Minería

Vienen por todo: Con el RIGI la minera más grande del mundo anuncia millonaria inversión en San Juan

La reciente adquisición por parte de la empresa australiana BHP de los yacimientos de cobre en San Juan, previamente propiedad de la canadiense Lundin, ha reavivado la preocupación sobre el impacto ambiental de la minería en la región. Los proyectos Josemaría y Filo del Sol, situados a apenas diez kilómetros de distancia, se perfilan como uno de los mayores emprendimientos mineros del mundo, con una inversión proyectada de 10 mil millones de dólares.

A pesar de las promesas de crecimiento económico y generación de empleo, la explotación minera plantea serios desafíos para el medio ambiente. Los proyectos incluyen la construcción de infraestructura significativa, como un tendido eléctrico y un camino minero, lo que podría alterar de manera irreversible los ecosistemas locales.

La minería a gran escala tiene el potencial de dañar irreversiblemente los recursos naturales y afectar la calidad del agua, la biodiversidad y los paisajes de San Juan. La provincia ya ha experimentado impactos negativos de operaciones anteriores, como el caso de la mina explotada por Barrick hace veinte años.

Además, las iniciativas mineras dependen del régimen de grandes inversiones, cuya adhesión todavía está pendiente en la Legislatura provincial. Mientras el gobernador Marcelo Orrego celebra el avance de estos proyectos, grupos ambientalistas advierten sobre los riesgos asociados y demandan una evaluación más exhaustiva de las consecuencias ambientales.

A pesar de la posición estratégica de San Juan en la cordillera andina y su potencial minero, es crucial que se equilibren los beneficios económicos con la protección del medio ambiente para evitar un legado de devastación ecológica en la región.