Después de la pandemia, el desarrollo humano se desacelera de modo alarmanteBRUSELAS - El progreso del desarrollo humano, medido por las libertades y el
bienestar de las personas, se ha desacelerado de manera alarmante desde la pandemia covid-19, indica el Informe sobre Desarrollo Humano 2025, publicado este martes 6 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Achim Steiner, administrador del Pnud, afirmó que "esta desaceleración señala una amenaza muy real para el progreso mundial".
"Si el lento progreso de 2024 se convierte en ‘la nueva normalidad&', el hito de 2030 (para cuando se fijaron 169 metas de desarrollo sostenible) podría retrasarse décadas, haciendo que nuestro mundo sea menos seguro, esté más dividido y sea más vulnerable a las crisis económicas y ecológicas", expresó Steiner.
Durante varias décadas, los indicadores de desarrollo humano mostraron una curva ascendente y constante, y los investigadores de las Naciones Unidas predijeron que, para 2030, la población mundial disfrutaría de un alto nivel de desarrollo.
Esas esperanzas se han visto truncadas en los últimos años, tras un periodo de crisis excepcionales como la pandemia, los avances se han estancado en todas las regiones del mundo y las desigualdades entre los países ricos y pobres siguen aumentando.
Las presiones mundiales, como el aumento de las tensiones comerciales y el
agravamiento de la crisis de la deuda, que limita la capacidad de los gobiernos para invertir en servicios de apoyo a sus poblaciones, como la atención sanitaria y la educación, están estrechando las vías tradicionales hacia el desarrollo.
"Si el lento progreso de 2024 se convierte en ‘la nueva normalidad', el hito de 2030 podría retrasarse décadas, haciendo que nuestro mundo sea menos seguro, esté más dividido y sea más vulnerable a las crisis económicas y ecológicas"
Achim Steiner.
El Informe sobre Desarrollo Humano 2025 (disponible en inglés), bajo el título «Un llamado a decidir: personas y posibilidades en la era de la IA (inteligencia
artificial)", analiza los avances de desarrollo humano a partir de un abanico de
indicadores conocidos como el Índice de Desarrollo Humano (IDH).
El IDH integra logros en los ámbitos educativo y de la salud junto con niveles de ingresos, y sus proyecciones muestran un estancamiento en todas las regiones del mundo.
Steiner señaló que "en medio de esta agitación global debemos explorar de manera urgente nuevas fórmulas para impulsar el desarrollo. Ante el rápido avance de la IA en tantos y tantos ámbitos de nuestras vidas, es preciso considerar su potencial".
"Casi cada día surgen nuevas capacidades y, si bien la IA no es ninguna panacea, las elecciones que hagamos encierran el potencial de reavivar el desarrollo humano y abrir el camino a nuevas vías y posibilidades", planteó el administrador del Pnud.
El informe contiene los resultados de una nueva encuesta que indica que la
ciudadanía tiene expectativas realistas y que, al mismo tiempo, se muestra
esperanzada respecto a los cambios que puede traer la IA.
La mitad de las personas encuestadas en todo el mundo piensa que sus empleos pueden automatizarse. Una proporción aún mayor -seis de cada 10- cree que la IA tendrá un impacto positivo en su trabajo y que creará oportunidades laborales que quizás ni siquiera existen en estos momentos.
Solo 13 % de las personas encuestadas teme que la IA pueda destruir empleos. Por el contrario, en los países con un valor de IDH bajo y medio, 70 % espera que la IA aumente su productividad, y dos terceras partes creen que utilizarán la IA en la educación, la salud o el trabajo durante el próximo año.
El informe llama a utilizar la IA con un enfoque centrado en las personas, lo que puede reconfigurar los enfoques de desarrollo. Los resultados de la encuesta indican que la ciudadanía mundial está lista para esa clase de "reinicio".
Algunos países en América Latina han empezado a ver cambios que presenta el uso adecuado de esta tecnología. Colombia destaca por utilizarla para mejorar la prestación de servicios públicos a nivel municipal, los gobiernos locales adoptan sistemas basados en datos para gestionar los escasos recursos de forma más eficiente.
México está creando el Laboratorio GenAI, un centro público-privado-académico destinado a ampliar el acceso a la IA y fomentar la innovación nacional. La iniciativa refleja esfuerzos para vincular el desarrollo de esta tecnología con la utilidad pública.
Argentina destaca por las aplicaciones feministas de la IA en su sistema judicial con proyectos como Sofia, un chatbot (programa que simula conversación humana) de ayuda a las mujeres que sufren abusos en línea, mostrando cómo el diseño de la IA puede cambiar las prioridades tecnológicas hacia la justicia y la inclusión.
Entre sus recomendaciones, el informe propone actuar para garantizar que la IA sea lo más beneficiosa posible para el desarrollo humano, incluyendo modernizar los sistemas educativos y sanitarios para satisfacer adecuadamente las necesidades actuales, y construir una economía centrada en la colaboración humana con la IA.
El físico y economista portugués Pedro Conceição, director de la oficina encargada del informe, afirmó que "las decisiones que tomemos en los próximos años definirán el legado de esta transición tecnológica para el desarrollo humano".
"Con las políticas adecuadas y centrándose en las personas, la IA puede ser un
puente crucial hacia nuevos conocimientos, habilidades e ideas que pueden empoderar a todos, desde los agricultores hasta los propietarios de pequeñas
empresas", agregó.
En última instancia, el mensaje del informe es que el impacto de la IA dista mucho de ser inevitable: más que una fuerza autónoma, es un reflejo y un amplificador de los valores y las desigualdades de las sociedades que la conforman.
Fuente: IPS
BRUSELAS - El progreso del desarrollo humano, medido por las libertades y el
bienestar de las personas, se ha desacelerado de manera alarmante desde la pandemia covid-19, indica el Informe sobre Desarrollo Humano 2025, publicado este martes 6 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Achim Steiner, administrador del Pnud, afirmó que "esta desaceleración señala una amenaza muy real para el progreso mundial".
"Si el lento progreso de 2024 se convierte en ‘la nueva normalidad&', el hito de 2030 (para cuando se fijaron 169 metas de desarrollo sostenible) podría retrasarse décadas, haciendo que nuestro mundo sea menos seguro, esté más dividido y sea más vulnerable a las crisis económicas y ecológicas", expresó Steiner.
Durante varias décadas, los indicadores de desarrollo humano mostraron una curva ascendente y constante, y los investigadores de las Naciones Unidas predijeron que, para 2030, la población mundial disfrutaría de un alto nivel de desarrollo.
Esas esperanzas se han visto truncadas en los últimos años, tras un periodo de crisis excepcionales como la pandemia, los avances se han estancado en todas las regiones del mundo y las desigualdades entre los países ricos y pobres siguen aumentando.
Las presiones mundiales, como el aumento de las tensiones comerciales y el
agravamiento de la crisis de la deuda, que limita la capacidad de los gobiernos para invertir en servicios de apoyo a sus poblaciones, como la atención sanitaria y la educación, están estrechando las vías tradicionales hacia el desarrollo.
"Si el lento progreso de 2024 se convierte en ‘la nueva normalidad', el hito de 2030 podría retrasarse décadas, haciendo que nuestro mundo sea menos seguro, esté más dividido y sea más vulnerable a las crisis económicas y ecológicas"
Achim Steiner.
El Informe sobre Desarrollo Humano 2025 (disponible en inglés), bajo el título «Un llamado a decidir: personas y posibilidades en la era de la IA (inteligencia
artificial)", analiza los avances de desarrollo humano a partir de un abanico de
indicadores conocidos como el Índice de Desarrollo Humano (IDH).
El IDH integra logros en los ámbitos educativo y de la salud junto con niveles de ingresos, y sus proyecciones muestran un estancamiento en todas las regiones del mundo.
Steiner señaló que "en medio de esta agitación global debemos explorar de manera urgente nuevas fórmulas para impulsar el desarrollo. Ante el rápido avance de la IA en tantos y tantos ámbitos de nuestras vidas, es preciso considerar su potencial".
"Casi cada día surgen nuevas capacidades y, si bien la IA no es ninguna panacea, las elecciones que hagamos encierran el potencial de reavivar el desarrollo humano y abrir el camino a nuevas vías y posibilidades", planteó el administrador del Pnud.
El informe contiene los resultados de una nueva encuesta que indica que la
ciudadanía tiene expectativas realistas y que, al mismo tiempo, se muestra
esperanzada respecto a los cambios que puede traer la IA.
La mitad de las personas encuestadas en todo el mundo piensa que sus empleos pueden automatizarse. Una proporción aún mayor -seis de cada 10- cree que la IA tendrá un impacto positivo en su trabajo y que creará oportunidades laborales que quizás ni siquiera existen en estos momentos.
Solo 13 % de las personas encuestadas teme que la IA pueda destruir empleos. Por el contrario, en los países con un valor de IDH bajo y medio, 70 % espera que la IA aumente su productividad, y dos terceras partes creen que utilizarán la IA en la educación, la salud o el trabajo durante el próximo año.
El informe llama a utilizar la IA con un enfoque centrado en las personas, lo que puede reconfigurar los enfoques de desarrollo. Los resultados de la encuesta indican que la ciudadanía mundial está lista para esa clase de "reinicio".
Algunos países en América Latina han empezado a ver cambios que presenta el uso adecuado de esta tecnología. Colombia destaca por utilizarla para mejorar la prestación de servicios públicos a nivel municipal, los gobiernos locales adoptan sistemas basados en datos para gestionar los escasos recursos de forma más eficiente.
México está creando el Laboratorio GenAI, un centro público-privado-académico destinado a ampliar el acceso a la IA y fomentar la innovación nacional. La iniciativa refleja esfuerzos para vincular el desarrollo de esta tecnología con la utilidad pública.
Argentina destaca por las aplicaciones feministas de la IA en su sistema judicial con proyectos como Sofia, un chatbot (programa que simula conversación humana) de ayuda a las mujeres que sufren abusos en línea, mostrando cómo el diseño de la IA puede cambiar las prioridades tecnológicas hacia la justicia y la inclusión.
Entre sus recomendaciones, el informe propone actuar para garantizar que la IA sea lo más beneficiosa posible para el desarrollo humano, incluyendo modernizar los sistemas educativos y sanitarios para satisfacer adecuadamente las necesidades actuales, y construir una economía centrada en la colaboración humana con la IA.
El físico y economista portugués Pedro Conceição, director de la oficina encargada del informe, afirmó que "las decisiones que tomemos en los próximos años definirán el legado de esta transición tecnológica para el desarrollo humano".
"Con las políticas adecuadas y centrándose en las personas, la IA puede ser un
puente crucial hacia nuevos conocimientos, habilidades e ideas que pueden empoderar a todos, desde los agricultores hasta los propietarios de pequeñas
empresas", agregó.
En última instancia, el mensaje del informe es que el impacto de la IA dista mucho de ser inevitable: más que una fuerza autónoma, es un reflejo y un amplificador de los valores y las desigualdades de las sociedades que la conforman.
Fuente: IPS