Minería

La "guerra" del litio: vale la pena explotarlo si se exportan baterías argentinas y las provincias cobran 40% de regalías

Entrevista de Lola Sánchez

La Patagonia puede ser el próximo destino de la industria del litio -buscan extraerlo de la roca en un territorio de 500.000 hectáreas- mientras recrudecen los debates sobre posibilidades y riesgos de una materia prima de alta demanda en el escenario global. El Extremo Sur dialogó con Arnaldo Visintin, doctor en Ciencias Químicas (UNLP), investigador del CONICET y especialista en desarrollo tecnológico de las baterías de ion litio. Afirmó que los acuerdos vigentes "no son beneficiosos para las provincias" y que "las regalías a aportar por las empresas extranjeras deberían alcanzar al menos el 40%". "Si no producimos el litio de la piedra ni desarrollamos las tecnologías específicas, Argentina va a seguir importando la batería hecha" y "cada provincia tendría que estar muy preocupada por extraer el litio, el momento es ahora", aseguró. "El problema es que en Chile el litio le deja 40% al gobierno y nosotros nos quedamos con el 3%", remató.

Para Visintin, es necesario reforzar los acuerdos que supongan beneficios para los territorios y fortalecer la voluntad política en busca de la soberanía energética en el marco de la transición energética que llevan adelante los países desarrollados. El proceso es clave en Latinoamérica, una de las principales proveedoras de materia prima para la manufactura de tecnologías de punta.

Visintin subrayó la necesidad de avanzar en la producción y darle valor agregado al producir tecnología en territorio nacional. También manifestó su preocupación por el futuro de América Latina en la transición energética si continúa entregando el litio como mineral y sin valor agregado: "Sería importante que las baterías se fabriquen en Latinoamérica, para que no se vaya nuestro litio a otros países y saquemos más riquezas del mismo. Hoy son los países del norte quienes producen las tecnologías".

Pese a las ventajas del litio, algunos sectores de la población se han expresado en contra de su desarrollo, principalmente debido a los peligros de contaminación que conlleva por el uso del agua dulce, como en los salares en las provincias del Norte. Visintin sostuvo que "no hay pruebas científicas de que se esté afectando el agua, pero si es así, yo estaría de acuerdo en prohibir su extracción".

¿De qué manera se vienen desarrollando las tecnologías asociadas al litio en las últimas décadas?

El litio tiene variados usos convencionales, desde la medicina hasta el vidrio, las aleaciones, como aditivo de grasas. En los 90' surge en Texas el descubrimiento de un material catódico denominado "fosfato de hierro y litio", que dio luz a la batería de ion litio. En pocos años esta batería, que es liviana, desplazó a todas las demás baterías. Hoy no hay dispositivos electrónicos que no tengan batería de litio, salvo las baterías de plomo, que pronto van a ser desplazadas también. Su densidad de energía es tres veces mayor a la del plomo ácido. Hace 20 años los celulares eran tremendos equipos, porque la batería era grande. Hoy es totalmente distinto. De ninguna manera la tecnología actual de ion litio es la mejor, recién estamos empezando a desarrollar compuestos que puedan y que se pueda hacer todavía con mayor densidad de energía. En cambio, con la batería de plomo no hay mucho más para adelantar, se ha logrado casi el máximo de energía. La de ion litio está en su primera etapa. Hay una curva que representa la densidad de energía versus energía y estamos en la primera parte. Los primeros compuestos son los actuales. Sin embargo, hay un campo futuro enorme a desarrollar para mejorarlas. La batería de ion litio vino para quedarse.

Se está planeando desarrollar la extracción del litio en la Patagonia, pero a partir de la roca. ¿Qué características tiene este método de extracción? ¿Qué diferencias tiene con la extracción a partir de salmueras?

El litio se encuentra en muchos lugares, inclusive en agua de mar, en aguas termales, pero en pequeñas cantidades. Es difícil extraerlo. La mayor cantidad de litio -y la más rentable para su extracción-, se encuentra en los salares o en la piedra. Hay investigadores en Argentina que estudian el litio de la piedra, que aún no se produce. En la Patagonia se está pensando muy seriamente, me parece una excelente idea. El problema es que cuando quieran producirlo, van a aparecer las voces de siempre: "no al litio porque contamina, es minería".

¿Hay certezas de que la explotación no contamina?

Existen países como Australia que no contaminan. Si se llevan a cabo los cuidados necesarios, la extracción no produce contaminación. ¿Y cuál es la salida, entonces? Porque si no producimos el litio de la piedra ni desarrollamos las tecnologías asociadas al litio Argentina va a seguir importando la batería hecha. La ventaja de la piedra es su alta concentración de litio, entre un 4% y 7%, mientras que el de los salares es del 0,2 al 0,8 %. Lo que sucede es que la obtención de esta última es más barata. Por eso las multinacionales vienen a explotar el litio a Argentina, Bolivia, Chile. El de la piedra, en ese sentido, es más caro. El tema es que dicen que los salares utilizan mucha cantidad de agua para la producción, y en el norte hay poca agua. Se extrae la sal sin pagar demasiado. El gobierno va a decir que da muchos puestos de trabajo, pero no es así, da pocos puestos. Yo creo que hay que avanzar en la producción del carbonato de litio, la sal pura para baterías, porque tiene valor agregado. Producirlo desde el salar, con ese 99,9% de pureza, para baterías, hace que esa sal de litio cueste 70 mil dólares por tonelada. Hace dos años costaba 6 mil dólares.

¿La contaminación tiene más que ver con el marco regulatorio de la industria y no tanto con la actividad en sí?

Creo que sí. No hay pruebas científicas que digan que se utiliza el agua de las napas y no se repone. Para empezar, es una industria muy incipiente. Hasta el momento hay dos grandes compañías en Jujuy que sacan la sal. No hay pruebas de que realmente estén agotando el agua dulce. Eso se hace con estudios hidrogeológicos, estimo que pronto se deberán hacer, ya que hay gente muy capacitada en las universidades argentinas para ello. Todavía no hay pruebas científico-técnicas, pero si se comprueba que está afectando el agua, yo estaría de acuerdo en prohibir su extracción. Si vamos a ponernos a profundizar, tendríamos que sacar a la raza humana que contamina. Podemos evitar contaminar mirando como lo hacen otros países.

Por otra parte, planteás la posibilidad de que el litio se quede en el país para desarrollar tecnología en lugar de venderlo como materia prima. ¿Hace falta un cambio en el régimen legal de la industria minera?

El problema es que las provincias son dueñas de los minerales, cada gobernador negocia como quiere. Hasta el momento, no fuimos afortunados con el negocio. Chile, con su industria del litio, le deja 40% al gobierno. Nosotros nos quedamos con el 3%. En Jujuy se llegó a un poco más con JEMSE alcanzó un 5%. Pero hay un problema serio. Creo que en Argentina tendríamos que llegar, por lo menos, al 40%. Cada provincia tendría que estar muy preocupada por extraer el litio, el momento es ahora. Y producir valor agregado, producir baterías, litio metálico o separación isotópica (este proceso todavía no se logra, pero se está investigando). Es un mineral que va a resultar muy valioso.

¿Cómo es la situación en los países del norte?

La transición energética es un tema crucial en el mundo. En 2030 todos los autos de Europa tienen que ser eléctricos, es decir que todos van a funcionar con batería de litio o con hidrógeno. En Europa decidieron que, a partir de este año, se van a desarrollar enormes fábricas denominadas "gigafactories". El gobierno de Bruselas, por ejemplo, tomó la decisión de que todas las partes de esas baterías tienen que estar hechas en Europa. Actualmente se importan de China. Es difícil competir con los chinos porque tienen mejor precio y calidad, pero se decidió por ley que tienen que hacerlo así.

Mientras Europa construye fábricas, en Latinoamérica continuamos exportando materia prima para luego comprar tecnologías, cuando podríamos producirlas en el territorio, ¿qué queda para el continente en el marco de la transición energética?

No solamente está en debate el tema de la transición energética, sino que vamos a seguir trayendo baterías de China o de Europa, que cuestan mucho más que el litio que les damos. Con el cambio climático, tiene que haber una transición energética. El litio, junto al hidrógeno, cumple un rol importante en este proceso porque almacenan la energía. No la producen, sino que son acumuladores de energías renovables.

Además, dependemos del uso de baterías de litio para los aparatos electrónicos.

Dado el uso diario de baterías, sería importante que se fabrique en Latinoamérica, para que no se vaya nuestro litio a otros países y saquemos más riquezas del mismo. Hoy son los países del norte quienes producen las tecnologías. Europa está siendo la segunda potencia después de China en la producción de baterías. En Estados Unidos se está haciendo algo muy parecido a lo que pasa en Argentina, pero multiplicado. El Gobierno dio 113 millones de dólares para que una universidad de Nueva York haga pequeñas fábricas de baterías de litio y formar escuelas de ingenieros. Y-TEC YPF CONICET están haciendo una pequeña planta para producir celdas de batería, al mismo tiempo que forma gente para el futuro. No tenemos tanto dinero ni estamos invirtiendo como en Estados Unidos, pero estamos terminando el plan que ellos empiezan. Todo eso apunta a que Latinoamérica pueda tener su propia fábrica de baterías, no sé si los países industrializados están contentos, porque ellos necesitan nuestro litio.

De avanzar con proyectos de soberanía energética y producción de tecnología, ¿Argentina podría posicionarse con ventaja en el escenario global?

Creo que sí. Argentina tiene, por ejemplo, el orgullo de tener una Comisión de Energía Atómica. Tenemos satélites. Eso da dinero al país. El litio es otra cosa más, no va a salvar la Argentina. Es algo más que va a ayudar al desarrollo tecnológico, como los reactores atómicos en Bariloche. Hay tantas cosas importantes que ayudan al crecimiento y permiten que los jóvenes no tengan que emigrar a buscar trabajo de calidad en otros países.

Más allá de las decisiones científico-técnicas, ¿hace falta un cambio en la voluntad política?

Eso es lo que me preocupa, es lo terrible que tenemos en América Latina: tiene que haber una decisión. Pero no es tan difícil. La fábrica de Y-TEC, que se va a poner en marcha, fue desarrollada por un sector de la sociedad, por sistema científico-tecnológico, no hubo inversores industriales. No tenemos inversores que quieran meterse en la tecnología, pero está todo hecho. En dos meses, La Plata va a tener la primera planta de baterías de litio. Es necesario que haya inversiones. El Estado no puede poner todo el dinero. Necesitamos una política que decida hacer tecnología, empezar a fabricar y exportar baterías en toda Latinoamérica. Ya tenemos la primera fábrica, se puede multiplicar fácilmente. Hay gente muy preparada en metalmecánica en para replicar las máquinas. En Santiago del Estero planean hacer una planta varias veces más grande que la de La Plata. Van a estar formando gente, ingenieros de calidad que se preparan para producir baterías. La tecnología recién empieza, hay mucho para hacer. Tiene que trabajar la gente de tecnología con quienes trabajan en ciencia, va a servir para el país. En La Plata estamos trabajando en una batería de azufre-litio. No está en el mercado, tiene algunos problemas, pero es superior al ion litio. El azufre es muy liviano y tenemos mucho. Puede superar a la de ion litio. Hay un campo muy amplio para estudiar y mejorar la tecnología en el mundo, no solo de Argentina.

¿Cuáles son tus expectativas en relación a la extracción de litio en la Patagonia?

Espero que la extracción de litio de roca se ponga en funcionamiento en la Patagonia. Este tipo de litio es más contaminante y caro que el salar, pero la contaminación se puede evitar si va acompañada por una política de los gobiernos provinciales. Espero que puedan abrir sus ojos y vean que no solo vamos a vender carbonato, sino que podemos producir baterías para que se complete toda la cadena. Ojalá se logre más que el 3%. Se necesita mucha tecnología, gente preparada para hacerlo, y arrastra a otras fábricas necesarias para tener los elementos necesarios. Las provincias tienen que adaptar estas tecnologías. Chubut podría obtener litio de la roca, obtenerlo puro como los chinos y australianos. Creo en la necesidad de hacer tecnología, darle valor agregado, en el norte o en la Patagonia.