Patagonia

Godoy: "En Chubut podrían hacerse quemas prescritas para bajar la carga de combustible, así el fuego es mucho más manejable"

"En la quema prescrita hay que tener bien en claro que es un plan escrito y acordado con todos los actores sobre qué es lo que quiere hacer en ese lugar con el fuego. El fuego es una herramienta muy importante. Y me parece que acá sobre todo en las forestaciones y en algunos lugares de pastizales, y quizás matorrales también, podrían hacerse quemas prescriptas", sostiene la ingeniera forestal Marcel Godoy en esta entrevista con El Extremo Sur. La especialista, además, repasó las claves de los ecosistemas de los bosques y las estrategias de manejo del fuego.

En medio de los incendios forestales de la Patagonia, que afectan a Chubut, Río Negro y Neuquén -que a la fecha llevan consumidas más de 40 mil hectáreas- y muestran un escenario que se repite cada vez con más frecuencia, el campo científico busca respuestas para entender cómo se producen y cómo prevenirlos. La ingeniera forestal del Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), Marcela Godoy, dialogó con El Extremo Sur y repasó las claves de los ecosistemas de los bosques y las estrategias de manejo del fuego.

Lejos de pensar el fuego como un elemento negativo, Godoy explica que es parte necesaria de los ecosistemas. Y las quemas prescritas pueden ser, en parte, una vía para la prevención de incendios forestales sin control. Se trata de quemas controladas a partir de un plan escrito y con un objetivo concreto como bajar la carga de combustible de un área natural.

Además, remarcó la necesidad de comprender y manejar los bosques nativos: "Ahora se están viendo incendios y nos sorprendemos porque nosotros queremos ver el bosque como si fuera una foto, pero en realidad es parte de una película que va a un tiempo que no va a nivel de los humanos".

Hoy estamos viendo una situación crítica en la Patagonia en cuanto a los incendios forestales, con muchos focos y rápida propagación. ¿A qué causa se puede atribuir este escenario? ¿Tiene que ver con la intervención humana, las condiciones climáticas o una combinación de ambos factores?

Ambos. Está aumentando la temperatura y la sequía. La Secretaría de Ambiente de la Nación pronosticó un aumento de la temperatura en estos próximos 50 años de 1 o 2 grados y también una disminución de las precipitaciones en el verano. O sea, una mayor sequía. Ya de entrada no hay muchas precipitaciones en el verano porque en la Patagonia tenemos un clima mediterráneo. Es decir que los inviernos son húmedos, donde llueve en otoño e invierno, precipitan agua y nieve, mientras que en el verano son muy secos. No precipita o precipita muy poquito Y hay momentos con altas temperaturas, y en general siempre fue así que la humedad relativa del aire es muy baja. Hay vientos también y eso predispone a la propagación del fuego. O sea que meteorológicamente y climáticamente en el verano la predisposición para que los incendios se propaguen o la facilidad para que los incendios se propaguen es altísima. Y además hay muchas más personas que están metidas a vivir en lugares donde el fuego ya es un componente, es un disturbio natural. Y en algunos que tiene una frecuencia que no se puede predecir tanto, pero más o menos en algunos lugares se puede saber que es cada 80 años, cada 100 años y parece que ahora nos toca en algunos lugares de que se va acumulando la biomasa. Entonces en el bosque los nuevos individuos, los renovales que se producen, las semillas que producen nuevas plantas, los plantines que después van a ser árboles necesitan espacio y recursos y para eso en estos tipos de ecosistemas el fuego es un disturbio que favorece la renovación y el crecimiento del bosque en muchos casos.

¿La aparición de incendios con mayor frecuencia en intensidad puede deberse, precisamente, a un déficit de fuego? En tu trabajo mencionás el uso de las quemas prescritas para la prevención de incendios forestales.

Las quemas prescritas en realidad se hacen en contratemporada de incendios, o sea que si acá la temporada de los incendios es en primavera verano, las quemas prescriptas se deberían hacer en otoño invierno. Pero la quema prescrita es un plan escrito, muy bien organizado con objetivos de qué es lo que se quiere hacer con esa quema. Por ejemplo, bajar la carga de combustible fino en un porcentaje X. Bajar la carga de combustible mediano en un 50% y bajar la carga de combustible grueso en un 10%. El combustible se mide en fino, mediano y grueso de acuerdo al tiempo que tiene en secarse y poder empezar a quemarse. Por ejemplo, los pastos tardan una hora en secarse, en ponerse en equilibrio con la humedad relativa al ambiente, que si es muy bajo se seca enseguida y entonces ahí ya habiendo una ignición es muy inflamable, el fuego puede propagarse muy rápido sobre todo si hay viento. En la quema prescrita hay que tener bien en claro que es un plan escrito y acordado con todos los actores sobre qué es lo que quiere hacer en ese lugar con el fuego. El fuego es una herramienta muy importante. Y me parece que acá por sobre todo en las forestaciones y en algunos lugares de pastizales y quizás matorrales también, podrían hacerse quemas prescriptas para bajar la carga de combustible. Entonces, si es que llegara a haber un evento de fuego, no sea tan severo ni tan intenso y sea mucho más manejable para los brigadistas.

¿Esta práctica está estipulada en alguna ley ambienta o se realiza ocasionalmente?

No hay una reglamentación, se mencionan en algunos casos. La provincia que más hace quemas prescritas y que tienen mucha más experiencia es la provincia de La Pampa. Acá se han hecho en Chubut, tipo ensayo piloto. Porque hay mucha reticencia con el fuego todavía, hay gente que no lo conoce bien como herramienta y los brigadistas mismos muchas veces se tienen que formar experiencia en eso, pero en realidad muchos cuando lo hacen se sorprenden porque el manejo del fuego en una quema prescrita es muchísimo más fácil que en un incendio. Porque la altura de llama es mucho más baja y se va manejando y siendo el fuego hacia donde uno quiere que vaya. En cambio en un incendio uno va detrás del fuego a ver cómo y por dónde lo puede estar apagando. Entonces, la tensión y el estrés y el gasto en recursos es mucho mayor que una quema prescrita.

¿El escenario que vemos hoy tiene que ver con nuestra relación con el fuego, al pensarlo siempre como algo que debe ser erradicado? En las quemas prescritas aparece un uso del fuego que es altamente beneficioso.

El fuego no puede ser ni bueno ni malo, el fuego existe. Y en muchos ecosistemas el fuego es necesario a veces para que el ecosistema se renueve. Se han visto casos en otros países, como en Estados Unidos donde han suprimido el fuego durante 100 años. Lo veían como algo absolutamente malo en todos los ecosistemas, pero después se dieron cuenta que esos sistemas empezaban a deteriorarse. Porque había algunas cuestiones, como por ejemplo, hay varias lechuzas que anidan en los troncos quemados y los troncos muertos en pie. Entonces, al suprimir los fuegos empezó a disminuir la cantidad de troncos muertos en pie y se estaba extinguiendo esa lechucita. También hay muchos conos de pinos que se abren con el fuego, que se llaman conos erotinos. Entonces liberan las semillas que son buscadas como comida por los osos. Y estas estas semillas tienen ciertos estrógenos que en la osa hembra ayuda a que quede preñada. Entonces habían observado una disminución bastante importante de la cantidad de osos y era por esto, porque las piñas no se abrían, entonces no tenían los estrógenos necesarios para que la osa los tuviera y quedara preñada. Bueno, así hay muchas cosas. Hay pájaros que anidan más también en troncos quemados o que se alimentan de los insectos que están en los palos muertos. Se va deteriorando la biodiversidad si un ecosistema queda estancado. Y en estos casos de ecosistemas mediterráneos, el fuego es como una renovación. Y otra cosa que hay que tener en cuenta también de la biodiversidad es que no es algo estable en un ecosistema. Es una cosa que va variando de acuerdo a la vida del mismo. Un ecosistema de bosque, por ejemplo, es un conjunto de organismos vivos que no solamente está compuesto por árboles, sino también por los animales que viven en los arbustos, las hierbas, los hongos y están viviendo y están cambiando permanentemente. Un ser vivo no es algo estático que está quieto nada más ahí. Va a ir cambiando a través del tiempo. Y ahora se están viendo incendios y nos sorprendemos porque nosotros queremos ver el bosque como si fuera una foto, pero en realidad es parte de una película que va a un a tiempo que no va a nivel de los humanos, va en otro nivel de momentos. Un árbol de cipreses de la cordillera puede vivir 200, 300 años, hay algunos que viven 1000 años. Nosotros, ¿cuánto vivimos? Quizás en algunos ecosistemas estamos viendo parte del cambio o parte de esa película.

¿Cómo evalúas el manejo del fuego que se plantea hoy en las políticas ambientales?¿Considerás que falta incorporar esa visión más orientada a la prevención antes que en la supresión?

Lo que pasa es que la prevención requiere de mucha más planificación previa y estamos tratando de hacer eso. Ahora hay muchos más incendios de interfaz urbano rural porque la gente se está metiendo en lugares donde hay mucha vegetación. Y quizás viene de otras partes del país en donde los incendios no son comunes. Entonces no maneja bien la vegetación o no le está permitido, no sé qué pasará alrededor de la casa. Lo que hay que hacer es aprender a robustecer a las casas y a los alrededores para que el fuego no llegue a quemarlo y también manejar más el bosque. Tenemos que aprender a perderle el miedo a manejar los bosques nativos. Es obligatorio manejar los bosques implantados, porque siempre se manejan en forma sustentable. Es a lo que se aspira. No va a haber tanto combustible como un bosque sin manejar. Porque al extraer árboles para madera o con la silvicultura preventiva para prevenir los incendios, lo que se saca son este troncos de árboles, ramas, entonces ahí va a haber mucho menos combustible para cuando el fuego venga. Y nunca se va a quitar el fuego de estos ecosistemas, siempre va a estar. Entonces, tenemos que pensar cómo prepararnos para que cuando venga el fuego se haga el menor daño posible o que no venga directamente.

¿Qué pasa con el pino como especie exótica? ¿Es un agravante para la propagación de incendios?

Yo no lo vería tan así porque el tema del pino es que es una especie exótica que se promovió su plantación para la producción de madera. Lo que pasó fue que hay muchas forestaciones que están abandonadas, que están sin manejo. Entonces, hoy se habla de los paisajes inflamables. Un rodal de pino bien manejado puede ser mucho menos inflamable que un bosque nativo sin manejar, por ejemplo, que tiene una gran continuidad de combustible tanto verticalmente como horizontalmente. Un pino puede ser muy inflamable en un laboratorio más que en otras especies, pero en el paisaje puede ser tanto o más inflamable que otras, dependiendo del arreglo espacial que tengan. Nuestros matorrales nativos son muy inflamables también. La caña colihue es muy inflamable. O sea, no tenemos que tener miedo a la inflamabilidad per se que es una característica de cada especie, porque después en el arreglo espacial y en las condiciones climáticas meteorológicas en que ocurre un incendio, la inflamabilidad queda atrás de todo porque la inflamabilidad se mide en un laboratorio, se le acerca una llama a cierta temperatura y se ve cuánto tarda en encenderse la hoja de de una especie. Un pino quizás tarda mucho menos que una lenga. Pero después con la temperatura que produce un mismo incendio va generando su propio clima, y las diferencias que hay entre una especie y otra en cuanto tarda en inflamarse es nada.

¿Hay proyecciones sobre los incendios forestales en la Patagonia a largo plazo?

Que se agraven los incendios, que sean más, no sabría decirlo, porque en estos últimos dos años cada vez hay más incendios. Me parece que la gente se está informando más, interesando más y tratando de hacer acciones para prevenirse. Estamos tratando de estar más informados y de informar más a las personas, y desde otras instituciones que tienen que ver con el fuego por ejemplo las direcciones de bosques con sus planes provinciales de manejo del fuego de estar más alertas.

En la misma línea, ¿se sabe cuánto tiempo podría tardar, aproximadamente, la recuperación de los bosques?

Eso depende del tipo de bosque y del tipo de uso que se le haga después. Si al bosque se lo deja solo, tranquilo, sin introducir ganado para que el suelo se pueda recuperar, y que las semillas puedan volver a germinar, si quedaron árboles en pie de otras de las especies, se va a recuperar, pero en bastante tiempo. No lo vamos a ver en la Patagonia en donde tenemos este tipo de clima mediterráneo y frío en el invierno, donde los crecimientos son lentos con respecto a otras partes del país, como Misiones que crecen enseguida los árboles. Acá va a tardar bastante, pero depende también de que se recupere al uso que se le de ahora. Si se hacen clausuras para que el bosque se recupere solo o se hacen en algunos lugares trabajos de restauración de especies nativas, se va a recuperar más rápido, pero hay que tratarlo como algo muy delicado.