Petróleo

"Si intervenían iba a haber muertos; éramos 7.000 negros dispuestos a todo": testimonios de la toma de TERMAP

(Segunda parte)

La huelga de 2005 y la toma de TERMAP ocuparon espacios destacados en la prensa mientras ocurrían los hechos. A las crónicas y análisis exhaustivos de la situación y sus consecuencias, El Extremo Sur les sumó sincrónicamente la visión de dos obreros que fueron protagonistas activos de aquellas jornadas. "Pieri" y "Lala" -a su pedido se los menciona solamente por sus apodos, para preservar su identidad y evitar posibles conflictos con las empresas en las que trabajan- brindaron un extenso testimonio de lo que sucedió en esos 19 días que conmocionaron al mundo petrolero y a la Patagonia.

Los relatos fueron incluidos en el libro "Saqueo Petrolero" que fue publicado en noviembre de 2007 por el Nuevo Proyecto Energético Latinoamericano (NPEL) y Ediciones IPS.

Los inicios de la huelga de 2005

Lala: En 2005 fue todos los días conflicto, quilombo acá, quilombo allá.

Pieri: Por eso el contexto en el que se dan las huelgas, y junto con eso un contexto que viene, que la gente decía, supongo los equipos de torre, este es el momento para sacarles plata. Se están llenando de plata, toda la plata, se la llevan afuera. Que dejen algo acá, en qué lo dejan, en la cabeza de los obreros, en el salario. Los petroleros qué hacemos con la plata, ¿nos la llevamos afuera? No, la morfamos, la chupamos, nos compramos un auto, hacemos una casa, mandamos a los chicos a estudiar. Esa cuestión la ven los compañeros. Y comienza a haber apoyo, porque también hay una apoyatura popular muy grande.

A todas estas jornadas de las grandes huelgas petroleras un sector muy importante de la población las veía con simpatía, por lo menos me parecía a mí; no había población en contra, como en otros lugares. A pesar de los piquetes, a pesar del despelote que hicimos en la huelga de 2005 había apoyo de la gente; si bien algunos hablaban mal como una mina que salió que nos trató de vándalos, de chorros, de todo eso, en general la gente nos apoyaba.

P: 2005 fue el año decisivo porque es por primera vez triunfa en forma total una huelga petrolera.

L: La gente que empieza a insertarse en la producción viene con otra forma de pensar, mucha gente nueva, entonces eso cambia hasta la forma de ser de los delegados, muchos delegados que se eligen en la parte de producción son distintos.

P: ¿En qué son distintos?

L: No son ganados todavía para la burocracia, no son compañeros que respondan a la burocracia.

P: No son verticalistas.

Conflictividad y piquetes en aumento

P: Sabemos que la política de la burocracia es la burocracia, está del lado de la patronal; eso lo sabemos claramente. Pero la realidad del sindicato cambió, y producto de ese cambio se explica la dureza de los conflictos.

L: Cada piquete tiene una dirección, y al tener una dirección tiene activistas también. Y no es como antes que cada uno de esos delegados se llevaba no sé, por decirte, vamos con diez viejos. Mansilla te mandaba cien matones, allá en la ruta 26 eran todos matones, todos tipos pagados.

P: Y acá ahora no, ahora son obreros masivos y jugados y te conocen; además, te conocen. Porque la otra cuestión que cambió el tema en relación a los paros, nunca las multinacionales fueron afectadas tan duramente por los paros como ahora. Porque ahora, al estar la gente de los yacimientos entran ahí y hacen todas las cagadas. Eso antes la gente de equipo de torre no lo podía hacer porque hacen otra tarea, no conocían el yacimiento digamos. Bueno vayamos al paro de los 19 días.

El que terminó en la toma de TERMAP se dio a fines de septiembre y comienzos de octubre de 2005 y había comenzado con un paro por cuatro días. Se votó la huelga de 96 horas, se hacen los piquetes; pero todavía no se había afectado a la producción. La parte automatizada continuaba trabajando; el sector de supervisión seguía trabajando. En ese marco es que sale la Federación (FASyGP) con comunicados, solicitadas y declaraciones de sus dirigentes desautorizando el paro y planteando que era ilegal y se mandaba la conciliación por parte del Ministerio de Trabajo.

L: Como Federación ellos acataron la conciliación, al acatar la conciliación el paro quedó ilegal.

P: Cuando se viene lo de las 96 horas se hace la marcha, marchamos por la ciudad de Comodoro y salimos desde el local del sindicato hasta la Intendencia pasando por el Concejo Deliberante y terminando en Petrominera.

D: El primer día de paro fue donde hubo un montón de detenidos.

P: Exactamente, el primer día de paro fue el más bravo.

L: Vos fíjate, nosotros empezamos el paro a las cuatro, cinco de la tarde, a las 6 de la tarde nosotros ya teníamos un paro ilegal. Al otro día se decía que venía la intervención sindical, que era inminente y esto lo tiran con toda la burocracia de la Federación.

P: Todo eso que charlamos antes son los elementos previos. Yo me acuerdo con los compañeros en las asambleas lo que se discutía era eso: nosotros íbamos a defender el sindicato. Si había intervención iba a haber muertos. Y la viejita de acá que falleció, la viejita del quiosco de acá, se para entre piquete y piquete, y ella sabía que yo estaba trabajando allí y me dice que va a haber represión, y los petroleros la van a aguantar porque los petroleros no son como los demás gremios. Los petroleros van a resistir, y como los petroleros van a resistir, va a haber muertos. O ganan los petroleros o hay muertos, así era lo que definía la señora y era el clima que medio que se estaba viviendo y el enfrentamiento previo. Cuando la Federación boicoteó y jugó muy fuerte en contra del paro y en contra de los compañeros siendo el paro declarado ilegal, nosotros votamos igual continuar con la medida y profundizarla, y ahí creo que nunca se esperaron la respuesta de los petroleros en la calle porque ahí es donde cambia todo.

L: ¿Quién no se esperaba la respuesta?

P: Ni la burocracia, ni el gobierno, ni las patronales. Yo por ejemplo no me imaginé nunca que íbamos a juntar 6.000 o 7.000 negros dispuestos a todo porque fue así. La marcha esa fue impresionante.

L: Todos se jugaban a que muchos se quedaban en la casa, otros que se iban a pescar.

P: Exactamente, y en este paro no sólo que se hicieron los piquetes en todos los lugares, sino que de los piquetes se marchó haciendo el itinerario que mencioné antes, estando cansadísimos como estábamos y se movilizaron 4.000 viejos y cuando llegamos a Petrominera se hace la asamblea y es en esa asamblea donde aparece la policía que nos detiene ahí en el edificio de Petrominera, y es el primer enfrentamiento generalizado de los obreros contra la policía, y que la hacemos retroceder cuando tiramos los cordones policiales.

L: No, eso fue después.

P: No, los cuatro días, al cuarto día en la marcha grande, ahí fue que (Néstor) Di Pierro (intendente) y (Mario) Mansilla anuncian que le habían ofrecido una solución que era recibirlo en el Ministerio de Trabajo en Buenos Aires. Ahí los cumpas comenzaron a silbarlo, a putearlo, y dice: y bueno, qué quieren, ¿paro por tiempo indeterminado? Sí, gritamos todos. ¿Te acordás? Y ahí mismo, en la explanada del edificio de Petrominera, se mociona en asamblea qué medida tomar; hablan algunos delegados expresando que se debía lanzar el paro por tiempo indeterminado, máxime cuando las contratistas y subcontratistas como Skanska, DLS, Pride, Petrosar, Oil y otras nos habían mandado 1.200 telegramas intimidatorios de que nos presentáramos a trabajar ya que estaba la conciliación obligatoria. Caso contrario, seríamos despedidos con justa causa porque el paro era ilegal; entonces ahí y a viva voz y en forma masiva, los 4.000 compañeros votamos el paro por tiempo indeterminado.

Tensión y enfrentamiento en los yacimientos

P: A nosotros nos fue a desalojar la policía, en el piquete donde estábamos que era en la ruta 104. Nos fue a desalojar la policía que fue un cago de risa con lo que hicieron los compañeros. La policía decía: "tienen que desalojar, tienen que dejar el paso". Nosotros le decíamos: "si la ruta está libre". "Entonces qué están haciendo aquí". "Y nosotros estamos vigilando que pasen los vehículos". "No, pero tienen que despejar los accesos secundarios". "Está todo despejado, usted puede pasar. "Pero, ¿y la gente puede pasar?" "Quédese toda la noche si quiere".

L: Llegaba un momento en que nosotros acá en Astra, sabíamos que las chatas que andaban ahí eran de seguridad y eran de la policía. Y pasaban los canas en las chatas de las empresas por el piquete y te bardeaban, te provocaban, pasaban cada 5 minutos. Así que llegó un momento que los compañeros se cansaron y dijeron: "no pasa una chata más" y no pudieron pasar más.

P: La policía de Diadema iba en los vehículos de CAPSA, en las chatas de CAPSA iban y hacían el recorrido.

L: Las chatas de Repsol, las chatas de las empresas, todas eran chatas manejadas por policías. Vos ibas a pararlo y te dabas cuenta, los mirabas y eran policías. Entonces llegó un momento como te decía antes que los viejos dijeron: "no pasa nadie más".

P: Tampoco la policía pasó.

L: No, que pase caminando o que pase en patrullero. Hubo un cana que quiso pasar y bueno, ahí le rompieron la luneta. Entonces se fueron los policías, pero después llegaron más en un patrullero. Entonces decían que iban a pasar. No, pasa el patrullero con el milico que maneja y nada más. Ustedes (el resto de los canas) no pasan, y así fue. Aunque todo eso se generó porque así como nosotros detuvimos a un patrullero, en Pan American (Cerro Dragón) le dieron a 14 viejos muy mal.

P: A 14 compañeros nuestros los cagó a palos la policía; allá en medio del campo, cuando se bajó de la guardia.

L: Es lo que comentamos antes de las traiciones de la Federación. Este un caso de cómo la Federación jugaba en contra del conflicto y en contra de los compañeros y no tuvo empacho en hacer una trastada como esta que costó una feroz represión a estos 14 compañeros. Supuestamente se iba a producir en el piquete de Dragón el recambio de estos 14 compañeros que venían de otros yacimientos, concretamente de Comodoro o de Pampa del Castillo y la Federación lo garantizaba. La Federación hizo la patraña de no mandar a nadie al recambio ni de ampliar el piquete tal como se habían comprometido; así que los compañeros se quedaron solos, continuaron solos en el piquete, y en un momento de la noche, cuando se dieron cuenta estaban rodeados de milicos, y les dieron para que tengan, los reventaron. A esos 14 compañeros los mandaron a todos al hospital y esto lo sabemos nosotros que estábamos en la lucha porque como se imaginan, no salió en ningún medio ni gráfico, ni televisivo, ni radial.

P: Se aprovechaban de que estaban solos los compañeros en medio del campo.

L: Eso fue en la noche, nosotros nos enteramos en la madrugada. Entonces ahí ya ver a los milicos era como ver la bronca. Ya empezaron a hacer algunas cosas en el barrio Industrial y la policía cambió su metodología de represión. Ya no decían :"che, no hagan esto", era "corréte", tirarte. A los que trabajaban en el barrio Industrial los corrieron así, iban unos 5 o 6 vehículos que te secuestraban; bueno después te los devolvían.

P: Entonces se hizo la marcha esa que fue impresionante. Ahí digo yo que hacemos retroceder a la policía donde Mansilla da el discurso que es rechazada la propuesta que no alcanzó a hacerla, ni siquiera la pudo hacer, porque la puteada fue generalizada, y se vota el paro por tiempo indeterminado.

Ahí es donde se vuelve a los piquetes, ahí adentro es donde se endurece más y comienza a haber despelote muy grosso en Chubut. O sea, hubo enfrentamientos, en ese momento, entre los obreros petroleros y la policía, pero la policía venía también de conflicto, por aumento de sueldo, y justo les dan a ellos la orden de reprimir. Reprimen, pero resulta que se enfrentan a los petroleros, los petroleros también les pegan, no es que pegó solamente la policía; sino que los petroleros también pegaron. Eso fue lo que se estuvo viviendo la primera semana de huelga. En la segunda semana, es donde comienzan a hacerse todas las acciones en el campo. Entonces la gente de yacimiento comienza a profundizar el tipo de medidas y, por ejemplo, se pasa al sabotaje, se vuelan las vías de 35 kilovoltios, las vías de 66 kilovoltios, deja de funcionar todo el sistema automatizado, ya no anda ningún sistema automatizado y comienza a haber en algunos lugares derrames de petróleo. Entonces sí hay derrame de petróleo, hay problemas en las baterías, hay problemas en los pozos, y comienza a haber ya problemas serios para las empresas, se les empieza a poner más jodida la cosa a la patronal petrolera. Es decir, la producción estaba totalmente afectada. Sin embargo, los compañeros querían más, querían ir por más y es así que se hicieron tres asambleas más en medio del campo, fueron asambleas impresionantes en medio del campo a 15 km. de Comodoro, y esas asambleas votaban siempre la continuación del paro. Los piquetes eran aproximadamente 15 o 16, con cerca de 100 personas cada uno, es decir que éramos 1.600 en ese momento; eso fue lo mínimo que había. Y fue tan masivo que nosotros podemos contar unos 5.000 piqueteros, 5.000 compañeros yendo a los piquetes, en distintos momentos. No es que fueron 5.000 todos los días, pero sí en general. Para dar un ejemplo, en la empresa donde laburo yo todos íbamos al piquete, absolutamente todos: en otros lugares no.

La hora de TERMAP

L: No sé si por una cuestión de información, pero la compañía sabía que íbamos a ir al paro por tiempo indeterminado, entonces la empresa manda el acumulado en los yacimientos a la playa de tanques de Caleta Córdova. Vaciaron todo para tener la producción, creían que la huelga duraría no más de 5 días, pero nunca se imaginaron que iríamos dentro de los yacimientos o de TERMAP.

P: Todo el mundo ve en la ruta que los barcos siguen cargando petróleo.

L: Y teníamos cuatro, cinco, diez días de paro.

P: Cagándonos de infelices, cagándonos de frío.

L: Cada día éramos menos.

P: Mucho cansancio.

L: Cada día éramos menos. Los que estaban como aguante eran los jóvenes, que por una cuestión de edad aguantan más que nosotros los viejos. Ahora bien, ¿qué pasaba con los más jóvenes? No tienen paciencia, no tienen experiencia en este tipo de luchas largas y ásperas. Entonces ahí ¿qué empiezan a decir los más viejos? Vamos a tomar los tanques (donde se almacena el petróleo) a pie, vamos a tomar los yacimientos a pie, o sea, que ya empieza a generarse otro clima de combatividad.

P: Por debajo se empezó a discutir que no alcanzaba con el paro, no alcanzaba con los piquetes, había que hacer más todavía.

L: Claro, vamos a hacer algo.

P: Que les duela a todos, que todo el mundo se entere, que en Buenos Aires se enteren también.

L: La única forma de que en Buenos Aires se enteren es si vos le prendés fuego a algo. Pero eso había que consensuarlo con todos, no era que lo íbamos a hacer nosotros o unos pocos.

P: Por eso empezó en los piquetes ese debate, comenzó por abajo y todos los piquetes discutieron la toma de la planta de TERMAP.

L: Llegó un momento en que se consensuó con todos los delegados, se dijo: "vamos a tomar TERMAP". Se fue con una postura bien firme y fuerte. Así es que en una reunión en el sindicato se decide la toma de TERMAP y la toma se produce a las 5.30 de la tarde del 7 de octubre de 2005. Con un poco más de 50 viejos que ocupamos la planta y dentro de la planta estaban los de seguridad privada con todo un arsenal con cascos y que sé yo que más, había 8 policías.

P: Sí, con todo.

L: Con esa especie de bomba que tira agua para pararnos y encima, el cerco estaba con corriente.

P: Exacto, los tres cercos que había que atravesar estaban electrificados.

L: Por el portón era imposible entrar. Lo único que había que hacer era romper el cerco. Se decidió entrar rompiendo con un hacha el portón. Entonces sí entramos y ni bien entramos empezamos a recibir garrotazos y chorros de agua, se hizo imposible seguir avanzando hasta que logramos entrar. Habremos entrado unos 10 viejos.

P: A los primeros 10 los cagaron a palos.

L: Los primeros 10 lograron pasar, pero a los que seguían les dieron duro, sobre todo con esa manguera con agua a presión. De cualquier manera se pudo entrar. Bueno, entonces ya adentro, llegó el momento de organizar la primera noche y determinar quién se va a quedar y de qué nos vamos a hacer cargo cada uno.

El tema de la (FM) Bizarra también es una de las cosas que por ahí mucho no salen. A las 4 de la tarde, la Bizarra iba a sacar un tema musical al aire, si pasaban a León Gieco se iba a producir la toma de TERMAP y, así todos los viejos iban a saber lo que estaba pasando al escuchar a Gieco en la radio.

Extensión de la toma y acompañamiento popular

L: Había depósitos de todo, una especie de contenedores inmensos con un tráiler con aire acondicionado, con todos los chiches y había 2 o 3 compañeros que se encargaron de la seguridad de esto. Había otro depósito que tenían para almacenar una especie de goma pluma que se utiliza en caso de derrames de petróleo y en ese depósito los compañeros se habían organizado de tal manera que si iban, si reprimían, iba a haber resistencia. Todo esto que cuento fue el primer día, porque ya el segundo día fue gente, fueron familiares que entraron a la planta a pasear, a sacarse fotos.

D: Pasa que el segundo día la ciudad cambió, estaba toda movilizada.

P: Al segundo día se movilizó la ciudad y por conexiones con gente del gobierno que tuvimos, parece que el ministro de Gobierno dio la orden de la represión. Pero la policía dijo que eso era imposible y que había tres problemas: primero, la gente que entró estaba total y completamente decidida a mantener la toma, o sea, que iba a ser imposible desalojar pacíficamente. En segundo lugar, que el número de huelguistas era muy grande y no solamente en TERMAP. El tipo decía: "si llega a haber represión y cae gente nos prenden fuego no solamente TERMAP, sino absolutamente todo". En tercer lugar, decía que no le daban las fuerzas para llevar adelante la represión. Y esto fue impresionante porque no es fácil encontrar 100 tipos que se jueguen a desalojar la policía, pelear a los de seguridad privada y tomar una planta.

L: Lo llamativo es que la mayoría de los que entraron ahí y tomaron la planta era gente que no era activista, no habían sido activistas ni militantes.

P: Tipos que lo vieron por necesidad.

L: No sólo por necesidad sino como la única forma de ganar la lucha. Yo por ejemplo pude ver varias molotov preparadas y distribuidas en todos los tanques que existen en TERMAP.

P: Y todo eso fue acompañado con una fuerte movilización. Ese mismo día en Comodoro, por la noche, las compañeras organizaron una gran movilización con cerca de 2.000 personas. Al mismo tiempo que pasaba eso en Comodoro, en los yacimientos los piquetes seguían firmes y eso fue tremendo. Había una determinación impresionante de parte de los compañeros. Es cierto que miedo hay en todos lados, pero en la mayoría había una determinación terrible.

L: Inclusive se decidió que si había represión se iba a tomar el resto de los yacimientos, vamos a tomar Dragón, vamos a tomar El Trébol, o sea, ya se había planificado una seguidilla de acciones para llevar adelante si se nos reprimía.

P: No se terminaba con TERMAP. Si había represión iba a haber escaramuza y duras peleas en todos lados.

L: Creo que no hubo represión por todo eso, porque las medidas se iban a endurecer e iban a ser masivas y la policía seguro que lo sabía.

P: Sí, lo sabían los servicios de inteligencia porque estaban permanentemente en todos los piquetes.

D: Lo otro era la masividad que avalaba la medida. El primer día de toma, por la mañana, cuando mirabas para afuera la cantidad de gente que había a la madrugada se te caían las medias, era una cosa impresionante.

P: Así es, y lo otro que fue histórico, y conste que tengo 30 años metido en los yacimientos, fue que por primera vez en mi vida vi que las operadoras debieron venir a negociar al lugar que los huelguistas le dicen.

Nosotros le dijimos: "tienen que venir a Comodoro, no aceptamos ninguna negociación en Buenos Aires, tienen que venir a Comodoro y sin ningún intermediario", y los tipos tuvieron que venir acá, a Comodoro, y nos tuvieron que dar todo y encima con una retroactividad de 10 meses. O sea, ahí ganamos los $350 de gratificación extraordinaria, más los $260 al básico, la reincorporación de todos los huelguistas, más la zona 1 (que es un 40% del básico) para todo el mundo. Fue una victoria desde todo punto de vista y nos devolvieron todos los días caídos, sin ningún despido y encima un día de descanso para todos los compañeros.

Para mí, una de las conclusiones centrales es la de mantener viva esa experiencia, viva en los compañeros de qué fue lo que se hizo, mantener la llama viva en los delegados actuales y en los que están por venir, sobre todo porque creo que en esa época eran 80 delegados y ahora superan los 100. Toda la organización del sindicato se hizo muchísimo más fuerte, la unidad mucho mayor e inmediatamente después vino una seguidilla de huelgas en casi todas las empresas por distintas razones, hasta por maltrato. Hoy a un petrolero no lo podés maltratar, porque te hacen un paro enseguida los demás petroleros.

Lo otro también es muy bueno verlo, porque esto también viene con los antecedentes de Dragón que fueron 12 días -primera huelga en el invierno de 2005- porque lo de ellos fue heroico. En el medio del campo unas heladas de la puta que lo parió, nieve, hielo con compañeros con los pies entumecidos por el frío, a los que hubo que derivar al hospital para poder sacarle los botines a riesgo de gangrena por el frío padecido. La huelga de Dragón creo que marcó el camino que nosotros seguimos después y, a partir de ahí, entender que no te van a aflojar nada si no tenés aguante.

Lo otro es que hay una conciencia bárbara de que si no le hacés quilombo, no le cortás la producción, no le cortás los accesos a los yacimientos, no le cortás el suministro de energía y no le tomás la planta, no se gana.