Economía

¿Por qué el pistacho es el nuevo 'oro verde' argentino?

Este fruto seco introducido a Argentina desde Irán es un producto en expansión dentro de la economía agraria del país sudamericano, donde hay más de 3.000 hectáreas productivas del cultivo y exportaciones a Irán, Turquía y Siria.

A principios de la década de 1980, una familia iraní radicada en la provincia de San Juan (noroeste), introdujo el cultivo de pistacho al reconocer las similitudes geográficas y climáticas de los valles sanjuaninos con las áridas tierras persas.

"Mi abuelo llegó en el año 1980, mientras mi papá estaba terminando de estudiar. Él se hizo bodeguero y con el vino de mesa no acertaban en los negocios. Pero el clima de San Juan era el mismo que el de Irán, donde ellos vivían, en un valle precordillerano donde se producía pistacho y fue así que decidieron hacerse mandar unas semillas crudas y probar el cultivo", relató el productor de origen iraní Marcelo Ighani a Agrofy News.

Desde entonces, el cultivo de pistacho para la exportación se ha convertido en un negocio en franco ascenso, ya que el cultivo se adapta a las variaciones climáticas de ciertas regiones con el paso del tiempo y su producción se ha extendido hacia las provincias vecinas de Mendoza y Córdoba.

En la actualidad, hay más de 3.000 hectáreas cultivadas con el llamado oro verde argentino, volumen que se acerca a pasos agigantados a la producción de olivos a medida que aumenta la demanda del mercado internacional.

Cada hectárea puede producir hasta 5.000 kilos de este fruto seco, "mientras que los valores de comercialización rondan los 1.800 pesos (14 dólares) el kilo de pistacho salado con cáscara y tostado y los 2.600 pesos (20 dólares), pelados", informó el medio argentino Ámbito.

San Juan es la principal provincia productora de pistachos en el país con 2.463 hectáreas cultivadas, mientras que Mendoza cuenta con 376 y Córdoba con 200 hectáreas, según el último censo de frutos secos del Instituto de Desarrollo Rural en 2021.

"El pistacho es el futuro de la agricultura en zonas áridas. En Mendoza se cultiva cada vez más porque donde crece el olivo, crecen los pistachos", indicaron desde el Ministerio de Economía provincial.

El fruto seco, originario de mesopotamia y de color verde, es rico en vitaminas A, D, B6, B12, hierro, magnesio, calcio, potasio, fibra y antioxidantes. Es además un alimento que ayuda a controlar el colesterol y la presión arterial. (Sputnik)