Patagonia

Calafate: El fruto patagónico que combate el Alzheimer y obesidad

En el corazón de la Patagonia crece el calafate, un pequeño fruto silvestre de color negro azulado que está captando la atención del mundo por sus extraordinarios beneficios para la salud. Este superalimento, proveniente de un arbusto espinoso endémico que se extiende por los paisajes del río Colorado, no solo deleita con su sabor dulce, sino que también ofrece propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que lo convierten en un aliado contra diversas afecciones.

Según un estudio del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, el calafate puede ayudar a prevenir la obesidad y la resistencia a la insulina, lo que lo hace especialmente valioso para personas con diabetes o hipertensión. Investigadores como Guillermo Schmeda y Cristina Theoduloz, de la Universidad de Talca, también destacaron su capacidad para inhibir enzimas que elevan los niveles de azúcar en la sangre, gracias a su delicioso sabor y composición única.

Además, el calafate es una fuente excepcional de antioxidantes, que combaten el envejecimiento celular y protegen el cerebro, ayudando a prevenir enfermedades como el Alzheimer. Según el profesor Diego García, de la Universidad de Chile, el consumo de su extracto estimula el tejido adiposo pardo, clave para regular la temperatura corporal y la producción de energía, lo que refuerza su potencial contra la obesidad.

En resumen, el consumo mundial de las frutas finas registra un aumento creciente, ya que son alimentos funcionales con excelentes propiedades nutritivas y terapéuticas. Además, se destacan por sus cualidades hipocalóricas, antioxidantes, nutritivas y medicinales.

Aunque los estudios sobre el calafate aún son limitados, su potencial como superalimento es innegable. Desde mermeladas hasta licores, este berry patagónico no solo enriquece la gastronomía, sino que promete ser un pilar en la prevención de enfermedades modernas.

Desafíos del cultivo

A pesar de sus beneficios, el calafate enfrenta desafíos: su recolección no logra satisfacer la creciente demanda, y los bosques silvestres donde crece están en declive, según la Fundación Chile. Para contrarrestarlo, en Chile y Argentina han surgido iniciativas para cultivar y comercializar este fruto, dándole el valor que merece como superalimento global.

"A pesar de ser un fruto con grandes potencialidades y numerosas propiedades beneficiosas para la salud, su cultivo es mínimo en la región", reveló Julio Cabana, técnico del INTA Calafate (Santa Cruz).

En esta línea, detalló lo dificultoso que es su cultivo: "Las plantas tienen hojas con un borde dentado y espinas de hasta 20 centímetros de largo. Además, presenta una baja tasa de reproducción y se desarrolla con una alta densidad de plantación", indicó el técnico.

Fuente: LMNeuquén