Minería

Paso Puelo: el crimen de dinamitar la montaña y la selva valdiviana para abrir una ruta y explotar la minería

Por Adrián Moyano*

402 años atrás, la intimidad del bosque sufrió una primera profanación. El cronista español que luego elevó el informe denominó a la expedición maloca, es decir, una empresa esclavista. Someramente, reconstruyó el itinerario, en parte lacustre, en parte terrestre. El año anterior, una columna similar se había integrado con 46 efectivos y después de navegar por el lago Llanquihue, cruzó la cordillera por el que luego se llamaría Camino de las Lagunas, hasta dar con el Nahuel Huapi e incluso, asomarse hasta el nacimiento del Limay. Pero en 1621, en lugar de rehacer aquel itinerario, los expedicionarios dieron "la vuelta al sur" hasta toparse "con otro río llamado Puelo". Redactó las dos descripciones Diego Flores de León y si bien es muy probable que sus compatriotas se aventuraran hacia el este cordillerano con anterioridad, las suyas son las primeras menciones escritas, tanto al Nahuel Huapi como al Puelo. Nótese la antigüedad de la toponimia que cuatro siglos de colonialismo no pudieron borrar.

Aunque breve, el relato contiene valiosas precisiones. Explica que el contingente navegó 12 leguas por el río, es decir, unos 60 kilómetros. En determinado momento, los intrusos abandonaron las piraguas "y de allí fuimos a pie abriendo grandes montes para pasar por la falda de la cordillera, y en algunos pasos tuvimos necesidad de hacer escaleras para pasar". Quiere decir que no existía camino. Por la expresión "abriendo grandes montes" debe entenderse la destrucción del bosque para permitir el avance de los soldados. Los antiguos moradores de esos espacios territoriales tenían la costumbre de cruzar las grandes montañas en una y otra dirección desde tiempos inmemoriales, pero evidentemente, se valían de otras sendas.

Mapa de 1897 donde se advierte el río. Nótese que aún había espacios "inexplorados".

Para una perspectiva anticolonial de la historia el texto que legó Flores de León es muy importante, porque después de superar las elevaciones, la columna desembocó "en lo llano donde caminamos cosas de veinte leguas la vuelta al sur", es decir, por la jurisdicción chubutense del presente. Durante su avance, apresó "dos indios", uno de ellos puelche. Además de otros significados que se entroncan con aspectos muy complejos de la espiritualidad mapuche, el vocablo suele traducirse como gente del este. Entre otros cometidos, la maloca procuraba dar con españoles a los que suponía en latitudes más australes, presencia que sugería la fantasiosa Ciudad de los Césares. El involuntario interlocutor de los recién llegados se expresó en mapudungun, porque explicó que, en un viaje anterior, "había dado con unos indios que le dijeron venían de hacer mita a los güinca, que así llamaban a los españoles", anotó el soldado.

Talento oratorio

El desventurado puelche añadió que el territorio donde se encontraban se llamaba "Tipallante, que quiere decir nacimiento del sol y el cacique de ella toma el mismo nombre". Evidentemente, el cautivo dijo tripay antü (sale el Sol o salió el Sol) y el europeo entendió como quiso, pero más allá de su interpretación, resulta clarísimo que el mapudungun se hablaba unos 100 kilómetros al sur del lago Puelo cuando a ningún invasor se le había ocurrido la falacia de la extranjería mapuche. Francisco Fonck, un médico alemán al servicio de Chile, analizó el mismo texto en 1899, al publicar los diarios de viaje del sacerdote Francisco Menéndez. Cuando el jefe español urgió al prisionero que los guiara hacia el sur, éste tomó arena del suelo y la fue soltando para que los intrusos supieran que en el camino "había más indios que granos de arena tomaba él en sus manos". Para Fonck, esa "metáfora clásica" era "un ejemplo del talento oratorio propio a los indios araucanos. Es notable este modo de simbolizar y exaltar que se suele repetir en sus discursos". Por las dudas, recordemos que durante buena parte del siglo XIX y parte del XX, el colonialismo y sus intelectuales llamaron araucano al pueblo mapuche.

Tal vez con menos poesía, pero con urgencia, a comienzos de mayo la comunidad Cayun Panicheo renovó una alerta, porque del lado chileno se reactivó el proyecto de avanzar con el Paso Internacional El Bolsón-Puelo, que en la actualidad llega hasta la localidad de Segundo Corral. Para su concreción, sería menester dinamitar y desmontar "más de 11 kilómetros de montaña con bosque nativo de selva valdiviana. Hacemos un llamado urgente a defender y proteger nuestro caudal lleno de agua y vida: el río Puelo". El mismo por el que navegó aquella maloca.

La comunidad recordó que se trata de una cuenca binacional y que existe un estatus de protección: el área forma parte de la reserva Bosques Templados Lluviosos de los Andes Australes y fue definida por la UNESCO como Reserva de la Biósfera Transfronteriza. Sin embargo, tantas declaraciones parecen irrelevantes. "El río Puelo, es uno de los pocos ríos en el mundo que fluye libre de Cordillera a mar, siendo hábitat de una diversidad única, flora y fauna consideradas en peligro, siendo vital resguardar los lugares donde estas especies viven, como lo son el huemul, el pudú, el monito de monte, el pato de los torrentes, el pez pullú, el puma", alertó el lof.

Agua esencial

Cuatro siglos después de los primeros machetazos, todavía "existe gran variedad de flora nativa de especial valor como el canelo, el alerce, el ciprés, las pataguas, etc." Mientras se registra en el área una sequía inaudita, valoran las y los mapuche que "las aguas del río Puelo y el ecosistema donde fluye, se encuentran en un buen estado de conservación, esencial para la calidad de vida del territorio y la gente, aunque los últimos días hemos registrado como el río Puelo viene con mucha espuma y algas de contaminación directa del lago Puelo".

La línea fronteriza es impotente a la hora de impedir el paso de los deterioros ambientales. "El lago es el receptor de múltiples ríos y arroyos, algunos de ellos como el río Quenquentreu, que atraviesa la ciudad de El Bolsón, donde se arrojan los desechos cloacales al río, sin dimensionar, los municipios y la sociedad, que dentro de la naturaleza está todo conectado, y que toda esa contaminación río abajo afecta al ecosistema entero. Este es otro tema, pero que de igual manera nos preocupa porque se enferma a nuestro río, por eso consideramos, que la construcción de una ruta internacional, directamente, ¡atenta con la vida del valle!"

"Es algo muy grave intervenir las nacientes del río para la creación de una ruta que la gente no necesita, en vez de atender las reales demandas de los habitantes. Sabemos que los lugareños del sector de Segundo Corral precisan llegar en vehículos hasta sus casas y esta es una necesidad de la gente a la cual no nos oponemos, pero de esto debería de encargarse el Municipio de Segundo Corral y no involucrarse con intereses ajenos a la gente del valle, que ponen en riesgo todo el patrimonio natural y cultural que tenemos", diferenció la comunidad.

Precisamente, "la conexión entre lugareños de un lado y otro de la cordillera siempre existió, y nunca fue un problema". Para las y los mapuche, Puelo viene de puelko y significa "aguas del este", como vimos, denominación documentada hace muchísimo tiempo. "Nosotros somos el lof Cayun Panicheo, una comunidad mapuche que protegemos (sic) el río Puelo porque consideramos que el daño que le hacemos al entorno es un daño directo a nosotros mismos. Somos conscientes de lo valioso que es nuestro lugar por eso lo cuidamos, no queremos modificar nuestro espíritu, nuestra identidad, nuestra naturaleza por ambiciones ajenas a gente del lugar", establece el pronunciamiento.

"Los gobernantes de ambos lados del futa mahuiza -cordillera- impulsan la creación de una ruta internacional desde hace tiempo, no toman en cuenta la opinión de los pobladores, nunca se nos informó de los interese que hay puestos en el territorio". A pesar del hermetismo, la comunidad sabe que "destruir la mapu es un negocio. El extractivismo avanza y se impulsa como progreso, ya no se valora la vida, el sistema winka impulsa la muerte del territorio natural, un ejemplo es el negocio del fuego", recuerda el documento.

Los Cayun Panicheo no pierden de vista "las claras intenciones que tiene el gobierno de Chubut de explotar los minerales, tanto en la Cordillera como en la meseta de la provincia. Para eso necesitan primero dinamitar y descubrir los valiosos minerales que están dentro de las montañas, impulsan pasos internacionales a lo largo de toda la frontera política entre Argentina y Chile, contribuyendo al Plan IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana).

El último párrafo del pronunciamiento insta a que la población se informe y que el conjunto se organice. "De esta manera formaríamos el verdadero y necesario camino", exhorta el texto. 402 años después de aquella primera intromisión, otros "güinca" persiguen espejismos similares a la Ciudad de los Césares y no trepidan en reabrir "grandes montes para pasar por la falda de la Cordillera". Pero igual que entonces, la resistencia reúne a más gente que "granos de arena" pueden tomarse en las manos.

*Escritor y periodista