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El litio y el rol exportador de materias primas que Sudamérica quiere dejar de lado

SPUTNIK

Aunque tiene las mayores reservas del mineral estratégico en todo el mundo, la región aún necesita una mayor cooperación entre los países para agregar valor al llamado "oro blanco", cada vez más codiciado por grandes empresas.

América Latina posee más de la mitad de las reservas mundiales de litio y el 56% de los recursos mundiales se encuentran precisamente en el denominado triángulo del litio, territorio formado por Argentina, Bolivia y Chile. Este mineral es uno de los elementos clave para la transición energética y fue considerado un recurso estratégico por los países que cuentan con abundantes yacimientos.

Aunque Brasil está por detrás de sus vecinos en términos de reservas, el gigante sudamericano es uno de los países con mayor potencial de extracción.

Cabe destacar que Brasil es el séptimo poseedor de reservas de litio en el mundo, con 1,23 millones de toneladas. Actualmente, el país lusófono es el quinto productor mundial. Y, a diferencia del que extrae la mayoría de los países, el litio brasileño producido en el valle de Jequitinhonha, en Minas Gerais, es de alta pureza, lo que facilita su uso en la fabricación de baterías eléctricas, cada vez más demandadas por el mercado.

Hace poco más de un mes, el primer cargamento de litio verde del mundo que fue extraído del Valle de Jequitinhonha partió del Puerto de Vitoria, en el estado de Espírito Santo (sureste de Brasil), hacia China, con "norma triple cero" lo que significa sin emisiones de carbono, residuos ni químicos nocivos.

La demanda de litio, según las encuestas, tiende a crecer más que la capacidad de producción, lo que genera preocupaciones sobre una posible crisis de suministro en unos años. Al mismo tiempo, también aumentan las exigencias de que el producto ofrecido sea cada vez más sostenible. América del Sur tiene un gran potencial en este sentido, pero el camino está lleno de obstáculos.

El estudioso Alexandre Hage, profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de la Escuela Paulista de Política, Economía y Negocios (Eppen) de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), coincide en que una cooperación más estrecha entre Brasil, Argentina, Bolivia y Chile en el sector tiene como primera dificultad el hecho de que existen problemas geopolíticos en la región "que no han sido adecuadamente resueltos".

El experto pone como ejemplo la difícil relación entre chilenos y bolivianos (principalmente por la histórica demanda de La Paz exigiendo una salida al mar a Santiago, luego de la Guerra del Pacífico de finales del siglo XIX) e incluso los impasses entre Bolivia y Brasil causados por tensiones diplomáticas.

En segundo lugar, para Hage también falta una infraestructura regional adecuada para dominar este mercado.

"No descarto la cooperación, sólo que llevará tiempo. No sólo por viejas cuestiones políticas y de naturaleza geopolítica que aún no se han resuelto bien, sino también por una cuestión más práctica: la infraestructura. La logística de la región es insuficiente. No está a la altura de esta misión de valorar y aprovechar plenamente las reservas naturales", argumenta el profesor.

"El litio, si no está bien preparado, si no está bien adaptado y transportado, [de una manera] que le agregue valor, seguirá siendo un bien desperdiciado, como América Latina ya desaprovechó el boom de la plata y el caucho".

Para que Sudamérica salga de su posición de mero proveedor de insumos y aproveche mejor el auge del mineral estratégico, el profesor señala que es necesario el desarrollo de una industria local calificada, principalmente con técnicos e ingenieros especializados en este campo.

"En el caso de Brasil, hay un número razonable de ingenieros, pero no están enfocados en explotar el litio para una industria sudamericana. Porque el comercio del mineral en la región aún es muy pequeño. Está presente, por ejemplo, en el transporte de gas natural de Bolivia a Brasil, pero no va más allá".

Aunque agregar valor al litio sudamericano es algo factible en términos hipotéticos, el especialista dice que no tiene muchas esperanzas de que suceda, entre otras cosas porque para muchos socios internacionales que dominan el ciclo del mineral no es interesante industrializarlo en la región, para evitar una pérdida de espacio de mercado.