Política

Jorge Gil: "Hoy en Chubut el problema es la deuda y las diez empresas que manejan la economía"

Entrevista de Lola Sánchez

El economista, docente e investigador universitario Jorge Gil dialogó con El Extremo Sur y brindó un análisis sobre el escenario económico de Chubut, de cara a las elecciones de 2023. La provincia presenta una preocupante trayectoria de endeudamiento a partir del 2015. "No hay políticas económicas sino políticas financieras", subrayó Gil.

"Creo que el problema más urgente es la necesidad de dinamizar la actividad económica a partir de inversiones que le permitan a Chubut sustituir lo que a largo plazo va a ser la caída de la incidencia de las regalías en el presupuesto", analizó, aunque descarta la transición a las industrias intangibles: "No creo que en Chubut ni en ninguna provincia argentina se pueda iniciar una instancia de cambio científico y tecnológico profundo. Quizás existan algunos intentos de desarrollo pero no tendrán las bases materiales para que sea la base de una estructura económica perdurable".

En la configuración federal, asegura que "Chubut está favorecida" pero que todavía es necesario que se potencien las inversiones de empresas como Aluar, PAE e YPF. Frente a las proyecciones para 2023, Gil asegura que los debates deben orientarse en base a "convicciones ideológicas" antes que de vocaciones políticas para avanzar en políticas públicas de producción y una posible salida al endeudamiento.

¿De qué manera caracterizaría el momento actual de la provincia en términos económicos?

En general, la economía del Chubut en su conjunto está signada por el endeudamiento. Cuando se analiza la evolución del stock de deuda, se advierte que, a partir de 2015, cuando comienzan a caer los ingresos tributarios, la provincia inicia un fuerte camino de endeudamiento, posibilitado fundamentalmente en las expectativas económicas de sus recursos naturales. En especial las regalías que operan como salvaguarda para acreedores financieros. A partir de allí, la administración financiera es la única política económica, y hoy, por ejemplo, el stock de deuda alcanza casi al 90% de los ingresos anuales de la provincia. Uno advierte, entonces, que no hay políticas económicas sino políticas financieras. Esto está en línea con lo que pasa a nivel nacional y con el comportamiento del capitalismo. Es una etapa que se llama "financierización", donde hay una maduración del capitalismo a partir de la acumulación financiera. En ese marco, hay que ver qué es lo que está pasando en Chubut y entender la paradoja de una provincia con muchos recursos y mucha deuda, con muchas expectativas y pobres realidades.

¿Hubo avances respecto a la reestructuración de la deuda? ¿Qué implicaciones tiene este proceso para el sistema económico provincial?

En octubre se tomaron casi $ 1.200 millones para cancelar vencimientos y gastos, que seguramente se renovarán en estos días. Las reestructuraciones no son tan complejas. El proceso de financiarización, exigen deudores. Esos deudores son los Estados, y eso luego baja a las empresas, las familias y los individuos. La unidad de endeudamiento estructural son los Estados. Por lo tanto, hay un comportamiento funcional de Chubut como deudor nacional e internacional, tanto de préstamos como de deudas financieras en general. La reestructuración de la deuda va operándose en el día a día. Me parece que Chubut tiene expectativas de alguna alternativa política del futuro, que permita derivar parte de los costos financieros del endeudamiento a Nación y de esa manera aliviar las cuentas públicas provinciales. Me parece que esa es la estrategia, pero no hay un plan de reestructuración de la deuda, un plan programado en función de la economía del Chubut. En general, los Estados estiran las fechas de vencimiento, las difieren para que futuras administraciones se hagan cargo del paquete de la deuda.

¿Cuál cree que es el problema más urgente de la provincia en materia económica?

Creo que el problema más urgente es la necesidad de dinamizar la actividad económica a partir de inversiones que le permitan a Chubut sustituir lo que a largo plazo va a ser la caída de la incidencia de las regalías en el presupuesto. Históricamente, las regalías ocupaban entre el tercio y la cuarta parte del presupuesto, según las distintas etapas del ciclo. Hoy se está acercando al 20%. Está en sus niveles más bajos. Y seguramente con el diseño que tiene la política petrolífera y gasífera nacional, esto va a ir incrementando. Cada vez más, Chubut va a depender de otros ingresos que no sean los dependientes de las regalías hidrocarburíferas. La búsqueda de alternativas que reemplacen la extracción de un recurso natural como el petróleo y el gas, no es fácil. Cuando se analizan las tendencias de lana, turismo, aluminio, pesca, el único que tiende a aumentar su productividad es la pesca. Pero la economía pesquera es absolutamente insuficiente para las demandas de Chubut como espacio económico. Es una actividad de fuerte énfasis exportador que deja muy poco en tierra y no sirve para sustentar la economía de los chubutenses.

En medio del debate por las inversiones en la Economía del Conocimiento y la posibilidad de dejar de depender de recursos no renovables, ¿qué tan factible es la aplicación de industrias intangibles en Chubut?

La intangibilidad industrial hoy está dependiendo fuertemente del desarrollo de la ciencia y la tecnología. Dudo de si es realmente factible adjudicar territorialidad a desarrollos científicos y tecnológicos. Pareciera que no. Sí es cierto que puede haber ciertos desarrollos, Comodoro lo está buscando con el desarrollo del Parque Tecnológico, Puerto Madryn también. No estoy seguro de que pueda ser un sustento poblacional, de suficiente base económicamente activa. Me da la impresión de que Chubut debería adoptar criterios de extracción, de riquezas naturales y regionales en un ámbito de sustentabilidad, que pueda permitirle ir asimilando la caída de las regalías. La principal meta de la política económica en Chubut hoy es ver cómo se atempera la caída de las regalías. Si esto sigue así, la dinámica de la provincia va a ir modificándose. La pregunta de la política hoy es qué hacer con la reducción que -inexorablemente- habrá de ocurrir con las regalías hidrocarburíferas. Por ese lado debe girar el debate político, social y tecnológico. No creo que en Chubut, ni en ninguna provincia argentina se pueda iniciar una instancia de cambio científico y tecnológico profundo. Quizás existan algunos intentos de desarrollo pero no tendrán las bases materiales para que sea la base de una estructura económica perdurable.

Siempre se alude a Chubut como una provincia rica, pese a que hoy es evidente la crisis económica de la ciudadanía. ¿A qué adjudica esta contradicción? ¿Existe allí un problema de redistribución?

Cuando se observa el comportamiento del ahorro y la inversión, se advierte que Chubut es una fuerte generadora de ahorros, pero esos ahorros se extraditan. No retornan como inversión a la provincia, sino que pasan a la masa de especulación financiera en el centro de la Argentina, por lo tanto, es una provincia que produce excedentes, pero su dificultad es que no se canalizan en inversiones propias en la provincia. Si se producen excedentes que no vuelven como inversiones, se deben buscar mecanismos de política económica que hagan que ese plus que genera la economía del Chubut, aún hoy, pueda retornar bajo forma de inversión, que garantice en el futuro la sustentabilidad de la economía chubutense.

En el plano federal y los arreglos económicos entre provincias, ¿cree que Chubut está bien posicionada?

Chubut está favorecida, primero porque tiene las expectativas significativas de energía eólica y también por las inversiones de mantenimiento que se están impulsando desde Aluar, PAE, YPF. Entiendo que habría que repotenciar esa inversión. No alcanza con un cierto porcentaje de utilidades de empresas que se reinviertan. Tiene que reestructurarse una política fiscal y tributaria que permita que esos generadores de renta reinviertan fuertemente en Chubut. Esto necesita una política pública que es la que hoy en día no se ve. Cuando las finanzas reemplazan a la economía, los sistemas económicos se vuelven especulativos y dejan de ser productivos. Lo que hay que tratar es que esa especulación, que no tiene territorio, se transforme en inversión productiva que sí tiene territorialidad y genera puestos de trabajo, mejoras sociales, educativas y tecnológicas en la provincia. Este es el desafío de las políticas públicas. Mientras eso no se logre y sigamos hablando del vencimiento de hoy, emitiendo nueva letra para pagar en diciembre y así ocupándonos de administración financiera más que de la producción, el camino seguirá siendo el mismo y en diez meses estaremos con los mismos problemas.

¿Vio políticas innovadoras en materia económica en los últimos años? ¿O hay discursos más bien tradicionales?

En general, soy bastante pesimista. Advierto que hay insuficiencias ideológicas respecto de qué se espera que una provincia como Chubut pueda ejecutar en el marco de un ciclo económico. Creo que la provincia debería administrarse con criterios de productividad de los recursos naturales. Porque todo esto que se habla de la economía inmaterial, de la economía del conocimiento, de la ciencia y la técnica aplicada a economía, en definitiva, depende de sustentos materiales donde se apoya la producción de bienes y servicios. La materialidad de la economía es un hecho que no puede ignorarse. Yo no veo hasta ahora más que algunas propuestas voluntaristas, más discursivas que reales, pero que operan muy poco sobre el poder económico de la provincia. Pensando, además, que estamos en una provincia sujeta al poder económico de no más de 10 grandes empresas que manejan cerca del 80% de la estructura productiva. Y un Estado que se somete a ese tipo de dependencia. Para que haya un cambio tiene que haber una estructura de políticas económicas públicas muy sostenida en el tiempo y con mucha convicción de que el camino de lo financiero no es el camino. Es necesaria una política que analice cómo se pueden estructurar diseños de productividad que le permitan mejorar la calidad de vida de los chubutenses.

¿Qué proyecciones económicas vislumbra para el 2023? ¿Cómo estará posicionada Chubut en el año electoral?

Las elecciones en la política siempre implican la eventualidad de cambios en estos diseños. La particularidad que tiene Chubut es que ya cayó en la trampa de la deuda. Las alternativas para salir de ese proceso de endeudamiento son relativamente pocas y no dependen de la vocación política, dependen de una convicción ideológica respecto de qué rol cumple el endeudamiento en las políticas públicas. Hoy en día, en Chubut, el problema es la deuda y las diez empresas que manejan la economía. Esa es la realidad objetiva y material de la economía de Chubut. La política hace arreglos con acreedores o con las empresas, y el Estado termina siendo un actor más de la distribución en lugar de ser un agente real de cambio. Si los Estados como entes políticos dejan de ser instrumentos de cambio, pierden su esencia, pasan a ser actores que se comportan dentro de las generales de la ley. Aspiro a que haya alguna propuesta política innovadora y de cambio, pero hasta ahora no la he visto.