Esta semana el Gobierno provincial desembolsó casi 36 millones de dólares para cancelar una nueva cuota de los pagos por el BOCADE. Las regalías petroleras que son garantías para el pago de esa deuda durante marzo apenas llegaron a 34,3 millones de dólares, lo que demuestra que estas cancelaciones ya insumen más de un mes completo de lo recaudado por la producción petrolera declinante.
Afrontar el pago de un nuevo vencimiento del BOCADE, el segundo que tuvo que encarar la gestión de Ignacio Torres, le insumió a Chubut el desembolso de 35,9 millones de dólares y se transformó en el mayor gasto efectuado por la provincia en los últimos años.
Por la décima quinta cuota del vencimiento del capital se desembolsaron 25.025.000 dólares, por el trigésimo primer pago de intereses otros 8.928.272 dólares y por el pago adelantado de del capital adeudado -según quedó establecido en la Cláusula 1.45 de la renegociación del 2021- se gatilló la cancelación de otros 2.007.835 dólares.
Así se llegó al vencimiento de 35.961.107 dólares que dejaron de ingresar a las arcas de la provincia y que fueron debitados de manera automática de las regalías petroleras de Chubut.
Durante marzo las regalías petroleras cobradas por la provincia ascendieron a los 34.370.000 dólares y fueron insuficientes para afrontar la cancelación de los vencimientos antes mencionados del BOCADE.
Esta relación, entre deuda y regalías, se rompió y puso a Chubut con los números más en rojo de lo que están por el ajuste de Javier Milei y la crisis económica.
La provincia necesitó para solventar los pagos del BOCADE más de un mes completo de la recaudación por las regalías petroleras, las que en paralelo vienen como consecuencia del constante decrecimiento de la producción petrolera en los yacimientos chubutenses.
En la medida que sigan bajando niveles productivos de crudo Escalante, la provincia deberá destinar trimestralmente cada vez porcentualmente más dólares que se generan a través de las regalías petroleras.
El combo de ajuste nacional, caída de recaudación, baja productiva en el ámbito petrolero y ahorcamiento de las regalías se transforma en una de las más preocupantes problemáticas a afrontar por la administración de Torres.
