Patagonia

Chubut recauda cada vez menos y usa casi todos sus ingresos en el pago de salarios y jubilaciones

La provincia nuevamente está al borde de la crisis. Esta vez es producto del achicamiento de los ingresos, en especial los vinculados a las regalías petroleras y también los de Coparticipación. Como no aumentan los ingresos provinciales considerablemente la masa salarial, que no ha tenido variaciones en el arranque del año, se consume la casi totalidad de los fondos con que cuenta la provincia.

Otra crisis se avecina con peligrosidad en el futuro de Chubut. Las cuentas públicas están cada vez más apretadas porque se desploman los ingresos por regalías y la presión que ejerce la masa salarial sobre los ingresos es cada vez mayor.

Durante los meses de enero y febrero, sin que se produjeran aumentos en los salarios de los empleados públicos y los jubilados provinciales, la erogación en sueldos representó casi el 100% de los ingresos que tiene la provincia después de coparticipar lo que corresponde a los Municipios.

El problema se vuelve a torna nuevamente preocupante porque a este ritmo los ingresos no alcanzarán para pagar los sueldos, hasta quizás retorne el tristemente recordado pago escalonado o los atrasos de varios meses que ya supo transitar la provincia; y lo que es peor aún no habrá recursos para hacer funcionar el Estado provincial en la respuesta a los servicios esenciales.

La inflación sigue desbocada en el país, podría alcanzar y superar el 100% en el nuevo anuncio que haga el INDEC esta semana que viene, y la provincia pierde cada vez más ingresos que no le permitirán funcionar.

El gobierno de Mariano Arcioni nada dice sobre esta situación y si lo hace es para volver a aplicar un ajuste sobre los sueldos de trabajadores estatales y jubilados provinciales, por eso les ofreció tan solo un 38% de aumento de salarios y en cuotas para buena parte del 2023.

El problema de Chubut no son los gatos y menos aún los sueldos o jubilaciones, sino que el meollo de la cuestión se encuentra en la recaudación ya que los ingresos son cada vez menores y especialmente los vinculados a las regalías petroleras.

Ingresos al filo de la crisis

Los ingresos totales de la provincia estarían en febrero un 3,8% de lo podría ser una inflación interanual que rondaría el 99%, pero si el índice del INDEC supera ese porcentaje la brecha positiva se achicará o desaparecerá.

El único rubro pone a los ingresos provinciales por arriba la inflación es el de los impuestos de recaudación propia y superaron casi en un 31% a la suba de precios, pero las regalías petroleras en pesos cobradas en febrero quedaron 5,7% debajo la inflación y los fondos de Coparticipación Federal de Impuestos un 3,4% negativo.

Este cuello de botella se torna insalvable si la provincia no aumenta su recaudación y especialmente la vinculada a la explotación petrolera, porque dicho sea de paso los pagos de la deuda en dólares absorberán cada vez más ingresos del rubro de las regalías.

Mientras las regalías sigan retrocediendo y no se aproveche el alto precio internacional del crudo, la crisis es un camino sin retorno para la provincia.

La irregularidad con se mueven los ingresos por regalías ante la inflación es completamente preocupante y habrá que esperar que siga un sendero aún más complejo producto del desplazamiento de inversiones hacia Vaca Muerta.

Los pagos de deuda en dólares ascendieron a los 85 millones y representaron el 18% de todo lo recaudado en el año. Para afrontar los pagos de la deuda en dólares en este 2023 deberá utilizar el 26% de todas las regalías que podrían ingresar en el año. En 2024 y de mantenerse ese mismo promedio tendrá que destinar 29% de todos los ingresos de este rubro.

Es decir que más de un trimestre de regalías se esfumarán en pago de deuda y no podrán ser usadas por Chubut.

Ver el artículo: Conformismo e ideología de Goma Eva: cómo salir de la deuda y cobrarle impuestos a los que se llevan todo


Sueldos al límite del atraso

La descompensación en los ingresos ha llevado que la masa salarial total de Chubut, incluyendo estatales y jubilados, casi alcance el 100% de los ingresos que le quedan a la provincia después de coparticipar a los Municipios.

Sin contabilizar lo que se distribuye entre las Municipalidades el desfasaje se fue haciendo más notorio en el arranque de este 2023. En enero los sueldos representaron 64,1% de los ingresos, mientras que en febrero su impacto subió al 65,3%.

Cuando se descuentan las transferencias a las Municipios, el impacto de la masa salarial ascendió al 95,8% en enero y al 97,3% en febrero.

El dato relevante es que en durante el mes pasado los salarios no tuvieron incrementos, pero decrecieron los ingresos de la provincia y por eso su incidencia fue aún mayor.

Bomba de tiempo

Esta secuencia de reducción de los ingresos no solamente terminará afectando el pago de salarios en la provincia, sino que además volverá a poner en riesgo el pago a proveedores y el funcionamiento de sectores esenciales como la salud, la educación y los servicios públicos.

La retracción de la producción petrolera no solamente se traduce en menores ingresos por regalías, que además se ven afectadas por el pago de la deuda emitida en monera extranjera; sino que además genera una crisis recaudatoria de importancia de la que nadie habla y que parece estar escondida en un complejo año electoral para Chubut.

Si la crisis no explota antes de las elecciones será un milagro y de lo contario será una bomba de tiempo activa y a punto de detonar para la próxima gestión que asuma el diez de diciembre de 2023.

La pregunta del millón es si la solución a la crisis volverá a ser la remanida receta del ajuste sobre los estatales y jubilados, si se buscará volver a la senda del endeudamiento o si por el contrario se buscará incrementar los ingresos y hacer funcionar al Estado como corresponde.