Política

En dos años la gestión Arcioni ya había devorado a 35 ministros

Nota publicada originalmente el 8 de noviembre de 2019

En noviembre de 2019 con la designación de Andrés Meiszner, el gobernador Mariano Arcioni alcanzaba la impactante cifra de 35 ministros en apenas dos años de gobierno. En poco tiempo ese número se elevó a 36, cuando se conoció el nombre del sucesor de Federico Massoni.

Entre los que pasaron hay varios hechos a destacar, como que Educación es el área que más "responsables" tuvo: ya pasaron 5. En esta última cartera Paulo Cassutti apenas estuvo 65 días, mientras su antecesor Leonardo De Bella ocupó la oficina 114 días.

En cambio, Graciela Cigudosa resistió un año y tres meses y pese a las irregularidadeso ahora está a punto de asumir como diputada provincial.

Impronta

Mariano Ezequiel Arcioni asumió el gobierno el 1 de noviembre de 2017, un día después del fallecimiento de Mario Das Neves. Decidido a darle su propia impronta a la gestión, y ayudado por las causas judiciales que fueron alcanzando a buena parte del gabinete heredado, empezó a meter mano apelando a quienes se venían preparando desde las sombras para cuando llegara el gran día.

Recostado en los consejos "vizcacheros" de Fortunato Rafael Cambareri, apostó en principio a un antiguo conocido para que le diera volumen político a su administración.

Pero el voluble Sergio Mammarelli no era el hombre indicado y no duró mucho como ministro Coordinador de Gabinete, siendo sucedido por Marcial Paz primero y después por el sheriff Federico Massoni.

Si se cuenta a Jerónimo García, que estuvo con el gobernador solamente algunos días, se llega a 4 titulares en ese lugar clave.

Serán 5 el próximo lunes, cuando Arcioni anuncie el nombre del sucesor de "el duro del gimnasio". Más allá de las profusas operaciones mediáticas quedó confirmado que no será Ricardo Sastre; quien descartó inmolarse en un momento de crisis casi terminal.

De este modo, Jefatura de Gabinete alcanzará a Educación en cantidad de ministros con Arcioni, ya que con Andrés Meiszner suman también 5, desde Gustavo Castán (79 días). En el medio pasaron Graciela Palmira Cigudosa (463 días), Leonardo De Bella (114 días) y Paulo Cassutti (65 días).

El premio a la constancia le significó a Cigudosa integrar la boleta de Chubut al Frente en la última elección, por lo cual asumirá como diputada provincial el próximo 10 de diciembre.

Los más y los menos

También tuvo 4 ministros Arcioni en el sensible área de Economía, donde comenzó con Pablo Oca, quien debió irse por denuncias de corrupción de cuando respondía a Víctor "Toallón" Cisterna durante el gobierno de Das Neves.

Después vinieron Alejandro Garzonio; Luis Tarrío (con 42 días fue el que menos tiempo estuvo) y Oscar Antonena, quien para llegar al gabinete de Arcioni dejó la cómoda secretaría de Gobierno que ocupaba en el municipio de Camarones.

Cuatro ministros hubo también en Gobierno, ya que Arcioni comenzó con Pablo Durán, siguió con Marcial Paz; le sucedió Federico Massoni y ahora mantiene a Mariana Vega, junto a Valeria Saunders, las únicas mujeres en el gabinete actual.

Un ministro menos -es decir 3- tuvo el mandatario hasta ahora en Familia y Promoción Social: Leticia Huichaqueo, Martín Bortagaray y Valeria Saunders.

La misma cantidad registra en estos dos años el ministerio de Infraestructura: Alejandro Pagani, Raúl Chicala y Gustavo Aguilera.

Idéntico número registraron Salud desde noviembre de 2017, con Ignacio Hernández, Adrián Pizzi y Fabián Puratich; y Producción: Pablo Mamet, Hernán Alonso y Leandro Cavaco.

Las carteras con menos titulares, apenas 2, son Hidrocarburos (Sergio Bohe y Martín Cerdá); Turismo (Herman Müller y Néstor García) y Medio Ambiente (Ignacio Agulleiro y Eduardo Arzani).

Con escándalo

Muchos ministros se fueron del gobierno de Arcioni bajo el eufemismo de "razones personales". Quizás algunos las tuvieron, pero en no pocos casos fue por disconformidad con el manejo del primer mandatario.

A otros altos funcionarios se les hizo difícil mantenerse luego de que públicamente aparecieran salpicados por escándalos de corrupción ya que Pablo Oca, Leticia Huichaqueo y Alejandro Pagani -heredados del dasnevismo- no fueron los únicos casos.

Martín Bortagaray fue una designación propia de Arcioni, al igual que la de Raúl Atilio Chicala, quien tuvo que irse por sospechas de presunta estafa y lavado de activos en una empresa de su propiedad, Power Energy.

Cigudosa -a punto de asumir como legisladora provincial- debió dejar el Ministerio de Educación entre las PASO de abril y las generales de junio porque tenía múltiples denuncias de irregularidades por obras de infraestructura escolar que incluían presuntos sobreprecios.

Tarde, apurado y mal

La cantidad de ministros que tuvo Arcioni refleja su desorientación a la hora de adoptar un rumbo. Es la misma que exhibió a la hora de jugar en política nacional, donde tuvo coqueteos con Mauricio Macri y terminó haciendo la V en Santa Rosa junto a Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

En la provincia asumió sin tener un cuadro preciso de situación, a pesar de que venía armando un gabinete en las sombras, al cual le daba forma en cada escapada que hacía a Comodoro.

Creyó que con un experimentado orientador mediático como Daniel Taito podía suplir otras carencias y desoyó consejos prácticos de los que más tiempo ejercieron poder, como Luis Tarrío por ejemplo, quien se fue dando un portazo, harto ya de la falta de coordinación de un gobernador y un todopoderoso ministro que creyó que con un leal pero impresentable jefe de Policía podría controlar las calles a la hora de las protestas.

Arcioni solo ha pagado los salarios en fecha en un 25% de su gobierno; el resto ha sido en cuotas, que al principio respondían a un cronograma claro. Ahora ni el ministro Antonena sabe qué pasará con el próximo medio aguinaldo. Y lo admite en público.

Antes de asumir, Arcioni venía de una elección -la de medio término en la que superó por pocos puntos a Gustavo Menna y Ricardo Fueyo- y este año tuvo otra en la que el electorado creyó que era la mejor opción.

Así como en 2017 había dejado que el dispositivo electoral lo armaran a su alrededor Mario Das Neves y su selecto equipo, para ser reelecto les dio total libertad de hacer a Ricardo Sastre y Jorge Ávila, bajo la celosa mirada de Rafael Cambareri.

Cuando quiso imponer su voluntad a nivel político le fue mal y la prueba de ello fue la fallida elección interna que hicieron Máximo Pérez Catán y Martín Buzzi en las PASO del 11 de agosto.

También se equivocó cuando no resolvió rápidamente la crisis con los docentes. Creyó que por pagarles el mes de junio primero que al resto le iban a perdonar sus incumplimientos de campaña, cuando cerró paritarias antes de tiempo para ser reelecto, confiando seguramente que el Gobierno nacional no lo asfixiaría si se resistía a acompañar al macrismo, como finalmente pasó.