Política

Jubilados por moratoria pasarían a planes sociales por decisión de Milei

Algunos medios periodísticos difundieron este miércoles la noticia de que el gobierno de Milei está analizando un nuevo ataque a las jubiladas y jubilados, a través de una transformación de las moratorias previsionales a planes sociales. Buscan degradar así su contenido previsional para considerarlo un "subsidio" y con ello recortar los montos percibidos, los derechos que corresponden a sus titulares y probablemente desacoplándolas de los ajustes trimestrales por movilidad.

Este plan es una aplicación directa de los lineamientos del FMI y de los organismos internacionales de crédito que desaprueban este tipo de mecanismos para reconocimiento de aportes como las moratorias y las consideran prestaciones "no contributivas".

De acuerdo a los datos oficiales, al día de hoy hay unas 4 millones de jubilaciones y pensiones que se otorgaron por moratoria, que son percibidas por más de 3,6 millones de titulares. El 75 % son percibidos por mujeres. Asimismo, en los próximos años el 90 % de las mujeres no podría acceder a una jubilación ordinaria porque no reúne los 30 años de aporte que requiere el sistema, por lo cual la única forma de jubilarse es vía moratoria.

El relato liberal, de la cual es partidario el Gobierno pero no sólo en el entorno de Milei sino también adoptado por gran parte del arco político (tanto del macrismo, del PRO, como de sectores del peronismo), insiste con que las moratorias son una "injusticia" al sistema porque se les otorga una jubilación a personas que "no aportaron". Totalmente falso.

Se trata de trabajadoras y trabajadores que aportaron a la sociedad toda su vida trabajando, pero son invisibles a los registros públicos. Si las personas próximas a jubilarse hoy no pueden hacerlo y necesitan una moratoria, no fue por elección, es por haber trabajado en la informalidad o por haber estado en ciertos períodos desempleados.

En su gran mayoría, es también, por haber realizado tareas como las de limpieza, cocina, cuidado de niños, enfermos y personas mayores, etc, tareas hechas fundamentalmente por mujeres que no fueron reconocidas ni remuneradas, pero que cumplen un rol fundamental en la reproducción de la fuerza de trabajo. Esas mujeres no tienen aportes no porque no han querido, sino por un sistema capitalista patriarcal que no reconoce ese trabajo no remunerado.

Además, el sistema previsional se financia en gran parte, y cada vez más, con recursos impositivos, que hoy recaen sobre todo al consumo y en forma regresiva sobre sectores de menores ingresos. Consumo que estas personas han realizado, brindando recursos al sistema y sin embargo hoy no van a poder ver ninguna retribución a ello.

Sin embargo, las moratorias no son la solución a la precarización laboral creciente y los problemas del mundo del trabajo. Dependen de que cada 2 o 3 años el congreso apruebe nuevas moratorias y además ese mecanismo pone la carga en el trabajador o trabajadora, al que le hacen pagar con un descuento en su haber algo que en realidad no es su responsabilidad sino el de las propias empresas que le hicieron fraude y que no le pagaron los aportes jubilatorios. Incluso ese descuento estuvo encubierto detrás de los menores salarios percibidos por no estar registrados.

Junto con la discusión de cómo defender las moratorias previsionales, es necesario pelear por elevar los recursos del sistema recayendo sobre el gran capital y la restitución de las contribuciones patronales desde antes de que las redujera Cavallo, cómo aplicar un verdadero blanqueo laboral, cómo recomponer los haberes y restituir el 82 % móvil, entre otros problemas urgentes.

Por su parte, una modificación así como la que buscaría el Gobierno, requiere necesariamente ser aprobada por el Congreso, dado que las moratorias anteriores fueron dispuestas por leyes parlamentarias. Y sobre todo, va a tener que pasar la prueba de la calle. Las mujeres y diversidades están preparando una gran jornada de lucha por el día internacional de la mujer para este 8 de marzo, para reclamar por el reconocimiento del trabajo no pago por y todos los derechos de las mujeres, y pelear por un sistema sin explotación ni opresión.

Gracias a la "licuadora inflacionaria" de Milei, el ajuste recayó principalmente sobre las jubilaciones y sobre los salarios. Sólo en los primeros 3 meses de Gobierno los haberes cayeron cerca de un 30 % en valores reales.

El debate no puede agotarse entre jubilaciones de miseria, división entre jubilados de primera y de segunda, o ninguna jubilación, sino en cómo garantizar que como mínimo se cubran las necesidades de los jubilados.

Fuente: La Izquierda Diario