Petróleo

Derrames y pozos abandonados a la vuelta de la esquina: una ciudad que creció de la mano del petróleo

El 25 de junio, vecinos del barrio Malvinas Argentinas denunciaron un derrame de petróleo en plena zona residencial, una imagen repetida para los habitantes de esa zona, parte de una ciudad que vive sostenida por el petróleo, pero también afectada por él. Gran parte de los pozos están cerca de las viviendas, en medio de una localidad que se construyó por y para la industria. YPF fue sancionada por el Gobierno provincial por falta de obras de mantenimiento y prevención, pero la situación de pozos abandonados y derrames es mucho más profunda.

Vecinos del barrio Malvinas Argentinas denunciaron hace dos semanas el derrame -que alcanzó unos 600 metros lineales- y subrayaron que no es la primera vez. "Tenemos un problema grave ocasionado por los pozos que tiene YPF en la parte alta del Cañadón La Francesa. Es un daño al medio ambiente, bastante grave, por eso queremos que se trate de solucionar de manera urgente, antes que caiga agua y se derrame por todo el barrio", dijo el vecino Ramón Díaz a FM La Petrolera.

Remarcó que hay un canal evacuador hace varios años que contuvo el petróleo, y pese a que no hubo afectados, la situación puso de manifiesto la necesidad de obras preventivas para este tipo de situaciones.

Según Nicolás Coluccio, subsecretario de Ambiente de la Municipalidad, el plan de contingencia de YPF "no fue el correcto", y agregó que "cuando hay derrames de petróleo en zonas urbanas los vecinos deben tener la precaución de mantener a sus mascotas y a los niños dentro de los domicilios".

Más tarde, la coordinadora de Ambiente de la Municipalidad, Jordania Mrla, detalló que el derrame habría sido a raíz de una rotura de línea del pozo 578 que está asociado al colector Bella Vista 469.

"Actualmente la empresa se encuentra en investigación o sea que desconocemos la causa real por la cual ocurrió la contingencia. Aparentemente se afectaron 600 metros lineales y eso es muchísimo. Se afectó vegetación y lotes de gente particular", especificó.

La sanción a YPF

La semana pasada, el Gobierno provincial decidió multar a la empresa por el daño ambiental ocasionado. En concreto, por no haber realizado obras preventivas para minimizar el impacto.

Mediante la Disposición 011/2024, la Subsecretaría de Regulación y Control de la cartera ambiental provincial multó a YPF por el perjuicio ambiental provocado por los 14 metros cúbicos derramados en plena zona residencial.

El titular de la cartera de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan José Rivera, especificó que si bien la empresa cumplió con el protocolo de denuncia y dio inicio a las tareas de reparación de manera inmediata, "no la exime de otras responsabilidades, tales como no haber terminado obras de direccionamiento, estabilización y mantenimiento de los taludes y cárcavas que estaban previstas desde 2019 para minimizar los riesgos en situaciones de estas características".

Rivera explicó que "se ponderó, además, el impacto ambiental causado en la flora y la fauna del lugar, ya que, si bien la empresa trabajó en la contención y remediación del derrame, el volumen estimado derramado corresponde a 14 metros cúbicos y la longitud del recorrido del crudo es de aproximadamente de 600 metros lineales, lo que significó una importante intervención en el terreno con la consiguiente pérdida de biodiversidad".

De acuerdo a su Artículo 1º, la Disposición 011/2024 establece "sancionar a la firma YPF S.A. en virtud de los incidentes por la ruptura de la línea de conducción del pozo BV 577 (d) en el yacimiento Bella Vista, de la ciudad de Comodoro Rivadavia". Allí se detalla que el derrame provocó "afectación del ecosistema tanto del suelo, flora y fauna nativa e introducida; perjuicios a los vecinos del área y perjuicios posteriores, ocasionados en el proceso de saneamiento que produjo desmonte con mayor afectaciones al ecosistema".

Por ello se estableció "una multa a la firma YPF S.A. equivalente al monto de 224.000 litros de gasoil grado tres, calculados conforme a la cotización en la pizarra de ventas del Automóvil Club Argentino en la ciudad de Comodoro Rivadavia del día hábil inmediato anterior a la aplicación de la multa".

Lo que deja el pasivo ambiental

La situación que viven los vecinos del Barrio Malvinas no es inusual: la ciudad fue construida en medio de las instalaciones petroleras; algunos barrios están ubicados en la proximidad de pozos en funcionamiento. Por otro lado, también existe una gran cantidad de pozos abandonados que YPF fue dejando, panorama que se agravó en los últimos meses en la medida en que la empresa va dejando la zona para aumentar su presencia en Vaca Muerta.

El pasivo ambiental de la industria hidrocarburífera de la región incluye cerca de 4 mil pozos petroleros dentro del ejido urbano de Comodoro Rivadavia, entre piletas de perforación e instalaciones asociadas. Aunque existen pozos sellados, no todos cuentan con los radios de seguridad contemplados por las normativas vigentes.

"Son entre cuatro y cinco mil los pozos anteriores que se abandonaron antes de la resolución de 1996 lo que limitó su radio de seguridad. El trabajo se hizo bien pero de acuerdo a los estándares de hace 50 años. No se cumplió con el objetivo del abandono que es sellar el pozo", detalló Coluccio.

La mayoría de estas instalaciones están en zona norte, especialmente concentradas en Bella Vista y Restinga Alí.

El subsecretario de Ambiente municipal enfatizó a principios de año la necesidad de avanzar con el proyecto de ordenanza de pasivos ambientales, que contempla controles más estrictos y sanciones más severas a las operadoras que no cumplan con el saneamiento correspondiente a las zonas afectadas por la producción.

Se busca, entre otras cosas, regularizar y contener la situación de los pozos abandonados: "Hoy existen otros estándares internacionales que impedirían situaciones generadas hace años. En las viejas operaciones no existían los ductos y el hidrocarburo se movía por piletas de tierra. Todo eso hoy representa pasivos ambientales junto a los pozos no saneados o mal abandonados que están frenando el desarrollo urbanístico y generan restricciones al dominio".

El conocimiento concreto sobre la situación ambiental permitirá "tomar acciones tendientes al ordenamiento ambiental del territorio", explicó en una entrevista vía Cadena Tiempo. Además, advirtió que son pocos los casos en el mundo de ciudades que crecen "encima de un yacimiento".

"La ciudad creció de forma desordenada y esquivando las instalaciones petroleras. Pretendemos un ordenamiento ambiental del territorio que permita planificar a la ciudad de mejor forma", agregó.

La Municipalidad cuenta con información de algunos pozos, pero no de los pasivos que no están en superficie y aún no fueron detectados; la mayoría se mantiene para recuperación o de producción a futuro, pero "las situaciones ambientales que tenemos son un legado de la antigua usanza de la industria. Son situaciones de riesgo a partir de actividades pasadas. De la perforación y el abandono puede generarse surgencias de gas y demás riesgos para los vecinos y la salud".

Un juicio histórico

Un caso similar, aunque de mayor envergadura, fue denunciado el 26 de diciembre de 2007, luego de que se derramaran 300 metros cúbicos de petróleo que se extendieron unos siete kilómetros por la costa de Caleta Córdova. El juicio histórico que condenó a la empresa se llevó a cabo recién en 2020.

"Que en la capital nacional del petróleo se pueda llegar a un juicio por la responsabilidad penal de quienes dañan el ambiente es un hecho histórico. Que el paso del tiempo no haya sido garantía de impunidad es importante", dijo a FM De la Calle Hernán Scandizzo, del Observatorio Petrolero Sur, cuando inició el juicio.

"Lo que se plantea es que durante la carga del crudo, desde la monoboya, también se iba dejando salir el agua de lastre para balancear lo que ingresaba como carga y lo que se iba sacando para mantener nivelado el buque. En esa circunstancia se habría también descargado el crudo junto con el agua de lastre", explicó.

La denuncia era por no haber dado aviso del derrame, una práctica recurrente entre quienes estaban a cargo de la carga y descarga de agua de lastre, que esperaban que el mar se llevara la mancha hacia el mar y diluyera el derrame. "Lo que pasó es que el agua llevó la mancha de crudo hacia la costa y se impregnaron 7 km de la costa", agregó Scandizzo. Habló también de una naturalización de la presencia de crudo en el agua: "La gente se bañaba y salía con alguna mancha y se la sacaba con aceite de cocina. Ese derrame desnaturalizó el hecho de que el petróleo en el mar era parte del paisaje de Comodoro".

Aunque los tres imputados -el capitán de la embarcación que produjo el derrame, Ricardo Avalos, el oficial Rubén Daniel Valle y el representante de la empresa naviera, Raúl Alfredo Gemin- finalmente fueron absueltos, el proceso judicial marcó un precedente.

En relación al impacto del juicio, Scandizzo enfatizó en el 2020 "todo lo que se habilita en términos de condena social, pensando en lo que se propone como alternativas para la post pandemia. Estamos en Neuquén con Vaca Muerta y la explotación de yacimientos no convencionales a través del fracking como alternativa. Se propone el avance de la explotación de hidrocarburos en aguas profundas. Para estas alternativas para reactivar la economía con más extractivismo este juicio también es una señal".

Una sentencia de muerte del Cordón Ecológico de la ciudad

Unos años después del suceso de 2007, una situación similar a la reciente se produjo en el Barrio Los Tres Pinos. Una "lluvia de petróleo" sobre el barrio evidenció la profunda imbricación de la actividad petrolera en la zona, así como sus riesgos latentes.

El 16 de mayo del 2015 la rotura de una bomba electrosumbergible situada en cercanías del camino Roque González ocasionó un derrame que por acción del viento terminó en una "lluvia de petróleo" sobre las viviendas de los Tres Pinos.

La locación petrolera estaba situada a unos 1000 metros del barrio, aunque a una altura superior a las viviendas. Los vecinos se comunicaron con autoridades de la empresa, quienes arribaron en las próximas horas a la zona para evaluar lo ocurrido y dialogar con los afectados.

La empresa llevó adelante tareas de remediación, aunque en su momento los representantes sostuvieron que no se sabía con certeza si esa lluvia había sido producto de la negligencia o "por acción del viento".

Pese las expresiones de las autoridades y la ausencia de daños mayores, el hecho fue la gota que colmó el vaso, y semanas más tarde, los vecinos se movilizaron en rechazo a un proyecto de explotación con pozos no convencionales en la zona, a raíz de una decisión del Concejo Deliberante de modificar los usos y límites de la zonificación del suelo (Ordenanza 3614-11/13, Art. 2), lo que para ellos implicaba una "sentencia de muerte del Cordón Ecológico de la ciudad".

Mediante sus representantes legales, notificaron a YPF de la acción de amparo y cautelar que disponía la suspensión de todas sus actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en la zona de Bella Vista Sur y barrio Malvinas, en el yacimiento Zona Central-Cañadón Perdido, dentro del ejido de Comodoro Rivadavia. La medida fue dictada por el Juzgado Provincial Laboral N° 2.

A través de un comunicado, los vecinos hacían pública la medida legal y denunciaban acuerdos de los gobiernos provincial y municipal con YPF para renegociar las concesiones para el desarrollo hidrocarburífero en el ejido urbano.

El proyecto de YPF previa la colocación de una locación petrolera a 15 metros del barrio 64 viviendas y del Loteo Los Tres Pinos, quedando éstas dentro de las zonas de influencia primaria y secundaria en cuanto a impacto ambiental.

La empresa aseguró que trabajaría con "la última tecnología existente y tomando todas las medidas de seguridad". No obstante, bajo esos mismos parámetros se produjo días atrás la lluvia de petróleo.

El comunicado enfatizaba: "No estamos en contra del crecimiento, el progreso, y el incremento de los puestos de trabajo, de hecho la mayoría somos trabajadores petroleros, pero entendemos al progreso como el mejoramiento de la calidad de vida, no como el enriquecimiento aún mayor de algunos grupos a cambio de vulnerar nuestros derechos a la salud y a la Propiedad Privada".

Además, hacían hincapié en los artículos de la Ley General del Ambiente Nº 26.675 que no se estaban respetando, en particular los que indican que los ciudadanos tienen derecho a ser consultados en procesos que afecten el ambiente en el que viven (Art. 19) y que las autoridades deben institucionalizar procedimientos de consultas y audiencias públicas como instancias obligatorias para la autorización de este tipo de actividades (Art. 20).

En esta línea, los vecinos sostenían que el modelo de ciudad "debe ser consensuado" y responder a un plan racional. "Somos petroleros, justamente por eso no queremos vivir dentro de un yacimiento", expresaron.

Un vecino de Los Tres Pinos dialogó con El Extremo Sur sobre las condiciones del barrio. Explicó que hay una explotación de petróleo muy cerca del área residencial, y hasta hace unos 5 años se encontraba al descubierto.

"En su momento no había red que contuviera, era un problema, nosotros teníamos 11, 12 años, era peligroso", agrega. Señala que la empresa tomó algunas medidas a partir de la lluvia de petróleo del 2015, aunque no son suficientes: "Ahora alumbró, hace 4 o 5 años no veías nada más que el puntito rojo de la luz de la máquina, sabías que ahí estaba y hasta ahí podías subir. Ahora pusieron un par de rejas, tomaron algunas precauciones en base a esa queja".

"Alrededor pusieron paredes de cemento. Pero las paredes se cayeron y pusieron chapas de colores", agrega. Y recuerda que sobre esas mismas chapas -única respuesta visible de la empresa sobre la problemática- los vecinos dejaban graffitis que exigían el cumplimiento de la Ley de Protección Ambiental. Remarcó, además, que algunas zonas del barrio estuvieron mucho más afectadas que otras.

En la actualidad, las chapas que contienen la explotación están rotas, y subraya que es un peligro inminente sobre todo para los niños y adolescentes, "que se las ingenian para saltar los muros".

El panorama es similar para otros barrios caracterizados por poblarse en línea con el crecimiento de la industria. Lejos de ser campamentos petroleros, hoy son barrios consolidados que requieren infraestructura y planeamiento acorde a una ciudad en expansión permanente.