El país

Edesur y su historia de abusos y pésimos servicios, desde la privatización de Menem hasta la intervención actual

SPUTNIK

La firma nació en plena ola de privatizaciones argentina de la década de 1990, durante el primer mandato de Carlos Menem, y desde entonces ha sido señalada como responsable de varios apagones masivos en el área metropolitana de Buenos Aires.

El ministro de Economía argentino, Sergio Massa, anunció la intervención por 180 días de la empresa privada de distribución eléctrica Edesur, luego de incumplimientos en obras de mantenimiento que provocaron extendidos cortes de energía durante una de las más sofocantes olas de calor que experimentó el verano del país sudamericano.

Sin embargo, no es la primera vez que la empresa privada administradora de la distribución eléctrica presenta fallas en la transmisión eléctrica para la mitad sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como para varios partidos en la Provincia de Buenos Aires, concretamente los de Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Esteban Echeverría, Ezeiza, Cañuelas, San Vicente, Presidente Perón, Florencio Varela, Quilmes y Berazategui.

Ola de privatizaciones

Durante los primeros años de la década de 1990, con Carlos Saúl Menem (1989-1999) al frente del Gobierno, Argentina afrontó un proceso de privatización de casi todos sus entes públicos, desde el correo nacional hasta su empresa de energía eléctrica.

Edesur surge de la privatización en 1992 de la empresa estatal de distribución eléctrica Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires (SEGBA), que permitió la entrada de capitales privados en operaciones energéticas bajo la ley 24.065, conocida como 'Marco Regulatorio Eléctrico'.

El servicio quedó en manos de Edesur, una nueva compañía que era controlada por el Consorcio Distrilec Inversora S.A., que tenía el 51% de las acciones y estaba integrado por el grupo argentino Perez Companc, Chilectra y Enersis de Chile y Endesa de España que absorbieron a SEGBA tras ofertar 511 millones 21.021 dólares. El Contrato de Transferencia de Acciones se firmó el 6 de agosto de 1992.

Con el paso del tiempo, los capitales chilenos participantes de la operación en Argentina (Chilectra y Enersis) fueron adquiridos por la multinacional española Endesa y más tarde pasaron a la multinacional de distribución eléctrica italiana Enel. Actualmente, Enel posee el 56,35% de las acciones Clase A de Distrilec Inversora S.A. y del 43,09% de las acciones Clase B de Enel Argentina.

Apagones veraniegos

Las privatizaciones de Menem no evitaron los problemas de distribución de electricidad, ya que los cortes de servicio fueron desde finales de la década una constante para los habitantes de la ciudad de Buenos Aires y el área metropolitana de la provincia homónima, especialmente cada verano.

Durante el verano de 1999 se produjo la primera gran crisis energética que afectó a los clientes de Edesur, cuando un corte se mantuvo durante 11 días consecutivos, afectando a un estimado de más de 600.000 personas.

El apagón masivo fue causado por un incendio en una subestación de generación eléctrica de Edesur. Producto de la falla, tanto esa firma como el ENRE debieron responder ante la Justicia, que en el año 2000 falló a favor de los usuarios y obligó a la empresa a resarcir a sus clientes.

El mismo escenario se repitió en 2006, cuando la Justicia falló a favor de una familia que demandó a la empresa luego de permanecer más de 204 horas sin servicio eléctrico.

En 2019 llegaría un nuevo apagón masivo. Esa vez, comenzaron a sonar en Argentina voces que reclamaron una reestatización de la compañía, considerando que la falta de inversión en infraestructura y poca fiscalización estatal habían deteriorado el servicio.

La empresa respondió alegando que los topes tarifarios dispuestos por el Estado argentino para millones de usuarios durante años le habían impedido hacer frente a las inversiones necesarias en infraestructura. Como respuesta, el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) resolvió aplicar un incremento de 3.000% en el precio del servicio. Sin embargo, la empresa no concretó las inversiones reclamadas.

Futuro de Edesur

De acuerdo a los contratos privatizadores de 1992, las empresas de distribución eléctrica están obligadas a "realizar las inversiones necesarias para asegurar la prestación del servicio público conforme al nivel de calidad exigido".

No obstante, el ENRE concluyó que en el período 2016-2019 las inversiones eléctricas disminuyeron con respecto a 2015 a pesar de que las tarifas se incrementaron entre 1.600 y 3.000%.

En noviembre de 2022, Enel anunció su intención de desprenderse del control de Edesur y otras empresas en Argentina como parte de un programa de desinversión del gigante italiano en la región. Con la denuncia presentada contra los directivos de la empresa, el Gobierno pretende que se garantice el cumplimiento de los contratos de concesión.

"No podemos permitir que un servicio público que es básico en nuestra vida se vea afectado por el incumplimiento de las empresas", aseveró Massa, aclarando "el Estado va a llevar adelante una fiscalización efectiva que garantice el cumplimiento del contrato" pero que con la gestión "no se afecta la propiedad de los accionistas, como tampoco resulta afectado el contrato de concesión".