Política

Mario Das Neves, el primer chubutense que soñó con ser Presidente

La reciente -y previsible- aseveración de Nacho Torres, sobre su aspiración presidencial, hizo recordar de inmediato la experiencia de Mario Das Neves hace más de una década, cuando decidió lanzarse luego de ser reelecto gobernador. Contra viento y marea, el entonces mandatario terminaría siendo candidato a vicepresidente de Eduardo Duhalde en una elección que consolidó la hegemonía del kirchnerismo.

"Quienes hacemos política, todos en algún punto queremos ser Presidente. Es como preguntarle a alguien que está jugando en las inferiores si quiere jugar en primera". La respuesta de Ignacio "Nacho" Torres ante un consulta de Seta Tv el último viernes en Comodoro era la esperable de alguien que a los casi 36 años (los cumple el sábado que viene) viene sumando puntos en política y que ha trascendido los límites de su propio partido, sobre todo a partir de aquel enfrentamiento con Javier Milei hace poco más de dos meses.

"El mejor esquema presidenciable es mostrar que sacamos del pozo a la provincia", acotó luego en referencia a una eventual carta de presentación que fue la misma que exhibió Mario Das Neves cuando tuvo aquel sueño que a muchos les pareció peregrino apenas lo anunció. Claro que los contextos no son iguales y los personajes no tienen muchos puntos de contacto, empezando por la edad.

PERMITIDO SOÑAR

"A las 20.25 del domingo voy a lanzar mi candidatura", decía a sus íntimos un eufórico Das Neves en los días previos al 16 de septiembre de 2007 y como guiño a aquellos que conocen el significado de esa hora en la historia argentina.

El chubutense descontaba que aquel día sería reelecto por amplio margen como gobernador de Chubut (finalmente fueron 170 mil votos contra 30 mil del radical Raúl Barneche) y que él -a los 56 años- sería uno de los mandatarios a los que miraría un electorado que se suponía amplio y que empezaba a agotarse de ciertas formas políticas de los Kirchner.

Cristina sería electa poco después y Néstor anunciaba que pondría "un café literario" cuando le preguntaban por su futuro. Pero todos sabían que solo se tomaba una pausa y que se dedicaría a apuntalar al nuevo gobierno.

Das Neves tuvo diferencias con el kirchnerismo desde que se vio obligado a dejar el cargo de director nacional de Aduana durante la presidencia de Eduardo Duhalde. Por eso había adelantado la elección provincial en 2007, como hicieron otros gobernadores que no comulgaban con el matrimonio presidencial y que le habían puesto año de caducidad al proyecto K: 2011. En eso andaban el salteño Juan Manuel Urtubey; el cordobés José Manuel de la Sota y los hermanos Rodríguez Saá. Descontaban que uno de ellos sería el próximo inquilino de la Casa Rosada.

El chubutense empezó a recorrer el país. Hizo su presentación mediática con mucho color y marketing en La Boca; después le tocó darse baños de realidad, como cuando le cortaron la ruta en Neuquén y llegó a su acto para los aplausos. Al año siguiente los Kirchner lo hicieron pisar el palito y terminó siendo vocero del gobierno en una conferencia en contra de los que repudiaban la Resolución 125 en el agitado otoño de 2008.

Luego, Das Neves comenzaría con sus críticas puntuales y le respondían con demoras en el envío de fondos; parate de obras y carteles, mofas y agravios, valiéndose por ejemplo de su lapsus linguae de que era "80% abogado".

EL PRINCIPIO DEL FIN

El chubutense tenía todo calculado a comienzos de 2011. Néstor Kirchner había muerto hace pocos meses y él decía que el kirchnerismo perdería en Catamarca y luego -ampliamente- en Chubut, las primeras elecciones presidenciales antes de inaugurar las PASO de agosto.

Falló su augurio en ambas provincias porque si bien dos meses más tarde se confirmaría la victoria de su candidato, Martín Buzzi, la noche del 20 de marzo todos los chubutenses se fueron a dormir sin saber quién sería su próximo gobernador, ya que hubo un virtual empate con el kirchnerista Carlos Eliceche.

Mientras el sector K, con Blas Meza Evans a la cabeza, hablaba de "fraude", Das Neves tuvo que poner la mejor cara ante la ilustre comitiva que había traído para celebrar: Felipe Solá, Francisco de Narváez, Graciela Camaño; Javier Castrilli.

Fue un año fatídico para Das Neves porque, además, los integrantes de su propia fórmula (Buzzi y Gustavo Mac Karthy) se sacaron aquella foto con Cristina que significó un puñal por la espalda para el mandatario provincial que terminaría siendo candidato a vicepresidente de Eduardo Duhalde y ocupando un quinto lugar en las generales de octubre, muy lejos de Cristina y más cerca de los que fueron segundo, tercero y cuarto: Hermes Binner, Ricardo Alfonsín y Alberto Rodríguez Saá.