Patagonia

Vivir en la Patagonia en invierno y sin la red de gas

En Bariloche el acceso al gas natural no es universal y por lo tanto las familias deben recurrir a distintas opciones ante las bajas temperaturas reinantes.

La calefacción que se utiliza con leña tiene un costo alto, por ejemplo: la leña dura cortada por 2 kilos (dos bolsas de 25 kilos) cuesta alrededor de $35.000, más un adicional que consiste en adquirir material leñoso más blando para que dentro de la salamandra se produzca algo de llama con la finalidad que la leña dura mantenga las brasas. Costo por mes: entre 80.000/100.000 pesos. Por otra parte, la comuna entrega en forma gratuita un metro de leña regional por mes y la Provincia otorga garrafas subsidiadas.

La otra opción es el uso de gas envasado, tubos o garrafas. La recarga de este último elemento tiene un costo de $20.000, y aun mas, aproximadamente en Bariloche, mientras que en CABA el mismo artículo vale $12.000. El tubo de 45 kilos se consigue en $80.000 y usando dos calefactores, mas cocina y horno dura unos 25 días. Se gasta por mes en garrafas de 10 kilos alrededor de $80.000, según el uso diario.

Los caloventores son una variante que tiene un costo que oscila entre $20.000/$30.000, pero el uso constante consume mucha energía y no es recomendable ya que afecta el bolsillo de los usuarios. "Son precios insostenibles", aseguró un vecino del Alto de Bariloche. También existen paneles solares y convectores más potentes o de bajo consumo, pero la inversión inicial es más onerosa. Asimismo, hay paneles eléctricos de bajo consumo que son populares por su eficiencia, aunque suelen calentar el entorno cercano y pueden demorar en calentar un ambiente grande.

El usuario debe tener en cuenta que ante la compra de un equipo es crucial considerar el costo mensual de la energía (electricidad o leña). El valor de la electricidad y la leña pueden ser elevados en invierno en Bariloche, y están en constante aumento.

Por otra parte la eficiencia de cualquier sistema de calefacción sin gas natural dependerá en gran medida del aislamiento del hogar. Un buen aislamiento reduce significativamente el consumo. El tamaño del ambiente a calefaccionar y la temperatura deseada influirán en el tipo y la potencia del equipo que se necesite.