Santiago Caputo aislado y los Menem blindadosPor Pedro Lacour
En la Casa Rosada aprendieron que el poder no siempre se pierde con una renuncia ni con una pelea. A veces se desvanece en silencio, con una omisión. El sábado por la noche, cuando los principales nombres de La Libertad Avanza y el PRO en la provincia de Buenos Aires posaron para la foto del cierre de listas, Santiago Caputo no estaba. No hubo mensaje, ni descargo, ni explicación. El hombre que diseñó desde las sombras buena parte del triunfo libertario en 2023 fue esta vez un espectador sin palco en la definición más importante de la campaña bonaerense.
Ni él ni su agrupación, Las Fuerzas del Cielo, lograron incidir en el armado: apenas una candidatura en quinto lugar por la Tercera Sección Electoral -la de Nahuel Sotelo, actual secretario de Culto y Civilización- y algunas posiciones menores en el plano municipal. Todo lo demás fue territorio controlado por Sebastián Pareja, presidente de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, respaldado por Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y titular nacional del partido, y por Eduardo "Lule" Menem, armador nacional y mano derecha de la hermanísima.
Los días previos al cierre de listas convirtieron a la Casa Rosada en una caja de resonancia donde todo vibraba al ritmo de la interna libertaria. Balcarce 50 se transformó, por momentos, en una unidad básica de guerra fría. De un lado del primer piso, el Salón Martín Fierro alojaba las maniobras del grupo de Caputo. A pocos metros, cruzando dos balcones, operaba Lule, con su equipo atrincherado. La tensión se respiraba en cada pasillo. Algunos dirigentes hablaban en voz baja para evitar filtraciones, convencidos de que Karina había desplegado personal de la Casa Militar para vigilar el despacho del asesor y reportar cada movimiento. Desde hace semanas, aseguran, hay presencia permanente e injustificada en esa puerta.
En el entorno de los Menem, la desconfianza no era menor. A pocas horas del cierre, se conoció que Tech Security SRL, una empresa vinculada a la familia riojana, había sido preadjudicada con un contrato de casi $4.000 millones para brindar seguridad en el Banco Nación. Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, había sido socio de la firma hasta diciembre de 2023, cuando transfirió sus acciones a su hermano Adrián. En el sector que responde a Lule leyeron la difusión del caso como una operación política con sello caputista. Desde el círculo del asesor lo niegan: aseguran que la información era pública, que estaba en el Boletín Oficial y no surgió de ninguna jugada suya. Pero el episodio terminó de caldear un clima que ya venía tenso.
"Si no tirás a matar, después no esperes que el otro no vuelva a buscarte para destruirte", deslizó a elDiarioAR un dirigente libertario que conoce los dos mundos. Y citó una frase que, en su momento, el propio Caputo publicó desde una de las cuentas que se le atribuyen en X, acuñada por Thomas Shelby, el personaje principal de la serie británica Peaky Blinders: "¿Por qué lo hacemos? Porque podemos. ¡Porque podemos, carajo! Y si les sacamos la bota del cuello, simplemente ellos vendrán por nosotros". La misma fuente remató: "Los dejamos respirar y mirá ahora: vinieron".
Es que son varias las voces que coinciden en que Caputo subestimó a los Menem. Su decisión de bajarse de la mesa política dos semanas antes del cierre debilitó la posición de Las Fuerzas del Cielo, que habían imaginado un protagonismo mucho mayor. La ausencia del asesor presidencial dejó sin cobertura a sus cuadros. Algunos lo interpretan como una retirada táctica; otros, como un error de cálculo. No faltan tampoco los que aseguran que, desenlace consumado, uno de los principales referentes de la agrupación juvenil se tomó una semana de vacaciones. En la práctica, eso también es un mensaje.
Desde hace días, la tropa digital se llamó a silencio. El jefe de bloque libertario de la Legislatura bonaerense, Agustín Romo, el operador multitasking Lucas "Sagaz" Luna y el influencer Daniel Parisini -mejor conocido como Gordo Dan- eligieron salir del radar. Mutismo en redes, sin declaraciones y sin gestos visibles. La conversación se trasladó a un chat cerrado, donde el núcleo duro del caputismo sigue los movimientos del oficialismo con distancia calculada y la certeza incómoda de estar en el centro de un operativo de aislamiento.
En Las Fuerzas del Cielo se cansaron de repetir durante meses que varios de los nombres incorporados por Pareja a La Libertad Avanza simbolizaban una lógica de "casta" que desdibujaba el sentido original del proyecto libertario. Pero cuando llegó la hora de definir los lugares, la lapicera la tuvieron otros. En el entorno del armador bonaerense admiten que los pocos espacios ofrecidos a los caputistas fueron una reprimenda por sus cuestionamientos al manejo del PAMI y otras áreas sensibles del Estado. "Se metieron donde no les correspondía", dijo sin vueltas un dirigente del espacio.
Durante las semanas previas al sábado 19, Caputo había sido parte de las conversaciones clave con Cristian Ritondo, titular del PRO bonaerense, para garantizar el cierre del acuerdo. Tanto su sector como el de los Menem coincidían en que era necesario avanzar con el partido amarillo, aunque en su caso lo aceptaron a regañadientes, y con reparos: entre los libertarios duros, la presencia de figuras cercanas a Jorge Macri -a quien Milei tiene vetado en lo personal y lo político- fue vista como una claudicación.
Incógnita a futuro
Cerca del asesor estrella prefieren bajarle el tono al asunto. Señalan que Caputo no está interesado en disputar quién aparece como firmante de los acuerdos, ni quién se queda con los créditos políticos del cierre. Lo que le importa, explican, es el contenido de las listas: la propuesta que el oficialismo le lleva al electorado, más que la ingeniería de poder detrás de cada lugar. En su entorno también relativizan la magnitud del tropiezo: consideran que fue una elección provincial y que los resultados de esa escala no necesariamente anticipan el clima electoral a nivel nacional. En su lectura, las turbulencias están contempladas y no alteran el rumbo de fondo.
Este lunes en la Casa Rosada volvió a reunirse el Consejo de Mayo, la mesa multisectorial que el Gobierno impulsa para legitimar su programa de reformas. Ritondo estuvo. Caputo también. No se cruzaron. La postal fue institucional, pero el vacío fue político. En el entorno libertario ya nadie descarta que el esquema tripartito de campaña -como el que operó durante la candidatura porteña de Manuel Adorni, con coordinación entre Karina, Caputo y el equipo del vocero- no vuelva a repetirse. En la provincia de Buenos Aires, la estrategia estará únicamente bajo control de Pareja y los Menem.
La gran incógnita, de hecho, es qué hará a partir de ahora el asesor presidencial. Caputo estaba anunciado para asistir al Derecha Fest, el evento que tendrá lugar este martes en Córdoba y que combina liturgia ideológica con show partidario. Se espera la presencia de Milei, Karina y varios referentes del universo libertario. Si el consultor asiste, será leído como un gesto de alineamiento puertas adentro del "triángulo de hierro". Si se ausenta, será una señal de repliegue. En Casa Rosada no dieron mayores precisiones al respecto.
El poder, como siempre, se mide más por las ausencias que por las presencias. Y en ese lenguaje sin palabras, Caputo ya dio señales. No fue él quien perdió peso. Fue la política la que decidió recordarle hasta dónde puede llegar quien cree que se puede conducir sin territorio. El estratega que supo moldear la imagen de un presidente sin estructura, hoy enfrenta su propio experimento: replegarse sin romper, y sostener influencia sin firmar una sola boleta. Por ahora, nadie lo saca del oído presidencial. Pero el verdadero dilema es otro: ¿volverá Caputo al rol de estratega comunicacional? ¿O buscará rearmarse en las sombras, como supo hacer antes, a partir de la influencia que -sin discusión- ostenta sobre importantes áreas del Estado? Por ahora, su poder no se mide en bancas ni en cargos. Se mide en lo que aún puede hacer sin aparecer. Y también en lo que, esta vez, no logró evitar.
Fuente: elDiarioAr
Por Pedro Lacour
En la Casa Rosada aprendieron que el poder no siempre se pierde con una renuncia ni con una pelea. A veces se desvanece en silencio, con una omisión. El sábado por la noche, cuando los principales nombres de La Libertad Avanza y el PRO en la provincia de Buenos Aires posaron para la foto del cierre de listas, Santiago Caputo no estaba. No hubo mensaje, ni descargo, ni explicación. El hombre que diseñó desde las sombras buena parte del triunfo libertario en 2023 fue esta vez un espectador sin palco en la definición más importante de la campaña bonaerense.
Ni él ni su agrupación, Las Fuerzas del Cielo, lograron incidir en el armado: apenas una candidatura en quinto lugar por la Tercera Sección Electoral -la de Nahuel Sotelo, actual secretario de Culto y Civilización- y algunas posiciones menores en el plano municipal. Todo lo demás fue territorio controlado por Sebastián Pareja, presidente de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, respaldado por Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y titular nacional del partido, y por Eduardo "Lule" Menem, armador nacional y mano derecha de la hermanísima.
Los días previos al cierre de listas convirtieron a la Casa Rosada en una caja de resonancia donde todo vibraba al ritmo de la interna libertaria. Balcarce 50 se transformó, por momentos, en una unidad básica de guerra fría. De un lado del primer piso, el Salón Martín Fierro alojaba las maniobras del grupo de Caputo. A pocos metros, cruzando dos balcones, operaba Lule, con su equipo atrincherado. La tensión se respiraba en cada pasillo. Algunos dirigentes hablaban en voz baja para evitar filtraciones, convencidos de que Karina había desplegado personal de la Casa Militar para vigilar el despacho del asesor y reportar cada movimiento. Desde hace semanas, aseguran, hay presencia permanente e injustificada en esa puerta.
En el entorno de los Menem, la desconfianza no era menor. A pocas horas del cierre, se conoció que Tech Security SRL, una empresa vinculada a la familia riojana, había sido preadjudicada con un contrato de casi $4.000 millones para brindar seguridad en el Banco Nación. Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, había sido socio de la firma hasta diciembre de 2023, cuando transfirió sus acciones a su hermano Adrián. En el sector que responde a Lule leyeron la difusión del caso como una operación política con sello caputista. Desde el círculo del asesor lo niegan: aseguran que la información era pública, que estaba en el Boletín Oficial y no surgió de ninguna jugada suya. Pero el episodio terminó de caldear un clima que ya venía tenso.
"Si no tirás a matar, después no esperes que el otro no vuelva a buscarte para destruirte", deslizó a elDiarioAR un dirigente libertario que conoce los dos mundos. Y citó una frase que, en su momento, el propio Caputo publicó desde una de las cuentas que se le atribuyen en X, acuñada por Thomas Shelby, el personaje principal de la serie británica Peaky Blinders: "¿Por qué lo hacemos? Porque podemos. ¡Porque podemos, carajo! Y si les sacamos la bota del cuello, simplemente ellos vendrán por nosotros". La misma fuente remató: "Los dejamos respirar y mirá ahora: vinieron".
Es que son varias las voces que coinciden en que Caputo subestimó a los Menem. Su decisión de bajarse de la mesa política dos semanas antes del cierre debilitó la posición de Las Fuerzas del Cielo, que habían imaginado un protagonismo mucho mayor. La ausencia del asesor presidencial dejó sin cobertura a sus cuadros. Algunos lo interpretan como una retirada táctica; otros, como un error de cálculo. No faltan tampoco los que aseguran que, desenlace consumado, uno de los principales referentes de la agrupación juvenil se tomó una semana de vacaciones. En la práctica, eso también es un mensaje.
Desde hace días, la tropa digital se llamó a silencio. El jefe de bloque libertario de la Legislatura bonaerense, Agustín Romo, el operador multitasking Lucas "Sagaz" Luna y el influencer Daniel Parisini -mejor conocido como Gordo Dan- eligieron salir del radar. Mutismo en redes, sin declaraciones y sin gestos visibles. La conversación se trasladó a un chat cerrado, donde el núcleo duro del caputismo sigue los movimientos del oficialismo con distancia calculada y la certeza incómoda de estar en el centro de un operativo de aislamiento.
En Las Fuerzas del Cielo se cansaron de repetir durante meses que varios de los nombres incorporados por Pareja a La Libertad Avanza simbolizaban una lógica de "casta" que desdibujaba el sentido original del proyecto libertario. Pero cuando llegó la hora de definir los lugares, la lapicera la tuvieron otros. En el entorno del armador bonaerense admiten que los pocos espacios ofrecidos a los caputistas fueron una reprimenda por sus cuestionamientos al manejo del PAMI y otras áreas sensibles del Estado. "Se metieron donde no les correspondía", dijo sin vueltas un dirigente del espacio.
Durante las semanas previas al sábado 19, Caputo había sido parte de las conversaciones clave con Cristian Ritondo, titular del PRO bonaerense, para garantizar el cierre del acuerdo. Tanto su sector como el de los Menem coincidían en que era necesario avanzar con el partido amarillo, aunque en su caso lo aceptaron a regañadientes, y con reparos: entre los libertarios duros, la presencia de figuras cercanas a Jorge Macri -a quien Milei tiene vetado en lo personal y lo político- fue vista como una claudicación.
Incógnita a futuro
Cerca del asesor estrella prefieren bajarle el tono al asunto. Señalan que Caputo no está interesado en disputar quién aparece como firmante de los acuerdos, ni quién se queda con los créditos políticos del cierre. Lo que le importa, explican, es el contenido de las listas: la propuesta que el oficialismo le lleva al electorado, más que la ingeniería de poder detrás de cada lugar. En su entorno también relativizan la magnitud del tropiezo: consideran que fue una elección provincial y que los resultados de esa escala no necesariamente anticipan el clima electoral a nivel nacional. En su lectura, las turbulencias están contempladas y no alteran el rumbo de fondo.
Este lunes en la Casa Rosada volvió a reunirse el Consejo de Mayo, la mesa multisectorial que el Gobierno impulsa para legitimar su programa de reformas. Ritondo estuvo. Caputo también. No se cruzaron. La postal fue institucional, pero el vacío fue político. En el entorno libertario ya nadie descarta que el esquema tripartito de campaña -como el que operó durante la candidatura porteña de Manuel Adorni, con coordinación entre Karina, Caputo y el equipo del vocero- no vuelva a repetirse. En la provincia de Buenos Aires, la estrategia estará únicamente bajo control de Pareja y los Menem.
La gran incógnita, de hecho, es qué hará a partir de ahora el asesor presidencial. Caputo estaba anunciado para asistir al Derecha Fest, el evento que tendrá lugar este martes en Córdoba y que combina liturgia ideológica con show partidario. Se espera la presencia de Milei, Karina y varios referentes del universo libertario. Si el consultor asiste, será leído como un gesto de alineamiento puertas adentro del "triángulo de hierro". Si se ausenta, será una señal de repliegue. En Casa Rosada no dieron mayores precisiones al respecto.
El poder, como siempre, se mide más por las ausencias que por las presencias. Y en ese lenguaje sin palabras, Caputo ya dio señales. No fue él quien perdió peso. Fue la política la que decidió recordarle hasta dónde puede llegar quien cree que se puede conducir sin territorio. El estratega que supo moldear la imagen de un presidente sin estructura, hoy enfrenta su propio experimento: replegarse sin romper, y sostener influencia sin firmar una sola boleta. Por ahora, nadie lo saca del oído presidencial. Pero el verdadero dilema es otro: ¿volverá Caputo al rol de estratega comunicacional? ¿O buscará rearmarse en las sombras, como supo hacer antes, a partir de la influencia que -sin discusión- ostenta sobre importantes áreas del Estado? Por ahora, su poder no se mide en bancas ni en cargos. Se mide en lo que aún puede hacer sin aparecer. Y también en lo que, esta vez, no logró evitar.
Fuente: elDiarioAr