Mujeres, petróleoPor Gerardo Burton
De eso no se habla, pero se sabe. Hay rumores, y todo rumor tiene un costado de verdad. Verosímil, quizá real. Hay secretos a voces, y también operaciones para develar qué ocurre debajo (o detrás) de lo que ocurre. Qué esconden los hábitos, las costumbres, y los códigos morales establecidos a partir de ellos. Cuánto de común tiene el sentido común y cuánto de imposición de los poderes establecidos. Qué pasa con las relaciones entre las gentes: hombres, mujeres, chicos, en determinadas comunidades. Más específico: ¿cómo es la vida en una ciudad petrolera? ¿Cómo se vive en un campamento? ¿Cómo se ama, cómo se construyen las parejas, las familias? ¿Se construyen? ¿Interviene el azar, interviene la economía? ¿Cómo es sentirse solo o sola en esas comunidades? ¿Qué compañía se busca?
Es un denominador común pensar que para hablar de fenómenos físicos o químicos, para opinar sobre las manchas solares o para describir catástrofes climáticas es necesario poseer conocimientos científicos. No se exige lo mismo para interpretar fenómenos sociales o políticos. Es algo así como si el conocimiento tuitero o tictoquero que cunde en la sociedad actual otorgasen esas habilidades. Y no, no cualquiera puede hablar de cualquier cosa.
Sobre el mundo del petróleo existen numerosas leyendas, prejuicios, secretos a voces, en algunos casos hasta estigmatizaciones. En especial en sociedades donde la actividad extractiva tiene su historia y forma, casi inadvertidamente, parte de su cultura.
Es en este punto donde Melisa Cabrapan Duarte se zambulle y desmonta ese tejido de ideas, pensamientos, costumbres, sentimientos que conforman el trabajo petrolero. Para conocer se necesita hacer la pregunta justa, la indagación precisa. Y ésa es su tarea.
Así, desmenuza el mundo afectivo y sus conexiones con la sexualidad y la economía en el contexto del trabajo petrolero. Tal como dice en el Prefacio, se trata de las "economías sexoafectivas... (y) también de tránsitos entre economía, sexualidad y afectos" en la Cuenca Neuquina. Consigue, entonces, una radiografía de las mujeres en relación con el mundo petrolero, con testimonios de primera mano que permiten acceder a la trastienda de la vida en el campamento y sus adyacencias.
El estudio, si bien aborda históricamente la vida comunitaria petrolera desde el descubrimiento del recurso en Comodoro Rivadavia, se focaliza en la provincia de Neuquén, en Plaza Huincul y, especialmente, en Rincón de los Sauces desde el momento de su fundación, cuando era poco más que un campamento petrolero, hasta la actualidad, ya constituida en ciudad con un perfil característico. Cabrapan Duarte examina la evolución de las relaciones al interior del mundo del trabajo del petróleo, integrado en su mayoría por varones -solteros o casados- cuyas actividades se desarrollan con frecuencia lejos de sus lugares de residencia y en jornadas laborales extensas. El prejuicio es, entonces, "hombre solos, malgastando su sueldo" en comunidades donde la población femenina es minoritaria. En este contexto, las relaciones están configuradas por la heteronormatividad y el machismo.
El trabajo dibuja la complejidad de estos espacios laborales y comunitarios: hay mujeres de la noche y mujeres que no han participado de esas actividades cuyas vidas también fueron complicadas por estas situaciones. Por caso, un testimonio expresa que, cuando adolescente, "no podía salir porque me acosaban esos tipos" (los obreros petroleros).
El libro desmonta el mecanismo de estigmatización que reduce a meras relaciones comerciales las vinculaciones entre los trabajadores del petróleo y las mujeres. Describe situaciones de cuidado, de afecto más allá de la sexualidad. El juicio funciona como disciplinamiento de las mujeres, que en muchos casos se suman a la "familiarización" de esas relaciones. Esto, porque la constitución de una familia supone un proceso "civilizatorio". Entonces, las mujeres de la noche se transforman en compañeras -concubinas, esposas-, con lo cual disuelven el prejuicio. Ellas y ellos hablan en este libro, y con su relato dan cuenta de cómo se organiza la vida en una ciudad petrolera, desde el otro lado de la actividad productiva. Es el revés de la trama del trabajo petrolero: qué hay detrás, cómo transcurre la existencia de hombres y mujeres cuyas voces habitualmente no se oyen.
Melisa Cabrapan Duarte: Mujeres de la noche y trabajadores petroleros. Tránsitos entre economía, sexualidad y afectos. Prólogo de Adriana Piscitelli, Neuquén, Topos, editorial del IPEHCS, 2024. 154 páginas.
Fuente: Va Con Firma
Por Gerardo Burton
De eso no se habla, pero se sabe. Hay rumores, y todo rumor tiene un costado de verdad. Verosímil, quizá real. Hay secretos a voces, y también operaciones para develar qué ocurre debajo (o detrás) de lo que ocurre. Qué esconden los hábitos, las costumbres, y los códigos morales establecidos a partir de ellos. Cuánto de común tiene el sentido común y cuánto de imposición de los poderes establecidos. Qué pasa con las relaciones entre las gentes: hombres, mujeres, chicos, en determinadas comunidades. Más específico: ¿cómo es la vida en una ciudad petrolera? ¿Cómo se vive en un campamento? ¿Cómo se ama, cómo se construyen las parejas, las familias? ¿Se construyen? ¿Interviene el azar, interviene la economía? ¿Cómo es sentirse solo o sola en esas comunidades? ¿Qué compañía se busca?
Es un denominador común pensar que para hablar de fenómenos físicos o químicos, para opinar sobre las manchas solares o para describir catástrofes climáticas es necesario poseer conocimientos científicos. No se exige lo mismo para interpretar fenómenos sociales o políticos. Es algo así como si el conocimiento tuitero o tictoquero que cunde en la sociedad actual otorgasen esas habilidades. Y no, no cualquiera puede hablar de cualquier cosa.
Sobre el mundo del petróleo existen numerosas leyendas, prejuicios, secretos a voces, en algunos casos hasta estigmatizaciones. En especial en sociedades donde la actividad extractiva tiene su historia y forma, casi inadvertidamente, parte de su cultura.
Es en este punto donde Melisa Cabrapan Duarte se zambulle y desmonta ese tejido de ideas, pensamientos, costumbres, sentimientos que conforman el trabajo petrolero. Para conocer se necesita hacer la pregunta justa, la indagación precisa. Y ésa es su tarea.
Así, desmenuza el mundo afectivo y sus conexiones con la sexualidad y la economía en el contexto del trabajo petrolero. Tal como dice en el Prefacio, se trata de las "economías sexoafectivas... (y) también de tránsitos entre economía, sexualidad y afectos" en la Cuenca Neuquina. Consigue, entonces, una radiografía de las mujeres en relación con el mundo petrolero, con testimonios de primera mano que permiten acceder a la trastienda de la vida en el campamento y sus adyacencias.
El estudio, si bien aborda históricamente la vida comunitaria petrolera desde el descubrimiento del recurso en Comodoro Rivadavia, se focaliza en la provincia de Neuquén, en Plaza Huincul y, especialmente, en Rincón de los Sauces desde el momento de su fundación, cuando era poco más que un campamento petrolero, hasta la actualidad, ya constituida en ciudad con un perfil característico. Cabrapan Duarte examina la evolución de las relaciones al interior del mundo del trabajo del petróleo, integrado en su mayoría por varones -solteros o casados- cuyas actividades se desarrollan con frecuencia lejos de sus lugares de residencia y en jornadas laborales extensas. El prejuicio es, entonces, "hombre solos, malgastando su sueldo" en comunidades donde la población femenina es minoritaria. En este contexto, las relaciones están configuradas por la heteronormatividad y el machismo.
El trabajo dibuja la complejidad de estos espacios laborales y comunitarios: hay mujeres de la noche y mujeres que no han participado de esas actividades cuyas vidas también fueron complicadas por estas situaciones. Por caso, un testimonio expresa que, cuando adolescente, "no podía salir porque me acosaban esos tipos" (los obreros petroleros).
El libro desmonta el mecanismo de estigmatización que reduce a meras relaciones comerciales las vinculaciones entre los trabajadores del petróleo y las mujeres. Describe situaciones de cuidado, de afecto más allá de la sexualidad. El juicio funciona como disciplinamiento de las mujeres, que en muchos casos se suman a la "familiarización" de esas relaciones. Esto, porque la constitución de una familia supone un proceso "civilizatorio". Entonces, las mujeres de la noche se transforman en compañeras -concubinas, esposas-, con lo cual disuelven el prejuicio. Ellas y ellos hablan en este libro, y con su relato dan cuenta de cómo se organiza la vida en una ciudad petrolera, desde el otro lado de la actividad productiva. Es el revés de la trama del trabajo petrolero: qué hay detrás, cómo transcurre la existencia de hombres y mujeres cuyas voces habitualmente no se oyen.
Melisa Cabrapan Duarte: Mujeres de la noche y trabajadores petroleros. Tránsitos entre economía, sexualidad y afectos. Prólogo de Adriana Piscitelli, Neuquén, Topos, editorial del IPEHCS, 2024. 154 páginas.
Fuente: Va Con Firma