Patagonia

La perversa "megapinería": cómo combatir el ciclo de pinos, sequía y fuego en la Cordillera

Estudio de Lino Pizzolon

El Extremo Sur publica este informe realizado por el experto Lino Pizzolon -relevante docente universitario, investigador y activista ambiental- como un aporte a la divulgación de una lucha urgente e imprescindible para preservar los bosques nativos, combatir la proliferación de una próxima generación de pinos y evitar incendios imparables como el que se produjo en marzo de 2021. "Plantar árboles-combustible como el pino es sembrar desastres futuros", destaca Pizzolon.

El 96 % de las plantaciones de Chubut son de pino ponderosa; no es apreciado ni como madera y ni como leña. Benetton no ha parado de plantarlo en Leleque. ¿Entonces, por qué y para qué tanto ponderosa? ¿Cuánto incidieron los pinares en la gravedad de los daños durante el Incendio en la Comarca andina?: no hubo ni una sola palabra del sector forestal.

¿Nos sentaremos a mirar cómo rebrotan y prolifera la próxima generación de pinos? ¿Y a esperar un próximo incendio aún más devastador? ¿Los municipios no tienen nada que decir y nada que hacer al respecto?

¿El INTA, el CIEFAP, la Facultad de Ingeniería Forestal-UNPSJB, el CIEMEP (CONICET-Esquel), la Secretaría de Bosques, seguirán promoviendo la plantación de plagas?. ¿Seguirán acatando a ciegas las políticas de subsidios impuestas?

• soluciones basadas en la naturaleza Capitalismo verde: Nuevamente ofrecen espejitos de colores, a cambio de nuestras tierras y de nuestras aguas?

¿Qué hacer?

Urge detener la infección, cambiar la legislación y no subsidiar más la plantación de plagas.

Es imposible detener la epidemia de pinos, pero también mucho podemos hacer para frenar su propagación a nuevos sectores o recuperar algunas áreas invadidas.

Enseñar a mirar: los pinos parecen bonitos, pero hay que ver la película completa (*), no solo la foto.

Enseñar a investigar: lo primero es observar: tomar medidas, fotos, a lo largo del tiempo, contar renuevos, llevar un registro; preguntar al abuelo si había vertientes donde ahora están los pinos.

Las acciones individuales y las mingas o rukatun vecinales son muy importantes y dan empuje.

Arrancar o cortar los ejemplares más pequeños con las manos o un pequeño serrucho, cuchillo o cortaplumas, o secarlos en pié con un anillado.

Elegir, proteger y cuidar núcleos de vegetación nativa que quedan entre los pinares. Cortar o anillar los pinos infiltrados. Las nativas agradecidas y felices!!

Plantar nativas y frutales: la mejor época para hacerlo es al final del otoño, de modo que los plantines tengan el período de lluvia para echar raíces.

Vigilancia post-incendio: Es urgente arrancar el rebrote de pinos en los años siguientes al incendio. Con las manos alcanza; pero si crecen cada vez cuesta más.

Este tríptico es un resumen actualizado de

"Bienvenidos a Pinolandia". Aguayala, agosto, 2021. https://drive.google.com/file/d/1Cj8IT5RosIvswj68QM_FkyUdMvKWwior/view?usp=sharing

Pinos, sequía y fuego v.4

Las plantaciones de pinos, de rápido crecimiento, invaden día a día el bosque nativo desde los 70; ahora las subsidian en la franja intermedia -el ecotono- entre el bosque y la estepa.

La capacidad de un ecosistema (bosque, lago, pradera,selva) para recuperarse luego de una gran perturbación (incendios, lavas y cenizas volcánicas, etc.) depende del número de especies vivientes que lo integran. Mientras menos diversidad de seres vivos más frágil y más difícil su recuperación

Las plantaciones no son bosques, son monocultivos

1) invaden el bosque y la estepa húmeda se pierde biodiversidad, alimento, medicina, belleza.

2) secan aguadas, mallines, manantiales y arroyos disminuyen el caudal de los ríos

3) perjudican la calidad del agua y dejan suelos estériles

4) acumulan material altamente combustible eso alimenta incendios más devastadores

5) son un pretexto para ocupar territorio, apropiarse de "tierras fiscales" - territorio de comunidades y expulsar a sus pobladores originarios

6) destruyen economías y formas de vida locales

7) ocultan de la vista el paisaje originario y generan un nuevo paisaje monótono y estéril.

Las plantaciones de pinos en Patagonia se impusieron con enorme conflictividad social. No tuvieron en cuenta su propagación incontrolable, investigadores del CONICET en Barilloche hablan de una invasión prácticamente indetenible.

Pinos y agua

A través de las plantas el agua pasa del suelo al cielo; desde lo más húmedo a lo más seco (evapotranspiración). Mientras más seco, caluroso y ventoso el día, más agua evaporan. Una hectárea de bosque puede transpirar 40.000 litros de por día. Un solo pino de 30 cm de diámetro, 120 litros/día.

Las plantaciones de pinos bajan la napa, secan los manantiales, aljibes, las aguadas y los mallines; baja el agua en las lagunas (Fig. 2) y disminuye el caudal o secan arroyos y ríos.

Numerosos estudios, como así también numerosos problemas sociales y territoriales, muestran que los pinares acentúan la sequía s:

Un estudio en más de 500 cuencas pinificadas en todo el mundo mostró una disminución de caudal del 40 %, y hasta el 60 % y más en las zonas y períodos secos.

Las plantaciones de pino ponderosa consumen más agua que el bosque de ciprés: el 33 % en años húmedos y el 64 % en años secos (Licata).

Continuar con las plantaciones en las nacientes del río Chubut (Benetton), agravará la actual crisis hídrica en el Valle Inferior, donde vive el 45 % de la población de la provincia.

Los "bosques comunales" ¡no son bosques!, son monocultivos: desiertos verdes

Pinos e Incendios

Los pinos son pirrófitas: árboles combustible, con resinas altamente inflamables.

El fuego se propaga más rápidamente en pinares que en el bosque nativo y treinta veces más rápido que en los arbustos de la estepa.

Las semillas de pino germinan muy bien después de un incendio. De 1000 pinos por hectárea en una plantación brotaron 21.000 luego del incendio.

El ciclo infernal: Sucesivos incendios en un pinar favorecen la invasión e infestación del territorio. Cada incendio genera más masa combustible y prepara escenarios para incendios más voraces.

Los cambios del clima están produciendo más sequías, calor y viento extremos. Plantar árboles combustible es sembrar futuros desastres.

Territorio y Política Forestal

El sector forestal estimula como mínimo duplicar las más de cien mil hectáreas de pinos existentes en Patagonia.

Este propósito, más que proveer a las necesidades de madera, responde a pretendidos mecanismos de compensación por los cuales los países industrializados puedan contaminar aún más el aire, a cambio de subsidiar plantaciones en el tercer mundo, las que supuestamente lo depurarían: una estafa planetaria

Los resultados de esta política pueden verse en Chile: (*) excelente documental del Grupo Resumen: Plantar pobreza