El peronista que dio el salto menos pensadoHasta 2019 había sido un relevante dirigente peronista que incluso compitió en las PASO de aquel año para disputar la candidatura a intendente de Comodoro. Tras su derrota frente a Juan Pablo Luque, Guillermo Almirón se llamó a silencio hasta reaparecer en esta elección como compañero de fórmula de la macrista Ana Clara Romero. Fue uno de los pases más sorpresivos de la historia reciente de la política chubutense.
Hijo, sobrino y hermano de dirigentes peronistas que han pertenecido a ese partido desde hace más de medio siglo, Guillermo Nicolás Almirón tomó una postura que muy pocos preveían para la elección de este año, al elegir ser el compañero de fórmula de la macrista Ana Clara Romero.
Juntos, el próximo 30 de julio intentarán terminar con una hegemonía justicialista de 20 años y que desde la restauración democrática solo se vio interrumpida una vez, con la derrota de Néstor José Di Pierro en 1999. El recordado radical Jorge Aubía es el único dirigente que logró romper la hegemonía peronista desde 1983 hasta ahora, respaldado por el extraordinario impacto electoral de la Alianza encabezada por De la Rúa y Chacho Álvarez.
Más allá de alguna coincidencia ideológica, tal vez haya sido un tema de números lo que unió a Almirón con Romero. En la última PASO, en 2019, uno consiguió 20 mil votos y la otra 18 mil. Quedaron segundo y tercera, lejos del ganador que luego sería ratificado en la general: Juan Pablo Luque. Ya entonces Almirón expresó su malestar, pero en ese momento dio la disputa dentro del justicialismo.
De una vereda a la otra
Los dirigentes justicialistas digieren el mal trago de ver a uno de los propios -apreciado, además- en la vereda de enfrente, con los "gorilas". No lo cuestionan públicamente por aquello de que "cuando un compañero habla mal de otro es porque se pasó al enemigo", pero en la intimidad sienten casi como una traición el salto de quien se hizo un nombre en política no solo por su apellido, sino porque fue funcionario y concejal en Comodoro Rivadavia representando al peronismo.
Almirón se vinculó primero con Mario Das Neves. Fue su delegado de Prensa en Comodoro durante su primer mandato. Luego -ya como concejal- acompañó a Martín Buzzi cuando este llegó a la intendencia en 2007. Fue uno de los más activos impulsores de "La Mosconi", una agrupación que también integraban otros dirigentes con nombre pero sin votos, como Rosa González, Christian Blotta, Martín Galíndez o Claudio Mosqueira. La usina de ideas se dedicó a promover la candidatura a gobernador de Buzzi, quien conseguiría llegar al sillón de Fontana en 2011, aunque a través de la decisión inestimable de Das Neves.
Almirón se mudó a Rawson durante esos cuatro años. Allí asumió como secretario General de la Gobernación. La derrota de Buzzi en 2015 provocó su regreso a una banca como concejal en su ciudad, un puesto que había ocupado ocho años antes. En 2019 terminó su mandato y empezó a rodar el tiempo de los enfrentamientos.
Contra Luque
Molesto por quedar afuera de la toma de decisiones, Almirón decidió presentarse en 2019 como precandidato a intendente. Lo secundó Máximo Neumann. Perdió con Luque, pero le sacó dos mil votos de ventaja a la tercera más votada, Ana Clara Romero, y obtuvo el doble que su ex jefe político, Martín Buzzi, a quien en ese momento acompañó la histórica estrella del basquetbol Gabriel Cocha.
Más allá de la derrota global, la lista de Almirón pudo intercalar candidatos a concejales en la propuesta final del peronismo. Así fue como hasta el día de hoy ocupan sus bancas Natalia Cecilia Guerreiro, Marcos Abel Panquilto y Aurelia Alejandra Robledo.
"La población está harta de los políticos que no solucionan las cosas", afirma Almirón como si recién llegara a la política y a tono con el discurso de su referente más reciente.
El exconcejal -que en la lista estará ubicado entre la macrista Romero y el radical Tomás Buffa- se siente gratificado porque "hemos encontrado, dentro del contexto general, una dosis de esperanza con esta fórmula".
Como otros dirigentes que han pasado por ese cargo, como el recordado Tulio Schadlich, Almirón considera que el de viceintendente no es un cargo decorativo, ya que "a pesar de que no vota, el presidente del Concejo Deliberante tiene la posibilidad de iniciar proyectos y eso es algo que me propuse en caso de obtener el triunfo".
Hasta 2019 había sido un relevante dirigente peronista que incluso compitió en las PASO de aquel año para disputar la candidatura a intendente de Comodoro. Tras su derrota frente a Juan Pablo Luque, Guillermo Almirón se llamó a silencio hasta reaparecer en esta elección como compañero de fórmula de la macrista Ana Clara Romero. Fue uno de los pases más sorpresivos de la historia reciente de la política chubutense.
Hijo, sobrino y hermano de dirigentes peronistas que han pertenecido a ese partido desde hace más de medio siglo, Guillermo Nicolás Almirón tomó una postura que muy pocos preveían para la elección de este año, al elegir ser el compañero de fórmula de la macrista Ana Clara Romero.
Juntos, el próximo 30 de julio intentarán terminar con una hegemonía justicialista de 20 años y que desde la restauración democrática solo se vio interrumpida una vez, con la derrota de Néstor José Di Pierro en 1999. El recordado radical Jorge Aubía es el único dirigente que logró romper la hegemonía peronista desde 1983 hasta ahora, respaldado por el extraordinario impacto electoral de la Alianza encabezada por De la Rúa y Chacho Álvarez.
Más allá de alguna coincidencia ideológica, tal vez haya sido un tema de números lo que unió a Almirón con Romero. En la última PASO, en 2019, uno consiguió 20 mil votos y la otra 18 mil. Quedaron segundo y tercera, lejos del ganador que luego sería ratificado en la general: Juan Pablo Luque. Ya entonces Almirón expresó su malestar, pero en ese momento dio la disputa dentro del justicialismo.
De una vereda a la otra
Los dirigentes justicialistas digieren el mal trago de ver a uno de los propios -apreciado, además- en la vereda de enfrente, con los "gorilas". No lo cuestionan públicamente por aquello de que "cuando un compañero habla mal de otro es porque se pasó al enemigo", pero en la intimidad sienten casi como una traición el salto de quien se hizo un nombre en política no solo por su apellido, sino porque fue funcionario y concejal en Comodoro Rivadavia representando al peronismo.
Almirón se vinculó primero con Mario Das Neves. Fue su delegado de Prensa en Comodoro durante su primer mandato. Luego -ya como concejal- acompañó a Martín Buzzi cuando este llegó a la intendencia en 2007. Fue uno de los más activos impulsores de "La Mosconi", una agrupación que también integraban otros dirigentes con nombre pero sin votos, como Rosa González, Christian Blotta, Martín Galíndez o Claudio Mosqueira. La usina de ideas se dedicó a promover la candidatura a gobernador de Buzzi, quien conseguiría llegar al sillón de Fontana en 2011, aunque a través de la decisión inestimable de Das Neves.
Almirón se mudó a Rawson durante esos cuatro años. Allí asumió como secretario General de la Gobernación. La derrota de Buzzi en 2015 provocó su regreso a una banca como concejal en su ciudad, un puesto que había ocupado ocho años antes. En 2019 terminó su mandato y empezó a rodar el tiempo de los enfrentamientos.
Contra Luque
Molesto por quedar afuera de la toma de decisiones, Almirón decidió presentarse en 2019 como precandidato a intendente. Lo secundó Máximo Neumann. Perdió con Luque, pero le sacó dos mil votos de ventaja a la tercera más votada, Ana Clara Romero, y obtuvo el doble que su ex jefe político, Martín Buzzi, a quien en ese momento acompañó la histórica estrella del basquetbol Gabriel Cocha.
Más allá de la derrota global, la lista de Almirón pudo intercalar candidatos a concejales en la propuesta final del peronismo. Así fue como hasta el día de hoy ocupan sus bancas Natalia Cecilia Guerreiro, Marcos Abel Panquilto y Aurelia Alejandra Robledo.
"La población está harta de los políticos que no solucionan las cosas", afirma Almirón como si recién llegara a la política y a tono con el discurso de su referente más reciente.
El exconcejal -que en la lista estará ubicado entre la macrista Romero y el radical Tomás Buffa- se siente gratificado porque "hemos encontrado, dentro del contexto general, una dosis de esperanza con esta fórmula".
Como otros dirigentes que han pasado por ese cargo, como el recordado Tulio Schadlich, Almirón considera que el de viceintendente no es un cargo decorativo, ya que "a pesar de que no vota, el presidente del Concejo Deliberante tiene la posibilidad de iniciar proyectos y eso es algo que me propuse en caso de obtener el triunfo".