Pueblos originarios

Cabalgata final de Fausto Wala Yem

El 1ro de agosto encontraron muerto el cuerpo físico de Fausto Jones Huala en Bariloche. No me gusta escribir los nombres mapuche castellanizados por lo cual, para mí, inició su cabalgata final Fausto Wala Yem hace dos o tres días.

Nunca hablé con él. Compartí un machiluwün en el 2018 y lo vi montar un kaweju (caballo). Me llamó la atención su modo de montar, porque daba cuenta que no era un "paisa" de los que aprenden a gatear y a montar un caballo sincronicamente. Fausto estaba tratando de entenderse con el Kaweju.

Me atreví a mirarme en el espejo, en el cual nadie quiere verse: dos veces tiró el espíritu del kaweju a Fausto.

De algún modo, quienes hemos sido despojadxs del territorio, en el proceso de recuperación y de regreso de la ciudad al campo, quiere hacer todo a lo mapuche. Sin embargo, no tenemos la destreza, ni el musculo entrenado para sostenernos horas arriba de un kaweju en una ceremonia, como tampoco los pulmones para subir un cerro a 1200 mts de altura en 20 minutos (si hemos nacido en la pampa húmeda) como es mi caso. Pero lo intentamos. Tozudamente lo sigo intentando.

Fausto, empecinadamente intentó recuperar territorio con las herramientas que tenía. La vida mapuche lo colocó en el momento del asesinato de Rafita Nahuel a su lado.

Nadie queda sin trauma ante el asesinato de un lamngen, o compañero/a de lucha. Podrá disimular un tiempo, pero no siempre. He transitado despedidas tortuosas y nadie sale inmune. Cada una/o siente los desgarros de manera particular, pero asumir un trauma de pueblo es hacerse cargo de la historia que nos parió y empezar a sanar lo que no pudo ser sepultado.

Nadie elige suicidarse. No me creo en absoluto esa narrativa. Tengo solo mi intuición para afirmarlo. Nadie que ha montado un caballo, cabalga hacia el suicidio como una decisión personal, ajena a un colectivo, porque el caballo que montó Fausto es de un pueblo todo.

Estamos haciendo aprendizajes. Nos duele tanto la partida de lxs nuestros siendo jóvenes, que por eso haremos una reflexión profunda sobre el tiempo por venir en el Pwelmapu.

El pueblo mapuche no se suicida, porque sabemos que cuando uno/a cae, diez se levantarán.