Patagonia

Crisis universitaria, el ajuste presupuestario en la UNPSJB y la masiva marcha que inundará las calles

Por Lola Sánchez

A finales de diciembre, a pocas semanas de asumir, el gobierno de Javier Milei anunció -mediante el Decreto 88/2023- la prórroga del presupuesto 2023. De esta manera, el jefe de Gabinete quedó habilitado para "adecuar oportunamente" el Presupuesto según las necesidades del contexto. En este marco, se produjo un marcado desfinanciamiento de las universidades públicas, que tienen que funcionar con el mismo presupuesto que el año pasado y casi un 300% de inflación acumulada. Este panorama no sólo amenaza la continuidad de las instituciones universitarias, si no al proyecto de vida de miles de estudiantes en todo el territorio y la continuidad laboral de docentes y no docentes. Luego de las distintas actividades que se vienen llevando adelante desde principios del cuatrimestre, como paros activos, intervenciones, abrazos y clases públicas, este 23 de abril se convocó a una Marcha Nacional Universitaria en defensa de la educación pública.

La Universidad de la Patagonia San Juan Bosco anunció a principios de año que el presupuesto congelado alcanzaría hasta mayo, una situación similar a la que atraviesan todas las universidades públicas del país, y para la que todavía no hay una respuesta garantizada. Desde el Consejo Superior de la UNPSJB advirtieron que "el presupuesto (no actualizado) es insuficiente para garantizar la continuidad y el desarrollo de las actividades", una realidad que de a poco se va concretando en el cierre de inscripción a las carreras y en recortes de programas y becas.

La situación se recrudece y, por el momento, no hay certezas sobre la continuidad de las actividades académicas. El jueves por la noche el gobierno anunció un acuerdo con el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) mediante el cual asignaría un aumento del 140% al presupuesto en dos tramos, información que fue desmentida por autoridades del organismo, quienes negaron haberse reunido con el Ejecutivo, aunque mostraron su apertura al diálogo para una reunión en el futuro. De todas formas, aunque se concretase este número, se calcula que para mantener el normal funcionamiento de las universidades públicas durante el 2024, el aumento presupuestario debería ascender a un 300%, considerando la inflación acumulada, la quita de subsidios del pago de servicios y el aumento de tarifas que se prevé para los próximos meses.

A esta situación, se suma la falta de diálogo en relación a las paritarias de trabajadores docentes y no docentes de las universidades, y una crisis económica que afecta directamente la posibilidad de las y los estudiantes de mantener su trayectoria educativa.

A raíz de estas problemáticas, distintas agrupaciones docentes, no docentes y estudiantiles de la UNPSJB de las distintas sedes formaron recientemente comisiones de interclaustro, con el objetivo de coordinar acciones conjuntas.

"Fue un anuncio unilateral, con ellos no acordaron nada, creen que el único fin es desmovilizar para la marcha oficial", comenta Ariadna Bukay -estudiante de Ciencias Políticas, parte de la agrupación Humanidades al Frente y miembro de la Multisectorial Estudiantil de la sede en Comodoro Rivadavia y del Interclaustro-, en relación al anuncio del Gobierno sobre la desmentida reunión con el CIN, y agrega: "Desde el CIN dicen que están abiertos al diálogo, con la mejor predisposición pero eso no se consensuó en ningún momento. Esto mismo pasó con la marcha anterior, se anunció aumento del 70% que hoy figura en partidas presupuestarias del gobierno pero, al menos la UNPSJB, no lo ha visto depositado".

"Acá por suerte está muy bien administrado el presupuesto, por el momento podemos seguir funcionando con cierta normalidad. Pero vamos notando pequeñas cosas, como al salir en un horario nocturno y ver que los pasillos están más oscuros de lo habitual. Es insostenible la situación, si el aumento que proponen no es en base no solo a inflación acumulada si no a los aumentos previstos en los servicios de luz y gas -que son tan necesarios en inviernos- va a ser difícil, sino imposible, garantizar la continuidad de la cursada por más predisposición que pongan de la administración, los estudiantes y docentes", agregó.

Los números de la crisis

Actualmente, el 95% del presupuesto de la UNPSJB se destina a salarios y el 5% restante para gastos de funcionamiento, como servicios básicos, insumos de laboratorio, becas, comedor, conectividad, entre otros. En noviembre de 2023 la inversión en servicios públicos, limpieza, seguridad y conectividad ascendía a $50.638.306,55, y en marzo de 2024 a 80 millones de pesos.

El envío mensual de fondos para marzo asciende a $95.075.090,00. El gobierno anunció a principios de año un aumento del 70% para marzo, lo que haría que la suma ascendiera a $162.073.378,00. Sin embargo, todavía no ingresaron.

Esta situación generó dificultades en el desarrollo y financiación de programas, como el de la Red Nacional de Simulación Clínica (ReNaSiC), el Programa de Doctorado, el Programa de Fortalecimiento de la extensión universitaria y el Programa de Fortalecimiento en acciones sustantivas de ciencia y técnica, que han sufrido fuertes ajustes y limitantes.

Por otro lado, obras de infraestructura académica tuvieron que ser postergadas, como la apertura de la licitación del nuevo Edificio para Laboratorios de Enfermería y Medicina de Comodoro, y los laboratorios de la Facultad de Ciencias Naturales y Ciencias de la Salud FCNyCS de Esquel y la refacción del Patio Magno de Comodoro, que no pudieron ser finalizados.

"La negociación salarial se ha perdido con este gobierno"

Aunque el tema presupuestario es central en el reclamo de las actividades que se vienen llevando adelante en universidades públicas de todo el país, también se sostienen otras demandas que apuntan a mejorar la situación salarial de trabajadores y a mantener el carácter inclusivo y democrático de las universidades.

"Son varias cuestiones; en principio, el tema presupuestario en general, no hay un presupuesto actualizado para el 2024 y se calcula que alcanza hasta el primer cuatrimestre, como mucho", explica Gloria Herrera, secretaria general de ADU. "El otro tema es el salario de los trabajadores. Todo impacta en esto, el presupuesto, el salario, los recortes. Ni siquiera recortes, solo se ha dado lo mismo que el año pasado con un momento inflacionario terrible", agregó, y expresó una gran preocupación por la situación de las becas, los comedores y los albergues, cuestiones fundamentales para la inclusión del estudiantado que se ven amenazadas por el congelamiento presupuestario.

Durante la última reunión con gremios universitarios esta semana, el gobierno ofreció un incremento del 8% para abril, que fue rechazado por insuficiente. Sin embargo, al igual que en reuniones previas, le dio un cierre unilateral a la paritaria y fijó el aumento en ese número, muy lejano al reclamo de recomposición salarial que exigen los gremios.

Al respecto, Herrera enfatizó que hoy el gobierno "no da paritarias": "Lo que hace es reunirse e informar el porcentaje de aumento, como sucedió hace pocos días; se ofreció el 8% y no se discutió nada. La paritaria es una negociación salarial, eso se ha perdido con este gobierno. Lo último que tenemos es ese 8%, sin discusión".

Becas congeladas

Una de las cosas que ofrece la Universidad local es la posibilidad de acceder a distintas becas para el sostenimiento de la trayectoria educativa, con ayudas para los insumos básicos. Ahora, con el presupuesto congelado, los números reflejan un poder adquisitivo que quedó muy atrás en relación a la inflación. Los recortes, fruto del congelamiento presupuestario, inciden directamente en la garantización de las cuestiones básicas para la cursada, que van más allá de lo estrictamente académico y tienen que ver con el alojamiento y la comida.

Se calcula que, entre las cuatro sedes de la UNPSJB en la provincia, se sostienen 700 becas completas e incompletas, de alimentos, alojamientos y fotocopias, además de 146 lugares de alojamiento en Comodoro Rivadavia, Esquel y Puerto Madryn, hoy sobrepasados por la demanda.

En este sentido, Ariadna manifestó que existen dificultades para acceder a la inscripción de la Beca Progresar. "Es difícil acceder a la página, una inscripción que tendría que haber arrancado el 1º de marzo, arrancó el 11 de abril. La gente se conecta a las cuatro de la mañana a ver si logra completar los formularios porque se cae la página".

La demanda de este tipo de ayudas sigue siendo notable, pese a que sus valores son idénticos a los del año pasado. La Beca Progresar, por ejemplo, tiene un valor congelado de 20 mil pesos mensuales desde agosto del 2023, un número que no alcanza a cubrir los insumos básicos para estudiar. "Ese número se te va en fotocopias, nada más, en un libro", subraya Ariadna, quien precisa que para que tenga el mismo valor de poder adquisitivo del año pasado, tendría que ser de unos 59 mil pesos, aunque advierte que "por el momento no hay intención ni de facilitar la inscripción ni de actualizar el valor."

En el mismo sentido, comenta que también el comedor universitario se vio afectado, ya que no alcanza el presupuesto para ofrecer almuerzo y cena, y sólo están ofreciendo una comida, además de tener la capacidad para ofrecer sólo 100 platos diarios, que es lo único que llegan a cubrir. "Hay chicos que pasan el día entero en la uni y necesitan de esa comida, es el único alimento que tienen, si no, tienen que comprar en el kiosco, donde un alfajor sale 1.000, 1.200 pesos", apuntó Ariadna.

"De a poco vamos viendo casos de compañeros que tienen que priorizar ir a trabajar, tienen que cursar menos materias, no les alcanza lo que cobran con un trabajo y tienen que buscar una changa más para llegar a fin de mes; lo mismo para los docentes, en el último período su poder adquisitivo cayó más del 50%", agrega.

La propuesta de la institución es sostener a los estudiantes y ser lo más inclusiva posible. A raíz de la pandemia se fue consolidando la educación híbrida, que hoy permite llegar a los estudiantes que no pueden costear el transporte o a quienes se les dificulta amalgamar el estudio con el trabajo.

"Una de las cuestiones tiene que ver con la situación inclusiva de las universidades, la forma con la que estamos tratando de llegar a los alumnos a es a través de la educación híbrida, es decir, tener espacios presenciales, que ellos vengan a las aulas, pero también tener modalidad virtual, y que se combinen ambas modalidades, por esta situación de deterioro socioeconómico que tenemos que los lleva a que tengan que elegir entre trabajar o seguir estudiando y que la familia haga ese esfuerzo".

Herrera reconoce la dificultad de la situación ya que "la propia institución está siendo atacada, denigrada sin ningún tipo de resguardo, ahora salieron a decir que nos iban a dar el 140% de refuerzo, por lo pronto dijeron que había 70% de refuerzo en marzo, y todavía no llegó. Ahora aparentemente en mayo darían un refuerzo del 70% sobre algo que en principio nunca dieron, estamos en la misma".

Ariadna explica que, aunque la participación va en aumento "seguimos viendo poca adhesión de los docentes y descreimiento de los estudiantes de que realmente la uni pueda quedarse sin funcionar en algún momento. No vemos que haya mucha gente que sienta amenazado su derecho a la educación, vemos que nos acusan de usar una campaña de miedo, uno quiere colaborar pero es complicado, incluso algunos son poco receptivos cuando queremos contarles la situación, a veces ni siquiera están enterados que hay paro".

Reclamos múltiples

El reclamo estructurante de las distintas actividades que se plantean desde principios de año "es la garantización de la educación pública, que continúe siendo accesible y que podamos seguir proyectando nuestro proyecto de vida, los sueños de cada uno", aporta Ariadna, y enfatiza que "más allá de una carrera, hay toda una vida en cada estudiantes, con expectativas y sueños de lo que puede lograr, y lamentablemente para que esos sueños se lleven a cabo necesitamos presupuestos, sin presupuesto no funciona nada".

El valor estimado del aumento que necesitan las universidades para funcionar es del 300%, en base a la inflación acumulada, la prevista para los próximos meses y la tarifa plena de luz y gas, que ahora deberán afrontar ante la quita de subsidios.

"A esta altura, con 280% de inflación acumulada, ¿qué queda para nosotros? Estamos tratando de solventar una situación inmensa, y somos una universidad chica. Algunas universidades tienen fondos reservados y con eso están tratando de solventar los gastos, a otras se les acabaron los fondos, no pueden seguir sosteniendo esto. Es terrible", manifestó Herrera.

El CONICET en peligro

El CONICET fue uno de los primeros organismos en ser directamente atacado por el Gobierno de Javier Milei. Actualmente nuclea a más de 10 mil investigadores y más de 11 mil becarios de doctorado y postdoctorado de distintas áreas en todo el país, quienes ven amenazada la posibilidad de continuar llevando adelante sus proyectos. En las distintas sedes de la UNPSJB existe un gran número de investigadores y becarios, quienes ven con preocupación la profunda reducción de las partidas presupuestarias.

El reclamo concreto de quienes integran el organismo aboga por un presupuesto adecuado y por el reconocimiento del aporte de miles de investigadores e investigadoras a la ciencia nacional.

"Dentro de la Comisión Interclaustro hay investigadores del CONICET, son muchos egresados de la universidad, ven su presupuesto ajustado a un plan que tienen que presentar en las investigaciones. En este contexto de inflación impredecible, donde se está desfinanciando la ciencia y la tecnología, la verdad es que no pueden proyectar a futuro, ni los docentes que son investigadores o los estudiantes que nos vamos formando. No tienen posibilidad de crecer los egresados ni los estudiantes de seguir avanzando", comenta Ariadna.

Herrera, por su parte, subraya: "Todos son investigadores porque se han recibido en la universidad, va a impactar en ellos. El prestigio del CONICET en Latinoamérica y en el mundo no se valora, es alarmante, es una vergüenza que este gobierno no considere a sus profesionales, y en la jerarquía que tienen, a nivel mundial. Este gobierno está en contra de todo lo que sea políticas del Estado".

Los estudiantes a la calle

En este panorama los estudiantes, docentes, no docentes e investigadores convocan a la comunidad a manifestarse el próximo 23 de abril en la Marcha Nacional Universitaria, que será replicada en todo el país, en tanto esperan algún tipo de decisión del Ejecutivo que permita conseguir las partidas necesarias para garantizar el funcionamiento de las universidades.

En Chubut, hay distintas convocatorias en línea con las movilizaciones en todo el país: en Comodoro Rivadavia la concentración será a partir de las 14.30 en la Universidad, con puntos de encuentro en el Ceret y el Monumento al Carrero Patagónico hasta llegar a la Plaza Kompuchewe; en Esquel, la concentración es a las 16.30 en la Universidad, con clase abierta y lectura de documentos a las 17; en Madryn será a las 16.30 con un recorrido hasta la Plaza Centro; y en Trelew las actividades comienzan a las 10 con actividades en el Playón de la UNPSJB, y una concentración a las 16 para luego marchar a las 17 por el centro de la ciudad.

"Apuntamos al 23 a convocar a toda la comunidad de Comodoro a que se sientan tocados, por más que no hayan cursado ellos en la universidad, porque hay gente que la siente muy lejana, pero donde revisas hay un amigo que se recibió en la universidad o un médico que te atiende se recibió en la educación pública", subraya Ariadna y hace extensiva la invitación "para defender la continuidad de este derecho, que no es solo para nosotros, para terminar las carreras y seguir formándonos, sino para los chicos que hoy están en el secundario y a fin de año van a tener que ver si el presupuesto de sus familias les da para estudiar acá o en otro lado, pero que puedan hacerlo. No es solo por nosotros, sino por todos".

"Hay que salir a la lucha, y acá estamos, el 23 ante una manifestación en repudio de toda esta política que lleva adelante este gobierno, para reclamar no solo lo presupuesto, los salarios, y mejores condiciones, sino también seguir manteniendo la educación universitaria pública, gratuita, laica, democrática, inclusiva, y que sigamos teniendo la universidad por la que se ha luchado generaciones anteriores y que se pueda seguir con una educación en la Patagonia de prestigio para nuestros hijos y nuestros nietos", finaliza Herrera.