya tuvo el respaldo del macrista Néstor Grindetti.

"Los programas sociales deben tener una contraprestación controlada por el Estado y el primer mostrador del Estado son los Municipios. Esa es la esencia del planteo de Cristina", planteó Insaurralde, que también propuso la implementación de un Salario Universal.

"Hice una ronda de consultas con intendentes bonaerenses, tanto del oficialismo como de la oposición y es unánime la aceptación de la descentralización del control de los planes sociales en los Municipios", agregó el jefe de gabinete bonaerense.

Casi al mismo tiempo, Cristina se reunió este mediodía en el Senado con el intendente de Pehuajó, Pablo Zurro, que le presentó una propuesta para transformar los planes sociales en trabajo. Según contó la vice, Zurro también acercó su plan al ministro de Desarrollo Social de la Nación, Juan Zabaleta.

La idea de descentralizar los planes también fue planteada por Grindetti, el referente de Mauricio Macri en el Conurbano. "La administración de la asistencia social debe descentralizarse en los municipios, de esta manera se elimina la intermediación y el plan social llega de manera directa al vecino que lo necesita", planteó el intendente de Lanús.

El dato no es menor porque evidencia un consenso político importante entre los intendentes y aleja la idea instalada desde las organizaciones sociales cercanas a Alberto Fernández de que el plan de Cristina es entregarle los planes a La Cámpora, como dijo Luis D'Elía. Lo cierto es que en lo inmediato sería un golpe muy duro para el Movimiento Evita, que maneja la mayoría de los planes.

La jugada de Cristina es mucho más ambiciosa porque al cederle el control de los planes a los intendentes empodera a su núcleo de apoyo político, pero al mismo tiempo se garantiza el apoyo de los jefes comunales del PRO y la UCR. Esto último parece importante pensando en un cambio de gobierno en 2023 y la posibilidad que se pretenda dar marcha atrás con esta hasta ahora hipotética reforma.

No es casual que el planteo sea la descentralización en los municipios y no en las provincias, lo que a priori sería más beneficioso para Cristina porque en Buenos Aires los dejaría en manos de Axel Kicillof y Andrés "Cuervo" Larroque. Otro factor que se destaca entre quienes impulsan este plan es que apagaría la constante tensión social en la capital, evidenciada con los cortes casi diarios en la avenida 9 de julio.

Fuente: LPO