En INTA en peligro: trabajadores en alerta por retiros voluntarios, despidos y la posibilidad de intervención del Gobierno En el marco del anunciado "plan de modernización" del INTA, el Gobierno viene implementando una serie de cambios en el organismo que preocupan a sus trabajadores. La modernización del organismo que planea Javier Milei implica despidos, cierre de agencias y una eventual pérdida de autarquía política y económica. El plan impacta también en el desarrollo científico, ya que los distintos centros se dedican a la investigación en materia agropecuaria y alimentaria. Los trabajadores vienen resistiendo el embate, aunque advierten que la institución está en riesgo. En Chubut, el avance del ajuste pondría en peligro unos 40 empleos y la capacidad operativa en el territorio.
Una de las medidas anunciadas durante las primeras semanas del Gobierno nacional fue el "plan de modernización" del INTA. Lo confirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni, el 27 de noviembre del 2023. En conferencia de prensa, detalló que el plan incluiría la venta de edificios y tierras subutilizadas y la baja de los 227 ingresos registrados durante la gestión anterior. "Se terminó el uso de los organismos públicos como máquinas para financiar el despilfarro de la vieja política", afirmó.
Sostuvo además que "el INTA es un organismo fundamental para el desarrollo del campo argentino cuyos objetivos fueron desvirtuados por la gestión anterior" con temas como "las cuestiones de género, los falsos mapuches y la agricultura familiar", y sumó: "el 50% de sus 6.852 empleados ingresaron durante los gobiernos de Cristina Fernández entre 2007 y 2015".
El plan, además de intimar jubilaciones y promover retiros voluntarios, incluía la no renovación de contratos de personal de planta no permanente. También pretendía desprenderse de 27.000 hectáreas del organismo en distintos lugares del país.
La votación de la medida, a cargo del Consejo Directivo del INTA, estuvo pautada para el día siguiente. Después de dos reuniones, el Consejo y el Gobierno acordaron tres puntos: el remate del edificio del INTA ubicado en Palermo (CABA), el remate de un terreno de 41 hectáreas en Cerrillos (Salta) y 289 retiros voluntarios. A la fecha, el Gobierno siguió profundizando el ajuste sobre el organismo, en el marco del desguace de otras instituciones estatales como Correo Argentino, Vialidad y Aerolíneas.
En febrero el Consejo Directivo aprobó diversas medidas de ajuste que implican el cierre de Estaciones Experimentales y agencias de extensión así como un plan integral de ajuste en la estructura de la institución. Sin embargo, las propuestas no fueron resueltas y tras una reunión extraordinaria el 15 de abril se aprobaron reformas que quitan funciones y atribuciones a la Dirección Nacional y se la otorgan al Consejo Directivo.
Cabe remarcar que el INTA, próximo a cumplir 70 años, actualmente cuenta 6 centros de investigación, 53 estaciones experimentales, 15 centros regionales y 258 agencias de extensión rural en todo el país con un total de 6000 trabajadores.
El repudio de los trabajadores
En un hecho inédito en la historia del organismo, 65 profesionales a cargo de la dirección de las Estaciones Experimentales y los Institutos de Investigación repudiaron el plan de ajuste.
"Nosotros, nuestros equipos y consejos, trabajamos junto a muchos actores, potenciando la articulación público-privada, día a día, en contacto las distintas realidades de los territorios, construyendo redes y generando conocimiento para fortalecer el desarrollo económico, productivo y ambiental de las regiones", expresaron en una carta publicada el mismo día que el Gobierno anunció el plan de modernización.
"Por lo tanto, somos los primeros que queremos y pensamos un INTA moderno, con capacidad de adaptación a los cambios y presente. Somos conscientes de la complejidad del contexto global y el futuro del desarrollo del país, pero entendemos que cualquier transformación requiere llevarse a cabo en un marco de institucionalidad, como lo venimos realizando en las actualizaciones de cada Plan Estratégico Institucional, los Planes a Mediano Plazo (21-25) y los Planes de Centros Regionales", aclararon.
Leer más: Crónica de un ajuste anunciado: Trabajadores sostienen el INTA frente al embate de la motosierra
Y si bien expresaron su acuerdo con el plan de modernización, subrayando que están dispuestos "a llevar este proceso con apertura, creatividad, dinamismo y gestión", enfatizaron: "Este proceso no puede realizarse sin el principal componente institucional que es nuestro personal, cuyos perfiles fueron priorizados, con participación de todos los consejos y fueron seleccionados por concursos abiertos con juntas donde intervienen las principales entidades del sector agropecuario. Cada uno de los trabajadores y trabajadoras de INTA son fundamentales y ocupan puestos críticos para el funcionamiento actual y futuro de la institución, cada uno con capacidades generadas, en donde INTA ha invertido recursos para su formación y conducción".
Por su parte, Mario Romero, de la Asociación del Personal del INTA (APINTA), rechazó los dichos de Adorni y sostuvo que el vocero "dijo muchas imprecisiones". Resaltó los logros del organismo "generando recursos" y consiguiendo "ingresos de divisas para el país", poniendo como ejemplo, "la eficiencia en la generación de variedades de semillas forestales, de soja, de maíz, o nuevas variedades de arroz". También remarcó el rol del INTA "en la generación de vacunas como la anti aftosa, o en la pandemia contra el COVID, y la puesta a disposición de sus laboratorios para hacer los análisis de detección del virus".
Recortes, retiros y sin presupuesto
El deterioro presupuestario y el vaciamiento del INTA se produce en el marco de un desguace general de los organismos estatales. El Grupo EPC, junto al CIICTI (Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Investigación) analizó la caída presupuestaria de la ejecución de Ciencia y Técnica, y destaca la caída de organismos clave como el INTA, que a la fecha registra una caída del 19%.
Leer más: Desguace total de los organismos estatales: cómo impacta a Chubut la retirada del Estado nacional
"En el mes de mayo, el Gobierno nacional continuó el ajuste en los organismos de ciencia y tecnología. En línea con el objetivo de reducción de las capacidades estatales en el sector, el INTA, el INTI y el CONICET profundizaron su deterioro y se encuentran camino a alcanzar sus peores escenarios presupuestarios", destaca el informe.
En los 18 meses transcurridos desde la asunción de Javier Milei, el INTI, el INTA y el CONICET acumulan caídas que superan el 33% de diciembre del 2023.
A finales de agosto del 2024, comenzó a circular la apertura de un proceso de retiros voluntarios en el organismo. A través de una Resolución emitida por la Secretaría de Agricultura, dieron a conocer la convocatoria vigente para "personal de planta permanente que posea hasta 60 años de edad" en todas las estaciones del país.
Quienes se adhieran a este régimen recibirían una compensación indemnizatoria de 1,25 haberes en bruto por cada año trabajado para el personal con hasta 18 años de antigüedad, y de 0,5 haberes bruto por cada año trabajado para los agentes con más de 18 años de antigüedad.
Aunque el plan de modernización del Gobierno implicaba poco más de 200 retiros voluntarios, a la fecha el organismo ha perdido unos 700 trabajadores, entre ellos expertos y científicos que desempeñaban labores fundamentales en el organismo.
A la par, el Ministerio de Capital Humano dejó sin financiamiento a programas como el ProHuerta y despidió a los trabajadores que sostenían el programa Cambio Rural. Más allá de la cuestión económica, el Gobierno libertario desplegó un embate fuertemente ideológico al ajustar precisamente estos programas, lo cual se tornó evidente cuando prohibió hacer uso de términos como "agroecología" o "cambio climático" en las comunicaciones de la institución.
Esta semana se confirmó el cierre de la Estación Experimental INTA AMBA. La decisión no fue sorpresiva para los trabajadores, que venían sosteniendo una lucha constante en contra del desguace. Sin resolución definitiva del Consejo Directivo, el pasado fin de semana los más de 100 trabajadores recibieron la orden de mudarse de estación experimental y abandonar su puesto. Aunque desde ATE enfatizan que la medida no implicó despidos, sino traslados, advierten que estas decisiones preparan el terreno para los despidos que contempla el plan de ajuste, que serían alrededor de 1.500 en total.
La actual gestión, a cargo de Nicolás Bronzovich -quien previamente se desempeñó como Director Nacional de Agricultura en la cartera agropecuaria nacional- marca un claro cambio de perfil. El plan de modernización incluye un aumento en la influencia de privados en las decisiones y menor dotación con "capital humano jerarquizado".
Tras el anuncio del plan en 2023, desde la Mesa Agroalimentaria Argentina expresaron su repudio: "En un mundo donde los alimentos no llegan a todos, la crisis climática impacta cada vez con más fuerza, el desarraigo y el despoblamiento debilitan los territorios y crece la injusticia social, nos proponen un INTA donde las toneladas sean más importantes que las personas, que se aleje de los territorios profundos, que favorezca la concentración, refuerce los pasivos ambientales y se aleje de la soberanía alimentaria".
"La conducción del INTA, ejercida formalmente por Aapresid (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa), ensaya un desguace y un debilitamiento del Instituto jamás visto desde su creación", denunciaron, al tiempo que exigieron la inmediata renuncia de la conducción del INTA, "dado que el desarme de la estructura del Instituto que están impulsando, oculta un manifiesto conflicto de intereses a favor de Aapresid".
Del desfinanciamiento a la pérdida de autonomía
Las movilizaciones de los trabajadores lograron frenar parte del plan de modernización, sobre todo los despidos: en febrero, ATE logró que no se materializara la ola de despidos que el Ejecutivo prometía para el organismo. Sin embargo, crece la incertidumbre ahora que empieza a hablarse de una intervención por parte del Gobierno, que buscaría retomar la idea de rediseñar el organismo y modificar la composición del directorio para tener más poder de decisión. La medida impacta de lleno en la autarquía operativa de la institución y la autonomía de los productores.
El Consejo Directivo del INTA está compuesto por diez miembros, cinco del sector público y cinco del privado. A su vez, está comandado por un presidente y un vice, nombrados por la Secretaría de Agricultura y la Dirección Nacional. En declaraciones recientes a La Nación, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, arremetió contra el organismo y adelantó que buscan devolver la administración del Instituto al Gobierno.
El Director del INTA, Ariel Pereda, cruzó al ministro y subrayó: "Estamos en un momento de crisis donde me pareció que el silencio era contraproducente y había que explicar de alguna u otra manera lo que pasa en una institución enfocada en el sector productivo, gobernado por el sector productivo y al costado de las divisiones político partidarias. Vienen a intervenir el INTA con la intención de usarlo a trochi mochi y a piaccere".
La intención del Ejecutivo sería reducir la cantidad de integrantes en la mesa directa (de 10 a 8 miembros) y trasladar la administración del organismo al Ministerio de Economía. Según precisó Sturzenegger meses atrás, el Gobierno continuará con el cierre y la reestructuración de los organismos públicos descentralizados para "integrarlos nuevamente a la administración central o reestructurarlos según cada caso particular". Entre las potenciales intervenciones, se encuentra el INTA.
El panorama en Chubut
En este escenario, peligra la continuidad de los trabajadores de las distintas estaciones del INTA en Chubut. La provincia cuenta con una Estación Agroexperimental en Trelew, una Estación Experimental Agroforestal de Esquel y Agencias de Extensión Rural en Río Mayo, Sarmiento, Comodoro Rivadavia, Paso de Indios y Trelew.
Mirco Muñoz, de la Estación Agroexperimental Trelew, indicó a principios de año que la propuesta inicial del gobierno de cierre de Agencias de Extensión y el despido de 1.500 trabajadores tendría un fuerte impacto en la provincia, y afectaría al Valle Inferior del Río Chubut, Sarmiento, Comodoro Rivadavia, Paso de Indios, Río Mayo, El Maitén, Gobernador Costa, El Hoyo, Trevelin y Esquel, provocando el despido de más de 40 profesionales.
"Nosotros acompañamos y asistimos técnicamente a sectores productivos. Dejaríamos de acompañar a muchas asociaciones de productores. Nosotros trabajamos en territorio y esto impactaría negativamente en este acompañamiento", remarcó ,"nos dejarían sin capacidad operativa en el territorio". Entre otras cosas, en estas dependencias se desarrollan tareas de asesoramiento a productores, asistencia en gestiones y líneas de financiamiento, así como programas de fomento.
Tras la reunión del Consejo Directivo en febrero, el director del INTA Esquel, Nicolás Naghama, confirmó que se producirían ajustes en la estructura y reducción de programas, pero no habría despidos: "Tuvimos que entender que era una propuesta de ajuste y reestructuración pero, como fue una propuesta interna, se va a reducir el número de coordinadores de programa, pero no la operatividad ni el cumplimiento de los objetivos".
No obstante, hoy la coyuntura es de incertidumbre: si el ajuste se profundiza, pondría en riesgo el rol estratégico del INTA en la producción regional. Preocupa, sobre todo, la intención del Gobierno de modificar la composición del Consejo Directivo.
La semana pasada, productores y trabajadores del INTA de la Comarca Andina se movilizaron en El Bolsón para defender la continuidad de los más de 20 proyectos anuales que el organismo asiste desde 1986.
"Quieren sacar algunas de las sillas de los productores que forman parte del Consejo Directivo Nacional y hacer desaparecer los consejos regionales", advirtió Federico Leterneau, integrante del INTA. Explicó que esto impactaría en la relación directa del organismo con los productores y allanaría el camino para un eventual desmantelamiento.
Acá todos estamos enlazados, somos un ecosistema en sí mismo productivo. Abastecemos a toda la comarca andina, hasta Bariloche y Neuquén. Para aprovechar este regalo que tenemos necesitamos seguir investigando y creando procesos productivos", precisó Máximo Malaurie, integrante de la red de productores agroecológicos de la Comarca Andina (Repaca).
Por su parte, Naghama subrayó que se está hablando de un inminente Decreto, del cual "no se sabe bien el contenido, pero sí el cambio en la conformación del Consejo Directivo Nacional".
"Hasta hoy el Consejo Directivo estaba conformado por 10 miembros, de los cuales la mayoría de los consejeros representaba al sector privado y la Facultad, con tres miembros del Ejecutivo nacional. Ahora se plantea modificar la conformación, con cuatro representantes del Ejecutivo nacional. Con una mayoría, ya que, en caso de empate, el que desempataría sería el presidente, quedando supeditados a las decisiones del gobierno de turno. Algo que sin dudas va a ser algo negativo", agregó.
Y advirtió que "todas las propuestas que llegan de Nación son de ajuste, pese a que no han solicitado informes ni han hecho auditorías. Vemos que no se ha hecho un trabajo para ver la manera de ajuste y porqué. Los ingresos a planta están congelados, al igual que los salarios. A nivel local, sostuvo que "la gente está súper comprometida con el trabajo, pese a la restricción presupuestaria que hoy no es lo más importante. Ya que se han seguido las líneas de trabajo, manteniendo el personal".
El escenario es de profunda incertidumbre: no hay certezas sobre las próximas reestructuraciones o fusiones con otros organismos que lleve adelante el Gobierno. Lo que sí es evidente para los trabajadores es el continuo vaciamiento de la institución.
Un informe de la Fundación para el Desarrollo Humano Integral (FDHI) advierte las consecuencias del plan del Gobierno en materia agroalimentaria: por un lado, remarca que una proporción mayoritaria de los trabajadores se encuentra en una situación de informalidad, y que las ganancias del capital agropecuario no se traducen en mejores condiciones para los productores. Por otro lado, asevera que en Argentina no existe la seguridad alimentaria: según el INDEC, la inflación en productos alimenticios fue del 94,7% en 2024 (INDEC 2025, abril) y casi un 10% de las personas no puede acceder ni siquiera a la canasta básica alimentaria (INDEC 2025, marzo). En este sentido, el INTA hace un aporte clave para intervenir en el sector.
Y concluyen: "Al margen de los ciclos de la política, no existen métricas que justifiquen el recorte sobre una institución estratégica que, contrariamente a la motosierra, requiere de inversión, reconocimiento por su trayectoria histórica y que tiene implicancias de relevancia para el desarrollo productivo nacional. Al contrario del diagnóstico del Poder Ejecutivo Nacional, el Instituto necesita crecer para afrontar los nuevos desafíos tecnológicos de nuestro tiempo".
En el marco del anunciado "plan de modernización" del INTA, el Gobierno viene implementando una serie de cambios en el organismo que preocupan a sus trabajadores. La modernización del organismo que planea Javier Milei implica despidos, cierre de agencias y una eventual pérdida de autarquía política y económica. El plan impacta también en el desarrollo científico, ya que los distintos centros se dedican a la investigación en materia agropecuaria y alimentaria. Los trabajadores vienen resistiendo el embate, aunque advierten que la institución está en riesgo. En Chubut, el avance del ajuste pondría en peligro unos 40 empleos y la capacidad operativa en el territorio.
Una de las medidas anunciadas durante las primeras semanas del Gobierno nacional fue el "plan de modernización" del INTA. Lo confirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni, el 27 de noviembre del 2023. En conferencia de prensa, detalló que el plan incluiría la venta de edificios y tierras subutilizadas y la baja de los 227 ingresos registrados durante la gestión anterior. "Se terminó el uso de los organismos públicos como máquinas para financiar el despilfarro de la vieja política", afirmó.
Sostuvo además que "el INTA es un organismo fundamental para el desarrollo del campo argentino cuyos objetivos fueron desvirtuados por la gestión anterior" con temas como "las cuestiones de género, los falsos mapuches y la agricultura familiar", y sumó: "el 50% de sus 6.852 empleados ingresaron durante los gobiernos de Cristina Fernández entre 2007 y 2015".
El plan, además de intimar jubilaciones y promover retiros voluntarios, incluía la no renovación de contratos de personal de planta no permanente. También pretendía desprenderse de 27.000 hectáreas del organismo en distintos lugares del país.
La votación de la medida, a cargo del Consejo Directivo del INTA, estuvo pautada para el día siguiente. Después de dos reuniones, el Consejo y el Gobierno acordaron tres puntos: el remate del edificio del INTA ubicado en Palermo (CABA), el remate de un terreno de 41 hectáreas en Cerrillos (Salta) y 289 retiros voluntarios. A la fecha, el Gobierno siguió profundizando el ajuste sobre el organismo, en el marco del desguace de otras instituciones estatales como Correo Argentino, Vialidad y Aerolíneas.
En febrero el Consejo Directivo aprobó diversas medidas de ajuste que implican el cierre de Estaciones Experimentales y agencias de extensión así como un plan integral de ajuste en la estructura de la institución. Sin embargo, las propuestas no fueron resueltas y tras una reunión extraordinaria el 15 de abril se aprobaron reformas que quitan funciones y atribuciones a la Dirección Nacional y se la otorgan al Consejo Directivo.
Cabe remarcar que el INTA, próximo a cumplir 70 años, actualmente cuenta 6 centros de investigación, 53 estaciones experimentales, 15 centros regionales y 258 agencias de extensión rural en todo el país con un total de 6000 trabajadores.
El repudio de los trabajadores
En un hecho inédito en la historia del organismo, 65 profesionales a cargo de la dirección de las Estaciones Experimentales y los Institutos de Investigación repudiaron el plan de ajuste.
"Nosotros, nuestros equipos y consejos, trabajamos junto a muchos actores, potenciando la articulación público-privada, día a día, en contacto las distintas realidades de los territorios, construyendo redes y generando conocimiento para fortalecer el desarrollo económico, productivo y ambiental de las regiones", expresaron en una carta publicada el mismo día que el Gobierno anunció el plan de modernización.
"Por lo tanto, somos los primeros que queremos y pensamos un INTA moderno, con capacidad de adaptación a los cambios y presente. Somos conscientes de la complejidad del contexto global y el futuro del desarrollo del país, pero entendemos que cualquier transformación requiere llevarse a cabo en un marco de institucionalidad, como lo venimos realizando en las actualizaciones de cada Plan Estratégico Institucional, los Planes a Mediano Plazo (21-25) y los Planes de Centros Regionales", aclararon.
Leer más: Crónica de un ajuste anunciado: Trabajadores sostienen el INTA frente al embate de la motosierra
Y si bien expresaron su acuerdo con el plan de modernización, subrayando que están dispuestos "a llevar este proceso con apertura, creatividad, dinamismo y gestión", enfatizaron: "Este proceso no puede realizarse sin el principal componente institucional que es nuestro personal, cuyos perfiles fueron priorizados, con participación de todos los consejos y fueron seleccionados por concursos abiertos con juntas donde intervienen las principales entidades del sector agropecuario. Cada uno de los trabajadores y trabajadoras de INTA son fundamentales y ocupan puestos críticos para el funcionamiento actual y futuro de la institución, cada uno con capacidades generadas, en donde INTA ha invertido recursos para su formación y conducción".
Por su parte, Mario Romero, de la Asociación del Personal del INTA (APINTA), rechazó los dichos de Adorni y sostuvo que el vocero "dijo muchas imprecisiones". Resaltó los logros del organismo "generando recursos" y consiguiendo "ingresos de divisas para el país", poniendo como ejemplo, "la eficiencia en la generación de variedades de semillas forestales, de soja, de maíz, o nuevas variedades de arroz". También remarcó el rol del INTA "en la generación de vacunas como la anti aftosa, o en la pandemia contra el COVID, y la puesta a disposición de sus laboratorios para hacer los análisis de detección del virus".
Recortes, retiros y sin presupuesto
El deterioro presupuestario y el vaciamiento del INTA se produce en el marco de un desguace general de los organismos estatales. El Grupo EPC, junto al CIICTI (Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Investigación) analizó la caída presupuestaria de la ejecución de Ciencia y Técnica, y destaca la caída de organismos clave como el INTA, que a la fecha registra una caída del 19%.
Leer más: Desguace total de los organismos estatales: cómo impacta a Chubut la retirada del Estado nacional
"En el mes de mayo, el Gobierno nacional continuó el ajuste en los organismos de ciencia y tecnología. En línea con el objetivo de reducción de las capacidades estatales en el sector, el INTA, el INTI y el CONICET profundizaron su deterioro y se encuentran camino a alcanzar sus peores escenarios presupuestarios", destaca el informe.
En los 18 meses transcurridos desde la asunción de Javier Milei, el INTI, el INTA y el CONICET acumulan caídas que superan el 33% de diciembre del 2023.
A finales de agosto del 2024, comenzó a circular la apertura de un proceso de retiros voluntarios en el organismo. A través de una Resolución emitida por la Secretaría de Agricultura, dieron a conocer la convocatoria vigente para "personal de planta permanente que posea hasta 60 años de edad" en todas las estaciones del país.
Quienes se adhieran a este régimen recibirían una compensación indemnizatoria de 1,25 haberes en bruto por cada año trabajado para el personal con hasta 18 años de antigüedad, y de 0,5 haberes bruto por cada año trabajado para los agentes con más de 18 años de antigüedad.
Aunque el plan de modernización del Gobierno implicaba poco más de 200 retiros voluntarios, a la fecha el organismo ha perdido unos 700 trabajadores, entre ellos expertos y científicos que desempeñaban labores fundamentales en el organismo.
A la par, el Ministerio de Capital Humano dejó sin financiamiento a programas como el ProHuerta y despidió a los trabajadores que sostenían el programa Cambio Rural. Más allá de la cuestión económica, el Gobierno libertario desplegó un embate fuertemente ideológico al ajustar precisamente estos programas, lo cual se tornó evidente cuando prohibió hacer uso de términos como "agroecología" o "cambio climático" en las comunicaciones de la institución.
Esta semana se confirmó el cierre de la Estación Experimental INTA AMBA. La decisión no fue sorpresiva para los trabajadores, que venían sosteniendo una lucha constante en contra del desguace. Sin resolución definitiva del Consejo Directivo, el pasado fin de semana los más de 100 trabajadores recibieron la orden de mudarse de estación experimental y abandonar su puesto. Aunque desde ATE enfatizan que la medida no implicó despidos, sino traslados, advierten que estas decisiones preparan el terreno para los despidos que contempla el plan de ajuste, que serían alrededor de 1.500 en total.
La actual gestión, a cargo de Nicolás Bronzovich -quien previamente se desempeñó como Director Nacional de Agricultura en la cartera agropecuaria nacional- marca un claro cambio de perfil. El plan de modernización incluye un aumento en la influencia de privados en las decisiones y menor dotación con "capital humano jerarquizado".
Tras el anuncio del plan en 2023, desde la Mesa Agroalimentaria Argentina expresaron su repudio: "En un mundo donde los alimentos no llegan a todos, la crisis climática impacta cada vez con más fuerza, el desarraigo y el despoblamiento debilitan los territorios y crece la injusticia social, nos proponen un INTA donde las toneladas sean más importantes que las personas, que se aleje de los territorios profundos, que favorezca la concentración, refuerce los pasivos ambientales y se aleje de la soberanía alimentaria".
"La conducción del INTA, ejercida formalmente por Aapresid (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa), ensaya un desguace y un debilitamiento del Instituto jamás visto desde su creación", denunciaron, al tiempo que exigieron la inmediata renuncia de la conducción del INTA, "dado que el desarme de la estructura del Instituto que están impulsando, oculta un manifiesto conflicto de intereses a favor de Aapresid".
Del desfinanciamiento a la pérdida de autonomía
Las movilizaciones de los trabajadores lograron frenar parte del plan de modernización, sobre todo los despidos: en febrero, ATE logró que no se materializara la ola de despidos que el Ejecutivo prometía para el organismo. Sin embargo, crece la incertidumbre ahora que empieza a hablarse de una intervención por parte del Gobierno, que buscaría retomar la idea de rediseñar el organismo y modificar la composición del directorio para tener más poder de decisión. La medida impacta de lleno en la autarquía operativa de la institución y la autonomía de los productores.
El Consejo Directivo del INTA está compuesto por diez miembros, cinco del sector público y cinco del privado. A su vez, está comandado por un presidente y un vice, nombrados por la Secretaría de Agricultura y la Dirección Nacional. En declaraciones recientes a La Nación, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, arremetió contra el organismo y adelantó que buscan devolver la administración del Instituto al Gobierno.
El Director del INTA, Ariel Pereda, cruzó al ministro y subrayó: "Estamos en un momento de crisis donde me pareció que el silencio era contraproducente y había que explicar de alguna u otra manera lo que pasa en una institución enfocada en el sector productivo, gobernado por el sector productivo y al costado de las divisiones político partidarias. Vienen a intervenir el INTA con la intención de usarlo a trochi mochi y a piaccere".
La intención del Ejecutivo sería reducir la cantidad de integrantes en la mesa directa (de 10 a 8 miembros) y trasladar la administración del organismo al Ministerio de Economía. Según precisó Sturzenegger meses atrás, el Gobierno continuará con el cierre y la reestructuración de los organismos públicos descentralizados para "integrarlos nuevamente a la administración central o reestructurarlos según cada caso particular". Entre las potenciales intervenciones, se encuentra el INTA.
El panorama en Chubut
En este escenario, peligra la continuidad de los trabajadores de las distintas estaciones del INTA en Chubut. La provincia cuenta con una Estación Agroexperimental en Trelew, una Estación Experimental Agroforestal de Esquel y Agencias de Extensión Rural en Río Mayo, Sarmiento, Comodoro Rivadavia, Paso de Indios y Trelew.
Mirco Muñoz, de la Estación Agroexperimental Trelew, indicó a principios de año que la propuesta inicial del gobierno de cierre de Agencias de Extensión y el despido de 1.500 trabajadores tendría un fuerte impacto en la provincia, y afectaría al Valle Inferior del Río Chubut, Sarmiento, Comodoro Rivadavia, Paso de Indios, Río Mayo, El Maitén, Gobernador Costa, El Hoyo, Trevelin y Esquel, provocando el despido de más de 40 profesionales.
"Nosotros acompañamos y asistimos técnicamente a sectores productivos. Dejaríamos de acompañar a muchas asociaciones de productores. Nosotros trabajamos en territorio y esto impactaría negativamente en este acompañamiento", remarcó ,"nos dejarían sin capacidad operativa en el territorio". Entre otras cosas, en estas dependencias se desarrollan tareas de asesoramiento a productores, asistencia en gestiones y líneas de financiamiento, así como programas de fomento.
Tras la reunión del Consejo Directivo en febrero, el director del INTA Esquel, Nicolás Naghama, confirmó que se producirían ajustes en la estructura y reducción de programas, pero no habría despidos: "Tuvimos que entender que era una propuesta de ajuste y reestructuración pero, como fue una propuesta interna, se va a reducir el número de coordinadores de programa, pero no la operatividad ni el cumplimiento de los objetivos".
No obstante, hoy la coyuntura es de incertidumbre: si el ajuste se profundiza, pondría en riesgo el rol estratégico del INTA en la producción regional. Preocupa, sobre todo, la intención del Gobierno de modificar la composición del Consejo Directivo.
La semana pasada, productores y trabajadores del INTA de la Comarca Andina se movilizaron en El Bolsón para defender la continuidad de los más de 20 proyectos anuales que el organismo asiste desde 1986.
"Quieren sacar algunas de las sillas de los productores que forman parte del Consejo Directivo Nacional y hacer desaparecer los consejos regionales", advirtió Federico Leterneau, integrante del INTA. Explicó que esto impactaría en la relación directa del organismo con los productores y allanaría el camino para un eventual desmantelamiento.
Acá todos estamos enlazados, somos un ecosistema en sí mismo productivo. Abastecemos a toda la comarca andina, hasta Bariloche y Neuquén. Para aprovechar este regalo que tenemos necesitamos seguir investigando y creando procesos productivos", precisó Máximo Malaurie, integrante de la red de productores agroecológicos de la Comarca Andina (Repaca).
Por su parte, Naghama subrayó que se está hablando de un inminente Decreto, del cual "no se sabe bien el contenido, pero sí el cambio en la conformación del Consejo Directivo Nacional".
"Hasta hoy el Consejo Directivo estaba conformado por 10 miembros, de los cuales la mayoría de los consejeros representaba al sector privado y la Facultad, con tres miembros del Ejecutivo nacional. Ahora se plantea modificar la conformación, con cuatro representantes del Ejecutivo nacional. Con una mayoría, ya que, en caso de empate, el que desempataría sería el presidente, quedando supeditados a las decisiones del gobierno de turno. Algo que sin dudas va a ser algo negativo", agregó.
Y advirtió que "todas las propuestas que llegan de Nación son de ajuste, pese a que no han solicitado informes ni han hecho auditorías. Vemos que no se ha hecho un trabajo para ver la manera de ajuste y porqué. Los ingresos a planta están congelados, al igual que los salarios. A nivel local, sostuvo que "la gente está súper comprometida con el trabajo, pese a la restricción presupuestaria que hoy no es lo más importante. Ya que se han seguido las líneas de trabajo, manteniendo el personal".
El escenario es de profunda incertidumbre: no hay certezas sobre las próximas reestructuraciones o fusiones con otros organismos que lleve adelante el Gobierno. Lo que sí es evidente para los trabajadores es el continuo vaciamiento de la institución.
Un informe de la Fundación para el Desarrollo Humano Integral (FDHI) advierte las consecuencias del plan del Gobierno en materia agroalimentaria: por un lado, remarca que una proporción mayoritaria de los trabajadores se encuentra en una situación de informalidad, y que las ganancias del capital agropecuario no se traducen en mejores condiciones para los productores. Por otro lado, asevera que en Argentina no existe la seguridad alimentaria: según el INDEC, la inflación en productos alimenticios fue del 94,7% en 2024 (INDEC 2025, abril) y casi un 10% de las personas no puede acceder ni siquiera a la canasta básica alimentaria (INDEC 2025, marzo). En este sentido, el INTA hace un aporte clave para intervenir en el sector.
Y concluyen: "Al margen de los ciclos de la política, no existen métricas que justifiquen el recorte sobre una institución estratégica que, contrariamente a la motosierra, requiere de inversión, reconocimiento por su trayectoria histórica y que tiene implicancias de relevancia para el desarrollo productivo nacional. Al contrario del diagnóstico del Poder Ejecutivo Nacional, el Instituto necesita crecer para afrontar los nuevos desafíos tecnológicos de nuestro tiempo".