Patagonia

Quién era Facundo Molares Schoenfeld y su historia con Chubut

Facundo Molares Schoenfeld, fallecido en el marco de una brutal represión policial en el centro porteño, fue uno de los extranjeros -en este caso argentino- que decidió involucrarse en el conflicto sociopolítico colombiano, al cual entregó 15 años de su juventud integrando las FARC.

Molares había señalado que internarse en la selva colombiana siguiendo una causa le había dado una "enorme alegría". No obstante, respecto de esa elección, también reconocía a este medio: "Duele el sacrificio. No es gratis, perdés todo. Yo no tengo familia, hijos, casa, auto. Nada. Tengo 300 libros que son todos mis bienes. Y un cepillo de dientes que cambio cada tres meses".

En tren de dar cuenta de las cosas que lo movilizaban en el sentido que él eligió, Molares había agregado: "De pibe miraba los chicos comiendo la basura y decía, ¿por qué? La gente viviendo en la calle entre cartones, ¿por qué tiene que pasar esto?". Esas preguntas lo llevaron a buscar lo que llamaba "cambios de raíz".

El origen de la militancia

Criado en la localidad bonaerense de José C. Paz, Molares Schoenfeld pasó allí su infancia hasta que su familia decidió instalarse en Trevelin, Chubut, donde terminó la escuela secundaria.

Hijo del juez de paz de Trevelin, Néstor Hugo Molares, Facundo nació en 1975 en la localidad bonaerense de San Miguel, pero, según los registros oficiales, partió en 2002 hacia Colombia siguiendo las ideas marxistas leninistas adoptadas por las FARC. Allí comenzó desde abajo, buscó adeptos a la causa en las universidades y escaló muchas posiciones.

Sus propias inquietudes y la influencia de su padre Hugo - que durante la dictadura militar atravesó las penurias propias de su rol como delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE)- lo incentivaron a volcarse a la militancia política y sumarse a la Federación Juvenil Comunista.

"A los 18 volví a Buenos Aires. Viví con una chica, nos separamos, trabajé de mozo, después no tuve laburo y tenía unos pesos guardados. Había pasado el 2001 y dije ‘otra crisis como esta no'", recordó sobre la "combinación de cuestiones" que promovió su viaje a Colombia, una decisión que, pese a todo, le "costó mucho".

A sus 25 años, Molares se contactó con un representante de las FARC que visitó Argentina en 2002 y ese encuentro derivó en su viaje a la selva colombiana, donde desempeñó tareas como organizador político, colaborador en la asistencia a campesinos y en el armado de centros estudiantiles y del movimiento obrero.

El regreso y la detención en Trevelin

Molares regresó al país y se radicó en la casa de su padre, en la localidad de Trevelin, donde intentaba rehacer su vida hasta que el 7 de noviembre de 2021 fue detenido por la Policía Federal a partir de una orden de Interpol, en base a un pedido de arresto del Poder Judicial de Colombia.

El ex FARC era acusado del secuestro del concejal Armando Acuña, ocurrido en marzo de 2009 en el suroeste colombiano, y pasó casi ocho meses preso en la Unidad Penitenciaria Federal Nº 6 de Ezeiza a la espera del veredicto del juicio por su extradición al país cafetero.

El fotoperiodista argentino Facundo Molares Schoenfel, de 46 años, fue detenido este domingo en la localidad de Trevelin, en el oeste de Chubut, acusado de haber participado del secuestro de un concejal en su paso por Colombia, en donde está acusado de integrar el grupo guerrillero FARC.

Molares Schoenfeld, hijo de un juez de Paz de Trevelin, fue identificado en noviembre de 2019 por la Policía boliviana en Santa Cruz de la Sierra, en la localidad de Montero, tras ser herido de bala en un confuso hecho. Luego de un arresto, internado en medio de una fuerte crisis de salud y con reclamos realizados desde Argentina para su bienestar y la revisión de su caso, fue repatriado el año pasado y volvió a Trevelin.

Molares Schoenfeld había viajado en 2018 a Santa Cruz de la Sierra, procedente de Colombia, para cubrir las elecciones bolivianas para la revista digital Centenario. Pero las sospechas eran graves. Según las autoridades bolivianas, Molares Schoenfeld había sido un supuesto miembro de la organización armada FARC en Colombia y había llegado a Bolivia para actuar como "instructor", con el alias de "Camilo El Argentino".

El pedido emitido el 13 de octubre último por las autoridades colombianas desde la Fiscalía 162 Especializada DECOD Florencia incluye las calificaciones de secuestro extorsivo agravado, fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso restringido, uso privativo de fuerzas armadas y uso ilegal de uniformes e insignias.

Además, está señalado como el supuesto responsable de capturar al concejal colombiano Armando Acuña, secuestrado en plena sesión y capturado durante más de un año. El argentino no fue acreditado en el proceso de paz entre el Gobierno colombiano y la vieja guerrilla. Así, su nombre no fue incluido en negociaciones.

El 11 de febrero de 2011, tras 20 meses en la selva, Acuña fue entregado a una misión humanitaria. Ahora, quedó por delante un duro proceso de extradición, en manos del juez federal de Esquel, Guido Otranto, a cargo en la jurisdicción.

"Los hechos por los que se me acusaba tenían que ver con el conflicto armado y eso lo puede investigar sólo la JEP", recordó.

El jueves 8 de julio de 2021 los abogados de Molares fueron notificados por la JEP de su rechazo al pedido de extradición, lo que provocó que el 29 de julio del 2022 el juez federal de Esquel Guido Otranto ordenara finalmente su excarcelación.

El inesperado final

Pese a que decidió volver a la Argentina y abandonar aquella lucha puntual, en su charla con Télam Molares aseguró que "en ningún momento" dejaría la militancia política porque eso ya sería "traicionarse" a sí mismo.

"Empezar una fuerza política es muy difícil, cuesta. Con poca gente, pocos cuadros y poca plata. No tenés nada firme a lo que asirte, pero vamos", dijo Molares, que actualmente forma parte del Movimiento de Rebelión Popular, un agrupamiento que se separó del Partido Comunista.

"Hay un desencanto y la juventud está siempre en búsqueda" había comentado en oportunidad de la entrevista, sin imaginar el trágico final que encontraría en la tarde de este jueves al pie del Obelisco, en pleno centro porteño.

Fuente: Télam/Jornada