El país

A 20 años de la asunción de Néstor Kirchner

Por Ramiro Barreiro (SPUTNIK)

La asunción presidencial del 25 de mayo de 2003 en Argentina sería recordada como la más anodina de la historia, si no fuera por las transformaciones que este país sudamericano vivió durante la gestión del peronista Néstor Kirchner (2003-2007) y que impactaron en toda América Latina.

Como un feriado que cae en un domingo frío, la jornada sirvió como acto administrativo. Sin embargo, quienes concurrieron a la Plaza del Congreso Nacional no lo hicieron tanto por Kirchner como por lo que si figura significaba: el fin del neoliberalismo y un baño de renovación para el peronismo post Menem.

El santacruceño de entonces 60 años se había quedado con la banda presidencial con exiguos 22,25% de los votos, y entró a la Casa Rosada gracias a la renuncia de dos veces mandatario Carlos Menem (1989-1997) a su candidatura en el balotaje.

Luego de su recordado juramento, el de la torpeza protocolar y las sonrisas de su compañera, la vicepresidenta Cristina Fernández, el flamante presidente se dio un baño de masas, entre micrófonos, abrazos y cámaras, que le ocasionaron un corte en la frente.

El 25 de mayo se cumplen 20 años de ese día, que marcó el nacimiento de lo que pasó a llamarse kirchnerismo.

El integrador

En el plano local, Kirchner pagó la deuda externa originada, en parte, por la dictadura militar y despreció a los propios dictadores descolgando los cuadros de Jorge Videla y Reynaldo Bignone de las paredes del Colegio Militar. Además, derogó las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que aligeraban responsabilidades a segundos y terceros mandos del Ejército en los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar (1976-1983).

Sin embargo, un logro pocas veces atribuido al primer presidente patagónico de la historia es el de integrar nuevamente a Latinoamérica como región más política que económica.

"Realmente ha sido muy intenso lo de Néstor, como lo que hizo en la Argentina", resume a Sputnik el diputado peronista por la Ciudad de Buenos Aires, Eduardo Valdés, quien conoció al matrimonio Kirchner en la convención constituyente de 1994. "Él cumplió ese mandato de profundizar que América del Sur sea una zona de paz y cooperación", agrega.

Sospechas y persecuciones

A 20 años del comienzo del kirchnerismo, buena parte de aquella construcción de Patria Grande, que adquirió su faceta más intensa cuando Néstor Kirchner presidió la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), tras su inquilinato en la Casa Rosada, hoy está empañada por las mismas sospechas de corrupción y/o consecuencias del lawfare (persecución judicial) que también condicionan a su compañera de toda la vida.

Entonces, así como el hospital más nuevo de Haití se llama Néstor Kirchner, una estatua que consagraba su figura en la sede de Unasur, organismo del que fue el primer secretario general y a la que el actual Gobierno argentino acaba de anunciar su regreso, fue removida con desprecio, y trasladada a Buenos Aires.

Valdés destaca los logros de su amigo Néstor en los seis meses que estuvo al frente del organismo continental, antes de enfermar y morir: "el encuentro entre [los expresidentes de Colombia y Venezuela] José Manuel Santos [2010-2018] y Hugo Chávez [1999-2013], que estaban al borde de la guerra y logró que firmaran el acuerdo de Santa Marta"; la creación de "una secretaría técnica para cooperar con ayuda humanitaria con Haití por el terremoto que habían tenido en el 2010"; la aceptación de la propuesta del expresidente chileno, Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022), para adoptar una "cláusula democrática al organismo que impone sanciones a cualquier Estado que quebrara la democracia".

En la actualidad, el panorama del progresismo regional parece liderado por su amigo Lula, aunque se lo ve empeñado en relaciones que todavía no son estrechas.

Consultado sobre si existe hoy una figura que pueda condensar a todos esos Gobiernos en una sola oleada -como fue la del 2010-, tal como lo hizo Kirchner, Valdés asegura: "lo más parecido a Kirchner hoy es Lula".

"Veo que [los nuevos Gobiernos de la región] se están conociendo, creo que hay un liderazgo de primus inter pares de Lula, que a mí me parece bueno, pero todavía se están mirando. Pero ahora hay una fecha [el 30 de mayo] en la que se van a juntar todos los líderes de Unasur en Brasil. Y eso está bueno. Eso a mí me gusta", se entusiasma el parlamentario.

Con todo, y para finalizar, Valdés destaca otro legado de Néstor Kirchner en pos de la integración regional, quizás el más importante de todos: el de crear una conciencia latinoamericanista pero fronteras adentro.

"Creo que una de las cosas más importantes que hizo Néstor como presidente fue precisamente la recepción que hubo hacia los inmigrantes latinoamericanos en su Gobierno con la ley de Patria Grande, que era una ley de brazos abiertos", concluye.