Contra la protesta social: ratifican la condena al petrolero comodorense Ruiz y ArakakiEl juez en lo criminal y correccional Javier Feliciano Ríos ratificó las condenas para César Arakaki y Daniel Ruiz. Están acusados por participar en la movilización contra la reforma regresiva de las jubilaciones en 2017. Este jueves se realizó una importante movilización en el centro porteño para denunciar la criminalización y la represión de la protesta.
César Arakaki y Daniel Ruiz, militantes del PO y el PSTU respectivamente, estuvieron detenidos y condenados por participar en una amplia y masiva protesta que encabezaron organizaciones obreras, sindicales, así como los partidos de izquierda y sectores populares.
Luego de un proceso judicial, plagado de irregularidades, en noviembre de 2021 el juez Javier Ríos del TOCF 3 les dictó penas de tres años y cuatro meses a César Arakaki y tres años de prisión a Daniel Ruiz. El juez acaba de refrendar la condena a pesar de que la Cámara de Casación pidió su revisión. Esta nueva resolución del juez Ríos, pone de manifiesto, una vez más, la criminalización de la protesta por parte del Poder Judicial y sus aliados políticos y patronales.
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Tanto Arakaki como Ruiz estuvieron en el penal de Marcos Paz, detenidos con prisión preventiva, antes del proceso judicial, bajo la "doctrina Irurzun" -uno de los jueces que establece esta penas selectivas según el imputado-. Ruiz pasó 13 meses encarcelado, por lo cual esta nueva resolución judicial no podrá ser efectiva porque el Código Penal establece que en penas de hasta tres años se le otorga la libertad con 8 meses de cumplimiento efectivo.
Arakaki fue condenado por lesiones contra el policía Brian Escobar. Si bien la querella del oficial se retiró de la causa la acusación continúo en manos del fiscal Juan García Elorrio. Es evidente que el único fin que tiene esta persecución judicial es la demonización de la protesta social, que, a pesar que la Cámara de Casación pidió la revisión de la condena, la resolución del juez Ríos podría llevar nuevamente a la cárcel a César Arakaki.
Las jornadas de lucha contra la regresiva reforma Previsional
Arakaki y Ruiz fueron encarcelados, procesados y condenados por haber participado de una amplia movilización -más de 70.000 personas-, realizada el 18 de diciembre de 2017 que se dirigió al Congreso para manifestar su rechazo a la contra reforma previsional votada ese día en la Cámara de Diputados. Días antes, el 14 de diciembre, la sesión debió ser suspendida por la enorme movilización que fue reprimida -el Gobierno de Cambiemos utilizó cuatro fuerzas federales y la Policía de la Ciudad para militarizar el Congreso Nacional-. Más de 3.500 uniformados estuvieron a cargo de la tarea represiva que dispararon gases lacrimógenos y balas de goma que estuvieron dirigidos a la cara de los manifestantes, carros hidrantes para la persecución y detención de más de 160 manifestantes -algunos de ellos agarrados al voleo-. El saldo de la represión del 14 de diciembre fue la hospitalización de más de 80 manifestantes. Por lo menos cinco de ellos perdieron la visión por los disparos de goma; motos policiales pasando sobre los manifestantes -hay infinidad de videos que lo muestran-. Ni uno de los uniformados que apuntaron a los ojos está hoy condenado. Arakaki y Ruiz, sí. Justicia de clase.
Sin embargo, el humo de los gases, los disparos con balas de gomas y las detenciones no lograron desanimar el amplio repudio que significaba la aprobación de esta ley regresiva del macrismo. El saqueo a los jubilados y los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo fue nuevamente rechazada en la movilización del 18 de diciembre, donde también la represión se sintió fuerte y dejó decenas de heridos, detenidos -muchos de ellos luego fueron procesados-. Aunque la CGT no llamó a la movilización, ese mismo día en las calles que rodean al Congreso se vieron varias columnas de trabajadores como los del Astillero Río Santiago, los estatales de ATE, Telefónicos, Ferroviarios entre otros.
Ambas jornadas dejaron un mensaje claro: miles en la calle fue un límite a la perspectiva de profundizar y radicalizar el ajuste sobre el conjunto de los sectores populares. Una movilización que podría haber continuado en las calles si no hubiese sido sofocada por la acción del peronismo. Fue el propio Agustín Rossi -actual candidato a vice de Massa- quien planteó "hay 2019", llamando claramente a abandonar las calles para esperar las elecciones presidenciales. Luego el entonces presidente, Mauricio Macri, pidió el préstamo al FMI. Ni el peronismo, y mucho menos la CGT, llamaron a movilizarse contra este nuevo saqueo que significaba el acuerdo. La historia reciente es conocida. El Congreso Nacional bajo el gobierno del Frente de Todos convalidó la deuda con el organismo internacional. Los diputados del FIT votaron en contra y llamaron a movilizarse para tirar abajo este acuerdo.
La condena sobre los militantes de izquierda no puede leerse por fuera de la perspectiva de nuevas medidas de ajuste para cumplir con la odiosa deuda externa. Busca, también, disciplinar a esa enorme energía que se vio desplegada el 14 y 18 de diciembre de 2017, donde decenas de miles mostraron que en las calles se puede enfrentar al macrismo y las políticas contra las mayorías populares. Buscan callar las voces y las manifestaciones contra ese camino de miseria que impone el ajuste del FMI que ambos candidatos a la presidencia se comprometieron llevar adelante. Sergio Massa y Javier Milei se reunieron con las autoridades del FMI para confirmar que llevarían adelante el ajuste que proponen.
Es necesario enfrentar el fallo del juez contra Arakaki y Ruiz, como se hizo nuevamente en la movilización de este jueves, donde fue rechazada por decenas de organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales que marcharon desde Tribunales a Plaza de Mayo, en la Ciudad de Buenos Aires, en el marco de una Jornada Nacional Antirrepresiva por las Libertades Democráticas y los Derechos Humanos.
Las consignas de la convocatoria fueron: "no a la criminalización de la protesta social; basta de perseguir a los que luchan; cierre de todas las causas; absolución de César Arakaki y Daniel Ruiz; libertad a los presos políticos; basta de gatillo fácil y detenciones arbitrarias; no a la impunidad de ayer y de hoy; apertura de los archivos de inteligencia; no al negacionismo; basta de ajuste, no al pago de la deuda externa, fuera el FMI; por el triunfo de todas las luchas".
De la movilización participó también el Frente de Izquierda, entre ellos los diputados Nicolás del Caño y Myriam Bregman del PTS-FITU y la legisladora porteña Alejandrina Barry del mismo espacio. También Raúl Godoy (obrero de Zanon) y Jorge Medina (obrero de Fasinpat), ambos también del PTS en el Frente de Izquierda. Junto a Bregman, por el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) también estuvo el abogado Matías Aufieri.
Hay que redoblar esta lucha y organizarse para detener la criminalización de la protesta social y el avance de la derecha.
Fuente: LID
El juez en lo criminal y correccional Javier Feliciano Ríos ratificó las condenas para César Arakaki y Daniel Ruiz. Están acusados por participar en la movilización contra la reforma regresiva de las jubilaciones en 2017. Este jueves se realizó una importante movilización en el centro porteño para denunciar la criminalización y la represión de la protesta.
César Arakaki y Daniel Ruiz, militantes del PO y el PSTU respectivamente, estuvieron detenidos y condenados por participar en una amplia y masiva protesta que encabezaron organizaciones obreras, sindicales, así como los partidos de izquierda y sectores populares.
Luego de un proceso judicial, plagado de irregularidades, en noviembre de 2021 el juez Javier Ríos del TOCF 3 les dictó penas de tres años y cuatro meses a César Arakaki y tres años de prisión a Daniel Ruiz. El juez acaba de refrendar la condena a pesar de que la Cámara de Casación pidió su revisión. Esta nueva resolución del juez Ríos, pone de manifiesto, una vez más, la criminalización de la protesta por parte del Poder Judicial y sus aliados políticos y patronales.
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Tanto Arakaki como Ruiz estuvieron en el penal de Marcos Paz, detenidos con prisión preventiva, antes del proceso judicial, bajo la "doctrina Irurzun" -uno de los jueces que establece esta penas selectivas según el imputado-. Ruiz pasó 13 meses encarcelado, por lo cual esta nueva resolución judicial no podrá ser efectiva porque el Código Penal establece que en penas de hasta tres años se le otorga la libertad con 8 meses de cumplimiento efectivo.
Arakaki fue condenado por lesiones contra el policía Brian Escobar. Si bien la querella del oficial se retiró de la causa la acusación continúo en manos del fiscal Juan García Elorrio. Es evidente que el único fin que tiene esta persecución judicial es la demonización de la protesta social, que, a pesar que la Cámara de Casación pidió la revisión de la condena, la resolución del juez Ríos podría llevar nuevamente a la cárcel a César Arakaki.
Las jornadas de lucha contra la regresiva reforma Previsional
Arakaki y Ruiz fueron encarcelados, procesados y condenados por haber participado de una amplia movilización -más de 70.000 personas-, realizada el 18 de diciembre de 2017 que se dirigió al Congreso para manifestar su rechazo a la contra reforma previsional votada ese día en la Cámara de Diputados. Días antes, el 14 de diciembre, la sesión debió ser suspendida por la enorme movilización que fue reprimida -el Gobierno de Cambiemos utilizó cuatro fuerzas federales y la Policía de la Ciudad para militarizar el Congreso Nacional-. Más de 3.500 uniformados estuvieron a cargo de la tarea represiva que dispararon gases lacrimógenos y balas de goma que estuvieron dirigidos a la cara de los manifestantes, carros hidrantes para la persecución y detención de más de 160 manifestantes -algunos de ellos agarrados al voleo-. El saldo de la represión del 14 de diciembre fue la hospitalización de más de 80 manifestantes. Por lo menos cinco de ellos perdieron la visión por los disparos de goma; motos policiales pasando sobre los manifestantes -hay infinidad de videos que lo muestran-. Ni uno de los uniformados que apuntaron a los ojos está hoy condenado. Arakaki y Ruiz, sí. Justicia de clase.
Sin embargo, el humo de los gases, los disparos con balas de gomas y las detenciones no lograron desanimar el amplio repudio que significaba la aprobación de esta ley regresiva del macrismo. El saqueo a los jubilados y los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo fue nuevamente rechazada en la movilización del 18 de diciembre, donde también la represión se sintió fuerte y dejó decenas de heridos, detenidos -muchos de ellos luego fueron procesados-. Aunque la CGT no llamó a la movilización, ese mismo día en las calles que rodean al Congreso se vieron varias columnas de trabajadores como los del Astillero Río Santiago, los estatales de ATE, Telefónicos, Ferroviarios entre otros.
Ambas jornadas dejaron un mensaje claro: miles en la calle fue un límite a la perspectiva de profundizar y radicalizar el ajuste sobre el conjunto de los sectores populares. Una movilización que podría haber continuado en las calles si no hubiese sido sofocada por la acción del peronismo. Fue el propio Agustín Rossi -actual candidato a vice de Massa- quien planteó "hay 2019", llamando claramente a abandonar las calles para esperar las elecciones presidenciales. Luego el entonces presidente, Mauricio Macri, pidió el préstamo al FMI. Ni el peronismo, y mucho menos la CGT, llamaron a movilizarse contra este nuevo saqueo que significaba el acuerdo. La historia reciente es conocida. El Congreso Nacional bajo el gobierno del Frente de Todos convalidó la deuda con el organismo internacional. Los diputados del FIT votaron en contra y llamaron a movilizarse para tirar abajo este acuerdo.
La condena sobre los militantes de izquierda no puede leerse por fuera de la perspectiva de nuevas medidas de ajuste para cumplir con la odiosa deuda externa. Busca, también, disciplinar a esa enorme energía que se vio desplegada el 14 y 18 de diciembre de 2017, donde decenas de miles mostraron que en las calles se puede enfrentar al macrismo y las políticas contra las mayorías populares. Buscan callar las voces y las manifestaciones contra ese camino de miseria que impone el ajuste del FMI que ambos candidatos a la presidencia se comprometieron llevar adelante. Sergio Massa y Javier Milei se reunieron con las autoridades del FMI para confirmar que llevarían adelante el ajuste que proponen.
Es necesario enfrentar el fallo del juez contra Arakaki y Ruiz, como se hizo nuevamente en la movilización de este jueves, donde fue rechazada por decenas de organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales que marcharon desde Tribunales a Plaza de Mayo, en la Ciudad de Buenos Aires, en el marco de una Jornada Nacional Antirrepresiva por las Libertades Democráticas y los Derechos Humanos.
Las consignas de la convocatoria fueron: "no a la criminalización de la protesta social; basta de perseguir a los que luchan; cierre de todas las causas; absolución de César Arakaki y Daniel Ruiz; libertad a los presos políticos; basta de gatillo fácil y detenciones arbitrarias; no a la impunidad de ayer y de hoy; apertura de los archivos de inteligencia; no al negacionismo; basta de ajuste, no al pago de la deuda externa, fuera el FMI; por el triunfo de todas las luchas".
De la movilización participó también el Frente de Izquierda, entre ellos los diputados Nicolás del Caño y Myriam Bregman del PTS-FITU y la legisladora porteña Alejandrina Barry del mismo espacio. También Raúl Godoy (obrero de Zanon) y Jorge Medina (obrero de Fasinpat), ambos también del PTS en el Frente de Izquierda. Junto a Bregman, por el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) también estuvo el abogado Matías Aufieri.
Hay que redoblar esta lucha y organizarse para detener la criminalización de la protesta social y el avance de la derecha.
Fuente: LID