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Defensa rusa: EEUU desarrolla armas biológicas en Ucrania

SPUTNIK

Los datos obtenidos por los militares rusos demuestran una vez más que EEUU está desarrollando armas biológicas en el territorio de Ucrania, declaró el teniente general Ígor Kirílov, jefe de las Fuerzas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las FFAA rusas, durante una sesión informativa.

Señaló que, aunque en el propio Estados Unidos se habían producido epizootias de gripe aviar desde 2003 y un caso de transmisión a humanos, en toda la historia de la vigilancia no se había registrado en suelo estadounidense ningún brote de enfermedades que supusieran una amenaza importante para la seguridad alimentaria, como la peste porcina africana y la fiebre aftosa.

"Al mismo tiempo, el Departamento militar estadounidense estudia activamente estas infecciones de importancia económica fuera del territorio nacional, en biolaboratorios situados fuera de las fronteras de sus adversarios geopolíticos. Esto confirma una vez más que Estados Unidos está desarrollando componentes de armas biológicas fuera de su jurisdicción nacional, incluso en el territorio de Ucrania", afirmó el general.

Informó también que documentos obtenidos durante la operación militar especial en Ucrania muestran que el Instituto de Investigación Walter Reed del Ejército de EEUU llevaba varios años entrenando a personal ucraniano en un programa de reducción de amenazas biológicas. Y Robert Lipnik, jefe del Departamento de Epidemiología, y sus subordinados fueron involucrados en la formación de especialistas ucranianos.

Según Kirílov, el Instituto de Investigación Walter Reed del Ejército es una parte esencial del Sistema Global de Vigilancia Biológica del Pentágono (EIDSS, por sus siglas en inglés).

"Ucrania como un trampolín para el despliegue de la OTAN"

Las pruebas indican que Estados Unidos estaba considerando Ucrania como trampolín para el despliegue de contingentes de la OTAN, profundizó Kirílov.

Precisó que representantes del Walter Reed Army Research Institute supervisaron los proyectos militares y biológicos U-PI-1 y U-PI-2, durante los cuales se recogieron activamente biomateriales de la población ucraniana. Por ejemplo, el U-PI-1 recolectó más de 800 muestras de sangre con el pretexto de estudiar la propagación de infecciones transmitidas por garrapatas.

Los datos obtenidos por el organismo castrense ruso confirman la participación del Instituto Reed en el estudio de la resistencia a los antibióticos de los microorganismos aislados de los soldados de las FFAA de Ucrania durante las operaciones de combate en Donbás entre 2014 y 2020. Un total de 813 microorganismos de 162 pacientes fueron estudiados en cuatro hospitales militares ucranianos ubicados en diferentes partes del país y se realizó la secuenciación del genoma completo de 52 aislados.

"Surge una pregunta legítima: ¿por qué estudiaría el Instituto del Ejército de EEUU la resistencia a los medicamentos de los microorganismos aislados en Donbás? Esta es una prueba más de que EEUU consideró el territorio de Ucrania como un trampolín para el despliegue de contingentes militares de la OTAN", sostuvo Kirílov.

Kirílov recordó que en octubre de 2022 EEUU promulgó la Estrategia Nacional contra las Amenazas Biológicas, que tiene carácter doctrinal y define la gestión del riesgo biológico como una prioridad vital para EEUU.

"Con la estrategia aprobada, Washington planea crear una arquitectura controlada por EEUU para prevenir, responder y neutralizar las amenazas biológicas en su interés nacional", explicó Kirílov.

"Una de las áreas de desarrollo estratégico es la mejora de los métodos de biodefensa individual y de grupo para el personal militar estadounidense en diversos teatros de guerra. Al mismo tiempo, el objetivo es seguir estudiando los patógenos endémicos de zonas de enfermedades infecciosas especialmente peligrosas", añadió.

Kirílov destacó también que Estados Unidos está fijando objetivos a largo plazo para la búsqueda de aplicaciones militares de la biotecnología con el fin de superar a sus rivales estratégicos.

"El documento establece objetivos a largo plazo para el desarrollo de la biotecnología y la búsqueda de sus aplicaciones militares. El fin declarado, cito textualmente, es "...asegurar la soberanía tecnológica en el campo de la bioproducción y superar a los rivales estratégicos", dijo.

Asimismo, subrayó que la estrategia fue desarrollada por el departamento militar estadounidense.

"El importe de la financiación de las actividades previstas en los documentos estratégicos aprobados para los próximos cinco años asciende a unos 90.000 millones de dólares. Al mismo tiempo, EEUU pretende reforzar el control global de la situación biológica en el mundo y se reserva el derecho a realizar investigaciones de 'doble uso', incluso fuera del territorio nacional", enfatizó el general.

Actividades militares-biológicas de EEUU en el territorio del espacio postsoviético

En sus palabras, EEUU se convierte en propietario de colecciones de microorganismos patógenos de otros países al amparo de tareas pacíficas. En particular, los estadounidenses planean seleccionar agentes de infecciones especialmente peligrosas en Asia Central y Transcaucasia bajo la égida de la cooperación humanitaria.

Según él, Washington ha intensificado las actividades militares-biológicas en el territorio del espacio postsoviético. En el marco de esta actividad, la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa de EEUU (DITRA) y los contratistas del Pentágono están siendo sustituidos por intermediarios civiles, en especial, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU y la Compañía de Investigación Sintética Gryphon.

"Bajo la apariencia de resolver tareas puramente pacíficas en los estados de Asia Central y Transcaucasia, se planea trabajar en la selección y genotipado de muestras de patógenos de infecciones especialmente peligrosas endémicas de estas regiones: peste, ántrax y tularemia. A la vez, la Administración estadounidense está utilizando un escenario bien probado de cooperación supuestamente 'humanitaria'", recalcó.

Por ejemplo, los representantes estadounidenses expresan su preocupación por el estado de la situación biológica en tal o cual país. Con el pretexto de resolver el problema, los ministerios competentes de estos países se interesan por el trabajo conjunto y se concluyen acuerdos intergubernamentales con ellos.

"Como resultado, se construye una instalación de biocontención conectada al sistema único de biovigilancia. Todos los avances biológicos del país, incluidas las colecciones de patógenos, pasan a ser propiedad de EEUU, y las instalaciones de laboratorio que se han creado resultan inútiles sin el apoyo de EEUU", explicó el general.

Aumento del número de biolaboratorios estadounidenses aislados al máximo

Estados Unidos ha aumentado el número de laboratorios biológicos con el máximo nivel de aislamiento del entorno exterior, afirmó el jefe de las Fuerzas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las FFAA rusas.

"Me gustaría llamar la atención, en los últimos años el número de laboratorios biológicos con niveles máximos de aislamiento BSL-3-plus y BSL-4 ha aumentado significativamente en Estados Unidos", resaltó.

De acuerdo con un informe del King's College de Londres, en Estados Unidos hay 25 laboratorios operativos y tres en construcción en los que se investiga sobre virus y bacterias altamente peligrosos, dijo el general.

"Según el documento, está prevista la apertura de otros 18 laboratorios BSL-4 en los próximos años, la mayoría de los cuales estarán situados en países asiáticos, fuera de la jurisdicción nacional estadounidense", añadió.

"Sin embargo, existe la preocupación de que el funcionamiento de estas instalaciones plantee graves riesgos: los laboratorios están situados en zonas densamente pobladas, se construyen a expensas de equipos de protección, y los países en los que tienen su sede carecen de una normativa legal eficaz que regule las cuestiones de bioseguridad", enfatizó.

Compromisos de seguridad en la investigación sobre armas biológicas

"Hay que señalar que Estados Unidos nunca ha manifestado claramente su compromiso con la seguridad de las investigaciones que se llevan a cabo en los biolaboratorios bajo su control", indicó Kirílov.

El análisis de los documentos de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU relativos a violaciones de la seguridad confirmó este extremo.

"Durante la investigación realizada por el medio independiente Intercept, se estudiaron más de 5.500 páginas de informes de incidentes. Se concluyó que las investigaciones llevadas a cabo en universidades de Washington, Minesota e Illinois provocaron infecciones intralaboratorio y crearon el riesgo de una mayor propagación de patógenos peligrosos", comentó.

Estas estadísticas no tienen en cuenta los incidentes ocurridos en instalaciones biológicas militares, una de las cuales es el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas de Fort Detrick, añadió.

"Dicho esto, el instituto ha sido repetidamente objeto de investigaciones por parte de las agencias federales estadounidenses debido a sus actividades poco transparentes e inseguras. En 2009, por ejemplo, sus operaciones fueron suspendidas debido a violaciones de las normas de contabilidad de biomateriales que creaban riesgos de pérdida, robo y tráfico de patógenos", dijo el general.

"Recordemos que era el instituto donde trabajaba el microbiólogo Bruce Evans, principal sospechoso de los atentados bioterroristas con esporas de ántrax perpetrados en 2001 en Estados Unidos", detalló.

Agregó que los reguladores federales prohibieron las operaciones con patógenos peligrosos en Fort Detrick en 2019 debido a la escasa eficacia de los sistemas de desinfección de efluentes y a numerosas infracciones de seguridad que tardaron casi un año en solucionarse.

"Según un comunicado oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, fue durante este periodo cuando se registraron brotes localizados de neumonía de origen desconocido en varias zonas de EEUU", recordó.

El 8 de marzo de 2022, el Ministerio de Exteriores de Rusia informó a la comunidad internacional que se habían hallado documentos de la red de laboratorios que operaban en las ciudades ucranianas de Kiev, Odesa, Leópolis y Járkov y que sustentaban las acusaciones contra Washington de violaciones de la CABT.

En concreto, la documentación capturada reveló que los laboratorios ucranianos destruyeron apresuradamente patógenos altamente peligrosos de la peste, ántrax, tularemia, cólera y otras enfermedades mortales el 24 de febrero de 2022, el mismo día que las fuerzas de Rusia iniciaron la operación militar especial en Ucrania.