Opinión

Una línea breve sobre neoliberalismo, deuda y FMI: "Tócala de nuevo, Toto!"

Por Jorge Manuel Gil*

La frase se utiliza para recordar viejos buenos momentos vividos y viene de la película Casablanca (1942), un film destinado a robustecer la credibilidad y las bondades de los EEUU como espacio de la libertad. Es reconocida la frase contextual "Siempre tendremos París", que hoy los argentinos podríamos parafrasear como "siempre tendremos FMI". Pero en el film París es sinónimo de felicidad. En nuestra realidad, FMI es idea de sojuzgamiento financiero.

Sin embargo, la partitura emociona al neoliberalismo vernáculo. Tanto Macri como Milei, ambos al compás de Toto Caputo, se excitan con la melodía de la nueva deuda y la presentan como un logro extraordinario propio de gestas heroicas únicas e irrepetibles. Hasta el propio Caputo le dedica -entre pucheros- la negociación a su familia.

La partitura neoliberal de volver a endeudar al país con el FMI, es la única conocida por el Toto Caputo (es un economista UBA, actual ministro de Economía, desde el 10 de diciembre de 2023, en la Presidencia de Javier Milei. En la presidencia de Mauricio Macri fue secretario de Finanzas de la Nación -2015 y 2017- y ministro de Finanzas de la Nación -2017 y 2018- y presidente del Banco Central de la República Argentina -2018 y 2019).

Fanático de la deuda como instrumento de beneficios para el establishment especulativo, devoto de la fuga de capitales y amante de la destrucción del Estado de bienestar, Caputo sabe que es la deuda un reaseguro frente a ideas nacionales y populares, frente justicia social, frente a una sociedad equitativa.

Hoy desempolva su vieja partitura (cuyo pentagrama original se encuentra en Bernardino Rivadavia en 1825 y se instala, como música de fondo de nuestra cotidianeidad, a partir de la dictadura civicomilitar de Videla-Martínez de Hoz en 1976): deuda pública externa; devaluación; inflación; reducción del gasto público efectivo, excepto intereses; fuga de capitales.

El 2018 nos vuelve hoy: pese a que las experiencias son irrepetibles y que nadie se baña dos veces en el mismo río, en economía social los resultados pueden ser razonablemente estimados:

· profundización del ciclo financiero en Argentina (hoy denominado carry trade);

· desaparición del contexto industrial nacional (sustitución por importaciones); reducción de ciencia y tecnología autónomas (desaliento del presupuesto público para organismos científicos y universidades);

· baja de salarios y rentas fijas reales (para el trabajo activo y pasivo);

· énfasis en el extractivismo (las inversiones del RIGI monetizan riquezas de los recursos naturales comunes del pueblo argentino);

· predominio de la rentabilidad financiera por sobre la productividad real de la economía (más entidades financieras, menos industrias).

Las medidas anunciadas ayer por Caputo -y puestas en contexto ideológico neoliberal por Milei- son netamente financieras. No pertenecen al mundo de la creación de valor en la economía. Lo financiero distribuye lo que produce la economía, es una suerte de subalterno, una consecuencia de. Nuestro producto y el de nuestra sociedad será distribuido por las finanzas. Ya lo dijo Milei: "con el superávit fiscal se procederá a pagar primero la deuda y luego los gastos, y si no alcanza se reducirán los gastos, nunca los servicios de la deuda".

Por ello lo financiero (tipo de cambio, deuda, tasa de interés) es especulativo. Y político. La moneda no crea valor, sólo sirve para distribuirlo a través del sistema de precios monetarios y acumularlo bajo la forma de ahorro. Este súperciclo capitalista llamado financierización viene a ser acentuado en Argentina con esta decisión de nueva deuda y libertad de fuga.

La economía argenta ha pasado a ser decididamente administrada por el FMI. Ni siquiera hace falta presencia física del organismo. Bastará con cumplir las pautas del acuerdo de facilidades extendidas que hace inviable cualquier intento de independencia económica: flotación del tipo de cambio; modificación del régimen jubilatorio; flexibilidad laboral; minimización del Estado en la economía; extractivismo de recursos naturales; reducción de derechos sociales.

Bajo el eufemismo "reformas estructurales para corregir deficiencias institucionales o económicas, además de las políticas que mantienen la estabilidad macroeconómica" el programa de FMI-Milei ancla el futuro del pueblo argentino al abismo de la deuda infinita y eterna y lo somete al stress de la permanente renegociación.

En definitiva, Argentina, mejor dicho, su gobierno neoliberal, utiliza como ciertos argumentos falsos y se endeuda para:

· Liberar el cepo y posibilitar un proceso de dolarización transaccional de la economía interna (con el falso argumento de la libertad de competencia de monedas entre peso y dólar);

· Permitir la fuga de capitales vía dividendos y royalties a las casas matrices transnacionales de empresas que lucran con el mercado interno y con la explotación de recursos naturales (con el falso argumento de que es necesario para aumentar las inversiones directas extranjeras);

· Acentuar la especulación financiera de la tríada tasa de inflación-tasa de cambio-tasa de devaluación (con el falso argumento de que la inflación es una deriva de la emisión monetaria).

· Defender la integridad patrimonial del BCRA al reemplazar pesos argentinos por dólares a un tipo de cambio sobrevaluado (con el falso y contradictorio argumento de Milei de la necesidad de dinamitar el BCRA -promesa de campaña- para anular las posibilidades de emisión monetaria.

· Dolarizar indirectamente la economía con una moneda "buena" (el dólar) que desplaza a la moneda "mala" (el peso argentino).

El dólar flota en una banda de hasta $ 1.400.- que en breve será superado y generará nuevos ajustes; la inflación aumentará por la dolarización de los beneficios empresarios y por el carácter oligopólico de los mercados formadores de precios; las PYME´s no podrán hacer frente a la avalancha de productos importados; habrá nuevos espacios de despidos, recesión y conflictividad social; la ciencia y la tecnología seguirán en declive.

Para el próximo gobierno popular será un campo minado, una deuda externa insoportable y un cuerpo social desintegrado. Pero, creo, habrá de contar con una firme vocación nacional de no entregarnos ni aún vencidos.

Estemos atentos y preparados. Fin.

* Ex rector, economista, docente e investigador de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco