Tras acampar en Lago Escondido, Grabois aseguró que "Estamos muy orgullosos de lo que hicimos"Juan Grabois, tras una expedición a Lago Escondido que lo llevó a acampar junto a la mansión del magnate británico Joe Lewis, brindó una conferencia de prensa en El Bolsón que cerró coreando la versión mundialista de Muchachos (ahora nos volvimos a ilusionar), de La Mosca, aunque con variantes vinculadas a la acción desarrollada en la zona, además de un cambio de letra donde Diego Maradona, en el cielo, ya no aparece junto a sus padres, La Tota y Don Diego, sino con Evita y con el Che.
"Los lagos y sus costas son propiedad y patrimonio de todo el pueblo. Nadie tiene derecho a cerrar los accesos, mucho menos en el caso del magnate Lewis. Primero, porque hay un fallo de 2002 que fue confirmado por el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro en 2012, o sea, van veinte años de incumplimiento para abrir un acceso público, seguro y de fácil acceso para que cualquier familia argentina, patagónica, del norte o de Buenos Aires, pueda ir a tomar mate y disfrutar", dijo Grabois, sin mencionar las apelaciones en curso, e insistiendo en referirse al sitio como parte de un triángulo geopolítico estratégico que se completa con un aeropuerto en Sierra Grande, sobre la cosa atlántica, y la estancia El Cóndor, en el Estrecho de Magallanes (según dijo, también de "Lewis y sus testaferros").
"Por primera vez, un contingente, sin tener que ir a pedir servilmente permiso a un grupo empresario británico que compró tierras de manera fraudulenta en 1996, pudo pasar veinticuatro horas, disfrutar del lago y hacer una acción de reafirmación de nuestra soberanía", aseveró el líder del Frente Patria Grande.
De tal forma, aclaró: "No vinimos a discutir con una patota, sino a realizar una acción de reafirmación territorial y la pudimos hacer". Más allá de eso, mencionó que, estando en el lugar, les habían cortado la señal de celular. "Están acostumbrados a funcionar como un Estado paralelo", afirmó, y, sin citar expresamente a Villa Mascardi, hizo una alusión a lo que ocurrió en aquel sitio durante el desalojo de octubre al expresar que, en Lago Escondido, "había una especie de ‘comando unificado', como le dicen ahora". En ese sentido, mencionó a una "caballería surrealista" que actuaba con el apoyo de la Policía.
"Aparecieron para sacarnos del camino de sirga, es decir, de los quince metros que nos corresponden desde la costa", sostuvo.
A la vez, se refirió a la versión que se difundió en algunos medios acerca de una agresión a una empleada del lugar. En ese sentido, indicó que una mujer, parte de su grupo, se sentía mal y quiso retirarse, pero no podía hacerlo porque un vehículo bloqueaba el camino. Así, expuso que, tras dos horas, fue a exigir que se retirara el auto. "Si en ese forcejeo se cayó el celular de una persona, de una mujer, le pido mil disculpas, pero es mentira que hubo una agresión", expresó.
Grabois se refirió a la mansión de Lewis como "una Casa Rosada paralela", y volvió a criticar al presidente Alberto Fernández, en este caso, por no obrar para que se abra un sendero. "No entiendo cómo nosotros pudimos llegar y las fuerzas de seguridad no pueden hacerlo para garantizar el acceso de todos los argentinos", sostuvo.
"Estamos muy orgullosos de lo que hemos hecho", concluyó.
Fuente: El Cordillerano
Juan Grabois, tras una expedición a Lago Escondido que lo llevó a acampar junto a la mansión del magnate británico Joe Lewis, brindó una conferencia de prensa en El Bolsón que cerró coreando la versión mundialista de Muchachos (ahora nos volvimos a ilusionar), de La Mosca, aunque con variantes vinculadas a la acción desarrollada en la zona, además de un cambio de letra donde Diego Maradona, en el cielo, ya no aparece junto a sus padres, La Tota y Don Diego, sino con Evita y con el Che.
"Los lagos y sus costas son propiedad y patrimonio de todo el pueblo. Nadie tiene derecho a cerrar los accesos, mucho menos en el caso del magnate Lewis. Primero, porque hay un fallo de 2002 que fue confirmado por el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro en 2012, o sea, van veinte años de incumplimiento para abrir un acceso público, seguro y de fácil acceso para que cualquier familia argentina, patagónica, del norte o de Buenos Aires, pueda ir a tomar mate y disfrutar", dijo Grabois, sin mencionar las apelaciones en curso, e insistiendo en referirse al sitio como parte de un triángulo geopolítico estratégico que se completa con un aeropuerto en Sierra Grande, sobre la cosa atlántica, y la estancia El Cóndor, en el Estrecho de Magallanes (según dijo, también de "Lewis y sus testaferros").
"Por primera vez, un contingente, sin tener que ir a pedir servilmente permiso a un grupo empresario británico que compró tierras de manera fraudulenta en 1996, pudo pasar veinticuatro horas, disfrutar del lago y hacer una acción de reafirmación de nuestra soberanía", aseveró el líder del Frente Patria Grande.
De tal forma, aclaró: "No vinimos a discutir con una patota, sino a realizar una acción de reafirmación territorial y la pudimos hacer". Más allá de eso, mencionó que, estando en el lugar, les habían cortado la señal de celular. "Están acostumbrados a funcionar como un Estado paralelo", afirmó, y, sin citar expresamente a Villa Mascardi, hizo una alusión a lo que ocurrió en aquel sitio durante el desalojo de octubre al expresar que, en Lago Escondido, "había una especie de ‘comando unificado', como le dicen ahora". En ese sentido, mencionó a una "caballería surrealista" que actuaba con el apoyo de la Policía.
"Aparecieron para sacarnos del camino de sirga, es decir, de los quince metros que nos corresponden desde la costa", sostuvo.
A la vez, se refirió a la versión que se difundió en algunos medios acerca de una agresión a una empleada del lugar. En ese sentido, indicó que una mujer, parte de su grupo, se sentía mal y quiso retirarse, pero no podía hacerlo porque un vehículo bloqueaba el camino. Así, expuso que, tras dos horas, fue a exigir que se retirara el auto. "Si en ese forcejeo se cayó el celular de una persona, de una mujer, le pido mil disculpas, pero es mentira que hubo una agresión", expresó.
Grabois se refirió a la mansión de Lewis como "una Casa Rosada paralela", y volvió a criticar al presidente Alberto Fernández, en este caso, por no obrar para que se abra un sendero. "No entiendo cómo nosotros pudimos llegar y las fuerzas de seguridad no pueden hacerlo para garantizar el acceso de todos los argentinos", sostuvo.
"Estamos muy orgullosos de lo que hemos hecho", concluyó.
Fuente: El Cordillerano