¿Por qué los apologistas del genocidio palestino atacan al judío Briski por decir "Gaza"?Por Daniel Satur
El lunes por la noche se hizo viral el discurso del multipremiado actor, director y productor Norman Briski durante la entrega de los Martín Fierro de Cine y Series, donde fue galardonado por su trayectoria. Además de denunciar al gobierno de Javier Milei por su plan de desfinanciamiento estatal de las artes y la producción cultural, Briski lanzó una proclama contra el genocidio del pueblo palestino que viene ejecutando el Estado de Israel.
El artista dijo ante quienes lo escuchaban que, al consultarle a "la Inteligencia Artificial" qué podía decir, ésta le dijo "que hable sobre los entornos, lo que está pasando en el mundo". Enseguida lanzó: "Uhhhh... Gaza... Gaza... Gaza". Tras el silencio, un fuerte aplauso de parte del público. Gritó "¡Gaza jamás será vencido! No me importa que me aplaudan mucho o poco, pero lo siento aquí, en mi sangre, en mis ancestros, la defensa de un pueblo que está siendo asesinado... Gaza...". Y otra vez el aplauso.
Era de esperar que, viralizado el discurso, llovieran furiosas críticas de parte de quienes bancan la política racista de Israel, que va de la mano con la negación del genocidio perpetrado en Gaza y el ataque cada vez más feroz en Cisjordania (a lo que se suma en las últimas semanas un ataque al Líbano con miles de muertos). Y lo vuelven a hacer con la habitual amalgama de conceptos, fundiendo "sionismo" con "semitismo" y caracterizando a Palestina como un pueblo "terrorista" merecedor del aniquilamiento.
Briski es de origen judío, lo que hace bastante complicado acusarlo de "antisemita". Sin embargo, en las últimas horas el artista llegó a ser calificado de "judío nazi". Semejante ataque es de manual. Y Briski no es el único, ni en este país ni en el mundo. El mismo ataque sufren miles y miles de personas, muchas de ellas con las mismas raíces judías, por declararse defensoras de los derechos humanos y políticos de la sojuzgada población palestina.
En Estados Unidos el presidente Biden se ganó el apodo de "Genocide Joe" por el apoyo incondicional y financiamiento al plan militar de Israel. Y en el Estado español más de 300 intelectuales y artistas, entre ellos Pedro Almodóvar, Isabel Coixet, Rozalén y Aitana Sánchez Gijón le están exigiendo al gobierno de Pedro Sánchez que active un embargo de armas a Israel. Alcanza con leer los diarios para darse cuenta de este amplio movimiento.
Entre las voces más enfurecidas contra Briski se destacan las de los animadores Samuel "Chiche" Gelblung, Jonatan Viale, Miguel Wiñazki y Baby Etchecopar. También hizo lo propio la periodista Romina Manguel y, lógicamente, la caterva de funcionarios y colaboradores del gobierno de Milei. En casi todos los casos, apelando más al insulto que al argumento. En todos, usando explicaciones cada vez menos convincentes para una comunidad internacional que comprueba minuto a minuto de qué va la "defensa" de Israel que practica Benjamin Netanyahu y su gobierno de colonos y ultranacionalistas.
Un chiche con cara muy dura
Gelblung dijo el martes al mediodía en su programa de Crónica HD: "Es un hijo de mil puta, es un judío nazi, es un hijo de mil puta, es un hijo de mil puta, siempre fue un hijo de mil puta, Norman Briski es un sorete, una basura humana y ayer lo demostró más todavía. ¿A vos te parece que un discurso pro Gaza correspondía? ¿A vos te parece después de la masacre que hicieron? Norman Briski siempre fue un sorete, es un sorete y va a morir sorete. A una persona de bien no puede no molestarle eso, ése no tiene cabeza".
Lo que dice Chiche es interesante. Los epítetos escatológicos no merecen atención (hablan más del emisor que del destinatario). Lo de "judío nazi" suena raro, aunque no es novedoso, es parte de la amalgama que iguala conceptos diferentes como "sionismo" y "semitismo" para justificar la acusación de "antisemita" a todo lo que no sea prosionista. Pero lo más curioso es que marca una línea divisoria entre las "personas de bien" (de las que él es parte, obvio) y las que hablan en favor de Gaza. Hasta llega a decir que los hechos del 7 de octubre de 2023 fueron ejecutados por Gaza y no por la organización Hamas. Así, justifica la avanzada genocida sobre un territorio donde viven hacinados y oprimidos poco más de dos millones de palestinos.
Pero hay que recordar algo que el octogenario Gelblung jamás reconocerá, sobre lo que abundan pruebas y archivos y que lo ubican bien lejos de la defensa de los derechos humanos. Chiche fue un activo colaborador y propagandista de la dictadura argentina y sus consecuencias. En los años más duros de la represión genocida fue jefe de redacción de la revista Gente, una de las publicaciones más ligadas al poder.
En 1978, desde París, Gelblung escribió un artículo en Gente sobre la supuesta "campaña antiargentina" que se extendía en Europa, Estados Unidos y varios países latinoamericanos. Así, la revista hacía su aporte a la Junta Militar, intentando desacreditar las denuncias de exiliados y familiares de desaparecidos que se esparcían por el mundo.
Pero Chiche fue más allá de la mera redacción de notas. En algunos casos, para lograr "exclusivas" de Gente, Somos o Para Ti (todas de la Editorial Atlántida de Constancio Vigil), Gelblung y sus colegas Héctor D'Amico y Agustín Bottinelli terminaron siendo partícipes directos de operativos represivos.
Dos casos bastan para ilustrarlo: el de Thelma Jara de Cabezas, detenida-desaparecida de la ESMA que logró sobrevivir y relatar su historia. Y el de Alejandrina Barry, hoy dirigente del PTS-Frente de Izquierda y cuyos padres fueron asesinados en Canelones a manos de un operativo conjunto de militares argentinos y uruguayos. Thelma (entonces de 51 años) y Alejandrina (entonces de 3) fueron entregadas "en exclusiva" a los operadores de Atlántida para armar relatos de ficción en favor de los represores. Podés conocer más sobre el caso de Jara de Cabezas haciendo clic acá. Sobre el caso de Barry podés ver el documental La construcción del enemigo .
Constancio Vigil murió el año pasado, a los 86 años. Impune. Al igual que Gelblung, D'Amico y Bottinelli estaba imputado en una causa penal iniciada en 2010 por "encubrimiento" y "participación en los delitos de privación ilegal de la libertad y homicidio". Allí es querellante la propia Barry. Además de sufrir el brutal crimen de sus progenitores, antes de ser devuelta a su familia Alejandrina fue "entregada" a Gente, Para Ti y Somos, que días después publicarían crónicas con sus fotos y títulos como "Los hijos del terror", "Alejandra está sola" y "A ellos no les importaba Alejandra".
La causa penal sigue abierta en el Juzgado Federal 7 de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo del juez Sebastián Casanello. Gelblung jamás habla de esa parte de su prontuario. Su silencio se asemeja al que supo mantener hace cinco décadas respecto a la especial saña con que sus amigos militares y policías torturaban a detenidos desaparecidos de origen judío. Para los amantes de la amalgama, hay antisemitismos y "antisemitismos".
Jony, Baby y Miguelito
En sintonía con Gelblung, también salieron a vomitar odio contra Norman Briski otros comunicadores del mainstream mediático. Desde Radio Rivadavia y TN Jonatan Viale se dirigió directamente al artista: "Qué triste es ser vos, qué triste es ser Norman Briski, qué oscuridad en el alma, qué negación de tus raíces, cuánta maldad, cuánta ignorancia, cuánta desinformación". Decirle ignorante, desinformado, "malo" y negador de sus raíces a Briski es, cuanto menos, poco serio. También se podría considerar un síntoma de impotencia, incapaz de sostener un debate serio sobre lo que pasa en Palestina.
Viale le cuestiona a Briski no haber dicho "ni una palabra" sobre la incursión de Hamas del 7 de octubre de 2023. ¿Qué podríamos decir de él, entonces, que desde sus importantes espacios mediáticos mantiene un silencio ensordecedor sobre las más de 180.000 muertes ejecutadas desde aquel día por Israel, entre víctimas de bombardeos en barrios, hospitales y escuelas de Gaza (unos 42.000), fallecidos por hambrunas y enfermedades y personas desaparecidas bajo los escombros?
Viale maniobra al cuestionar que el actor "se limite a defender Gaza hablando de genocidio, sin entender que un pueblo se está defendiendo de la peor masacre de su historia desde el Holocausto". Quizás sin darse cuenta, implícitamente reconoce que Israel está "devolviendo" el ataque de hace un año con una masacre exponencialmente mayor que busca arrasar con la población palestina. Si eso no es genocidio, ¿qué es, Jony? De lo que seguro no se da cuenta es de lo que significa periodística, política y filosóficamente ser negacionista de un genocidio.
Otro que saltó como leche hervida al escuchar a Briski fue el animador de América24 Ángel Pedro Etchecopar, más conocido como "Baby". A través de varios mensajes en la red X dijo: "Siempre admire a Norman Briski. Que pena este final... No siempre el talento va de la mano con la coherencia"; "Su apoyo al extremismo habla de vos Norman. Que triste"; "Te queda claro Briski que sos judío? Sangre judía. A quién apoyás carajo? A quién apoyás enfermo de mierda?" y "Cuando Hamas venga por vos, pasale tu demagogo discurso al populismo".
Haciendo un esfuerzo por distinguir el odio de las ideas, parece que lo que Etchecopar cuestiona de Briski es aquello de lo que el actor, precisamente, se enorgullece. Porque Briski no sólo se reconoce judío sino que, en honor a sus ancestros perseguidos, hoy levanta el reclamo de defender a un "pueblo que está sienso asesinado". Lo de "enfermo de mierda", como se dijo más arriba sobre Gelblung, indudablemente habla más de las categorías mentales del emisor que del estado de salud del destinatario.
Tampoco quiso desaprovechar la oportunidad de escupir a Briski el escritor, periodista y filósofo Miguel Wiñazki, habitual columnista de Clarín y conductor del segmento "Posnormalidad" en el canal de streaming Neura. También a través de X le dedicó dulces palabras: "Andá a vivir a Gaza, pero no vivirías allí porque sos judío, y te liquidarían después de humillarte y masacrarte palmo a palmo. Vos Norman Briski y los aplaudidores ignorantes, son colaboracionistas, útiles idiotas, cómplices de los violadores, de los torturadores, de los festivos militantes de lo inhumano".
¿En serio Wiñazki cree que quienes no acuerdan con el genocidio perpetrado por Israel en Gaza son colaboracionistas y cómplices de violadores, torturadores y festivos militantes de lo inhumano? ¿Se puede llegar a tal nivel de patetismo con tal de intentar acallar las voces que se levantan, cada vez más, en todo el mundo, contra la avanzada exterminadora del racismo sionista encabezado por Benjamin Netanyahu?
¿Nada para decir de la inhumanidad manifiesta, filmada en vivo y en directo, de los soldados de Israel que arremeten sobre barrios gazatíes destruyendo a su paso todo lo que huele a vida? ¿No es el Ejército isaraelí una verdadera escuela de violación, tortura y muerte? Vamos, Miguelito, no jodamos. Si van a defender al Estado sionista, verdadero enclave del imperialismo estadounidense y europeo en Medio Oriente, al menos háganse cargo de los llamados "efectos colaterales". Violencia es mentir, dirían Los Redondos. Y vaya si de eso sabe el periodismo de guerra de Clarín, del que Wiñazki ya es una leyenda.
Ni siquiera Romina Manguel se abstuvo de subirse al pelotón de fusilamiento verbal. La periodista de Radio Con Vos y Canal 9 viene de tener un intenso debate en vivo con Reynaldo Sietecase, Alejandro Bercovich, Ernesto Tenembaum, Jairo Satraccia y Diego Iglesias. Allí amalgamó sionismo con semitismo para acusar de antisemitas a sus pares (algunos de ellos también judíos) y ancló sus argumentos en coordenadas más viscerales que políticas. Ahora ataca a Briski apelando a la degradación del adversario en lugar de la firmeza argumentativa.
"A los aplaudidores del abominable pro Hamas les sugiero que su desprecio a Israel se haga extensivo a los hijos de ese pueblo que financian sus películas y series. Si les damos tanto asco como para apoyar a quienes nos asesinan, ¿por qué trabajan con ellos y aceptan su dinero? Asco selectivo. Eso son", tuiteó Manguel la mañana del martes. El término "aplaudidores", también usado por Wiñazki, para infantilizar al auditorio que coincidió con el artista. "Abominable", le dice a Briski, como si eso significara algo. Y también "pro Hamas", pese a que él nunca mencionó a esa organización.
Como se informa en otra nota, un informe recientemente difundido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) deja en evidencia los alcances de la crisis económica y social que sufre la Franja de Gaza como resultado del bloqueo que ya lleva casi dos décadas y de la avanzada militar que acaba de cumplir un año.
La economía gazatí está prácticamente destruida. La población enfrenta niveles alarmantes de pobreza, hambre, desempleo, falta de vivienda y de agua. Según los especialistas, si la ofensiva israelí terminara hoy, el pueblo palestino tardaría 350 años en volver a tener el mismo nivel de infraestructura básica que tenía en 2023.
Al mismo tiempo, el lobby sionista no descansa y desde hace mucho tiempo, en todo el mundo, hay empresarios, jueces, medios, periodistas, analistas internacionales, académicos, líderes religiosos y artistas prestos a negar ese genocidio y propagandizar el "derecho" de Israel a arrasar con todo un pueblo. Vale preguntarse si personajes como Gelblung, Wiñazki o Viale son ignorantes y desconocen el mundo en el que viven o deliberadamente mienten en defensa de un Estado terrorista y genocida.
Pero Gaza no está sola. También a nivel global son muchas las voces que se alzan en defensa de Palestina y su derecho a la existencia. Expresiones como la de Briski se replican en otras entregas de premios internacionales. Esta semana medio millar de activistas, entre ellos la organización Voz Judía por la Paz, hizo una sentada en la Bolsa de Nueva York para pedir que Estados Unidos deje de apoyar a Netanyahu. Hace meses importantísimas universidades yanquis y europeas fueron tomadas por miles de estudiantes con el mismo reclamo.
Como escribieron Tatiana Cozzarelli y Luigi Morris, el movimiento de solidaridad por Palestina "conmocionó al mundo". A la vez, la propia reputación de Israel cae en picada al punto que su aislamiento en la escena mundial no para de crecer. Tal vez ampliando la mirada y observando este escenario, se pueda entender mejor la furia sionista y negacionista. Ésa que esta semana le toca soportar al maestro Briski, con quien desde este sitio nos solidarizamos.
Fuente: La Izquierda Diario
Por Daniel Satur
El lunes por la noche se hizo viral el discurso del multipremiado actor, director y productor Norman Briski durante la entrega de los Martín Fierro de Cine y Series, donde fue galardonado por su trayectoria. Además de denunciar al gobierno de Javier Milei por su plan de desfinanciamiento estatal de las artes y la producción cultural, Briski lanzó una proclama contra el genocidio del pueblo palestino que viene ejecutando el Estado de Israel.
El artista dijo ante quienes lo escuchaban que, al consultarle a "la Inteligencia Artificial" qué podía decir, ésta le dijo "que hable sobre los entornos, lo que está pasando en el mundo". Enseguida lanzó: "Uhhhh... Gaza... Gaza... Gaza". Tras el silencio, un fuerte aplauso de parte del público. Gritó "¡Gaza jamás será vencido! No me importa que me aplaudan mucho o poco, pero lo siento aquí, en mi sangre, en mis ancestros, la defensa de un pueblo que está siendo asesinado... Gaza...". Y otra vez el aplauso.
Era de esperar que, viralizado el discurso, llovieran furiosas críticas de parte de quienes bancan la política racista de Israel, que va de la mano con la negación del genocidio perpetrado en Gaza y el ataque cada vez más feroz en Cisjordania (a lo que se suma en las últimas semanas un ataque al Líbano con miles de muertos). Y lo vuelven a hacer con la habitual amalgama de conceptos, fundiendo "sionismo" con "semitismo" y caracterizando a Palestina como un pueblo "terrorista" merecedor del aniquilamiento.
Briski es de origen judío, lo que hace bastante complicado acusarlo de "antisemita". Sin embargo, en las últimas horas el artista llegó a ser calificado de "judío nazi". Semejante ataque es de manual. Y Briski no es el único, ni en este país ni en el mundo. El mismo ataque sufren miles y miles de personas, muchas de ellas con las mismas raíces judías, por declararse defensoras de los derechos humanos y políticos de la sojuzgada población palestina.
En Estados Unidos el presidente Biden se ganó el apodo de "Genocide Joe" por el apoyo incondicional y financiamiento al plan militar de Israel. Y en el Estado español más de 300 intelectuales y artistas, entre ellos Pedro Almodóvar, Isabel Coixet, Rozalén y Aitana Sánchez Gijón le están exigiendo al gobierno de Pedro Sánchez que active un embargo de armas a Israel. Alcanza con leer los diarios para darse cuenta de este amplio movimiento.
Entre las voces más enfurecidas contra Briski se destacan las de los animadores Samuel "Chiche" Gelblung, Jonatan Viale, Miguel Wiñazki y Baby Etchecopar. También hizo lo propio la periodista Romina Manguel y, lógicamente, la caterva de funcionarios y colaboradores del gobierno de Milei. En casi todos los casos, apelando más al insulto que al argumento. En todos, usando explicaciones cada vez menos convincentes para una comunidad internacional que comprueba minuto a minuto de qué va la "defensa" de Israel que practica Benjamin Netanyahu y su gobierno de colonos y ultranacionalistas.
Un chiche con cara muy dura
Gelblung dijo el martes al mediodía en su programa de Crónica HD: "Es un hijo de mil puta, es un judío nazi, es un hijo de mil puta, es un hijo de mil puta, siempre fue un hijo de mil puta, Norman Briski es un sorete, una basura humana y ayer lo demostró más todavía. ¿A vos te parece que un discurso pro Gaza correspondía? ¿A vos te parece después de la masacre que hicieron? Norman Briski siempre fue un sorete, es un sorete y va a morir sorete. A una persona de bien no puede no molestarle eso, ése no tiene cabeza".
Lo que dice Chiche es interesante. Los epítetos escatológicos no merecen atención (hablan más del emisor que del destinatario). Lo de "judío nazi" suena raro, aunque no es novedoso, es parte de la amalgama que iguala conceptos diferentes como "sionismo" y "semitismo" para justificar la acusación de "antisemita" a todo lo que no sea prosionista. Pero lo más curioso es que marca una línea divisoria entre las "personas de bien" (de las que él es parte, obvio) y las que hablan en favor de Gaza. Hasta llega a decir que los hechos del 7 de octubre de 2023 fueron ejecutados por Gaza y no por la organización Hamas. Así, justifica la avanzada genocida sobre un territorio donde viven hacinados y oprimidos poco más de dos millones de palestinos.
Pero hay que recordar algo que el octogenario Gelblung jamás reconocerá, sobre lo que abundan pruebas y archivos y que lo ubican bien lejos de la defensa de los derechos humanos. Chiche fue un activo colaborador y propagandista de la dictadura argentina y sus consecuencias. En los años más duros de la represión genocida fue jefe de redacción de la revista Gente, una de las publicaciones más ligadas al poder.
En 1978, desde París, Gelblung escribió un artículo en Gente sobre la supuesta "campaña antiargentina" que se extendía en Europa, Estados Unidos y varios países latinoamericanos. Así, la revista hacía su aporte a la Junta Militar, intentando desacreditar las denuncias de exiliados y familiares de desaparecidos que se esparcían por el mundo.
Pero Chiche fue más allá de la mera redacción de notas. En algunos casos, para lograr "exclusivas" de Gente, Somos o Para Ti (todas de la Editorial Atlántida de Constancio Vigil), Gelblung y sus colegas Héctor D'Amico y Agustín Bottinelli terminaron siendo partícipes directos de operativos represivos.
Dos casos bastan para ilustrarlo: el de Thelma Jara de Cabezas, detenida-desaparecida de la ESMA que logró sobrevivir y relatar su historia. Y el de Alejandrina Barry, hoy dirigente del PTS-Frente de Izquierda y cuyos padres fueron asesinados en Canelones a manos de un operativo conjunto de militares argentinos y uruguayos. Thelma (entonces de 51 años) y Alejandrina (entonces de 3) fueron entregadas "en exclusiva" a los operadores de Atlántida para armar relatos de ficción en favor de los represores. Podés conocer más sobre el caso de Jara de Cabezas haciendo clic acá. Sobre el caso de Barry podés ver el documental La construcción del enemigo .
Constancio Vigil murió el año pasado, a los 86 años. Impune. Al igual que Gelblung, D'Amico y Bottinelli estaba imputado en una causa penal iniciada en 2010 por "encubrimiento" y "participación en los delitos de privación ilegal de la libertad y homicidio". Allí es querellante la propia Barry. Además de sufrir el brutal crimen de sus progenitores, antes de ser devuelta a su familia Alejandrina fue "entregada" a Gente, Para Ti y Somos, que días después publicarían crónicas con sus fotos y títulos como "Los hijos del terror", "Alejandra está sola" y "A ellos no les importaba Alejandra".
La causa penal sigue abierta en el Juzgado Federal 7 de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo del juez Sebastián Casanello. Gelblung jamás habla de esa parte de su prontuario. Su silencio se asemeja al que supo mantener hace cinco décadas respecto a la especial saña con que sus amigos militares y policías torturaban a detenidos desaparecidos de origen judío. Para los amantes de la amalgama, hay antisemitismos y "antisemitismos".
Jony, Baby y Miguelito
En sintonía con Gelblung, también salieron a vomitar odio contra Norman Briski otros comunicadores del mainstream mediático. Desde Radio Rivadavia y TN Jonatan Viale se dirigió directamente al artista: "Qué triste es ser vos, qué triste es ser Norman Briski, qué oscuridad en el alma, qué negación de tus raíces, cuánta maldad, cuánta ignorancia, cuánta desinformación". Decirle ignorante, desinformado, "malo" y negador de sus raíces a Briski es, cuanto menos, poco serio. También se podría considerar un síntoma de impotencia, incapaz de sostener un debate serio sobre lo que pasa en Palestina.
Viale le cuestiona a Briski no haber dicho "ni una palabra" sobre la incursión de Hamas del 7 de octubre de 2023. ¿Qué podríamos decir de él, entonces, que desde sus importantes espacios mediáticos mantiene un silencio ensordecedor sobre las más de 180.000 muertes ejecutadas desde aquel día por Israel, entre víctimas de bombardeos en barrios, hospitales y escuelas de Gaza (unos 42.000), fallecidos por hambrunas y enfermedades y personas desaparecidas bajo los escombros?
Viale maniobra al cuestionar que el actor "se limite a defender Gaza hablando de genocidio, sin entender que un pueblo se está defendiendo de la peor masacre de su historia desde el Holocausto". Quizás sin darse cuenta, implícitamente reconoce que Israel está "devolviendo" el ataque de hace un año con una masacre exponencialmente mayor que busca arrasar con la población palestina. Si eso no es genocidio, ¿qué es, Jony? De lo que seguro no se da cuenta es de lo que significa periodística, política y filosóficamente ser negacionista de un genocidio.
Otro que saltó como leche hervida al escuchar a Briski fue el animador de América24 Ángel Pedro Etchecopar, más conocido como "Baby". A través de varios mensajes en la red X dijo: "Siempre admire a Norman Briski. Que pena este final... No siempre el talento va de la mano con la coherencia"; "Su apoyo al extremismo habla de vos Norman. Que triste"; "Te queda claro Briski que sos judío? Sangre judía. A quién apoyás carajo? A quién apoyás enfermo de mierda?" y "Cuando Hamas venga por vos, pasale tu demagogo discurso al populismo".
Haciendo un esfuerzo por distinguir el odio de las ideas, parece que lo que Etchecopar cuestiona de Briski es aquello de lo que el actor, precisamente, se enorgullece. Porque Briski no sólo se reconoce judío sino que, en honor a sus ancestros perseguidos, hoy levanta el reclamo de defender a un "pueblo que está sienso asesinado". Lo de "enfermo de mierda", como se dijo más arriba sobre Gelblung, indudablemente habla más de las categorías mentales del emisor que del estado de salud del destinatario.
Tampoco quiso desaprovechar la oportunidad de escupir a Briski el escritor, periodista y filósofo Miguel Wiñazki, habitual columnista de Clarín y conductor del segmento "Posnormalidad" en el canal de streaming Neura. También a través de X le dedicó dulces palabras: "Andá a vivir a Gaza, pero no vivirías allí porque sos judío, y te liquidarían después de humillarte y masacrarte palmo a palmo. Vos Norman Briski y los aplaudidores ignorantes, son colaboracionistas, útiles idiotas, cómplices de los violadores, de los torturadores, de los festivos militantes de lo inhumano".
¿En serio Wiñazki cree que quienes no acuerdan con el genocidio perpetrado por Israel en Gaza son colaboracionistas y cómplices de violadores, torturadores y festivos militantes de lo inhumano? ¿Se puede llegar a tal nivel de patetismo con tal de intentar acallar las voces que se levantan, cada vez más, en todo el mundo, contra la avanzada exterminadora del racismo sionista encabezado por Benjamin Netanyahu?
¿Nada para decir de la inhumanidad manifiesta, filmada en vivo y en directo, de los soldados de Israel que arremeten sobre barrios gazatíes destruyendo a su paso todo lo que huele a vida? ¿No es el Ejército isaraelí una verdadera escuela de violación, tortura y muerte? Vamos, Miguelito, no jodamos. Si van a defender al Estado sionista, verdadero enclave del imperialismo estadounidense y europeo en Medio Oriente, al menos háganse cargo de los llamados "efectos colaterales". Violencia es mentir, dirían Los Redondos. Y vaya si de eso sabe el periodismo de guerra de Clarín, del que Wiñazki ya es una leyenda.
Ni siquiera Romina Manguel se abstuvo de subirse al pelotón de fusilamiento verbal. La periodista de Radio Con Vos y Canal 9 viene de tener un intenso debate en vivo con Reynaldo Sietecase, Alejandro Bercovich, Ernesto Tenembaum, Jairo Satraccia y Diego Iglesias. Allí amalgamó sionismo con semitismo para acusar de antisemitas a sus pares (algunos de ellos también judíos) y ancló sus argumentos en coordenadas más viscerales que políticas. Ahora ataca a Briski apelando a la degradación del adversario en lugar de la firmeza argumentativa.
"A los aplaudidores del abominable pro Hamas les sugiero que su desprecio a Israel se haga extensivo a los hijos de ese pueblo que financian sus películas y series. Si les damos tanto asco como para apoyar a quienes nos asesinan, ¿por qué trabajan con ellos y aceptan su dinero? Asco selectivo. Eso son", tuiteó Manguel la mañana del martes. El término "aplaudidores", también usado por Wiñazki, para infantilizar al auditorio que coincidió con el artista. "Abominable", le dice a Briski, como si eso significara algo. Y también "pro Hamas", pese a que él nunca mencionó a esa organización.
Como se informa en otra nota, un informe recientemente difundido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) deja en evidencia los alcances de la crisis económica y social que sufre la Franja de Gaza como resultado del bloqueo que ya lleva casi dos décadas y de la avanzada militar que acaba de cumplir un año.
La economía gazatí está prácticamente destruida. La población enfrenta niveles alarmantes de pobreza, hambre, desempleo, falta de vivienda y de agua. Según los especialistas, si la ofensiva israelí terminara hoy, el pueblo palestino tardaría 350 años en volver a tener el mismo nivel de infraestructura básica que tenía en 2023.
Al mismo tiempo, el lobby sionista no descansa y desde hace mucho tiempo, en todo el mundo, hay empresarios, jueces, medios, periodistas, analistas internacionales, académicos, líderes religiosos y artistas prestos a negar ese genocidio y propagandizar el "derecho" de Israel a arrasar con todo un pueblo. Vale preguntarse si personajes como Gelblung, Wiñazki o Viale son ignorantes y desconocen el mundo en el que viven o deliberadamente mienten en defensa de un Estado terrorista y genocida.
Pero Gaza no está sola. También a nivel global son muchas las voces que se alzan en defensa de Palestina y su derecho a la existencia. Expresiones como la de Briski se replican en otras entregas de premios internacionales. Esta semana medio millar de activistas, entre ellos la organización Voz Judía por la Paz, hizo una sentada en la Bolsa de Nueva York para pedir que Estados Unidos deje de apoyar a Netanyahu. Hace meses importantísimas universidades yanquis y europeas fueron tomadas por miles de estudiantes con el mismo reclamo.
Como escribieron Tatiana Cozzarelli y Luigi Morris, el movimiento de solidaridad por Palestina "conmocionó al mundo". A la vez, la propia reputación de Israel cae en picada al punto que su aislamiento en la escena mundial no para de crecer. Tal vez ampliando la mirada y observando este escenario, se pueda entender mejor la furia sionista y negacionista. Ésa que esta semana le toca soportar al maestro Briski, con quien desde este sitio nos solidarizamos.
Fuente: La Izquierda Diario