El país

Caso Oesterheld: reconstrucción judicial de su cautiverio y una búsqueda abierta

 Por Ariel Stemphelet

El estreno de la serie El Eternauta, protagonizada por Ricardo Darín, puso el foco sobre el autor del cómic del héroe colectivo, Héctor Germán Oesterheld, secuestrado por la dictadura en 1977. Aún desaparecido, parte de la historia de su cautiverio pudo reconstruirse gracias al Juicio a las Juntas y los posteriores procesos por delitos de lesa humanidad, donde compañeros y compañeras de detención contaron cómo se deterioró su salud y cómo lo torturaron psicológicamente. Pese a las más de 40 condenas vinculadas a su caso, la desgarradora historia de su familia sigue abierta.

Oesterheld fue detenido por una patota del Ejército en La Plata, en abril de 1977. Se lo llevaron a El Vesubio, un centro clandestino ubicado en el cruce de Ricchieri y Camino de Cintura. Mientras estuvo con vida también lo vieron en otros centros clandestinos como Sheraton y El Campito.

La historia de su cautiverio fue contada en gran parte gracias a los juicios. Pero claro que cuando su nombre apareció por primera vez en una causa por "ausencia simple" radicada en un juzgado civil porteño, los datos que se tenían eran nulos. El paso del tiempo permitió recopilar testimonios que fueron puntapié para que el secuestro de "el viejo", como lo llamaban sus compañeros de detención, se incorpore al emblemático Juicio a las Juntas.

En ese expediente su caso fue el 377. En la sentencia se estableció que "con el advenimiento del gobierno militar se produjo en forma generalizada un aumento significativo en el número de desapariciones" que "ha quedado abundantemente ejemplificado, en primer lugar, con las privaciones ilegítimas de la libertad" de las que resultaron víctimas cientos de personas. Seguidamente hay un listado de víctimas que incluye su nombre.

Como se comprobó que el creador de El Eternauta fue secuestrado por el Ejército y pasó parte de su cautiverio en El Vesubio, que dependía de esa fuerza, su caso fue uno sobre los que se montó la condena a Jorge Rafael Videla.

Con el pasar de los años, la investigación de los hechos ocurridos en El Vesubio logró obtener más datos del cautiverio de Oesterheld, gracias a pruebas y testimonios que se difundieron durante el primer juicio terminado en 2011 ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 4 de Capital Federal.

En la sentencia de ese tramo se incorporaron varios relatos de sobrevivientes que lo vieron o que escucharon hablar de él durante esos largos meses. Dijeron que era un tipo "amoroso" al que muchos conocían por haber leído El Eternauta y que se pasaba el tiempo dibujando o escribiendo. Muchos de esos dibujos se los regalaba a compañeras de detención "para que se alegraran un poco", según declaró María Susana Reyes.

Pero Oesterheld vivía un calvario. El secuestro de sus hijas Estela, Beatriz, Diana y Marina, dos de ellas embarazadas, era usado por los represores para intentar quebrarlo y que mande al frente a algún compañero o compañera de militancia. La tortura psicológica era tal que para septiembre de 1977 los jerarcas del centro clandestino ya le habían dicho que las habían matado, según declaró una compañera de detención.

Esos días de quiebre mental tenían un correlato físico. Oesterheld estuvo junto a otros prisioneros atado en las "cuchas", que estaban en una de las casitas que componían el centro clandestino. Pero como tenía problemas bronquiales, varias veces lo llevaron a otra sala con condiciones ya no de inhumanidad.

Así y todo, otros testimonios sirvieron para graficar el nivel de deterioro que sufría su salud. Juan Carlos Benítez, por ejemplo, dijo que lo vio golpeado y con una venda en la cabeza; Ana María Di Salvo que al viejo le habían salido "una especie de granos en la frente"; y Arturo Osvaldo Chillida eligió la palabra "derrotado" para contar cómo lo vio.

Esos relatos se tuvieron en cuenta en los otros dos tramos de la investigación, llevados a juicio como Vesubio II y Vesubio III, donde se incorporó el caso Oesterheld. El primero terminó en 2014 con cuatro condenados, entre ellos Gustavo Adolfo Cacivio, jefe del centro clandestino; y el segundo en 2022, con otros ocho condenados entre oficiales del Ejército y penitenciarios responsables de detenciones y torturas.

Pero también se comprobó que el historietista fue llevado varias veces al centro de detención conocido como Sheraton, ubicado en una subcomisaría de las calles Quintana y Tapalqué, en Villa Insuperable, La Matanza. Una de esas veces se probó que fue entre junio y agosto de 1977, cuando estuvo alrededor de un mes y hasta pasó su cumpleaños 58, el 23 de julio. Otra de ellas fue entre septiembre y fines de diciembre de ese año.

"Ahora está con nosotros ‘el viejo', autor de El Eternauta y el Sargento Kirk. El pobre viejo se pasa el día escribiendo historias que hasta ahora nadie tiene intenciones de publicarle", escribió Ana María Caruso de Carri en una carta enviada a sus hijos que sirvió de prueba en el primer juicio por ese centro clandestino, donde fueron condenados los titulares de la subcomisaría, Leopoldo Luis Baurne y Juan Alfredo Battafarano, y otros cuatro oficiales.

En el tramo "Sheraton IV", el TOF 1 condenó en 2023 a Alejandro Sálice y Roberto Horacio Sifón, del grupo de artillería que controlaba la subcomisaría. Uno de los testimonios citados en la sentencia es el de Paula Ogando, una sobreviviente que contó que lo vio "extremadamente delgado" y que pudieron conversar: el escritor le contó que intentaba escribir un guion de época y que "había sufrido mucho". Fue en junio de 1977.

Un séptimo juicio, en la llamada "Megacausa Campo de Mayo", probó que Oesterheld también pasó por El Campito, ubicado en la Guarnición Militar Campo de Mayo. Por los hechos ocurridos ahí, el TOF 1 de San Martín condenó a 19 represores.

Pese a que son más de 40 los condenados con responsabilidad en el caso Oesterheld, la herida familiar causada por esa y otras 9 desapariciones sigue abierta. En su historia, que es la historia de la Argentina, hay una búsqueda abierta por los hijos de Diana y Marina, los nietos del escritor, que deberían haber nacido en noviembre de 1976 y diciembre de 1977 respectivamente. Y también hay una pregunta sin respuesta: ¿dónde está Oesterheld? 

Fuente: Resumen Latinoamericano