El país

Crisis cambiaria: ¿dónde están los dólares?

Por Alfredo Zaiat (Sputnik)

La economía argentina ingresó nuevamente en un ciclo de profundas perturbaciones financieras que tienen reflejo en la cotización del dólar en relación con el peso. La diferencia entre el tipo de cambio oficial y los dólares financiero y paralelo es de más de 130%.

En estos días, el tipo de cambio oficial se ubica en 135 pesos, mientras que el dólar marginal en 330 pesos. Esta brecha cambiaria alimenta las expectativas de devaluación de la moneda y, por lo tanto, deriva en aumentos preventivos de precios, lo que impulsa aún más una tasa de inflación que ya es de por sí muy elevada.

En junio, la suba de los precios promedio informada por el organismo de estadísticas públicas (INDEC) fue de 5,1% y las previsiones para julio son de un piso de alza de 7,0%.

Estas variaciones mensuales han lanzado a la Argentina a un régimen de muy elevada inflación, que se explica en gran parte por el carácter bimonetario de su economía.

¿Cómo explica una economía bimonetaria Cristina Fernández de Kirchner?

Ante el plenario de delegados de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Cristina Fernández de Kirchner compartió los siguientes conceptos sobre este tema:

"Todos los procesos inflacionarios que tuvo la Argentina fueron precedidos de un ciclo de endeudamiento".

"En toda crisis económica e inflacionaria hubo un endeudamiento previo".

"¿Y por qué? Porque acá es donde juega la economía bimonetaria".

"Porque cuando se acaban los dólares o cuando el mercado atisba que no va a haber dólares comienza la carrera por la devaluación".

Cada debacle económica de Argentina intensifica el rasgo bimonetario de su economía, que se refleja en mayores tensiones inflacionarias debido a un problema estructural: la escasez relativa de divisas. O sea, el Banco Central no tiene las reservas en dólares suficientes para atender cada una de las demandas de divisas.

Dólar + inflación

Cristina Fernández de Kirchner no lo mencionó explícitamente en ese discurso político, pero cuando hay corridas cambiarias actúa la cada vez más fluida transmisión a precios de bienes y servicios de las variaciones del tipo de cambio oficial o de las expectativas de devaluación expresadas en las cotizaciones de los dólares financieros y paralelos.

Esta dinámica explosiva mercado de cambio-inflación, Fernández de Kirchner la explicó de esta manera: "Lo tienen que entender todos los argentinos. Fueron los cuatro años de endeudamiento brutal y duro los que nos han traído hasta acá, más allá de las diferencias que tengo yo en el día a día con la gestión para abordar esto [la política económica y, en especial, la administración de reservas en el Banco Central en el Gobierno de Alberto Fernández]".

Para agregar: "Este proceso ultrainflacionario que estamos viviendo hoy en Argentina es producto del endeudamiento criminal de los cuatro años del macrismo. Esto tenemos que tenerlo muy claro. Por eso, ahora intentan decir que es el déficit fiscal o es la oferta y la demanda, y además que los empresarios no tienen nada que ver".

¿Cómo empezó la economía bimonetaria?

"El concepto economía bimonetaria fue usado por primera vez por Cristina Fernández de Kirchner el 27 de diciembre de 2017 en una sesión de la Cámara de Senadores de la Nación, como uno de los principales problemas estructurales de Argentina", explican Alfredo Serrano Mancilla, Guillermo Oglietti y Mariana Dondo, economistas del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG).

Esta idea se refiere a una economía en la que se utilizan dos tipo de monedas. En el caso argentino, los salarios se pagan en pesos y la mayoría de las transacciones cotidianas también se hacen en moneda nacional, pero el dólar es una referencia generalizada para el ahorro y otras operaciones de montos elevados, como la compraventa de inmuebles.

Los economistas del CELAG explican que "es imposible abordar rigurosamente los problemas de la economía argentina en el día a día, en cuanto a salarios, inflación, tipo de cambio, escasez de divisas, tasa de interés, deuda interna y externa, estructura desequilibrada productiva, sin entender que el país vive desde hace tiempo un fenómeno estructural como es el del bimonetarismo".

La primera explicación de este comportamiento es que el peso tiene debilidades en uno de los tres atributos de una moneda: se utiliza como medio de cambio y unidad de cuenta, pero no funciona como reserva de valor.

El dólar se ha convertido en la moneda de ahorro generalizado como forma de protegerse contra la pérdida de valor de la moneda nacional por la persistente alza de la tasa de inflación.

Ocho claves para entender cómo funciona con dos monedas la economía argentina

En el documento ¿Por qué Argentina es una economía bimonetaria?, esos tres economistas presentan algunos datos que demuestran que en Argentina conviven una moneda nacional y otra moneda internacional con una fortísima presencia en múltiples dimensiones:

1.En 2022 el stock de ahorros de argentinos fuera del sistema local sumaba 258.077 millones de dólares, equivalente a más de 5.000 dólares por habitante.

2.El 70% de la deuda pública son compromisos dolarizados; en Brasil, apenas 12% de la deuda pública es externa.

3.En el mercado inmobiliario, los precios se publican en dólares y las transacciones también se realizan en dólares. Por ejemplo, a diferencia de otros países de la región como México, Brasil, Colombia, Perú, Uruguay y Chile, la plataforma de alquiler de inmuebles turísticos Airbnb publica los precios en dólares, incluso para los argentinos que alquilan en el país.

4.Argentina es el único país latinoamericano que es acreedor neto del resto del mundo, y uno de los tres países en desarrollo no petroleros que tiene más activos en el exterior que deudas en el extranjero. En 2020, los activos de los argentinos en el exterior superaban a las deudas con el exterior por unos 120.000 millones de dólares.

5.La Reserva Federal estima que Argentina lidera el ranking mundial de tenencia de dólares en billete de papel por habitante fuera de EEUU: calcula unos 4.500 dólares por argentino. También estima que Argentina era el segundo país fuera de EEUU con mayor cantidad de dólares en billetes en su poder, por detrás de Rusia (que ocupaba el primer lugar), y al mismo nivel que China, con quien compartía el segundo. Estimaba que la tenencia argentina multiplicaba por 50 la de Brasil, y por 10 la de México y Perú. En la actualidad se calcula que los argentinos poseen el 10% de todos los billetes de dólares circulando fuera de EEUU.

6.En un año normal, entre tres y cuatro millones de personas adquieren dólares en el mercado formal. En un año con corridas cambiarias y especulativas, la cifra puede superar los 5,5 millones que compran casi 4.000 dólares per cápita en promedio.

7.El indicador "Reservas Internacionales/Deuda externa" de Argentina, que muestra la solvencia para enfrentar con fondos líquidos los compromisos externos, es el más bajo de todos los países de Latinoamérica y del resto del mundo que tienen moneda propia y no tienen guerras. Sólo Burundi, Mongolia, Laos, Sri Lanka, Zimbabwe y Zambia tienen peores indicadores que Argentina.

8.Los esfuerzos exportadores del país son persistentemente neutralizados por el déficit que genera la balanza de rentas de la inversión, es decir, por la salida neta de dólares para remunerar el capital extranjero invertido en el país.

¿Dónde están los dólares en Argentina?

En los últimos 16 años, Argentina tuvo superávits comerciales en once períodos, gracias a los cuales pudo acumular un excedente de 94.000 millones de dólares. Sin embargo, esta cifra apenas representa la mitad del déficit de 200.000 millones de dólares que la balanza de rentas de la inversión generó en todos esos años.

Las privatizaciones y extranjerización de la estructura productiva implica que entre 13% y 30% de las exportaciones anuales deben destinarse a pagar el déficit de la balanza de rentas de la inversión.

Una cuestión fundamental entonces es identificar que no es que Argentina no tenga dólares, sino que el Banco Central no los tiene porque, si bien se generan muchos dólares en la producción de bienes y servicios, gran parte se acumula en ahorros en las plazas financieras local e internacional como refugio a un constante escenario de inestabilidad económica y elevada inflación.