Ambiente

Cómo tener esperanza en un mundo con crisis climática

La esperanza no siempre es fácil de mantener cuando nos bombardean constantemente con malas noticias y frente a una crisis climática creciente.

Ya sea que nosotros mismos nos veamos afectados directamente o no, el impacto de nuestras acciones en las temperaturas y patrones globales está siempre presente, y parece que cada día escuchamos más sobre las consecuencias negativas de las actividades humanas.

La esperanza es importante para cambiar acciones y comportamientos

La falta de esperanza puede provocar frustración, ansiedad y depresión.Y desafortunadamente, las emociones negativas como la tristeza y la ira a menudo pueden llevar a la pasividad o la resignación. Esto es exactamente lo contrario de lo que necesitamos.

Promover la acción y el cambio de comportamiento es uno de los desafíos clave del movimiento ecologista. Creo que la esperanza es una de las herramientas más poderosas de nuestro arsenal. Ella puede empoderarnos e inspirarnos para realizar los cambios necesarios y convertirnos en las personas que queremos ser.

Para ser claros, esto no es un falso optimismo. Se trata de encontrar el núcleo de la positividad en nuestro pensamiento y mantener la sensación de que podemos construir un futuro mejor para todos, en armonía con el mundo natural. Es importante afrontar los hechos y no centrarse sólo en lo negativo.

Formas clave de mantener la esperanza

Mantenerse positivo es complicado, pero una acción importante en ese sentido es asegurarse de no ver simplemente malas noticias. No podemos evitar comprender la verdad y no podemos cerrar los ojos ante la realidad de nuestra situación. Pero también debemos evitar mirar sólo el lado negativo.

Busca cosas positivas

Cuando tenemos una actitud negativa hacia la información, muchas veces tendemos a evitar las buenas noticias. Podemos ignorar las historias positivas dentro de una historia negativa más amplia.

La narración o storytelling es importante para lograr un equilibrio saludable desde nuestra perspectiva. Reconocer los sesgos que surgen de ciertas narrativas puede ayudarnos a ver las cosas de una manera más equilibrada y transparente.

Cuando buscamos buenas noticias, debemos recordar que tanto los medios como las fuentes de noticias alternativas suelen tener una agenda. Y la mayoría de los medios de comunicación informan más malas noticias que buenas.

A veces, mantener la esperanza requiere descansar, adaptarse momentáneamente y, en ocasiones, apagar los ciclos de noticias negativas. Pero escuchemos atentamente: es posible que pronto nos demos cuenta de que muchas personas en todo el mundo están trabajando silenciosamente en sus propias buenas y grandes noticias.

Podemos aprender lecciones importantes sobre resiliencia y fortaleza de los demás y del mundo natural que nos rodea, lecciones que nos ayudarán a vivir con esperanza por más tiempo. Podemos aprender a ver, escuchar y encontrar las buenas noticias en el ruido.

La fuente de los problemas que enfrentamos es humana. Pero la esperanza también reside en la humanidad. Los humanos somos inherentemente buenos, a pesar de lo que muchos creen. Ver lo bueno en las personas puede ayudarnos a mantener la fe en un futuro positivo.

Para tener esperanza, debemos crear una imagen mental clara de cómo será un futuro positivo con resultados positivos.
Si podemos imaginar este futuro positivo, podemos empezar a trabajar para lograrlo con al menos alguna esperanza de poder lograrlo.

Conecta con otros, establece vínculos sanos

Quizás nos resulte más fácil mantener la esperanza si recordamos que no estamos solos. Las conexiones que establecemos con los demás a menudo nos ayudan a recordar que no tenemos que luchar solos.

La conexión y la colaboración nos ayudan a afrontar la situación, y fortalecer nuestra resiliencia personal (nuestra capacidad de afrontar la situación) puede ayudarnos a aprender a reconocer tanto los pequeños triunfos como los fracasos, así como a ver los aspectos positivos de cada situación.

Elige la esperanza

Recuerda que la esperanza no es lo mismo que el optimismo ciego. La esperanza implica la posibilidad de que algo pueda suceder o lograrse, sin tener la certeza. La esperanza es frágil. Mantenerla, a menudo puede ser un desafío. Pero es algo que podemos cultivar y nutrir, como una semilla que puede convertirse en algo mucho más grande.

Al elegir activamente la esperanza y cultivar activamente una base de esperanza para un futuro mejor, podemos asegurarnos de que no nos agotemos ni nos rindamos y podamos continuar esforzándonos por lograr los resultados deseados.

Fuente: EcoPortal