Ambiente

La triple crisis planetaria a la que nos enfrentamos

Los cambios ambientales, tecnológicos y sociales están creando una crisis planetaria, advirtió un nuevo informe conjunto del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Consejo Internacional para la Ciencia.

La publicación enfatiza la necesidad urgente de que el mundo responda de manera más completa y rápida a una serie de nuevos desafíos que están exacerbando la triple crisis planetaria, incluidos el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y los desechos.

¿Qué es la triple crisis planetaria?

La triple crisis planetaria se refiere a tres problemas interrelacionados: el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. Cada uno de estos problemas es una crisis en sí misma con sus propias causas y efectos, pero las tres convergen y se retroalimentan. Las tres afectan los derechos humanos y, de forma más intensa, para personas en condición de vulnerabilidad.

Según el PNUMA, la degradación del mundo natural es causada por la actividad humana, el rápido desarrollo de tecnologías como la inteligencia artificial, la competencia por los recursos naturales, la creciente desigualdad y la disminución de la confianza en las instituciones que se están combinando para crear una "policrisis" con diversas consecuencias que atentan contra la humanidad y el planeta.

El mundo no puede descarrilarse en la lucha contra la triple crisis planetaria

El Director Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas señaló que "ahora es el momento de avanzar para protegernos de los desafíos emergentes". Inger Andersen advierte: "El ritmo del cambio, la incertidumbre y el progreso tecnológico que estamos viendo en medio de la inestabilidad geopolítica significa que cualquier país puede desviarse del rumbo más fácilmente y con más frecuencia".

Esta investigación, desarrollada a través de consultas regionales con jóvenes, tiene como objetivo proporcionar una mayor comprensión de los posibles impactos para los cuales el mundo necesita prepararse.

Aprender de los errores del pasado

Andersen explica que al observar de cerca las señales de cambio, "se puede evitar repetir errores del pasado y centrarse en soluciones que puedan resistir futuras perturbaciones".

El informe predice que la demanda de elementos raros, minerales y metales necesarios para la transición a emisiones netas cero se cuadriplicará para 2040. Esto conducirá a un aumento de las actividades mineras en las profundidades del mar e incluso en el espacio, amenazando la naturaleza y la biodiversidad, y también podría aumentar la contaminación, los residuos y dar lugar a nuevos conflictos.

El PNUMA subraya que a medida que el permafrost se derrite en un planeta que se calienta, podrían liberarse organismos antiguos que podrían ser patógenos, con consecuencias para el medio ambiente, los animales y los seres humanos, como es el caso de la epidemia de ántrax en Siberia.

Cuando se trata de inteligencia artificial y transformación digital, esto significa que, si bien pueden ser beneficiosos, tienen un impacto ambiental debido a la creciente demanda de minerales clave, elementos raros y recursos hídricos.

Es importante recordar que su uso en sistemas de armas, aplicaciones militares y desarrollo de biología sintética requiere una cuidadosa consideración desde una perspectiva ambiental.

En cuanto a los conflictos armados y la violencia, el informe señala que degradan y contaminan los ecosistemas, perjudicando así a las poblaciones más vulnerables.

Sostiene además que el aumento de los desplazamientos forzados tiene graves consecuencias para la salud humana y el medio ambiente.

Un nuevo contrato social

Ante este panorama, el informe recomienda adoptar un nuevo contrato social que incluya más indicadores de desarrollo que económicos y abarque todos los sectores, con especial foco en los pueblos indígenas y la juventud.

Añadió que los gobiernos y las sociedades pueden establecer objetivos a corto plazo para mejorar la gobernanza, reestructurar el sistema financiero y redirigir los flujos de capital de manera que reduzcan la desigualdad, erradiquen la pobreza extrema y protejan el planeta.

Nuestra responsabilidad

Nuestras decisiones de consumo individuales y el activismo ayudan a no ser indiferentes y aportan a nuestra comunidad directamente.

Pero también es importante exigir, como ciudadanas y ciudadanos, que nuestros representantes en instancias de toma de decisiones garanticen mayor participación y compromiso en la adopción de acciones clave. 

Fuente: EcoPortal