El mundo

Haití, hundido en una grave crisis, recibe un nuevo golpe del clima

El país caribeño sufrió recientes inundaciones y un terremoto que agrava una situación límite. Naciones Unidas ofreció ayuda al país caribeño para atender a las víctimas de las inundaciones y del terremoto, ocurridos entre el viernes 2 y el martes 6 de junio.

Al menos 50 personas murieron a causa del agua, hay alrededor de 20 desaparecidos y más de 100 heridos. A la vez, cuatro personas murieron por el sismo.

Las consecuencias de estos fenómenos naturales -con el antecedente del devastador terremoto de 2010 que dejó unos 300.000 muertos- agravan aún más una crisis social, política y económica nacional persistente durante años.

Este problema se agravó a partir del magnicidio del presidente Jovenel Moise, en julio del 2021, con el avance de pandillas en las ciudades, en particular en la capital Puerto Príncipe.

En tanto, el Alto Consejo de Transición de Haití rechazó participar de un foro sobre la situación en la nación, a realizarse del 11 al 13 de junio en Jamaica.

El comité organizó los últimos días de mayo un evento sobre los mismos temas y casi con los mismos participantes.

"El diálogo, cualquiera sea el motivo, debe darse entre los haitianos y en el país", dice el texto firmado por la presidenta de ese órgano, Mirlande Manigat.

"Hace unos 22 meses el actual Gobierno de facto no encuentra ninguna respuesta para salir adelante frente a una descomposición social a nivel nacional", dijo a En órbita, el cientista político haitiano radicado en Argentina, Jean Launy Avril.

El entrevistado declaró que el Ejecutivo liderado por el primer ministro Ariel Henry no se manifestó con claridad sobre las consecuencias por las recientes lluvias y el terremoto.

Esta ausencia se evidencia además en la creación del movimiento de autodefensa Bwa Kale, ante la incapacidad estatal para abordar la violencia.

"La situación en Haití es caótica. La mayor concentración económica es en la capital Puerto Príncipe y hay departamentos donde no se puede circular ni desarrollar actividades, porque las bandas armadas ocupan zonas estratégicas", señaló Launy.

"El fenómeno de autodefensas Bwa Kale se vincula a un Gobierno que no responde ante la inseguridad, el hambre y la miseria en el país", agregó.

En octubre, Henry pidió una intervención extranjera para atender la crisis, algo rechazado por la sociedad civil y los partidos políticos de oposición.

"Hay una larga discusión, política y civil, de que la situación es haitiana y es crítica con posibles injerencias externas", aseguró el entrevistado.

La ONU advierte que cerca de cinco millones de personas en Haití, casi la mitad de los habitantes, sufren inseguridad alimentaria aguda.

Casi 90% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza; y un tercio en situación de pobreza extrema. (Sputnik)