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Ferroviarios franceses van a la huelga para enfrentar la inflación

Los trabajadores ferroviarios de Francia van a la huelga este miércoles para pelear por aumentos de salario en el marco de una inflación que puede llegar al 10% a fin de año. La semana pasada fueron a la huelga trabajadores aeronáuticos y de la petrolera Total. Aunque es un reclamo generalizado, las direcciones sindicales no llaman a una acción conjunta.

Los trabajadores ferroviarios franceses están listos para ir a la huelga este miércoles 6 de julio. La lucha por aumentos de salario se da a tan solo unos días de la paralización del aeropuerto de París, Charles de Gaulle, y de la huelga en la pretrolera Total. En todos los casos los trabajadores buscan evitar que la inflación, que puede llegar al 10% a fin de año, pulverice sus salarios. Mientras que los empresarios y el Estado se niegan a cumplir con sus demandas, las acciones pueden radicalizarse y extenderse. Sin embargo, las direcciones sindicales se niegan a llamar a una acción coordinada.

En el caso de los ferroviarios, la huelga de este miercoles convocada por la mayoría de los sindicatos del sector llega luego de que decenas de acciones espontaneas de parte de los trabajadores estallaran en distintas localidades y empresas. Desde hace semanas se escucha en distintos conflictos el grito "todo sube, menos los salarios".

El miércoles de la semana pasada los maquinistas hicieron una "huelga sorpresa" con una acción en la estación de tren de París, Saint-Lazare, que obligó a la empresa a ofrecer una bonificación. Escenas similares se vieron en la red Paris Nord, o con la la huelga en la empresa del sector Technicentre de Landy, o la de los agentes de tráfico en Occitania, Champaña-Ardenas y PACA.

Es decir, las protestas por salario entre los ferroviarios se han venido multiplicando las últimas semanas y la empresa que obtuvo 862 millones de euros de resultados netos en 2021, ya no está en condiciones de seguir justificando el congelamiento salarial que impusieron los últimos 8 años.

Por lo tanto, bajo presión, la dirección de la SNCF (empresa nacional de trenes) tuvo que reabrir las negociaciones sobre salarios con los sindicatos anunciando un aumento que podría rondar el 3,5%, que fue la pauta establecida por el Gobierno.

El conflicto tiene lugar en medio de una ola de huelgas por los salarios que afecta al país desde hace varios meses y se extiende a varias grandes empresas estratégicas: tras las protestas en la multinacional Leroy-Merlin y en Amazon, ahora son los trabajadores del aeropuerto de Roissy (París) o los petroleros de Total y sus filiales los que iniciaron un movimiento de huelga con la demanda unitaria de un aumento de 300 euros para todos (a diferencia de los aumentos porcentuales que benefician menos a los salarios bajos).

A pesar de que en el comunicado de prensa de la Intersindical llamando a la huelga ferroviaria se menciona claramente los diversos movimientos huelguísticos que se desarrollan en el país, las direcciones sindicales no están coordinando los distintos procesos para fortalecer la lucha de los trabajadores.

Como señalan nuestros compañeros y compañeras de Révolution Permanente en Francia: "Después de haber seguido trabajando durante la crisis sanitaria para asegurar la continuidad del servicio público, y mientras la inflación les golpea con fuerza, los ferroviarios tienen razón en luchar por sus salarios. Si ellos logran ganarle a la empresa serán un ejemplo para todos los trabajadores del país de que es posible luchar y vencer. Por eso el 6 de julio será necesario organizarse en la base en Asamblea General, prepararse para coordinarse con los demás sectores de la SNCF, pero también con los trabajadores de las demás empresas del país para imponer un aumento salarial general indexado a la inflación".

Fuente: La Izquierda Diario